Economía

Resumen electrónico de EIR, Vol.XXIV, núm. 2

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Iberoamérica

Colombia y Ecuador: ¿conflicto o integración?

A continuación reproducimos la declaración que emitió el Movimiento de Juventudes Larouchistas (LYM) el 2 de enero, desde Bogotá, Colombia.

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El LYM organiza en las calles de Bogotá. (Foto: EIRNS).

En momentos en que un grupo significativo de gobiernos de Iberoamérica se distancian de las nefastas políticas genocidas del Fondo Monetario Internacional y del mal llamado “libre comercio”, para impulsar un programa común de integración para la recuperación de las economías y de nuestros pueblos, saqueados y desangrados por el oprobioso sistema financiero del modelo liberal angloholandés, surge un conflicto entre Colombia y Ecuador en torno a las fumigaciones con glifosato.

La oligarquía financiera que sustenta su poder en ese sistema de usura, no sólo está gozando con este conflicto, sino que lo está atizando. La realidad es que ese sistema financiero se desintegra cada vez más a pasos agigantados: estamos ante un desplome de la totalidad del sistema financiero internacional, más grave que lo que ocurrió en los 1930. Para mantener su control político y el saqueo en medio de esta desintegración, la oligarquía internacional está utilizando a sus peleles en el Gobierno de Cheney y Bush para aplicar su política de “guerra permanente”, que consiste en provocar conflictos y guerras en todo el mundo, como vemos ahora en el Oriente Medio, y que desde hace tiempo quieren extender a nuestro continente para sabotear el proceso de integración en marcha e incendiar la región en conflictos que sumerjan el continente en guerras jacobinas que impidan la reconstrucción física de la economía en torno a los proyectos de infraestructura económica física, como lo ha propuesto el estadista norteamericano Lyndon H. LaRouche.

El desespero de esa oligarquía ultramontana proviene de que su control sobre el Gobierno de Estados Unidos tiene los días contados, luego de la victoria demócrata en el Congreso de EU, producto de la intensa campaña del Movimiento de Juventudes Larouchistas que movilizó a los jóvenes estadounidenses en contra de la política imperialista de Cheney y el pelele de Bush. La nueva configuración política en EU, producto de la revolución que ha venido generando Lyndon LaRouche en las bases del Partido Demócrata reviviendo la tradición de Franklin D. Roosevelt, y que ha cimbrado toda su estructura, ha puesto a la orden del día las propuestas programáticas de LaRouche para que los Estados soberanos intervengan en la economía para detener la desintegración general que nos amenaza.

Esta nueva política que inauguró LaRouche, se manifiesta en la reciente visita que hizo una delegación del Senado estadounidense, encabezada por el que será el nuevo jefe de la mayoría del Senado, el demócrata Harry Reid, a las naciones andinas de Bolivia, Ecuador y el Perú, para llevar el mensaje de que se abre una nueva época.

MAPA 1 en color

En esta mapa, las líneas existentes son verdes, y las propuestas son rojas.

Esto significa que Iberoamérica cuenta en LaRouche con un verdadero aliado en EUA, y lo que más teme esa oligarquía es que esa alianza internacional asuma la iniciativa propuesta por LaRouche para sepultar el caduco sistema financiero del FMI y crear un Nuevo Bretton Woods que no esté al servicio de la usura, sino que sea el medio para financiar los corredores de desarrollo que conectarán físicamente las masas continentales del planeta, para impulsar un diálogo de culturas entre las naciones del mundo que garantice una paz duradera en el planeta, en contraposición a la nueva Era de Tinieblas hacia donde nos conduce el inducido “choque de civilizaciones” y las guerras religiosas promovidas por Cheney y Bush, siguiendo la consigna de la oligarquía financiera sinarquista.

En provecho del prójimo

La mentada globalización ha multiplicado la pobreza para el 80% de la población en todo el mundo, incluido EUA. En nuestra región, las familias de campesinos empobrecidos han sido empujados a ser parte de la cadena del negocio del narcotráfico internacional promovido por la banca internacional, que se beneficia del lavado de narcodólares, que representa gran parte del sustento de ese oprobioso sistema financiero internacional. Por tanto, la lucha contra el negocio internacional del narcotráfico, del que también se nutren los grupos terroristas tanto de la “izquierda” como de la “derecha”, se tiene que dar también en un frente mundial por la transformación del canceroso sistema financiero internacional que se nutre de las actividades parasitarias como el narcotráfico y las apuestas de casino en las bolsas de Wall Street y la City de Londres.

Mientras tanto, es de elemental justicia que las familias de los campesinos que resultan perjudicados por los efectos secundarios de la fumigación de los cocales, un componente necesario de la guerra contra el narcotráfico, tengan que ser compensadas. Esas familias deben recibir el respaldo del Estado, que tiene como responsabilidad fundamental garantizar el bienestar general, el bien común de toda la población por igual.

