Internacional
Tanto demócratas como republicanos critican a
la Rice
Desde Vietnam, tal vez no haya habido un gobierno estadounidense tan
aislado como el de Bush y Cheney hoy, a juzgar por las reacciones de la
Comisión de Relaciones Exteriores del Senado el 11 de enero a la defensa
que hizo la secretaria de Estado Condoleezza Rice del plan del presidente Bush
de aumentar las tropas en Iraq.
“El día de hoy marca el fin bipartidista del Senado
condescendiente”, dijo la senadora demócrata Barbara Boxer. Y no
cabe duda que hubo una muy fuerte convergencia entre los cuestionamientos que
los senadores demócratas y republicanos le hicieron a la Rice.
Especialmente significativo fue el reconocimiento abierto de que el
gobierno no sólo pretende intensificar su ofensiva en Iraq, sino
extenderla a toda la región, en particular a Irán y Siria. Aun
más importante fue el hecho de que el presidente demócrata de la
comisión Joseph Biden y el republicano Chuck Hagel le advirtieran de
manera explícita al gobierno que no tiene autoridad para atacar a
Irán. Biden dijo que cualquier maniobra contra Irán
desataría un “enfrentamiento constitucional”.
Por los republicanos, Richard Lugar explicó su idea de una
diplomacia y un diálogo regionales ampliados, a la que Cheney y Bush se
oponen con obstinación. Lugar también cuestionó a la Rice
sobre un artículo de David Brooks, en el que informa que el Plan Maliki
consiste en que tropas estadounidenses combatan a los sunnís en la
periferia de Bagdad, en tanto que los chiitas y los curdos se hacen cargo (o
sea, llevan a cabo una limpieza étnica) de la ciudad.
“Ésta es una intensificación”, afirmó
Hagel, “y no estoy de acuerdo con ella”. El senador le
preguntó a la Rice si Estados Unidos cruzará la frontera hacia
Siria e Irán; cuando le sacó la vuelta, Hagel le dijo:
“Nadie en nuestro gobierno puede sentarse hoy ahí y decirle a los
estadounidenses que no trabaremos un combate transfronterizo con los
iraníes y los sirios”. Hagel le espetó a la Rice que
“algunos de nosotros nos acordamos de 1970. . . cuando nuestro
gobierno le mintió al pueblo estadounidense y dijo que no
cruzaríamos la frontera hacia Cambodia. Eso fue de hecho lo que
hicimos”.
“El discurso del Presidente representa el error de política
exterior más peligroso desde Vietnam”, dijo Hagel, “y me le
opondré”.
Otro republicano, el senador George Voinovich, expresó su
escepticismo sobre el aumento de tropas, así como con el primer ministro
iraquí Maliki. “Le he seguido la corriente al Presidente en cuanto
a esto, y me comí su sueño. . . y a estas alturas del
partido no creo que vaya a realizarse”.
El cuestionamiento más duro contra la Rice fue el de la senadora
Boxer, quien le dijo: “Usted no está escuchando al pueblo
estadounidense, ni a los militares, ni al ISG [Grupo de Estudio sobre Iraq];
entonces se pregunta por qué hay esta nube oscura de escepticismo y
pesimismo sobre la guerra”. Boxer mostró una cita de Rice de 2005,
cuando dijo que “no tengo la menor duda” de que los iraquíes
pronto podrán hacerse cargo y EU empezará a retirarse. Entonces
Boxer enfrentó a la Rice: “¿Quién paga el precio? Yo
no, usted tampoco”, sino las tropas y sus familias. Boxer le exigió
a la Rice que le dijera si sabía —o si alguien sabía—
en cuántas bajas resultarán este aumento de tropas. Cuando no pudo
responder, Boxer lo calificó de “realmente
consternante”.
Al final de la audiencia Biden le dijo a la Rice que debía
comunicarle al Presidente que lo ocurrido ahí era “bastante
profundo. . . que usted escuchó a 21 miembros —con una o
dos excepciones notables— expresar una franca hostilidad, desacuerdo o
preocupación agobiante por la propuesta del Presidente”.
El asunto de Irán
El hecho de que Cheney y Bush procuran una guerra contra Irán fue
una clara preocupación de muchos de los senadores. Biden le dijo a la
Rice que la autorización de 2002 para usar la fuerza en Iraq,
“explícitamente les niega la autoridad para entrar en
Irán”. Dijo que atacar a Irán “generará un
enfrentamiento constitucional aquí en el Senado”, y si no,
“yo lo convertiré en un enfrentamiento constitucional”, le
prometió Biden.
Justo antes de esto, el novel senador demócrata James Webb le
había preguntado a la Rice si el gobierno cree que la autorización
para usar la fuerza militar en Iraq lo autoriza para actuar en contra de
Irán, o si cualquier acción contra este país
necesitaría la aprobación del Congreso. Cuando la Rice
vaciló, Webb le exigió una respuesta por escrito. Webb
también atacó la doctrina del gobierno de la guerra preventiva, y
dijo que el presidente Bush debía montarse en un avión y volar a
Teherán, del mismo modo que Nixon viajó a China.
También cunde la preocupación en la Cámara de
Representantes. “El presidente Bush parece estar preparando el terreno
para una guerra más amplia en la región”, dijo el
representante demócrata Dennis Kucinich luego de que el Presidente diera
su discurso. “Ha culpado a Irán de ataques contra EU. El Presidente
jura que irrumpirá en Irán. Sumará un portaaviones a las
costas de Irán. Ha prometido darle proyectiles Patriot a ‘nuestros
amigos y aliados’. ¿No le basta una guerra a este Presidente? Es hora
de que los órganos de difusión y el Congreso empiecen a prestarle
atención a este Presidente cuando habla de manera agresiva sobre
Irán y Siria”.
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