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TRAS LOS PASOS DE GEORGE III

El Príncipe Carlos Inventó y Dirige el “Nuevo Trato Verde”

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Este artículo se publicó en la edición del 12 de febrero de 2020 de Executive Intelligence Review.

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Naciones Unidas
Carlos, el príncipe de Gales, en 2018.

1º de febrero El Príncipe Carlos lanzó el 11 de enero la “Terra Carta para la naturaleza, la gente y el planeta (Carta de la Tierra)”, para impulsar un programa de genocidio ecológico de reducción radical de la población, el cierre de la producción agroindustrial y para generar una burbuja especulativo-financiera verde de 40 billones de dólares, todo implementado mediante la dictadura de los bancos centrales. Si no se detiene a este príncipe y a sus asociados, destruirán las facultades cognitivos del hombre, detendrán el desarrollo intensivo en capital y en energía de la agricultura y la industria y derribarán la civilización.

Echando mano de la riqueza de la Casa de Windsor, pero mucho más de los bancos de los bancos de la City de Londres y de Wall Street, las compañías de seguros y una serie de gobiernos, S.A.R. el príncipe de Gales ha estado construyendo esta estrategia durante las últimas cinco décadas.

Charles obtiene esta capacidad, ciertamente no de sí mismo, sino de estar incrustado en una red de instituciones. Una de esas instituciones es la monarquía, que no solo la forma la realeza, sino cientos de personas de las universidades de Oxford y Cambridge, instituciones financieras y bufetes de abogados. De hecho, la monarquía está integrada en un Cuarteto formado por la monarquía, la City de Londres, el Banco de Inglaterra y los servicios de inteligencia, Cuarteto que ha estado en funcionamiento desde la creación del Banco de Inglaterra en 1694.

Carlos trabaja con más de un centenar de gobiernos, pero hace hincapié en que la empresa privada corporativa es necesaria para implementar su política, ya que los gobiernos necesitan y pueden enunciar la política, pero no tienen el poder para llevarla a cabo. Este es un abrazo del control corporativista-sinarquista de arriba abajo, por encima y más allá del gobierno, como fue el caso de Hitler, Hjalmar Schacht y Mussolini.

Observamos tres ejemplos fundamentales que indican que el príncipe Carlos, y aquellos para quienes es una persona clave, como el Banco de Inglaterra y la City de Londres, son los que comenzaron a originar e implementar las políticas de la dictadura fascista verde, a menudo unos 10 a 20 años antes de que otros las conocieran.

El primer ejemplo es el papel fundamental de Carlos, junto con su padre, el príncipe consorte real Felipe, y el Fondo Mundial para la Naturaleza, en la conducción de la Cumbre de la Tierra de Río de 1992, que sentó el paradigma de las medidas duras para combatir el falso Calentamiento Global; el segundo, es la creación, por parte del Príncipe de Gales, del Nuevo Pacto Verde en Gran Bretaña en 2008, una década antes de que supuestamente se presentara por primera vez en Estados Unidos; y el tercero, es el establecimiento, por el príncipe Carlos, de la dictadura interna de, utilizar “solo” las reglas de contabilidad, una parte fundamental de las entrañas del “Gran Reajuste” para precipitar al mundo hacia su destrucción.

El príncipe Felipe, en 2015. Esposo de la reina Elizabeth, padre del príncipe Carlos y cofundador del Fondo Mundial para la Naturaleza; espera convertirse en un virus mortal.

I
El príncipe Carlos, el príncipe Felipe y la WWF lanzan el genocidio verde pionero en la Cumbre de la Tierra de 1992 en Río

Me pregunto cómo sería reencarnar en un animal cuya especie hubiese sido tan reducida en número que estuviese en peligro de extinción. Cuáles serían sus sentimientos hacia la especie humana, cuya explosión demográfica le había negado algún lugar para existir... Debo confesar que me siento tentado a pedir la reencarnación como un virus particularmente mortal.

Este es el príncipe Felipe, duque de Edimburgo, consorte real de la reina de Inglaterra, en su prólogo al libro de 1987 Si yo fuera un animal, de Fleur Cowles.

Philip repitió una variante de la cita en 1988 a la agencia de noticias alemana Deutsche Press Agentur.

De este modo expresó su opinión el consorte real, de que las “vidas que no son dignas de ser vividas” (en la frase de los nazis) incluyen no sólo a los judíos, gitanos, enfermos graves y otros grupos despreciados, sino a toda la población humana, con la reserva por necesidad tal vez de varios cientos de millones de “la clase adecuada” y sus sirvientes. Sacrificar a la manada humana. Sus declaraciones volvían constantemente a este tema.

Felipe decidió, en nombre de la institución de la monarquía británica a la que representaba, recuperar las políticas del régimen nazi que no había tenido éxito en su misión de 1933-1945. Esto se haría bajo el disfraz de ambientalismo. Entre esas políticas se cuentan la eugenesia; las políticas de los campos de concentración, de trabajo forzado, del régimen de Hitler y Hjalmar Schacht, de saquear a los abatidos que podían ser saqueados y matar a los que no podían; y la imposición de una dictadura financiera del banco central, como la del jefe del Reichsbank de Hitler, Hjalmar Schacht.

