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El Reino Unido regresa a la quema de madera

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Este artículo se publicó en la edición del 12 de febrero de 2020 de Executive Intelligence Review.

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CC/Chris Allen
La central termoeléctrica de biomasa Drax, en Yorkshire, Inglaterra.

4 de febrero Nada llega a la intención genocida de las energías "renovables" como la "biomasa". Ciertamente, quemar alimentos en forma de biocombustibles es una locura, pero la quema de pelotillas de madera en las centrales eléctricas de carbón convertidas muestra rápidamente la intención maltusiana de la tecnología verde, particularmente cuando se considera desde el punto de vista de la "densidad relativa potencial de población" de Lyndon LaRouche. La quema de madera, que por supuesto produce grandes cantidades de CO2, es en realidad algo bueno para un fundamentalista del cambio climático, ya que será reabsorbida por los árboles, y por lo tanto es "neutral en carbono" y puede clasificarse como energía "renovable". Para apreciar esta perspectiva demencial, vamos a analizar el curioso caso de la gran central eléctrica Drax del Reino Unido.

La instalación Drax, situada en la campiña de North Yorkshire es la central eléctrica más grande del Reino Unido, y suministra el 6% de la electricidad del país. La planta de Drax consta de seis unidades de potencia de 660 MW, lo que da una capacidad total de 3,96 GW. En 2012, Drax inició la conversión completa de sus unidades de energía de combustión de carbón para quemar pelotillas de madera, importadas de los bosques de todo el mundo. Cuatro de las seis unidades que ahora queman pelotillas de madera, a una capacidad de 2,6 GW, "necesitarían un suministro anual en 2017 de 1,2 millones de hectáreas (4.600 millas cuadradas, o 12.000 kilómetros cuadrados) ", según el artículo de Bloomberg, “Biggest English Polluter Spends $1 Billion to Burn Wood” (El mayor contaminante inglés gasta 1.000 millones de dólares en quemar madera).

Suponiendo que esos números sean correctos, o al menos aproximados, consideremos la cuestión de la densidad de flujo de energía y su relación con la densidad relativa potencial de población desde este punto de vista. Según el informe Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales 2020, de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, la superficie forestal total del mundo es de 4.060 millones de hectáreas (31% del total de la superficie terrestre). En una generación, Drax solo quemaría el 1% de los bosques del mundo. Generar energía para todo el Reino Unido de esa manera consumiría más del 15%.

Según varios informes sobre la central eléctrica de Drax, el árbol del sauce es una de sus principales opciones de madera para quemar. Dado que el tiempo promedio para que un sauce crezca hasta la madurez es de 15 años, se puede estimar que esta tecnología, si se convirtiera en la fuente de electricidad para la raza humana, apoyaría a unos 600 millones de personas. ¿No es eso lo que los lunáticos genocidas de la Casa de Windsor han estado promoviendo durante décadas: que la población óptima para la clase campesina estaría entre 500 millones y mil millones?

Japón necesita recuperar sus reactores, y más

4 de febrero -- El ministro de Energía de Japón, Hiroshi Kajiyama, dijo al diario londinense Financial Times el 3 de febrero, que la escasez de energía del mes pasado, debido a las fuertes nevadas, mostró que Japón necesita volver a utilizar la energía nuclear. "Personalmente, creo que la energía nuclear será indispensable", dijo Kajiyama. Calificó al suministro de electricidad de Japón como "sumamente impredecible" durante las nevadas del mes pasado, lo que resultó en altos precios de la electricidad y suministros ajustados en algunas zonas del país. "La energía solar no estaba generando. El viento no generaba. Intento convencer a todo el mundo de que al final necesitamos energía nuclear", explicó.

Antes del accidente de marzo de 2011 en la planta de Fukushima Daiichi, la capacidad de generación nuclear de Japón había proporcionado alrededor del 30% de la electricidad del país. A los 14 meses del poderoso tsunami y el accidente, la generación nuclear del país se había paralizado a la espera de cambios regulatorios. Hasta ahora, nueve de los 39 reactores operables de Japón han despejado las inspecciones que confirman que cumplen con las nuevas normas de seguridad regulatoria y han reanudado su funcionamiento. Otros 18 reactores han solicitado la reanudación.

En 2019, la energía nuclear proporcionó sólo el 7,5% de la electricidad del país. El Plan Básico de Energía de Japón, fijado en 2018 y que se publicará este año, tiene como objetivo que entre el 22% y el 24% de su energía provendrá de energías renovables para 2030, entre el 20% y el 22% de la energía nuclear y el 56% de los combustibles fósiles. Pero la nación puede empezar a construir nuevos reactores nucleares de tercera y cuarta generación, y no seguir sufriendo que "La energía solar no estaba generaba. El viento no generaba".

 

Para mayor información escribir a preguntas@larouchepub.com

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