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¿Convertirán al PRI de México en un prostíbulo?

por Rubén Cota Meza

Ciudad de México (EIRNS)—De consumarse el giro que el actual presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Roberto Madrazo Pintado, le ha dado a ese partido, aumentarán tremendamente las posibilidades de que México se sumerja aun más en la destrucción y el caos que ha experimentado en el último cuarto de siglo, y de que, por consiguiente, disminuyan las posibilidades de que sobreviva en tanto nación.

El PRI, que gobernó a México durante más de setenta años, hasta que perdió el poder ante el partido sinarquista de derecha PAN (Partido Acción Nacional) en el año 2000, cambió su programa de acción en una asamblea nacional que celebró a principios de marzo, para abandonar la defensa explícita del pleno dominio de la nación sobre los recursos naturales —en particular sobre los hidrocarburos—, y adoptar una declaración ambigua que le abre la puerta a la posibilidad de que sea el PRI —que antaño fuera el más férreo defensor del derecho de la nación sobre sus recursos naturales— el que termine por modificar la Constitución nacional de México de 1917, para permitirle de nuevo la explotación de dichos recursos a los intereses extranjeros.

La fundación del PRI, y los gobiernos nacionales de él emanados desde la segunda década del siglo 20, fueron resultado, en lo principal, de tres episodios históricos en la lucha del pueblo mexicano y sus líderes por establecer una república dedicada a la consecución de la justicia para el pueblo mismo. Estos tres episodios son: primero, la Independencia de México del dominio colonial español a principios del siglo 19; segundo, la Reforma y la lucha encabezada por Benito Juárez en contra de la intervención francesa, en contra del imperio de Maximiliano de Habsburgo, y por la restauración de la República a mediados del siglo 19; y, tercero, la sangrienta Revolución Mexicana en contra del sistema de peonaje, y de la dizque "modernización" y apertura económica del dictador Porfirio Díaz a principios del siglo 20.

El dominio de la nación sobre los recursos naturales del suelo y el subsuelo, establecido en los artículos 27 y 28 de la Constitución mexicana de 1917, y la consiguiente expropiación petrolera que el presidente Lázaro Cárdenas (1934–1940) decretó en 1938, representan la misma esencia de esa lucha histórica de casi dos siglos en México.

Es en contra de la existencia misma de la nación mexicana y de su derecho a usar sus recursos naturales para fundamentar su existencia, que, en toda su historia, intereses extranjeros y nacionales que han puesto en entredicho la viabilidad misma de la nación han hecho alianza. Ahora, la renuncia del PRI a su defensa explícita de ese carácter nacional amenaza con abrirles las puertas de par en par a tales enemigos extranjeros, y con convertir al PRI en el vehículo de su propia destrucción.

Wall Street necesita apuntalar su burbuja

El viraje suicida del PRI obedece a una tremenda escalada de presiones ejercida sobre México por el Gobierno estadounidese de George W. Bush, y por las instituciones financieras internacionales que en éste tienen a su gendarme (léase, el Fondo Mometario Internacional, el Banco Mundial, etc.). Lo que los mueve es la misma insolvencia desesperada que está detrás de su intento de robarse el fondo del Seguro Social de los propios Estados Unidos.

Bush, el presidente mexicano Vicente Fox y el primer ministro canadiense Paul Martin tendrán una reunión el 23 de marzo en el rancho de Bush en Crawford, Texas. Uno de los temas centrales que Bush impondrá ahí será la necesidad de que México abra su sector energético a la inversión extranjera.

Como preparativo, la secretaria de Estado norteamericana Condoleezza Rice viajó a México a mediados de marzo, para discutir cómo puede "ampliarse" el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica a una plena "Comunidad Económica Norteamericana" que, entre otros renglones, incluya el sector energético.

Otro de estos preparativos fue el artículo que publicó el New York Times el 3 de marzo, en el que publicita la campaña del flamante director general de Pemex, Luis Ramírez Corzo, para "modernizar" esa paraestatal haciendo contratos de riesgo y permitiendo otras inversiones extranjeras.

Uno más de estos singulares preparativos para el atraco, fue el artículo de Jorge Castañeda y Nathan Gardels, ex director de la unidad de inversiones de pensiones del estado de California, que el Financial Times de Londres publicó el 8 de marzo. Castañeda, mejor conocido por sus admiradores como "el Güero de Wall Street", es ex canciller de México y actualmente presume de precandidato presidencial para el 2006.

En el mencionado artículo, Castañeda propone el establecimiento de un Fondo de Seguridad Energética Norteamericana, que canalizaría recursos financieros ¡de los fondos de pensiones de los Estados Unidos! hacia la compra de bonos del nuevo fondo, los cuales se usarían luego para doblar la producción de petróleo de México y exportarla toda a los Estados Unidos. Los bonos del fondo del Güero estarían avalados por la venta futura del propio petróleo mexicano.

Los aliados de estos banqueros internacionales dentro del PRI, son los que fomentaron la maniobra entreguista de Madrazo.

El senador priista Manuel Bartlett Díaz, en un emotivo discurso que dio ante los delegados de la asamblea, dijo que el enemigo también está dentro del PRI. "Quienes voten por abandonar la defensa explícita de la Constitución —dijo— están en favor de los intereses extranjeros... Si hoy permitimos que las fuerzas incrustadas en este partido, de neoliberales y entreguistas, hagan que no aprobemos la defensa de la Constitución de la República, habremos entregado el partido y habremos perdido la defensa de la soberanía nacional. ¡No lo permitan!"

El senador Bartlett les advirtió que si los grupos conservadores del PRI logran eliminar su esencia, y éste deja de ser un partido nacionalista y popular, ya no es nada. Bartlett identificó esa labor de destrucción del PRI con el ex presidente mexicano Carlos Salinas de Gortari, quien convirtió al PRI en cola del PAN y, junto con el ex presidente Ernesto Zedillo, empujó al partido hacia la derecha.

Los 'travestis' de Madrazo

Posteriormente, Bartlett tachó a Roberto Madrazo de antinacionalista y de un oportunista que actúa con toda hipocresía, con la intención de quedar bien con los empresarios y las transnacionales, a quienes ya les ha hecho ofrecimientos de abrir los sectores estratégicos a la inversión privada, y quien, junto con el secretario de Gobernación, el panista Santiago Creel, cree que las empresas transnacionales son las que van a votar en 2006, y escogerán al personaje que más simpatice con sus intereses y que les prometa más.

En palabras más llanas, lo que Bartlett Díaz está describiendo, es que al PRI lo están convirtiendo en un prostíbulo de travestis que se ofrecen a quien las pueda comprar y les ponga casa nueva: la casa presidencial.

Los duros señalamientos del senador Bartlett obligaron a Madrazo y sus trasvestis a tratar de eludirlos y neutralizarlos. Por ejemplo, Manlio Fabio Beltrones, presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, trató de justificar lo hecho insistiendo que no significa "que vayamos a apoyar las iniciativas privatizadoras de Zedillo o del Partido Acción Nacional". Y el propio Madrazo declaró que lo que aprobaron los priistas, fue sólo profundizar en la reflexión sobre cómo apoyar al sector energético, y discutirlo con libertad y democracia.

A todos estos señalamientos respondió el mismo senador Bartlett, diciendo que tales negativas de que quisieran privatizar son parte del engaño a los priistas.

Lo que es claro en todo este tiroteo declarativo, es que el sector del PRI allegado a Roberto Madrazo está enviándole un mensaje a los intereses extranjeros y sus socios en México: pónganos de nuevo en la Presidencia, y recuperarán el petróleo que perdieron hace más de medio siglo.

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