El aspecto exterior de lo que se había hecho bajo Hitler y Schacht, se cambiaría: a partir de Río en 1992, se presentaría el mito de que el cambio climático antropomórfico requiere la descarbonización de la economía mundial. Una medida tan drástica reduciría la densidad del flujo energético de la economía mundial, desencadenando una espiral descendente de desintegración. La desintegración precipitada de la burbuja financiera cargada de derivados, la más grande de la historia mundial, agravará aún más las consecuencias.

Pero el objetivo final que se quiere destruir son las facultades cognitivas creativas del hombre, que es el medio por el cual el hombre descubre nuevos principios científicos físicos, lo que hace avances científicos revolucionarios en la economía física, que eleva al hombre fuera de la pobreza y hacia la humanidad plena. Son estos principios los que el hombre celebra en el arte y la música clásicos, y los que permitirán a la humanidad despegar de la Tierra y extender su dominio sobre la galaxia. La oligarquía intenta sofocar esas facultades y son esos poderes los que permitirán a la humanidad derrotar el plan del Príncipe Carlos.

El Fondo Mundial para la Vida Silvestre, más tarde rebautizado como Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), es un nexo que el imperio británico había establecido en 1961 para organizar el genocidio verde ecologista.

Tres fundadores principales dan la intención de la organización:

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UNESCO/Claude Bablin
Sir Julian Huxley en 1965. Es el fundador de la Sociedad Británica de Educación Eugenésica, y ayudó a crear la UNESCO, para ser su director en 1946.
  • Julian Huxley.- En 1907, Julian Huxley fundó la Sociedad Británica de Educación Eugenésica en Gran Bretaña; poco después se le unirían H.G. Wells y Leonard Darwin, uno de los hijos de Charles Darwin. Los escombros de la Segunda Guerra Mundial todavía estaban calientes cuando, en 1946, Julian Huxley ayudó a crear y se convirtió en director de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). En una declaración de dirección, en un documento titulado “UNESCO: Su propósito y su filosofía”, Huxley reveló la intención de revivir la eugenesia:

El peso muerto de la estupidez genética, la debilidad física, la inestabilidad mental y la propensión a las enfermedades, que ya existen en la especie humana, resultará una carga demasiado grande para que se logre un progreso real. Por lo tanto, si bien es bastante cierto que cualquier política eugenésica radical será durante muchos años política y psicológicamente imposible, será importante que la UNESCO vele por que el problema eugenésico se examine con el mayor cuidado y de que la opinión pública esté informada de las cuestiones que están en juego, para que mucho de lo que ahora es impensable, pueda al menos volverse pensable.

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CC/Sander Lamme
El príncipe Bernardo en 1999. Este ex miembro de las SS nazi, se casó con la reina Juliana de los Países Bajos y más después se convirtió en el primer presidente del Fondo Mundial para la Naturaleza.
  • Príncipe Bernardo.- Consorte real de la reina Juliana de los Países Bajos y primer presidente del WWF. Tras de unirse a las camisas pardas nazis al ascenso de Hitler al poder en 1933, pasó a la feroz Schutzstaffel (SS) en 1934. Por motivos cosméticas, Bernardo renunció a las SS, pero para demostrar que nada había cambiado, firmó su carta de “renuncia” con un “¡Heil Hitler!” (“¡Salve, Hitler!”). El Príncipe trabajó para el gigante químico alemán IG Farben, un engranaje central de la máquina corporativista nazi. Se incorporó al departamento de estadísticas de IG Farben en Berlín, N.W. departamento 7, el centro clave de espionaje nazi en el extranjero. En 1935, Bernardo se volvió secretario de la junta directiva de Farben en su oficina de París. Farben desarrolló el gas Zyklon-B, que se utilizó para gasear a la gente en los campos de concentración a partir de 1942. En 1937, como un pretendiente respetable, Bernhard se casó con la reina Juliana de los Países Bajos.

  • Príncipe Felipe.- Hijo del príncipe Andrés de Grecia y Dinamarca, esposo de la reina Elizabeth II y duque de Edimburgo. De las cuatro hermanas mayores de Felipe, tres estaban casadas con aristócratas alemanes que formaban parte de los círculos nazis en Alemania. Felipe parece haber sido informado de manera significativa y también involucrado en estas redes. En junio de 1945, la casa real británica envió a un “ex” agente del MI-5, para, en parte, tratar de recuperar (presumiblemente para ocultar) la correspondencia del príncipe Felipe con esta red en tiempos de guerra.

Ambos padres del príncipe Carlos eran producto de este medio nazi, ya que los padres de la reina Elizabeth, el rey Jorge VI y su esposa, estaban involucrados en círculos de apaciguamiento que, en diferentes momentos durante la Segunda Guerra Mundial, intentaron a través de canales llegar a un “entendimiento” con el régimen nazi alemán. Es notorio el caso del rey Eduardo VIII, colaborador declarado de los nazis, que se vio obligado a abdicar, en diciembre de 1936, para dar paso al padre de Elizabeth, el rey Jorge VI. Esto influyó en la formación del príncipe de Gales, el heredero al trono.

Hubo varias otras organizaciones ambientalistas: la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, Amigos de la Tierra, etc. Pero el príncipe Felipe utilizó el WWF como su plataforma de origen para su propósito de transformar la economía mundial.

