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Resumen electrónico de EIR, Vol.XXIV, núm. 10

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LaRouche habla en Roma

con senadores italianos

“Estoy convencido de que las ideas de LaRouche deben difundirse. Pueda que sea el sueño de un ’loco’, pero en general son los sueños de tales locos los que avanzan la historia”. Así dijo el ex ministro de Economía de Italia y actual vicepresidente del Parlamento italiano y del partido Forza Italia, Giulio Tremonti, en una conferencia organizada por EIR en Roma. La opinión vertida por Tremonti coincidió con lo que muchos políticos italianos dijeron sobre el estadista estadounidense Lyndon LaRouche, quien estuvo en Roma del 4 al 6 de junio. “Siempre he apreciado los planteamientos enjundiosos de la revista de LaRouche”, dijo Tremonti, quien añadió que comparte la opinión de que éstos no son tiempos ordinarios, sino de transformaciones profundas.

Tremonti participó el 6 de junio con LaRouche y Alfonso Gianni, subsecretario de Desarrollo Económico, en la mesa redonda “El futuro de la economía: ¿Radicalismo de mercado o el Nuevo Trato?” El foro, que tuvo lugar en el Hotel Nazionale, enfrente del Parlamento de Italia, fue grabado por el Comité de Acción Política Lyndon LaRouche (LPAC) y por Radio Radicale.

Gianni también externó su acuerdo con la visión de LaRouche sobre un “nuevo orden económico internacional”, y el hecho de que la economía productiva modelo, en la que el Estado desempeña un papel clave, está bajo ataque de los fondos especulativos y de pensiones, “intereses financieros privados que están subyugando las políticas económicas de los Estados y la economía física”. Aunque dijo que discrepa con LaRouche en cuanto a política ambiental y al papel que deben desempeñar las cuatro grandes potencias —Estados Unidos, Rusia, China e India— que LaRouche dice son clave para cambiar la política mundial, lo que es fascinante es que las palabras de encomio a las propuestas de LaRouche vienen de políticos tanto del Gobierno como de la oposición, y tanto de la izquierda como de la derecha, gente que por lo general riñe sobre casi todo.

A Italia la desgarran una profunda crisis económica y conflictos políticos que se dejaron sentir durante la visita de LaRouche; hubo protestas sindicales todo el día frente al Parlamento. El país está más acostumbrado a la ingobernabilidad que cualquier otro en Europa, como LaRouche ha recalcado varias veces, pero es uno en el cual políticos de primera fila buscan una visión, y la están encontrando en las propuestas de LaRouche, en su plan de retomar las pautas de Franklin Delano Roosevelt, no sólo en EU, sino en el mundo entero, en el marco de un nuevo orden económico internacional representado por grandes proyectos como el del túnel por el estrecho de Bering (ver pág. 36).

Testimonio ante la Comisión de Defensa

El 5 de junio LaRouche brindó testimonio oficial ante la Comisión de Defensa del Senado italiano, en una sesión anunciada en las actas de dicho organismo como “una investigación sobre el estado actual y las perspectivas de la industria de defensa y la cooperación en armamentos: audiencia con el profesor Lyndon LaRouche”. La audiencia, en la que participaron unos diez senadores, empezó con las palabras de bienvenida del presidente de la Comisión de Defensa, el senador Sergio De Gregorio, quien le dio las gracias a LaRouche por comparecer. LaRouche centró su introducción en el “uso dual de la economía” para la defensa y propósitos civiles, y luego presentó una relación histórica sobre la correspondencia entre la economía, la ciencia y la guerra, desde el concilio de Florencia (1438–39) y el Renacimiento italiano del siglo 15, hasta las movilizaciones bélicas de Abraham Lincoln y Franklin Roosevelt.

También recalcó la diferencia entre el concepto de Roosevelt sobre la movilización de una economía para ganarle al nazismo, y la llamada “revolución en los asuntos militares” actual y la privatización de los ejércitos que promueve Dick Cheney, lo que está destruyendo a las Fuerzas Armadas de EU. “Hoy se pretende destruir este legado —dijo— reactivando las antiguas guerras del Peloponeso; una guerra prolongada en Iraq y una potencial en Irán”.

LaRouche (der.) afirmó en Roma que Europa sólo podrá sobrevivir con un nuevo sistema. La senadora Lidia Brisca Menapace (izq.) entrevista a Lyndon LaRouche el 6 de junio en el Senado italiano; Liliana Gorini, del Movimento Solidarietà (centro), fungió como intérprete. (Foto: Roger Moore/EIRNS).