No es necesario ser adivino para ver que esa función del Estado nacional no la podrá cumplir bajo el propuesto Tratado de Libre Comercio. Todas las experiencias en ese sentido lo señalan con claridad, como el caso más cantado del TLC entre México, EU y Canadá, donde la garra del narcotráfico y las narcofinanzas se ha apoderado cada vez más de la economía mexicana. Un TLC liquidará al agro colombiano y condenaría más a los empobrecidos campesinos al cultivo de coca y amapola como única opción de sobrevivencia.

La verdadera alternativa consiste en convertir la frontera entre Ecuador y Colombia en una zona de desarrollo agroindustrial. El Presidente electo de Ecuador, Rafael Correa, ha mostrado sensatez en materia económica, con declaraciones que de hecho han puesto nerviosos a los banqueros. Se ha manifestado en contra del control que ejercen los banqueros sobre la banca central y que estorban la reconstrucción económica; ha propuesto “fusionar los dos procesos integracionistas de América del Sur, el Mercosur y la CAN, porque el universo de integración ya no es la región andina del Cono Sur, sino todo Sudamérica”. Asimismo, ha señalado que “no se firmará el TLC, porque vamos a proteger a nuestro sector agrícola, que sería arrasado con la firma de ese tratado. El pueblo ecuatoriano abrumadoramente se ha pronunciado a favor de esa tesis”.

Por su parte, el Presidente de Colombia, Álvaro Uribe, tuvo una intervención singular en la reunión de marzo del año pasado en Ciudad Guayana, Venezuela, donde, junto a los presidentes Luiz Inácio Lula da Silva del Brasil, José Rodríguez Zapatero de España y Hugo Chávez de Venezuela, analizaron el enorme potencial de integración regional. El propio Presidente Uribe se acompañó de un mapa de la región para indicar los estudios que se han elaborado al respecto.

Ése es el plan de desarrollo común que tienen enfrente para emprender el desarrollo económico de Ecuador y Colombia —y todo el continente—, que permita que, juntos, países se vinculen a la geometría del diálogo económico de la integración física, con la construcción de obras conjuntas en torno a corredores de desarrollo que conviertan la frontera actualmente inundada de cultivos de coca en polos de desarrollo agroindustrial; que permitan el desarrollo y pleno empleo en la región, y convertir el conflicto en una oportunidad de desarrollo compartido, y que la región fronteriza se convierta en despensa alimentaria, tanto para Colombia y Ecuador, como para el resto de las naciones del continente.

Esto exige la presencia de los Estados, en ejercicio de la soberanía para recuperar el territorio, para cumplir con su obligación de garantizar el bienestar general de toda la población, que es lo único que le da el sustento popular al mandato de gobierno. De este modo, debemos iniciar el proceso de integración física de las naciones, hasta la Patagonia, con corredores ferroviarios, integración de los ríos navegables e incorporación de las tecnologías de punta para nuestros pueblos.

Obras de infraestructura

Brasil, Perú, Ecuador y Colombia deben iniciar el proyecto de integración fluvial de los ríos Amazonas y Putumayo, que conectará las cuatro naciones con salida al pacífico por medio de una autopista de 200 km de corredores ferroviarios y carreteras. La provincia de Sucumbíos es un territorio estratégico que debe recuperarse con desarrollo económico, en el programa que deben reasumir los presidentes Correa de Ecuador y Uribe de Colombia, junto con Lula de Brasil y Alan García del Perú.

Así, la integración física con corredores de desarrollo, con un componente principal de trenes eléctricos a una velocidad 250 km/h, que conecten los principales centros de densidad demográfica, permitirá un intercambio eficiente entre Bogotá y Quito en menos de 7 horas, lo que en la actualidad toma más de 24 de camino por carretera.

En torno a esta dinámica, la construcción de corredores ferroviarios de trocha ancha generará millones de empleos, así como también un onda de choque expansivo en la agricultura mecanizada, distritos de riego, plantas de energía nuclear, acueductos, gasoductos y nuevas ciudades, lo que transformará la faz del continente.

LaRouche y el Movimiento de Juventudes Larouchistas hacen un llamado al presidente Uribe, al presidente Correa, y especialmente a los jóvenes de Ecuador y Colombia, a pensar en grande por la humanidad, y a que asumamos el momento histórico de la integración entre las naciones. La nueva dinámica política que ha iniciado LaRouche y su movimiento de adultos jóvenes en EU ha sentado las bases para iniciar una lucha que sí vale la pena emprender, con todos los hierros, por un nuevo orden económico mundial justo, como lo propone LaRouche, y garantizar así un planeta para las generaciones futuras mediante una paz duradera como la que alcanzó el Tratado de Westfalia en 1638, basada en promover “el provecho del prójimo”.

PIX CAPS:

AND PLEASE ALSO INCLUDE: MAP 5 (AS MAP 1), MAP 6 (AS MAP 2; PLEASE REDUCE IT, AND TAKE OUT THE INSET MAP, OR OTHERWISE TAKE IT AS AN OP CUT), AND MAP 8 (AS MAP 3), FROM Resumen ejecutivo VOL. XX NO. 21 (1ST FORTNIGHT OF NOVEMBER, 2003), PAGES 29, 30 AND 31, RESPECTIVELY.