La transformación del príncipe Carlos:
La Cumbre de Río de 1992

En 1989, los príncipes Felipe y Bernardo, el rey Juan Carlos de España y varios destacados financieros de la City de Londres decidieron celebrar una conferencia singular en 1992, la Cumbre de la Tierra de las Naciones Unidas, en Río de Janeiro, Brasil. Este equipo del WWF decidió utilizar al canadiense Maurice Strong, un destacado promotor de ideas para el príncipe Felipe y un recaudador de dinero para el WWF, que había fundado el Club 1001 en 1970, como un medio para que los mecenas súper ricos financiaran el WWF.

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CC/Lymantria
Maurice Strong en 2010. Un destacado promotor de ideas para el príncipe Felipe, fundó el Club 1001 en 1970 como un medio para que los súper ricos financiaran el WWF.

Strong expresó su encantadora opinión a la National Review el 1º de septiembre de 1997:

Si no cambiamos, nuestra especie no sobrevivirá... Francamente, puede ser que lleguemos al punto en que la única forma de salvar al mundo será que se colapse la civilización industrial.

Considere lo que Strong debe haber querido decir con “el mundo”, por lo tanto, “salvado”, en esa declaración.

Un promotor petrolero de Alberta, primer director ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y figura destacada en el WWF, Strong sería el Secretario General de la Cumbre de la Tierra.

Pero con la tutela de Felipe y de Strong, el príncipe Carlos ahora asumiría un papel de liderazgo. Carlos había pronunciado su primer discurso ambientalista en 1970, a los 22 años. Luego asumió más responsabilidades. Pero para la cumbre de Río, se le colocó en una posición de liderazgo para organizar personalmente la conferencia, superar las diferencias entre las naciones y ayudar a dar forma a la agenda.

El escritor Jonathan Dimbleby, en su libro autorizado de 1994 El príncipe de Gales: una biografía, describió lo que sucedió:

En 1991, el impulso generado por los discursos del príncipe le había asegurado una reputación internacional. En el período previo a la cumbre de Río, que fue planificada para 1992, el Príncipe estaba decidido a hacer su propia contribución reuniendo a las principales figuras internacionales en un intento de lograr cierto grado de armonía entre las actitudes conflictivas de Europa, Estados Unidos y las naciones en desarrollo, encabezadas por Brasil. Se le ocurrió la idea de utilizar el yate real [el Britannia] como base para un seminario internacional de dos días al final de una gira oficial por Brasil en abril de 1991.

Invitó entre otros al senador Albert Gore; a altos funcionarios del Banco Mundial, a directores ejecutivos de Shell [la parte anglo de la petrolera anglo-holandesa Royal Dutch Shell] y BP [antes British Petroleum Company]; a las principales organizaciones no gubernamentales; a políticos europeos, incluidos los ministros británicos de Ayuda Exterior y de Medio Ambiente; y, lo más importante de todo, al anfitrión de la futura cumbre, el Presidente Fernando Collor de Brasil.

La Cumbre de Río, la Agenda 21 y la “naturaleza divina”

La Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro fue un espectáculo al que asistieron más de 100 jefes de Estado y 38.000 personas. A raíz de ello se produjeron tres grandes cambios.

Primero, cuando se fundó el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de la ONU (UN IPCC, por sus siglas en inglés) en 1988, definió el cambio climático como “cualquier cambio en el clima a lo largo del tiempo, ya sea debido a la variabilidad natural o como resultado de la actividad humana”. Pero en la Cumbre de la Tierra de Río, esa frase fue sustituida por una Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), que declaró que “las actividades humanas han ido aumentando sustancialmente la concentración atmosférica de gases de efecto invernadero”.

En segundo lugar, la Conferencia adoptó una política denominada Agenda 21, que establecía: “Todas las fuentes de energía deberán utilizarse de manera que respeten la atmósfera ”. La Agenda 21 fue el primer documento de la ONU que identifica las funciones y responsabilidades de los gobiernos locales y federales para procurar el “desarrollo sostenible”, y declaró que estos gobiernos tendrían que idear una forma de reducir los gases de efecto invernadero en un gran porcentaje, de forma voluntaria. La próxima cumbre de la ONU, en 1997 en Kioto, Japón, hizo que estas fuertes reducciones de gases de efecto invernadero de la Agenda 21 fueran obligatorias: los “Protocolos de Kioto”.

Tercero, en un ensayo de 1992, Maurice Strong evaluó uno de los puntos fuertes de la Cumbre de Río de 1992:

Simplemente, no es factible que los Estados nacionales ejerzan la soberanía de manera unilateral, por poderosos que sean. Es un principio que cederá solo lentamente y de mala gana ante los imperativos de la cooperación ambiental global.

No solo se abrogaría la soberanía, sino que Strong le dio a la conferencia de 1992 un trasfondo religioso pagano. En la sesión plenaria, como secretario general de la conferencia, afirmó:

La responsabilidad de cada ser humano hoy es elegir entre la fuerza de la oscuridad y la fuerza de la luz. Por lo tanto, debemos transformar nuestras actitudes y valores, y adoptar un renovado respeto por la ley superior de la Naturaleza Divina.

La Cumbre de Río fue un modelo y un precedente. A partir de esa Cumbre de la Tierra de 1992 en adelante, la ONU decidió celebrar una conferencia mundial cada cinco años sobre el medio ambiente o el desarrollo sostenible; y el orden del día y los debates de esas cumbres subsiguientes de la ONU generalmente se enmarcaron y se basaron en las principales ideas y el programa de la primera Cumbre de la Tierra de Río de 1992. Cuando en 2002 se llevó a cabo la siguiente de las conferencias de la ONU sobre desarrollo sostenible que trataba explícitamente el tema de la Tierra, se la denominó Río + 10, y así sucesivamente.