Luego de la audiencia de una hora, que fue videograbada y estenografiada, senadores tanto de izquierda como de derecha le agradecieron a LaRouche por su testimonio, y dijeron coincidir con su planteamiento de que las tales “revoluciones en los asuntos militares” amenazan la capacidad de los Estados nacionales para defenderse. El senador Gianni Nieddu, de la coalición de gobierno centroizquierdista, subrayó que, “no sólo EU no debe abandonar su soberanía en materia militar, sino tampoco ningún país europeo”. Añadió que también en Europa “hay un intento de abandonar la defensa nacional y ponerla en manos de la Unión Europea”. La senadora Silvana Pisa, que pertenece al partido del ministro de Relaciones Exteriores Massimo D’Alema, le preguntó a LaRouche sobre el sistema de defensa contra proyectiles y la oposición del presidente ruso Vladimir Putin al mismo.

La senadora Lidia Menapace, que pertenece a la Comisión de Defensa y también preside otra que investiga qué papel tuvo el uso de uranio agotado en la muerte de varios soldados italianos en Kosovo, expresó su aprecio por la profundidad histórica de la presentación de LaRouche: “Escuché con mucha atención lo que dijo el señor LaRouche, y espero que no se tome a ofensa el que yo diga que uno normalmente no espera que un político americano tenga una cultura tan profunda, así que lo considero un europeo”. El senador Luigi Ramponi, un general que pertenece a un partido contrario al de la senadora Menapace, también le agradeció a LaRouche su presentación y dijo que lleva mucho tiempo leyendo EIR, y “lo que usted dijo sobre la crisis financiera resultó ser profético. También estoy fascinado por sus programas de desarrollo infraestructural, entre ellos el proyecto del estrecho de Bering, que es clave para una verdadera paz”. Luego de la audiencia, el despacho de la senadora Menapace emitió un comunicado de prensa titulado “El otro Estados Unidos”, que contrastó el informe de LaRouche con la visita del presidente George Bush a Roma dos días más tarde.

Al día siguiente LaRouche y la senadora Menapace sostuvieron una conferencia de prensa en el Senado, que se convirtió en un diálogo, ya que la prensa estaba demasiado ocupada con una posible crisis de Gobierno como para escuchar “lo que un cerebro tan importante tiene que decir”, como dijo la propia senadora respecto a LaRouche. Menapace inició la conversación diciendo que le había impresionado mucho la conexión que hizo LaRouche entre el desarrollo de la infra-estructura y la tecnología militar, que “invierte el orden de lo que normalmente se dice. . . También me impresionó lo que dijo LaRouche sobre el uso pacífico de la energía nuclear, porque no puedo aceptar el hecho de que la izquierda italiana prohíba su uso, y coincido con el señor LaRouche en que la ciencia y la creatividad humana pueden resolver todos nuestros problemas, y la ciencia nuclear puede ir más allá de las armas nucleares”. Cuando LaRouche dijo que fue innecesario arrojar bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki, y que ésa era la política deliberada de Bertrand Russell para garantizar que ninguna guerra pudiera ganarse sin armas nucleares, Menapace, que tiene 80 años de edad y formaba parte de la resistencia antifascista cuando el régimen de Mussolini, respondió: “Es interesante que usted diga eso, porque cuando yo tenía 21 años escribí uno de mis primeros artículos atacando el bombardeo contra Hiroshima y Nagasaki como inútil e innecesario, como usted dijo. Resulta que ya entonces estábamos de acuerdo”.

El diálogo concluyó con un informe sobre el Movimiento de Juventudes Larouchistas, y cómo ha demostrado que la poca educación científica que existe hoy puede sobreponerse si los jóvenes de entre 18 y 35 años de edad reproducen los descubrimientos originales directamente.

Las políticas de Roosevelt ganan apoyo notable

La mesa redonda en el Hotel Nazionale fue un gran paso que impulsó el debate sobre las medidas económicas necesarias para bregar con la crisis mundial en curso. La propuesta de LaRouche de reorganizar el sistema monetario–financiero internacional con un Nuevo Bretton Woods, ha dado pie a muchas iniciativas en Italia en años recientes. En abril de 2005 la Cámara de Diputados aprobó una moción instando al gobierno a emprender esfuerzos para lograr una conferencia internacional que reorganice el sistema financiero mundial. En febrero de 2007 LaRouche fue invitado a hablar en la prestigiosa Sala del Cenáculo de la Cámara de Diputados por el honorable diputado Andrea Ricci, un economista que ha escrito un libro sobre Bretton Woods, en el cual hace referencia a las propuestas de LaRouche. Esa conferencia fue copatrocinada por EIR y el partido Rifondazione Comunista, cuya generación más joven está ansiosa por demostrar que no es antiamericana, sino que más bien se opone a las políticas del actual Gobierno de Washington.