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Presidente de México: Texas demuestra que estamos correctos en poner la seguridad energética primero

Este artículo se publicó en la edición del 12 de marzo de 2021 de Executive Intelligence Review.

Por Gretchen Small

6 de marzo — Cuando se colapsó la red eléctrica de Texas, no regulada y alimentada con energías “renovables”, debido al clima gélido—ocasionado por un vórtice polar inusual, aunque no único, a mediados de febrero—el norte de México recibió también el golpe de los apagones eléctricos, al principio por los efectos de la onda fría dentro de México, pero luego más todavía por el corte del gas natural que se importa desde Texas y del cual depende actualmente la generación eléctrica mexicana. El gobierno mexicano respondió desprevenido al principio, pero en cinco días había logrado restaurar la energía eléctrica por completo.

El Presidente Andrés Manuel López Obrador (conocido popularmente como “AMLO”) aprovechó la oportunidad para restregar “las lecciones de Texas” en las caras de la City de Londres y sus secuaces, que han salido a destrozar la economía mexicana y desestabilizar a su gobierno.

En una serie de reuniones informativas durante la crisis, él y los altos funcionarios de su equipo responsable de la energía explicaron por qué México recibió un golpe tan duro, cómo pudieron restablecer la energía y por qué se niegan a capitular ante la brutal oposición internacional a su política energética. Desde que asumió al cargo en julio de 2018, AMLO se ha propuesto restaurar la autosuficiencia energética nacional utilizando todas las fuentes de energía confiables, en particular todos los combustibles fósiles, y reconstruyendo la infraestructura pública de energía. El Congreso mexicano está en la etapa final de aprobar una nueva Ley de Electricidad, que los intereses de Wall Street y de la City de Londres, la mafia climática incluida, han declarado como un casus belli.

Tan solo 10 días antes, el consejo editorial del diario de la City de Londres, el Financial Times, se había pronunciado en contra de esa Ley de Electricidad. Su editorial del 7 de febrero del presente editorial se titulaba de manera nada sutil, “Mexico’s Dangerous Addiction to Fossil Fuels: López Obrador Has an Outdated, State-Led Vision for the Energy Market” (La peligrosa adicción de México a los combustibles fósiles: López Obrador tiene una visión anticuada y estatista del mercado energético). En ese editorial se le ordena al gobierno de Biden que haga lo que el Presidente Trump se había rehusado a hacer: unirse a los financieros e “inversionistas” privados para aplastar la resistencia de México a su farsa “climática” global. “El gobierno de Biden no debería de dejar pasar el tiempo para recordar a México sus obligaciones internacionales en materia de comercio y de cambio climático”, concluye el editorial.

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Presidencia
Desde que asumió el cargo en 2018, Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México, se ha propuesto asegurar la independencia energética nacional frente a quienes anteponen las ganancias monetarias a corto plazo por encima del bienestar del pueblo.

Las “lecciones de Texas” que planteó AMLO desbarata por completo el “Gran Reajuste” que la mafia climática de Londres pretende imponer. Los detalles sobre cómo es que la crisis de los apagones no la causó realmente la onda fría, sino el desmantelamiento deliberado del sector de la energía física de México por medio de las políticas especulativas de “libre mercado” de los gobiernos anteriores, son escandalosos. Y el gobierno mexicano pudo poner la situación bajo control más rápido que Texas, fue solamente porque en los dos años y medio en el cargo, AMLO ha podido hacer algunos pequeños avances para revertir esas políticas.

La economía colonial de la “Reforma Energética”

Empezando con el absurdo de que México, un importante país productor de petróleo con abundantes reservas de gas natural, ha sido reducido a la posición de que el 64% de su electricidad nacionalmente depende del gas natural abrumadoramente ¡importado de Texas!

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CC/MarioCerda25
Manuel Bartlett Díaz, director de la Comisión Federal de Electricidad de México.