Cuando el príncipe Carlos desempeñó su papel prominente en 1991-92 para la Cumbre de la Tierra de Río, tenía 44 años. En comparación, mire lo que hacían otros que participan hoy en la agenda de finanzas verdes: Mark Carney tenía 27 años y trabajaba en su doctorado en economía en Oxford, mientras ganaba dinero en Goldman Sachs. Christine Lagarde tenía 36 años y se concentraba en abrirse camino en la jerarquía financiera de Francia. Bernie Sanders fue elegido por primera vez a la Cámara de Representantes de Estados Unidos. Alexandria Ocasio-Cortez tenía tres años y Greta Thunberg aún no había nacido. Carlos era el que creaba la política.

II
El príncipe Carlos y sus aliados crearon el Nuevo Pacto Verde

El folclore y la mitología común, respaldados por los medios de comunicación, dicen que la representante Alexandria Ocasio-Cortez (demócrata de Nueva York) y el senador Ed Markey (demócrata de Massachusetts), tuvieron la idea de un Nuevo Trato Verde en 2017. Esto se discutió durante unos años y luego se presentó como resolución conjunta en el Congreso por Ocasio-Cortez y Markey en febrero de 2019. El Nuevo Trato Verde está en el centro de las iniciativas políticas del gobierno de Biden.

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CC/Andy Miah
Jonathan Porritt, CBE, en 2009. Director del Optimum Population Trust, ha sido uno de los ambientalistas más asesinos en el desarrollo del Nuevo Trato Verde en Gran Bretaña bajo las riendas de Carlos.

En realidad, el Nuevo Trato Verde fue desarrollado en el Reino Unido explícitamente por las redes planificadoras del Príncipe Carlos. Dos de los hombres más importantes en el desarrollo del Nuevo Trato Verde en Gran Bretaña, bajo la supervisión de Carlos, son Tony Juniper y Jonathan Porritt, dos de los ambientalistas más asesinos del mundo. Juniper y Porritt se han desempeñado como Asesores Especiales del príncipe Carlos en materia de medio ambiente y han estado en su círculo íntimo durante décadas. Crearon el Nuevo Trato Verde en 2008 y lo exportaron a Estados Unidos.

Ahora vamos a ver a Juniper y Porritt, y luego cómo crearon el Nuevo Trato Verde. Se les podría llamar los hombrecitos verdes del príncipe de Gales.

El escritor Jonathan Dimbleby escribió en la biografía autorizada citada anteriormente sobre el círculo íntimo de Charles:

Para entonces [1986], el príncipe había comenzado a formar a su alrededor un núcleo de asesores ambientalistas, que describió en una carta a un amigo como “un pequeño equipo de personas conocedoras que pueden ayudarme a ejercer la mayor presión posible sobre las agencias internacionales, los gobiernos y demás, mediante discursos, almuerzos y cenas”.

Los más destacados son Juniper y Porritt.

Desde 1992 hasta 2008, Tony Juniper dirigió muchas de las operaciones de los grupos ecologistas extremistas Amigos de la Tierra (FOE, por sus siglas en inglés), y entre 2003 y 2008 fue director de operaciones de FOE en el Reino Unido. Juniper también fue líder del Partido Verde británico. Carlos eligió a Juniper como coautor y escritor fantasma de dos de sus libros: Harmony (2010) y Climate Change (2017).

Juniper dirigió toda la operación para que el Parlamento del Reino Unido adoptara la Ley de Cambio Climático de 2008, una de las primeras leyes de este tipo en todo el mundo. La Ley estableció como deber del Secretario de Estado británico garantizar que la cuenta neta el carbono del Reino Unido para los seis gases de efecto invernadero de Kioto --dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido nitroso (N2O), hídrofluorocarbonos, perfluorocarbonos y hexafluoruro de azufre (SF6)-- para el año 2050 es al menos un 80% inferior que la referencia de 1990, supuestamente para evitar un cambio climático peligroso. Esto se desprende de los Protocolos de Kioto de 1997, que a su vez se derivan de los términos establecidos por el príncipe Carlos en la Cumbre de Río de 1992. El Times de Londres del 26 de enero de 2019 se refirió a Juniper como el “Campeón Verde del príncipe Carlos”.

Jonathan Porritt fue miembro destacado del Partido Ecológico radical de Gran Bretaña desde su fundación en 1976, y su director desde 1979. En 1985, el partido se cambió de nombre y pasó a llamarse Partido Verde de Inglaterra y Gales, y durante un tiempo, fue copresidente. En 1986, Carlos ungió a Porritt como su asesor de confianza, lo que significa que Carlos y Porritt han trabajado juntos durante 35 años. En 2000, el primer ministro laborista Tony Blair nombró a Porritt como presidente inaugural de la recién creada Comisión de Desarrollo Sostenible (SDC, por sus siglas en inglés) de Gran Bretaña, cuya misión era asesorar al Reino Unido sobre las medidas que debían tomarse para lograr un “desarrollo sostenible”, como la de reducir la producción físico-económica para disminuir los “gases de invernadero.” Porritt se desempeñó como presidente de la SDC durante nueve años.

