Economía

Resumen electrónico de EIR, Vol.XXIV, núm. 2

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Reportaje especial

 

Cómo constituir el México nuevo

Preámbulo a la Constitución:

política de los Estados Unidos Mexicanos

El presente preámbulo a la Constitución mexicana que redactó y dio a conocer el Movimiento de Juventudes Larouchistas (LYM) el 18 de enero, representa un flanco crítico en la batalla por decidir si el Gobierno de México responderá a su pueblo o a los financieros. La batalla estalló luego de que los financieros internacionales se rehusaron a permitir un recuento del resultado fraudulento de la elección presidencial de julio de 2006, y ahora está cobrando de nuevo proporciones enormes con la crisis del precio disparado del alimento básico de México por excelencia, la tortilla.

Este preámbulo encarna los conceptos que los millones de mexicanos que luchan por el futuro de su nación necesitan para trinufar.

 

Portada del documento en el que el Movimiento de Juventudes Larouchistas presenta su propuesta de un preámbulo a la Constitución mexicana.

Nosotros, el pueblo de México, representantes de esta República y del género humano, declaramos ante el juicio de la historia pasada, presente y futura que continuamos la lucha de nuestros antepasados, que con su razón, su voluntad y su sangre nos dieron la paz y restituyeron nuestra dignidad con el establecimiento de nuestra patria como nación libre y soberana.

Declaramos que el fin último y más alto de la nación libre y soberana de México es el desarrollo del potencial creativo de todos y cada uno de sus ciudadanos, y que la perfección del Estado es fruto inseparable de la realización de este potencial en los individuos que lo conforman. El aumento de nuestra población y la mejora de sus condiciones de vida serán la medida del éxito económico, y prueba innegable de que nuestro pueblo avanza en el entendimiento del propósito legítimo de la existencia de la humanidad, que es el aporte creativo al perfeccionamiento del universo y la trascendencia del ser humano. En estos principios hacemos descansar todo fundamento y legitimidad de esta Ley, que lo será en la medida en que resulte de la Ley Natural que el Creador hizo brotar en la inteligencia humana.

Por ello, los mexicanos llamamos por testigos a las generaciones pasadas, presentes y futuras, de que en virtud de lo ya expresado, damos el nombre de Ley sólo a aquello que en nada contravenga esos sagrados principios, y extirpamos desde ahora y para siempre cualquier tiranía que se introduzca ilegítimamente en el cuerpo de estas leyes. Asimismo, confirmamos que sólo llamaremos legítimo al gobierno que emane de este entendimiento, y que comparta y ame los principios que han dado forma a estas sentencias; y que el gobierno así legitimado está por encima de cualquier interés financiero o de cualquier tipo que vaya en contra de los principios que hemos enunciado. Por ejemplo, modelos económicos usureros representados por las bancas centrales independientes, quienes se sirven del sistema parlamentario para denigrar la condición humana, violan los principios constitucionales aquí consagrados, mientras que el establecimiento de un Banco Nacional propiedad del Estado, que emita crédito soberano para promover el Bienestar General, promueve esos principios.

Que así sea cumplido por nosotros y por nuestra posteridad, en cuya tranquilidad, dignidad y felicidad se encuentra el fundamento de nuestra lucha, y a quienes corresponderá velar por la permanencia de estos sagrados principios que constituyen nuestra grandeza.