Los funcionarios de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), encabezados por su director Manuel Bartlett, dieron a conocer en detalle lo que significa eso exactamente, hasta el punto en que la demanda de electricidad de los mexicanos en el norte del país aumento drásticamente, debido a que por el frío del vórtice polar, la fuente de energía predominante para la electricidad, el gas natural proveniente de Texas, se perdió. Primero, los gasoductos que cruzan la frontera se congelaron, pero esa crisis inicial se extendió luego, cuando Texas ordenó que se detuvieran todas las exportaciones de gas natural, porque el estado necesitaba toda fuente de energía que pudieran conseguir para compensar el hecho de que su energía eólica y solar se había colapsado. México contrató algunas cargas de gas natural líquido de otras partes, pero para entonces el gas natural en los otros mercados vendía el gas a precios usureros, al grado que llegó a costar 10.000% en un momento, como lo señaló un funcionario de la CFE.

¿Cómo es que un productor de petróleo como México llegó a esta posición absurda? Luego de años de una política de vender paulatinamente las instalaciones públicas de energía, se consolidó en 2013 y 2014, con la aprobación de la mentada “Reforma Energética” tan deseada por Wall Street y la City de Londres desde tiempo atrás.

En su conferencia de prensa del 18 de febrero, cuando todavía México batallaba para restaurar toda la capacidad de generación eléctrica, López Obrador fustigó esa reforma por haber “pulverizado” el sector público de energía de México, el cual, antes de la “Reforma”, había administrado la producción de energía y la generación y transmisión de electricidad, como una sola operación unificada. La compañía petrolera estatal, Pemex, se dividió en cuatro empresas, y la Comisión Federal de Electricidad se dividió en seis empresas, con el fin de vender las más redituables al sector privado, principalmente a intereses extranjeros.

Porqué son necesarios los gobiernos

El 21 de febrero, momento en que ya la generación eléctrica se había restaurado en México, el Presidente López Obrador sacó la lección de por qué un sector básico como la electricidad tenía que estar regulado por el gobierno y no por el mercado:

Vamos a hablar de algunas lecciones [de la crisis de Texas y México].

Primero, que es indispensable la rectoría del Estado.

¿Por qué les cuesta más trabajo en Texas resolver el problema?

Porque está muy pulverizado el mando, no hay control, porque tienen inclusive mucho más fuerza las empresas particulares que el Estado.

Imagínense, cómo es que se apuesta todo al mercado y se piensa diluir al Estado, si en una circunstancia de crisis los que mueven el mercado -porque no hay mano invisible, eso es un cuento, eso es una falacia- los que mueven el mercado no están pensando en los ciudadanos, no están pensando en el pueblo, están pensando en el lucro, en medrar. Por eso el incremento en el precio del gas, hasta cinco mil por ciento.

¿Y dónde está el Estado?, ¿y dónde está la ética, la moral de las empresas particulares?, ¿dónde está el atender a la gente? ¡Cómo dejar, en el caso de Texas, a millones de gentes sin luz, encerrados, pasando, padeciendo de frío y sin atender a la población!

Eso no sucede en nuestro país ni va a suceder, porque ya no van a regresar los tecnócratas neoliberales que sólo pensaban en los negocios particulares. A nosotros, a los nuevos servidores públicos sólo nos importa el negocio público, sólo nos interesa atender al pueblo, atender a la gente.

Lo he dicho en otras ocasiones y lo repito ahora, a mí no me paga Iberdrola, no me pagan las empresas extranjeras, me paga el pueblo de México. Ese es mi amo, mi único amo, el pueblo de México, por eso somos servidores públicos, siervos de la nación.

