Ciencia y cultura
Una revolución científica
El LYM anuncia sus avances en el estudio de
Kepler
El Movimiento de Juventudes Larouchistas emitió
el siguiente comunicado de prensa el 5 de febrero, titulado “Ciencia y
música: ¡sin ambas, no conoces ni la una ni la otra!”, sobre
los avances científicos fundamentales que han llevado a cabo con la
compleción de la segunda fase de su proyecto Kepler.
Ahora hace 18 meses que he visto el primer rayo de luz, hace tres meses que he
visto el alba, pero hace muy pocos días que el Sol de ese estudio,
más radiante que nunca, se mostró sin velos ante mis ojos; nada me
detiene. Soy libre de mofarme de los mortales, con la franca confesión de
que he robado los vasos de oro de los egipcios para erigir con ellos un
tabernáculo a mi Dios, muy lejos de los confines de Egipto. Si me
perdonan, me regocijaré; si se enojan, lo soportaré. La suerte
está echada, y escribo mi libro; lo leerán mis
contemporáneos o bien la posteridad, pero eso no importa. Bien puede
esperar cien años un lector, puesto que Dios mismo ha esperado seis mil
quién lo interprete.
—Johannes Kepler, Libro V de La armonía del mundo.
El Movimiento de Juventudes Larouchistas (o LYM) se complace en anunciar la
finalización de la segunda fase de su Proyecto Kepler.
En estos tiempos en los que la propaganda del “choque de
civilizaciones” y la magia alcohólica del fraude energético
del etanol intoxica a nuestra población y a nuestros dirigentes, se ha
efectuado una revolución en la historia de la ciencia. Un pequeño
equipo del Movimiento de Juventudes Larouchistas acaba de publicar en internet
(en inglés) el fruto de su investigación reciente sobre la mente
de Johannes Kepler, vista a través de La armonía del mundo, en el portal www.wlym.com/kepler/harmonies.
Este hito —que se alcanzó sólo unos meses
después de los avances previos logrados con el estudio de la Nueva
astronomía, también de Kepler— es la plataforma de
lanzamiento con la que el mundo se verá de nuevo revigorizado con el
método griego clásico de la esférica, que surgió de
la obra de Platón, Pitágoras y los antiguos egipcios.
Para entender este método se necesita la armonía, un concepto
que se remonta a hace miles de años y que en gran medida está hoy
olvidado. La estúpida educación moderna se ha lastimado ella
misma, y a sus estudiantes, con la separación entre arte y ciencia.
Vivimos en un universo que se percibe con los sentidos de muchas maneras. Sin
una comprensión de la música y de la ciencia, ¡no
conoces ninguna de las dos!
Esta estafeta que Kepler le pasa al LYM prepara el camino para el trabajo
futuro que ya se está realizando, al momento de escribir esto, sobre la
mente de Carl Friedrich Gauss, y su descubrimiento y determinación de las
órbitas de los asteroides Ceres y Palas.
Éstos no son más que los primeros pasos hacia la
comprensión suficiente de la dinámica riemanniana, que ahora es
decisiva para el progreso de la ciencia moderna.
Lyndon LaRouche, el principal economista físico del mundo,
comentó lo siguiente acerca del nuevo sitio electrónico sobre
Kepler:
“Lo que el sitio electrónico representa es el redescubrimiento
de los cimientos sistémicos de cualquier forma competente de ciencia
física moderna. Aunque esto depende del paso preliminar del
descubrimiento de Kepler del infinitesimal eficiente en lo físico, como
lo presenta la Nueva astronomía, el principio general del que
depende todo avance competente de la ciencia física es el principio
armónico musical por el cual Kepler se aproxima al principio organizativo
subyacente del sistema solar entero.
“Las ‘animaciones’ son una representación
explícita de una serie de ‘puntos’ mediante métodos de
‘ajuste de curvas’. No participa ningún principio
científico como tal, sólo aquellas formas de la mera
matemática que quedan afuera del dominio de la ciencia física
verdadera; por ejemplo, lo ontológicamente infinitesimal. La utilidad de
las ‘animaciones’ consiste en cuestionar el dominio de la realidad
ontológica experimental; la investigación que el proyecto Kepler
II ha puesto en el portal electrónico, es el conjunto de paradojas que
prueba la incompetencia de la mera matemática en la ciencia
física. Las características armónicas musicales de las
materias expuestas elevan la mente por encima y más allá de la
bestialidad mecanicista de la mera matemática, hacia el dominio
ontológico de la verdadera ciencia física”.
Ahora, avancemos hacia el futuro; visita el portal
www.wlym.com/kepler/harmonies.
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