Pero, con mucho, la característica más peligrosa de Porritt, que lo hace más entrañable para el príncipe de Gales, es que es uno de los ultra-maltusianos más descarados del mundo, y de hecho plantea reducir la población mundial a la mitad. En 2008, Porritt se convirtió en patrocinador (de hecho, director) del Optimum Population Trust (OPT), que es quizás el principal defensor del genocidio en el mundo. Según el Times de Londres del 22 de marzo de 2009, Porritt pronunció un discurso en el que elogió la investigación de Optimum Population Trust, “sugiriendo que la población del Reino Unido debe reducirse a 30 millones [de los entonces 62 millones-ndr] si el país quiere alimentarse de forma sostenible ”. En noviembre de 2018, Porritt se convirtió en presidente de la OPT, ahora rebautizada como Population Matters.

Para todo este trabajo, por recomendación de Carlos, la reina Elizabeth designó a Porritt como Comendador del Imperio Británico (CBE).

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CC/John Cairns
Sir David Attenborough en 2015. Una figura paterna y asesor de Carlos desde que tenía 8 años de edad.

Los otros patrocinadores de Population Matters dejan en claro su intención asesina. Uno de los patrocinadores es sir David Attenborough, a quien varios medios informativos califican caracterizan como miembro efectivo de la familia real. Attenborough ha sido una figura paterna y consejero de Carlos desde que Carlos tenía 8 años de edad. Es uno de los amigos no reales más cercanos de la reina Isabel y consejero de confianza. Attenborough ha declarado:

Ya no se puede permitir que la población humana crezca de la misma manera incontrolada de antes. Si no nos hacemos cargo del tamaño de nuestra población, la naturaleza lo hará por nosotros.

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CC/Jay Cross
Paul R. Ehrlich en 2008. Autor de la desacreditada farsa de 1969 La bomba poblacional, que abogaba públicamente por la reducción de la población humana en varios miles de millones.

Otra patrocinadora o mecenas es Dame Jane Goodall, que prefiere a los simios y no a las personas. Un tercero es Paul Ehrlich, autor de la desacreditada farsa de 1968 La Bomba Poblacional, que ha abogado públicamente por reducir la población mundial en varios miles de millones de personas.

Esto le resuena muy bien al Príncipe de Gales. En un discurso pronunciado el 10 de junio de 2010, en su Centro de Estudios Islámicos de la Universidad de Oxford, Carlos se desahogó diciendo que la población de Lagos, en Nigeria, ha aumentado de 300.000 a 20 millones durante su vida. “Podría haber elegido Bombay, El Cairo o Ciudad de México; dondequiera que se mire, la población mundial aumenta rápidamente ”, agregó. Luego dijo que la Tierra no podría “sostenernos a todos”, particularmente en el sector en desarrollo, si una “gran proporción” consume los recursos naturales a “niveles occidentales”. El Presidente Barack Obama copió los comentarios de Carlos en una diatriba a los jóvenes sudafricanos unos años después.

El Nuevo Trato Verde de Gran Bretaña y su programa

Bajo la supervisión y la ideología de Carlos, Porritt y Juniper, junto con algunos otros, en particular de la izquierdista Fundación para la Nueva Economía, se creó el Nuevo Trato Verde en 2008, para servir como programa para Gran Bretaña, pero especialmente como modelo básico para el estadounidense, que imitó sus líneas generales y varias de sus particularidades.

El visto bueno de Carlos lo muestran cuatro de los ocho directores del grupo del Nuevo Trato Verde de Gran Bretaña en 2008:

  • Tony Juniper, director e iniciador.

  • Caroline Lucas, directora. Lucas fue reclutada como protegida del genocida Porritt. La propia Lucas declaró que se sintió “completamente inspirada” al leer el libro de Porritt, Seeing Green y, por lo tanto, decidió unirse al Partido Verde. Ella pensó: “Voy a ir allí ahora. Voy a dedicarme a esto”, el Partido Verde. Porritt era la fuerza dominante en el Partido Verde. Lucas se convertiría en la miembro verde del Parlamento de Brighton Pavilion y ayudó a lanzar el Nuevo Trato Verde.

  • Charles Secrett, director. Su currículo dice que Secrett es decano asociado del Programa de Liderazgo en Sostenibilidad de la Universidad de Cambridge (CISL). Carlos no solo es el patrocinador y la fuerza dominante de este CISL, sino que también está trabajando con CISL en un programa para “Reconfigurar la economía” mediante la sostenibilidad. Y esto es lo que últimamente muchos han rebautizado como “El gran reajuste”.

  • Colin Hines, iniciador y director. Hines fue un colaborador constante de Jonathan Porritt. Publicaron un artículo conjunto en la revista Journal of Population and Sustainability de noviembre de 2017 titulado “Los partidos progresistas en el Reino Unido ahora deben abordar de frente el reto de la inmigración si se quiere evitar el Brexit”. Porritt comentó que el artículo sostiene que los izquierdistas y los liberales deberían “ser realistas” sobre el problema de la población.