Hablando del “libre mercado” británico y la ideología neoliberal, AMLO dijo:

Con la política neoliberal, como el propósito era la privatización, en vez de que el sector se mantuviera integrado, se separó… porque ese era el propósito, o sea, poder ir desmembrando, desarticulando todo el sistema eléctrico y la industria petrolera cuando lo recomendable era manejar toda la cadena del sector energético, todos los eslabones, integrar desde la exploración del petróleo, la producción, la refinación, la petroquímica, la industria eléctrica, todo un sector integrado.

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CC/Pemex
La Refinería Francisco I. Madero, en Tamaulipas, una de las seis refinerías que opera Pemex, tiene una capacidad para procesar 190.000 barriles de petróleo diarios.

La reforma funcionó como una típica política colonial británica de arruinar las capacidades industriales productivas de una colonia sometida, de tal modo que se ven reducidos a vender materias primas e importar lo que antes habían producido por sí mismos. Tal como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte había llevado a hacer de México dependiente de la importación de alimentos básicos de la dieta mexicana, el maíz y el frijol que antes producía, ahora México ha quedado reducido a importar gasolina. De nuevo, López Obrador:

La refinación quedó en una situación muy endeble, baste decir que en 40 años no hicieron una nueva refinería…. Debilitaron la refinación porque apostaron a vender petróleo y a comprar las gasolinas….En el caso del petróleo, pues es también lamentable que acabaron en el periodo neoliberal, destruyeron por completo la industria petroquímica, que era una industria ejemplar en el mundo, con tecnología de punta avanzada y acabaron.

La estafa del gas natural

Nadie en la sucesión de gobiernos anteriores que propugnaban políticas de “libre mercado” había desarrollado un plan para extraer el abundante gas natural de México en beneficio de México, como había señalado AMLO el día anterior. Los privatizadores “realmente se dedicaban a robar; el negocio era comprar el gas, porque en la compra del gas iba el moche”, denunció.

Se refirió al ejemplo de los contratos firmados con la compañía petrolera española Repsol en 2007, para que México importara gas natural del Perú. Como el gas debía ser transportado en forma líquida, se construyeron plantas regasificadoras en Manzanillo, México, como parte del acuerdo, que sumó más de $20 mil millones de dólares y por el cual nunca se licitó, sino “que lo resolvieron arriba”, según AMLO. “Entonces se cancela ese contrato, porque empieza a bajar el precio del gas en Estados Unidos, ya no les convenía”, dejando el erario público con las pérdidas:

Empezó el nuevo negocio de la compra del gas en Texas y empezó a hablarse y se puso de moda que el gas en Estados Unidos, en Texas, iba a llegar a regalarse porque iban a bajar muchísimo los precios; y en efecto, estaban abajo los precios. Y de ahí vienen los contratos de los gasoductos en el sexenio pasado…. Entonces, viene ahora esta crisis, aumenta el precio del gas.

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Presidencia
El Presidente López Obrador inauguró las nuevas plantas de generación eléctrica de turbogas, en La Paz, Baja California Sur, como parte de un plan de largo plazo para aumentar la capacidad de generación eléctrica en el aislado estado peninsular.

Funcionarios de la CFE informaron que entre las medidas que tomaron para poner fin a los apagones, fue que la petrolera estatal Pemex proporcionara mayores cantidades de diesel a precios asequibles para alimentar las centrales termoeléctricas de la CFE de ciclo combinado, y la activación de más de una docena de centrales hidroeléctricas y de carbón subutilizadas, estas últimas alimentadas por minas que el gobierno había abierto de nuevo recientemente. “Esta crisis no nos agarra en estado de indefensión” porque las plantas estaban en estado operable, dijo López Obrador.

La estafa de saqueo de la “energía limpia”.

¿Por qué estaban subutilizadas esas plantas de la CFE? Aquí es donde llegamos al porqué los financieros están histéricos con la nueva Ley de Electricidad.

