Iberoamérica

Resumen electrónico de EIR, Vol.XXIV, núm. 11
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LaRouche apoya la creación del ‘Banco del Sur’

El economista y ex candidato presidencial estadounidense Lyndon LaRouche apoyó, en un intercambio que tuvo con colaboradores suyos, las gestiones que se llevan a cabo en Sudamérica para crear un “Banco del Sur” como una nueva institución financiera regional a cargo de los gobiernos de la región, según informó su Comité de Acción Política Lyndon LaRouche (o LaRouche PAC). Los ministros de Finanzas de Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, Paraguay, Uruguay y Venezuela se reunirán el 3 de mayo en Quito, Ecuador para hablar de la formación de dicho banco. “Apoyo sus gestiones para abordar este desafío”, dijo LaRouche, “así como los pasos recientes que muchos de estos países han dado para romper con el Fondo Monetario Internacional y sus directrices”.

“El presidente argentino Néstor Kirchner ha desempeñado un papel de liderato, tanto en botar al FMI como en formular la propuesta del Banco del Sur, y también Ecuador, Venezuela, Bolivia y otras partes están haciendo cosas interesantes sobre estas cuestiones. Brasil aún está por definirse al respecto. El asunto es que sólo a una institución regida por gobiernos soberanos debe permitírsele generar crédito financiar grandes obras de infraestructura”, abundó LaRouche. “Necesitamos invertir en proyectos de tecnología de punta y largo plazo que rindan frutos físico-neconómicos en un lapso de 25 a 50 años, para beneficiar al continente entero; trenes de alta velocidad, gestión de aguas, energía nuclear y así por el estilo. Por años y décadas mis colaboradores y yo hemos pormenorizado estas propuestas. Ahora es el momento de actuar”.

LaRouche añadió: “Las naciones de la región saben mejor cómo hacer las cosas que el FMI y el Banco Mundial. El Banco Mundial debe clausurarse; sus proyectos están diseñados para fracasar y para dejar a los países con la carga de una deuda impagable”. George Shultz, el hombre que nos dio al dictador nazi chileno Augusto Pinochet, es un especialista en estas operaciones, señaló. El libro de John Perkins, Confessions of an Economic Hit Man (Confesiones de un sicario económico), es pertinente a este respecto.

“Debe echarse al FMI y al Banco Mundial de cualquier parte de Iberoamérica donde aún funcionen”, afirmó LaRouche. “Su método es el robo. Uno no quiere un ladrón en su casa, así que, ¿por qué querrías al FMI y al Banco Mundial en tu país?”

El retraso es obra de los amigos

sudamericanos de BAE

Sin embargo, la esperada firma del documento fundador del nuevo Banco del Sur a fines de junio por los presidentes de Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, Paraguay y Venezuela, se pospuso para una fecha indefinida más adelante este año. Si bien la razón que se dio para el retraso fueron los desacuerdos sobre asuntos como los aportes de capital, los derechos de votación de los miembros y la sede del nuevo banco, LaRouche señaló cuál es la cuestión fundamental que está en juego:

“El Banco del Sur es un asunto de vida o muerte para las naciones de Sudamérica, conforme el sistema financiero y monetario internacional se precipita con rapidez hacia la desintegración. Como señalé en una entrevista en la radio ecuatoriana el 29 de junio: ‘Mi esperanza es que el Banco del Sur funcione como un vehículo común que usen los Estados nacionales soberanos de Sudamérica, número uno, para mantener su soberanía, pero también como un vehículo necesario de la clase que especifiqué allá en agosto de 1982. Implica el intercambio de crédito de largo plazo entre naciones para proyectos de interés común. Para eso se necesita un sistema de tipos de cambio fijos entre las naciones’.

“La fundación del Banco del Sur le plantea un problema en Sudamérica a los intereses financieros de los que son típicos los bancos españoles Santander y BBVA, que son extensiones de la empresa BAE del Imperio Británico, a la que ahora agobia el escándalo”, dijo LaRouche.

Como LaRouche y sus colaboradores han documentado con amplitud, BAE está en el centro del “escándalo del siglo”, al haber generado un fondo para sobornos políticos por el orden de los 100 mil millones de dólares a través de su trato “al-nYamamah” con el amigo del vicepresidente estadounidense Dick Cheney, el príncipe saudita Bandar, a quien se ha utilizado en operaciones siniestras, desestabilizaciones y golpes por todo el mundo. El dictador fascista chileno Augusto Pinochet, por ejemplo, era parte integral del aparato de armas y asesinatos de BAE en Sudamérica. Como tal, BAE lleva décadas funcionando como un instrumento del Imperio Británico.

El Banco Santander está muy ligado al Banco Real de Escocia, una de las principales instituciones financieras personales de la Reina, y ha cultivado una influencia financiera y política muy extensa en Sudamérica. Por ejemplo, “ex” funcionarios de alto nivel de Santander se han colado en puestos destacados, incluso a nivel de gabinete, en el Gobierno de Lula en Brasil, y se les conoce por su hostilidad agresiva contra la idea del Banco del Sur y el compromiso declarado del presidente Lula con la nueva institución financiera.