En cuanto al programa, el Nuevo Trato Verde británico abogaba por una inversión dirigida por el gobierno, en eficiencia energética y microgeneración, que convertiría a “cada edificio en una central eléctrica”; la creación de empleos verdes para permitir la reconstrucción de la infraestructura con bajas emisiones de carbono; un impuesto sobre las ganancias extraordinarias de las empresas de petróleo y gas, para generar ingresos para el gasto público en energía renovable y eficiencia energética; proporcionar incentivos financieros para la inversión ecológica y la reducción del uso de energía. También pedía “garantizar unos precios más realistas de los combustibles fósiles que incluyan el costo para el medio ambiente y sean lo suficientemente elevados como para hacer frente al cambio climático”; la recomendación era que se establecieran impuestos al carbono. Como reflejo de las aportaciones de la New Economics Foundation, también se pedía el desmantelamiento de los megabancos y un mayor control de los derivados financieros.

El sobrenombre de Nuevo Trato Verde, que se asocia falsamente con Franklin Roosevelt, el llamado a un cambio a gran escala hacia la energía verde; eliminar los combustibles a base de carbono y la producción relacionada; y la creación de puestos de trabajo ecológicos, todo esto era la competencia de Carlos y sus hombrecitos verdes, Porritt y Juniper y se basaba en una reducción radical de la población. La intención era exportarlo a Estados Unidos.

III
Imposición de los mecanismos de declaración para el reajuste. —Hacia la dictadura de los banqueros

El Príncipe Carlos, actuando a nombre del poder financiero, el Banco de Inglaterra, y demás, ha elaborado desde 2004 e intentado hacer cumplir, con cada vez mayor intensidad, un conjunto de “reglas de declaración de informes integradas en la contabilidad” de carácter ecológico, para las empresas industriales y de energía, granjas, etc. Esto se llama “taxonomía” en los círculos de “finanzas verdes”. Carlos ha creado o modificado los organismos reguladores existentes, otorgándoles la autoridad para imponer duras sanciones a las corporaciones que no cumplan con las reglas de contabilidad contra los gases de efecto invernadero, lo que podría llevar a la bancarrota a las corporaciones que no cumplan. En el mundo de Carlos, toda la producción física aumenta el cambio climático antropogénico. El hombre viola la naturaleza primitiva a través del progreso científico.

El escéptico responde: “¿Cómo van a obligar las normas de declaración de estados contables, que son competencia de los contadores, de los equipos financieros, de las compañías de seguros y similares, a que las empresas se vuelvan verdes? Todo esto parece una tontería”.

Carlos había ayudado a organizar la Cumbre de Río sobre el Cambio Climático de la ONU de 1992, siguió con interés la conferencia de Cambio Climático de la ONU en Kyoto de 1997 y había hablado en la Cumbre Mundial de la ONU sobre el Desarrollo Sostenible de 2002. Carlos pensaba que estas conferencias eran valiosas para establecer los parámetros para las regulaciones del cambio climático, pero las empresas podían hablar de labios para afuera y luego evadir las reglas propuestas, sin recibir ninguna sanción. Por lo tanto, la mayoría de las normas nunca entrarían en vigor. Él cree que las normas (llamadas normas de declaración integradas) deben insertarse quirúrgicamente en las corporaciones, para que las cumplan y no las eludan. Las empresas deben revelar toda inversión o gasto significativo que hayan realizado desde el punto de vista de si aumentaría el cambio climático.

En 2004, Carlos y el HSBC Bank (la Corporación Bancaria de Hong Kong y Shanghái), el principal banco de la droga en el mundo, crearon Contabilidad para la Sustentabilidad o A4S (por su acrónimo en inglés). En su sitio web, A4S dice, bajo el título “Por qué la sostenibilidad y las finanzas”:

Los equipos de finanzas [de las empresas] son un activo para su organización y un elemento vital en la construcción de un mundo sostenible. Para estar a la altura de este potencial, tienen que reconocer los riesgos y oportunidades inherentes a la sostenibilidad y poder actuar en consecuencia.

Los equipos de finanzas de una organización son fundamentales en ella porque controlan los flujos de dinero y finanzas que son fundamentales para permitir o bloquear lo que hace la organización. [Énfasis nuestro-ndr]

Los equipos de finanzas pueden controlar los flujos de dinero: Carlos y la City de Londres querían que dejaran la electricidad generada por combustibles fósiles, las manufacturas, la infraestructura y la investigación científica y el desarrollo, y se adentraran en una floreciente burbuja especulativa verde.

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Ministerio de Asuntos Exteriores de Dinamarca
El príncipe Carlos en la COP15 en 2009. Él ha ayudado a organizar las cumbres de la ONU sobre el clima, por su importancia en fijar los parámetros para las regulaciones sobre el “cambio climático.

Para que esto funcione, Carlos y su equipo inventaron una serie de riesgos de informes integrados, riesgos que supuestamente dirían cuán peligrosa es una inversión, estrictamente desde el punto de vista de si supuestamente aumentarían el Cambio Climático. Estos son algunos de los que se denominan oficialmente “riesgos físicos”, “riesgos heredados”, “riesgos financieros”, “riesgos de producción”, “riesgos competitivos”, “riesgos de litigio” y “riesgos de reputación”.

Se supone que la producción de electricidad a partir de combustibles fósiles por parte de las empresas de energía produce emisiones de CO2 y calentamiento global, por lo que se les asigna un alto “riesgo físico”, que se incluye en su declaración de informe integrado. Al mismo tiempo, las organizaciones ambientales atacan las plantas de electricidad alimentadas con combustibles fósiles para que cierren.