Con la Reforma Energética de 2013 y 2014, por ley la CFE tiene que dar prioridad a la compra de electricidad más barata. Pero el sistema está amañado de tal modo que los grandes subsidios del gobierno redujeran el precio de la electricidad producida por los intereses privados extranjeros. Entonces, como la electricidad de las plantas de combustibles fósiles, hidroeléctricas y nucleares de la CFE se compran solo después de la “más barata”, muchas de las plantas hidroeléctricas y termoeléctricas de la CFE dejaron de ser rentables porque no se compraba la suficiente electricidad que generaban.

Tan pronto como asumió el cargo, AMLO puso fin a la práctica de los gobiernos anteriores de cerrar las plantas “no rentables” de la CFE, y presupuestó los gastos de mantenimiento necesarios para mantenerlas operativas. Esto es lo que dijo al respecto:

El plan de estos tecnócratas era desaparecer las plantas de la Comisión Federal de Electricidad, que se convirtieran en chatarra para que todo el mercado de la industria eléctrica les quedara a particulares…. se decidió que se conservaran, aún subutilizadas, porque por ley no pueden operar al 100 por ciento, porque el despacho de la energía privilegia con la legislación actual, neoliberal, a las particulares.

En varias entrevistas la semana del 23 de mayo de2020, el director de la CFE, Manuel Bartlett, había declarado que el gobierno tenía el propósito de poner fin a la estafa de estos subsidios de la energía eólica y solar, y al “sofismo” de la farsa de la “energía limpia”, como lo calificó AMLO en su discurso de octubre de 2020.

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Presidencia
Gracias a que México se resistió a las presiones de depender principalmente de la energía eólica y solar para su generación de electricidad, pudo evitar el desastre de Texas. Sin embargo, los “renovables” se han abierto el paso en el país. En la imagen: la Central Eólica del Sureste, en el Istmo de Tehuantepec.

La manera en que funciona esa farsa, es que las plantas eólicas y solares, bajo la Reforma Energética, no pagan a la CFE por transmitir la electricidad que producen, ni pagan ninguna parte de la energía de carga base que les da la CFE y que necesitan para garantizar un flujo interrumpido, dado que su generación de electricidad es intermitente.

Como le dijo Bartlett al diario La Jornada el 23 de mayo:

Cada vez que pasa una nube o que el viento no sopla, no generan energía, por lo que recurren a la CFE por lo que se llama respaldo, y tampoco pagan por eso. Por eso es que la energía que generan es más barata; eso demuestra la falsedad de lo que han difundido, de que nuestra energía es más cara y que nuestra infraestructura es obsoleta. Ahora que queremos acabar con este saqueo y fraude, nos cusan de ser ineficientes y de querer acabar con las energías limpias.

Quien venga a hacer negocios aquí tiene que pagar los costos de la transmisión, de distribución y de respaldo. No tenemos ninguna razón para seguir subsidiándolos.

Luego, Bartlett le dijo a Reuters:

¿Cree que es justo que la CFE subsidie a estas empresas que no producen energía todo el día?... Eso no es un mercado libre, es un robo.

México pudo manejar la crisis de “Texas” porque su gobierno había detenido la aplicación de la Reforma Energética, señaló AMLO, en su conferencia de prensa mañanera del 18 de febrero:

¿Ustedes creen que, si se termina de desintegrar, de privatizar la industria eléctrica, podríamos hacer frente a problemas de esta naturaleza? Nada más téngase en cuenta que México es de los pocos países que tiene un sistema eléctrico integral, sus líneas de transmisión, todas manejadas por la Comisión Federal de Electricidad.

Lo que acaba de ocurrir en Texas ha dejado en claro que no es posible dar un trato igualitario a las empresas privadas extranjeras, agregó.

Es importante reconocer que se tienen estas dos empresas públicas que no tienen como propósito el lucro, sino el que se garantice el servicio de la energía eléctrica, además con precios justos, porque vamos a seguir cumpliendo con el compromiso de que no aumente el precio de la energía eléctrica, aun con la especulación y con los incrementos en los precios del gas que se está dando en Texas y en Estados Unidos.

