Iberoamérica

Se reactiva la internacional sinarquista

Fascista español recibe a extremista venezolano

por Gretchen Small y David Ramonet

El extremista de la derecha ultramontana en Venezuela y jefe del grupúsculo Fuerza Solidaria, Alejandro Peña Esclusa, viajó a España para rendirle personalmente homenaje al movimiento fascista que dirige el ex funcionario de Franco, Blas Piñar. El pasado 6 de marzo Peña dio una conferencia en la sede de Fuerza Nueva Editorial, la organización que Piñar creó hace 40 años como la heredera legítima de la versión del fascismo de la Falange española; el título de la conferencia fue “Hacia una fuerza nacional hispanoamericana”.

Para tener una idea de qué clase de “centro cultural” es el foro de Fuerza Nueva, nada más consideren otra conferencia que se programó ahí mismo para el 15 de marzo, titulada “De los cristeros a hoy día: La lucha cristiana en México”, que dictó un tal Austreberto Martínez Villegas, a quien se presentó como “delegado de la Unión Nacional Sinarquista de México”.

Resumen Ejecutivo de EIR ha informado desde 2003 sobre la función que Peña desempeña en la internacional fascista que viene reconstruyendo Blas Piñar. Fuerza Nueva, en alianza con Falange Española, organizó una reunión en noviembre de 2002 con sus correligionarios de Europa e Iberoamérica. Entre los participantes estuvieron Forza Nuova de Italia, el Frente Nacional de Francia (el partido del notorio racista y xenófobo Jean–Marie Le Pen), el Partido Nacional Democrático de Alemania (NPD), el Partido Nacional de Portugal, el grupo Conflicto Final–Tercera Posición de Gran Bretaña (seguidores del nazi rumano Corneliu Codreanu, fundador de la Guardia de Hierro) y el Partido Popular para la Reconstrucción de Argentina (PPR), entre otros. Peña no pudo asistir en esa ocasión, pero envió un caluroso saludo como “ex candidato presidencial”, deseándoles éxito.

Desde 1998, cuando Hugo Chávez Frías ganó la Presidencia de Venezuela, Peña sigue con la misma cantaleta, al insistir en toda ocasión y en todo momento que sólo una guerra civil podrá “salvar a Venezuela de Chávez y el castro–comunismo”. En esto, Peña afirma que se inspira en el golpe de Franco contra la República que desató la Guerra Civil en España. Así que no es ninguna sorpresa que se codee con esos fascistas españoles irredentos.

En la década de los 1990 Peña fue uno de los agentes principales de la operación de infiltración que llevó a cabo Fernando Quijano al seno la organización internacional de Lyndon LaRouche, en Europa e Iberoamérica. En varias ocasiones Quijano desplegó a Peña a Chile para entablar relaciones con las redes de Pinochet y ex oficiales militares, como parte de un esfuerzo para organizar un movimiento fascista continental fundado en el ejemplo de la Guerra Civil de Franco, a fin de fomentar golpes militares en toda la región.

Pero la operación no es cosa del pasado; está activa ahora, como lo indican sus andanzas. Es evidente que alguien ha invertido bastante dinero y publicidad para engrandecer la imagen de este autoproclamado líder que sólo recibió 0,04% del voto, y hacerlo pasar por una figura internacional. Desde enero ha estado viajando a El Salvador, Estados Unidos, Argentina, Italia y España.

Instrumento del Comité sobre el Peligro Actual

El viaje de Peña a Washington, D.C. en enero de este año es revelador. La pandilla en torno a George Shultz y su Comité sobre el Peligro Actual (CPA), el cual instiga una tercera guerra mundial, está utilizando a Peña. Durante su estadía en Washington, Peña dio una conferencia en el Centro de Política de Seguridad (CPS), un aliado del CPA, a invitación del Proyecto Menges de Seguridad Hemisférica, la operación del CPS para Iberoamérica. El proyecto toma su nombre del difunto Constantine Menges, quien dirigía las operaciones del CPS en Iberoamérica, entre ellas fomentar la breve intentona de golpe contra el presidente venezolano Hugo Chávez en abril de 2002.

Blas Piñar, la principal figura fascista de España hoy día, está organizando una internacional Fascista en Europa y las Américas.

También dio una conferencia en la Universidad Americana con estudiantes venezolanos en la capital estadounidense, en donde formó un “capítulo” de su Fuerza Solidaria. Pero el único que le prestó atención a sus letanías fue el periódico ultraderechista de los moonies, el Washington Times.

No obstante, la estratagema para ensalzar la imagen de este fascista venezolano de poca monta para hacerlo presentable en el ámbito político italiano, fracasó. Peña fue recibido el 8 de marzo en Roma por funcionarios del Vaticano, y tuvo una reunión oficial con el secretario general de la Unión Demócrata Cristiana (UDC), Lorenzo Cosa, con quien emitió una declaración conjunta. Fue entrevistado en un programa popular de Radio Radicale, y el periódico Il Tempo le dio el tratamiento de dirigente de la oposición a Chávez. Ahí lo presentó un derechista venezolano que fue embajador en Roma, Pedro Paúl Bello, quien, no obstante, en Caracas no se mostraría en público con Peña de una manera tan conspicua. Sin embargo, Paúl Bello le sirvió para ofrecer una imagen presentable en Roma.

Pero, cuando un profesor italiano, Gennaro Carotenuto, publicó un prontuario de Peña como un neofascista declarado, quien recibe su patrocinio de la camarilla del vicepresidente estadounidense Dick Cheney, se le cayó todo el teatrito. Cuando Carotenuto le informó de los antecedentes del venezolano, el dirigente de la UDC de inmediato se distanció públicamente de Peña y declaró: “Yo no sabía que Peña era un antisemita y un golpista. . . Nosotros no apoyaremos un golpe en Venezuela”.

Para cuando Peña llegó a España, la traducción al español del artículo de Carotenuto ya estaba circulando por todos lados.