Pero, ¿qué sucede con una empresa de máquinas herramienta cuya energía es suministrada por una planta eléctrica alimentada con energía de combustibles fósiles? Ahora está cargada con el pecado de transmitir los riesgos “físicos” de la compañía eléctrica de combustibles fósiles, como cómplice instigador de la planta de combustibles fósiles al comprarle electricidad. Además, ¿qué pasa con el banco o institución financiera que otorga préstamos a la empresa de máquinas herramienta cuya fuente de combustible son los combustibles fósiles? Tiene riesgos atribuidos a la planta de combustibles fósiles y a la empresa de máquinas-herramienta y, según los contadores, también enfrenta “riesgos financieros”, porque la planta de combustibles fósiles y la empresa de máquinas-herramienta pueden quebrar y no pagar la deuda, debido a sus riesgos “irremediables”. Y el banco o la institución financiera enfrentan “riesgos de reputación y de litigio”, porque un grupo de sus accionistas puede demandarlo por contribuir al calentamiento global.

A una empresa se le puede asignar un riesgo por cualquier actividad que contribuya al “calentamiento global”, sin importar cuántos pasos se alejen del supuesto incidente que inició el calentamiento global.

Anteriormente, las empresas informaban en sus declaraciones de contabilidad y su hoja de balance, solo las pérdidas y ganancias, el tamaño de los préstamos e inversiones, etc., y los riesgos financieros que la empresa podría acumular, en función de las pérdidas en sus operaciones comerciales.

Ahora, los “equipos de gestión de riesgos” que las empresas se han visto obligadas a contratar, pueden informar a la junta directiva de la empresa, que ésta tiene graves riesgos que amenazan su estabilidad. Los responsables de los organismos reguladores gubernamentales, cuyos dientes se han afilado con el ambientalismo, pueden dictaminar que la empresa no cumple las normas y debe hacer cambios inmediatos. Las agencias de calificación crediticia, como S&P Global Ratings (anteriormente Standard & Poor's) y Moody's Investor Service, pueden quitar las calificaciones crediticias positivas. Una empresa temerá verse atrapada accidentalmente o de otro modo en una acción reguladora que podría obligarle a dejar de cotizar en la bolsa, que cierre el negocio o incluso que sea procesada.

Estos riesgos relacionados con el cambio climático todavía se encuentran en la fase voluntaria, pero en 2021, algunos organismos reguladoras están presionando para que sean obligatorios.


En total, la alianza corporativista que Carlos reunió en las principales y más poderosas instituciones financieras del mundo, representaba un total de activos en conjunto bajo su administración, o en el caso de los bancos, activos directos del banco, por un total de más de $30 billones de dólares. Las organizaciones que alineó para apoyar sus objetivos tenían juntas una membresía de más de 9 millones de personas.

Carlos, sus asesores personales y los asesores académicos de Oxford y Cambridge ven estos “riesgos relacionados con el cambio climático”, como el mecanismo disciplinario interno que va a obligar a las compañías a cerrar la producción, a cambiar a tecnologías regresivas como los molinos de viento y a invertir en una burbuja especulativa verde que no vale nada. En los años 90 y en la primera década del siglo 21, casi nadie fuera del príncipe Carlos vio el valor de este mecanismo. Ahora Carlos tenía que introducirlo en la cultura dominante, consiguiendo el apoyo corporativista en masa para su plan, y luego conseguir que el plan se hiciera obligatorio. Para ello fue necesaria la creación del Grupo de Trabajo sobre Divulgación Financiera Relacionada con el Clima, anidado en el Banco de Pagos Internacionales. Esa parte del plan se logró en 2015. ¿Cómo?

Creación de la contabilidad para la sostenibilidad

Como se ha señalado, el príncipe Carlos creó en 2004 la Contabilidad para la Sostenibilidad (A4S) con el apoyo del banco HSBC (Banco de Hong Kong y Shanghái, con un historia infame en las Guerras del Opio). El HSBC le prestó al príncipe Carlos a un tal Russell Picot, que sería una pieza compartida, y a quien Carlos desplegaría durante los siguientes doce años. Picot llegaría a ser el director de contabilidad del HSBC. Cómo lo reseñó la revista By All Accounts en julio de 2019:

La oportunidad de combinar las convicciones personales [de Picot] con los aspectos ambientales y sociales de los informes de contabilidad, llegó en 2004, cuando el príncipe de Gales invitó al presidente de HSBC, junto con algunas otras corporaciones, a ayudar a crear la Contabilidad para la Sostenibilidad.

Picot se deshizo en elogios hacia Carlos, diciendo que “el príncipe es un hombre extraordinario… Ha defendido las cuestiones ambientales y climáticas durante muchas décadas”.

La A4S de Carlos creó la Red de Organismos Contables (ABN, por sus siglas en inglés) como una colaboración entre la A4S y los organismos profesionales de todo el mundo, incluida la mayoría de los principales organismos contables del mundo. En conjunto, la Red más 2,5 millones de contadores profesionales y estudiantes en 179 países, lo que significa dos tercios de los contadores de todo el mundo; apoyan el programa de A4S.

Más aún, a través del A4S y de otras organizaciones que controlaba, como el Instituto para la Sostenibilidad de la Universidad de Cambridge, el príncipe Carlos creó organizaciones especializadas que cubrían toda la gama de su objetivo de “informes integrados”: organizaciones para gestores de pensiones; para directores de finanzas (llamada Red de Liderazgo de Directores Financieros); para banqueros, gestores de activos e inversionistas de fondos de bonos; para directivos de compañías de seguros (llamada ClimateWise); un Centro para las Finanzas Sostenibles, y así por el estilo.

