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No dejes que Shultz te meta el Chile de Pinochet

Ciudad de México (EIRNS)—Tal fue el título de la declaración que emitió el Movimiento de Juventudes Larouchistas (LYM) a principios de octubre, en contra de la privatización de la empresa petrolera nacional de México, Pemex. A continuación reproducimos el texto íntegro de la misma.


Apenas proclamaron a Felipe Calderón "presidente electo" de México, y una semana después el verdadero arquitecto del Gobierno de Bush y Cheney, George Shultz, el patrocinador de Pinochet y su Chile, ya había organizado una reunión secreta en un pueblito de Canadá con un selecto grupo de financieros, funcionarios de los Gobiernos de Cheney y Bush, y Fox, y representantes del presunto Gobierno de Calderón, para discutir la privatización de Pemex, la CFE (Comisión Federal de Electricidad de México—Ndr.), la militarización de la frontera, y otros aspectos de lo que sería la entrega de México finalmente a los intereses financieros angloholandeses y sus aliados de la internacional sinarquista.

Esto es precisamente de lo que ha advertido repetidamente el dirigente demócrata estadounidense Lyndon LaRouche, que es el plan que le tienen reservado a México los banqueros sinarquistas ante el desplome del sistema financiero internacional, que ya se nos viene encima.

El cónclave que se realizó en Banff, un pueblito turístico de la provincia de Alberta, Canadá, bajo la guisa de un foro de los países miembros del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, estuvo presidido de manera conjunta por George Shultz, por Estados Unidos; el ex primer ministro de Alberta, Peter Lougheed, por Canadá; y por México, Pedro Aspe, el ex secretario de Hacienda de Carlos Salinas de Gortari y miembro actual de la red internacional de financieros PlaNet Finance, sitio que comparte con el banquero sinarquista Félix Rohatyn, de Lazard Frères.

Las discusiones que sostuvieron entre el 12 y el 14 de septiembre contaron con la presencia de funcionarios de los gobiernos de los tres países, aunque supuestamente no era un acto oficial, y representantes de Felipe Calderón, como Arturo Sarukhan, su coordinador de asuntos internacionales, y el coordinador general de su equipo de transición, Juan Camilo Mouriño.

Para traducir a lenguaje llano lo que discutieron en ese conciliábulo, es necesario primero explicar quién es su principal actor, el fascista de George Shultz. Este individuo hizo mancuerna con Henry Kissinger durante el corrupto Gobierno de Richard Nixon para, primero, desmantelar en 1971 el sistema de Bretton Woods creado por Franklin Roosevelt, y con ello dar inicio al proceso de globalización mediante las privatizaciones y la desregulación de la economía, para aplastar al Estado nacional soberano. Luego, en 1973, Shultz y Kissinger, con la ayuda de Félix Rohatyn (entonces director de la ITT) impusieron en Chile la dictadura sangrienta de Augusto Pinochet y, con los monetaristas de la Universidad de Chicago, crearon el modelo chileno, que hasta la fecha sigue padeciendo el pueblo de Chile.

Shultz es el verdadero cerebro —por no decir el Chile— del Gobierno de Bush y Cheney. Desde la campaña del 2000, Shultz organizó el grupo de los Vulcanos que se apoderó del gabinete de Bush desde el comienzo, de donde salieron el secretario de Defensa Rumsfeld, la secretaria de Estado Condoleezza Rice y demás orates que han instrumentado el plan de guerra permanente.

Pedro Aspe, desde la época de Salinas, cuando se aceleró el programa sinarquista para aplastar a México como república soberana, no era más que el correveidile de los banqueros, y lo sigue siendo. En esta ocasión se encargó de reunir a todo el grupo de mexicanos traidores que participaron en la conjura de Banff.

Además de los representantes de Calderón, participaron, por Pemex, Vinicio Suro; de la Secretaría de Seguridad Pública, Eduardo Medina Mora; de Relaciones Exteriores, el subsecretario para Norteamérica Gerónimo Gutiérrez; y los embajadores en Estados Unidos y Canadá, Carlos de Icaza y María Teresa García Segovia de Madero, respectivamente. El hermanastro de Jorge Castañeda, Andrés Rozental, actuó como coordinador mexicano del evento. Y en representación del gobernador de Michoacán, Lazarito Cárdenas, su asesor Carlos Heredia.

Con Vinicio Suro participaron en la sesión sobre "Una estrategia energética norteamericana", donde se discutió la integración a fondo, representantes de Chevron y otros grupos internacionales dedicados a los energéticos, junto con miembros del Gobierno de EUA que elaboraron el plan energético de Cheney.

La sesión sobre seguridad contemplaba la intervención de Donald Rumsfeld, pero su presencia no se ha confirmado, y quizá ni fue necesaria. Pero lo que se sabe es que se habló de las relaciones entre los sistemas de defensa de las tres naciones, en particular de la militarización de la frontera, de la inmigración, la seguridad nacional, de la producción militar y del control de las reservas energéticas de América del Norte.

Por lo que se ve, los banqueros ya están celebrando su resultado erectoral precoz con sólo imaginarse que, con Calderón, ya le metieron a México el Chile de Pinochet.

¡No dejes que lo hagan! Quienes promueven la privatización de Pemex, la CFE y el patrimonio nacional en general, son tan fascistas como su gurú, George Shultz.

Lo que México necesita son grandes obras de infraestructura para reactivar la agricultura y la industria, desarrollar la industria petrolera como transición a una economía basada en la energía nuclear, y renacionalizar el Banco de México, para quitárselo a los banqueros privados sinarquistas.

El próximo 31 de octubre Lyndon LaRouche dará una videoconferencia internacional por internet para explicar el marco estratégico internacional en el que los sicarios financieros de Shultz se quieren apoderar del país. Conéctate a www.larouchepub.com/spanish a las 9 a.m., hora de la Ciudad de México.

 

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