Trump y Putin buscan una política de paz.
Importantes enseñanzas para el mundo

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Vladimir Putin y Donald Trump hicieron declaraciones ante la prensa y respondieron preguntas de los periodistas. Lunes, 16 de julio del 2018, Helsinki (en.kremlin.ru)

23 de julio de 2018 — Los siguientes son extractos de un artículo de Helga Zepp-LaRouche publicado en el semanario alemán Neue Solidarität, el 21 de julio de 2018. El artículo también se publicó en el sitio electrónico del partido político alemán de Zepp-LaRouche, el Movimiento Solidaridad de los Derechos Civiles, o BüSo (por sus siglas en alemán).

“En realidad, debería ser obvia para cualquier persona pensante que una mejora en las relaciones entre Estados Unidos y Rusia (las dos naciones que poseen más del 90% de las armas nucleares en el mundo, lo cual, si se despliegan, exterminaría a la humanidad) es algo bueno. Por lo tanto, los Presidentes Trump y Putin merecen todo el crédito por mostrar, en la cumbre de Helsinki, la manera en que se puede resolver la crisis actual entre las dos naciones a través del diálogo y la cooperación. Sin embargo, la histeria sin precedentes proveniente de los círculos neoliberales influyentes en Estados Unidos y de los medios dominantes en ambos lados del Atlántico, en respuesta a esta cumbre, ha dejado muy en claro que esa casta dominante está dispuesta a aceptar la destrucción de la civilización humana en vez de aceptar la cooperación con Rusia.

“Y ese hecho requiere una evaluación urgente de la situación estratégica, no solo en las naciones europeas como Alemania, pero en especial ahí, den donde la imagen que tiene la población de Donald Trump ha sido forjada por las reseñas negativas sobre él en los medios noticiosos dominantes (un 98% de los informes en ARD Television, por ejemplo), y en donde la satanización de Putin ahora está a cargo de los ‘grupos pensantes’ de la casta dominante.

“El hecho es de que cerca de la mitad de los votantes estadounidenses votaron para que Trump fuese Presidente debido a la promesa que hizo durante su campaña de que el reconstruiría las relaciones entre Estados Unidos y Rusia sobre bases buenas, luego de que esas relaciones se hundieron a su mínimo histórico bajo los gobiernos de George W. Bush y en especial de Barack Obama. Trump comentó sobre está situación, y señaló que eso se debió principalmente a la necedad de los estadounidenses, para lo cual el autor que escribe con el seudónimo de Publius Tacitus aportó los detalles del razonamiento en el blog Sic Semper Tyrannis del conocido analista de seguridad coronel (ret) Pat Lang”.

Uno de los efectos más interesantes de la histeria que ha ocasionado el intento de Trump por normalizar las relaciones con Rusia, destaca la autora, es que ha desnudado por completo las estructuras del mentado “estado profundo”. Cuando el ex director de la CIA en el gobierno de Obama, John Brennan, acusa a Trump de alta traición, “uno se tiene que preguntar, ¿traición contra quién o qué?. ¿Contra el pueblo estadounidense? ¿Contra la Constitución de Estados Unidos? ¿Desde cuándo es alta traición que el Presidente trate de proteger la supervivencia física de su pueblo mediante una política de diplomacia y diálogo?”, señala Helga Zepp-LaRouche.

La realidad, insiste ella, es que Trump amenaza a todo el imperio neoliberal angloamericano. Los chinos le han dado su beneplácito a la cumbre de Helsinki, así como el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, e incluso la Canciller alemana Angela Merkel, así como el nuevo viceprimer ministro italiano, Matteo Salvini.

Pero si todo va a resultar realmente en que sea posible vencer la mentalidad de la Guerra Fría y el establecimiento de un nuevo orden mundial mejor, depende en gran medida en como se desenvuelva la guerra entre la casta dominante de Estados Unidos y el Presidente Trump, señala Zepp-LaRouche. Porque esa pelea “interna” de Estados Unidos tiene implicaciones directas para todo el mundo. Si Trump se las arregla para imponer su programa, entonces “hay una posibilidad, a pesar de la tensión que hay con China por el déficit comercial de Estados Unidos, para establecer un política internacional totalmente nueva entre las naciones del mundo, basada en la soberanía, la no intervención en los asuntos internos, el diálogo, y el beneficio mutuo. Si prevalecen los adversarios de Trump, probablemente estaremos no muy lejos de la Tercera Guerra Mundial, añade ella.

“Por lo tanto, ya es hora de que esos que apoyan programas y políticas ‘progresistas’, ‘liberales’, ‘de izquierda’, que han estad hasta ahora en el mismo bote de la CIA, el FBI y el MI6 desde la elección de Trump, que reflexionen en si los medios dominantes no los han ‘empujado’ a colocarse en la esquina equivocada”, concluye.