La batalla del “Gran Reajuste” que se avecina por la Ley de Electricidad

La Ley de Electricidad, que es muy probable que se convierta en ley muy pronto, elimina las ventajas amañadas para los intereses privados, al cambiar la prioridad con la que compra su electricidad la CFE, y antepone la producción de las plantas de la CFE a la generada por las plantas privadas de energía solar, eólica y otras. Las multinacionales energéticas internacionales y en particular los cabilderos de la solar y eólica, han puesto el grito en el cielo porque sus inversiones en gigantescos parques solares y eólicos dejarán de ser rentables si tienen que competir fuera del juego amañado.

Las agencias calificadoras de la City de Londres y de Wall Street, junto con sus órganos de prensa y la mafia del “cambio climático”, la Cámara de Comercio de Estados Unidos y otros de esa jaez, se han unido a las multinacionales de le energía para amenazar al Presidente López Obrador, con que si procede a reafirmar el papel predominante del gobierno sobre la producción de energía y el suministro de energía, se desatará una guerra económica contra México. Ya están en marcha los preparativos para las múltiples demandas jurídicas.

En octubre pasado, un grupo bipartidista del Congreso de Estados Unidos se unió a las compañías petroleras y a los intereses climáticos para presionar a México. En aras de celebrar una cumbre bilateral el 1º de marzo con López Obrador sin que estalle, ni el Presidente Biden ni los ministros de su gabinete que lo acompañan sacaron el tema cuando los dos Presidentes se reunieron de manera virtual ese día. Pero en su sesión informativa del 25 de febrero sobre el “viaje virtual” a Canadá y a México, en preparación de las reuniones bilaterales de Biden, la subsecretaria de Estado en funciones, Julie Chung, dejó en claro que el gobierno de Biden se sumará a la mafia energética desplegada por Londres, y amenazó con cortar la inversión extranjera en México a menos que anule la Ley de Electricidad y sus políticas inherentes. Chung les dijo a los periodistas que en cuanto a los temas de la electricidad y la energía,

Nosotros alentamos a México a que escuche a las partes interesadas, que escuche a las empresas del sector privado y que realmente ofrezca esa cultura, la atmósfera de libre inversión y transparencia para que las empresas sigan invirtiendo en México.

En su conferencia de prensa mañanera antes de reunirse con Biden el 1º de marzo, AMLO reiteró que la política energética de México es un asunto soberano, y que no se discutiría en la reunión::

Los adversarios conservadores, corruptos, piensan que se le va a dar marcha atrás porque va a llamar el presidente de Estados Unidos. Pues no es así, porque el presidente de Estados Unidos es respetuoso de nuestra soberanía, como nosotros somos respetuosos de la soberanía de Estados Unidos.

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CC/HFStudios
La Estación de Energía Nuclear de Laguna Verde, en Veracruz, la única planta de energía nuclear de México.

El Presidente López Obrador no ha desafiado directamente los principios del programa del “Gran Reajuste”; tampoco se ha propuesto volcar el tablero de ajedrez utilizando las ricas reservas de petróleo y gas de México para hacer saltar la economía de México a la era nuclear, como le había propuesto el economista físico estadounidense Lyndon LaRouche, en detalle, a su amigo, el Presidente mexicano José López Portillo (1976-1982).

Pero como lo aclaró el diario británico Financial Times, la feroz negativa de López Obrador a aceptar la ideología asesina encarnada en el “Gran Reajuste”, es vista como un obstáculo que debe ser eliminado. Su “visión de soberanía energética”, su insistencia en que las decisiones se deben tomar en función de darle energía a la economía, no en función de las ganancias privadas, y de que se van a utilizar los combustibles fósiles confiables antes que la energía eólica y solar subsidiada y poco fiable, puede ayudar a desencadenar la resistencia de otros dirigentes nacionales sensatos que aman a sus países.

 

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