En total, la alianza corporativista que Carlos reunió en las principales y más poderosas instituciones financieras del mundo, representaba un total de activos en conjunto bajo su administración, o en el caso de los bancos, activos directos del banco, por un total de más de $30 billones de dólares. Las organizaciones que alineó para apoyar sus objetivos tenían juntas una membresía de más de 9 millones de personas.

En 2010, Carlos lanzó el Consejo Internacional de Informes Integrados (IIRC, por sus siglas en inglés), con el único propósito de obligar por fuerza a las empresas y gobiernos nacionales a que adopten los informes integrados. Su pieza común, Russell Picot, ocupó un puesto en el comité directivo del IIRC; sir Michael Peat, secretario privado principal del príncipe de Gales, fue nombrado presidente del IIRC.

Se apropia de Mark y Diana Carney

Mark Carney, ex gobernador del Banco de Inglaterra (2013-2020), es uno de los gerentes de la banca central más poderosos del siglo 21. Carney también se desempeñó simultáneamente como presidente (2011-2018) del Consejo de Estabilidad Financiera (con sede en el Banco de Pagos Internacionales en Suiza). Pero Carney se convirtió en un partidario firme y abierto de las finanzas verdes solo después de que el príncipe Carlos lo adoctrinara y lo hiciera suyo. A Carlos le ayudó el hecho de que Diana Fox Carney, la esposa del banquero y con frecuencia calificada como una “guerrera ecologista”, responde al príncipe como presidente de los Fideicomisarios de Ashden (él es su patrono real; Porritt y Attenborough son sus compañeros fideicomisarios); y también como miembro de la junta del Consejo de Embajadores del Fondo Mundial para la Naturaleza del Reino Unido. El príncipe Carlos ahora encabeza la WWF, fundada por su padre.

A través de Carney, el príncipe Carlos ha creado el brazo ejecutor bancario más poderoso hasta la fecha para el Nuevo Trato Verde. Se trata del Grupo de Trabajo sobre Divulgación Financiera Relacionada con el Clima, que integra a 34 bancos centrales y grandes bancos y fondos privados, encabezados por Carney y sir Michael Bloomberg. Carney exige agresivamente que los bancos hagan cumplir la “taxonomía” para reducir todas las inversiones en combustibles fósiles, y les dice repetidamente que las empresas que no cumplan “dejarán de existir”.

La historia de cómo el príncipe Carlos se apoderó de la actividad de Carney se reseña en el artículo de EIR del 18 de octubre de 2019, “Mark Carney, el príncipe (Carlos) de los banqueros centrales”.

Mark y Diana Carney en 2018. A través de Carney, Carlos ha creado el brazo ejecutor bancario más poderoso hasta la fecha para el Nuevo Trato Verde, el Grupo de Trabajo sobre Divulgación Financiera Relacionada con el Clima.

Las palabras de Carney en la reunión del 70º cumpleaños de Carlos son indicativas:

Es un mérito de Su Alteza Real que ésta feliz ocasión esté marcada por un debate serio sobre los riesgos y oportunidades que plantea el cambio climático y la transición a una economía con bajas emisiones de carbono. Su Alteza Real ha proporcionado un liderazgo inspirador en estos temas críticos durante décadas. De hecho, si hubiéramos seguido su consejo cuando se nos ofreció por primera vez, ¡podríamos haber resuelto ya la Tragedia del Horizonte!

He tenido el gran placer de relacionarme con SAR en varias ocasiones, y puedo pensar en pocas personas que conozcan mejor la agenda de sostenibilidad o que estén tan comprometidas con ella. Hace cuatro años, acertadamente me puso en un aprieto, destacando que los riesgos relacionados con el clima tendrán graves repercusiones financieros y me preguntó qué estaban haciendo los reguladores al respecto. Los desafíos de SAR son aún más pertinentes hoy en día, ya que los impactos del cambio climático siguen aumentando y el tiempo para actuar se sigue acortando. [Énfasis nuestro-ndr]

En 2017, este grupo de trabajo de banqueros centrales comenzó a emitir recomendaciones a las empresas para ayudarlas en la divulgación de “información pertinente” relacionada con los riesgos relacionados con el clima. La adopción de estas declaraciones en informes integrados sería voluntaria. Pero en noviembre de 2020, el Banco de Inglaterra emitió esta declaración:

El Banco de Inglaterra, junto con los demás miembros del Grupo de Trabajo TCFD [siglas en ingles de Divulgaciones Financieras Relacionadas con el Clima] de Regladores del Gobierno, creado para examinar la forma más eficaz de abordar las divulgaciones financieras relacionadas con el clima, ha publicado un informe provisional que establece un camino indicativo hacia las divulgaciones obligatorias relacionadas con el clima, en toda la economía del Reino Unido, en consonancia con las recomendaciones del Grupo de Trabajo sobre Divulgaciones Financieras relacionadas con el Clima (TCFD). [Énfasis nuestro-ndr]

Este es el férreo mecanismo de aplicación --que obliga a las empresas e instituciones financieras a abandonar la producción física para la existencia humana y entrar en una inmensa burbuja especulativa verde-- del que depende la dictadura de los banqueros verdes.

 

Para mayor información escribir a preguntas@larouchepub.com

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