Internacional

Resumen electrónico de EIR, Vol.XXV, núm. 12
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LaRouche: La inteligencia británica está implicada en la masacre de Bombay

Los atentados en Bombay tienen lugar en las postrimerías del Gobierno de George Bush en Estados Unidos, indicó Lyndon LaRouche el 27 de noviembre, cuando esperamos lo peor a escala mundial. Y los británicos también están bajo gran presión en estos momentos. Por tanto, uno espera lo peor de lo peor ahora. Y, como participaron el servicio de inteligencia de Pakistán (ISI) y el MI6 de Gran Bretaña, lo de Bombay no hubiera sucedido de no ser por los británicos.

“Sería la inteligencia británica”, dijo. “Son los únicos que harían esto. ¿Alguien dijo que son pakistaníes? Sí, ¡y qué! Es la inteligencia británica”.

“No lo vean como algo que viene de una línea propagandística y que pasa a la acción”, advirtió LaRouche. “Pueda que la línea propagandística no tenga nada qué ver con la acción. No busquen algún álgebra propagandística que les dé la clave de quién es el responsable. En una situación como ésta, el álgebra propagandística no funciona; el efecto sí. ¿Cuál es el efecto? ¿Quién quiere lograr el efecto?”

LaRouche continuó: En una situación como ésta, pregunta si la inteligencia británica y sus agentes están activos en torno a esto. Si lo están en lo absoluto, no tienes que conocer cuál es su línea; si están activos, son culpables.


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Motocicletas en un charco de sangre en Bombay el 30 de noviembre de 2008, tras los atentados terroristas. (Foto: Creative Commons ShareAlike).

Ahora pregunta: ¿Están activos, por ejemplo, en la región? ¿Tienen a Irán como blanco? ¿Tienen como objetivo una desestabilización de Iraq, a partir de la situación actual? Eso es lo que uno investiga. U otro ataque contra Siria. ¿Por qué Ehud Olmert se echó para atrás cuando regresó de EU a Israel, para darse la vuelta y negar que Washington le advirtió que no atacara a Irán? Uno no busca una línea de propaganda; lo que buscas es sencillamente una participación.

Cheney es el cabecilla de esto. La participación de Cheney o de su grupo en esto. Y acuérdate que son lo mismo que los británicos.

Pasando ahora al este de Asia, primero que nada, en Tailandia, hace tiempo que la situación ahí es caótica; ahora está poniéndose en su punto. Tenemos una inestabilidad extrema en China, porque los chinos no saben cómo lidiar con esta crisis que enfrentan. Así que ésa es otra partecita del problema.

También tenemos una inestabilidad tremenda en el comercio, la economía y demás por todo el mundo, en especial en Eurasia y África. Y también ahora en EU.

Así que tenemos todos estos factores andando, de modo que tenemos una combinación de malicia deliberada, por un lado, pero también circunstancias inflamables. Por eso la fricción entre la malicia y lo inflamable es algo difícil de solucionar. Todo lo que puedes hacer es buscar estos factores. Sólo obtén una lectura aproximada de la temperatura de lo que está sucediendo, de las dos clases de cosas; o sea, del carácter inflamable de la situación y del factor de las operaciones dolosas que haya en marcha.

¡Acabemos con la doble moral!

El Gobierno británico le ha dado largas a una demanda que hizo el Gobierno indio, por lo menos desde 2003, de rastrear a terroristas de Lashkar–e–Toiba (LeT) y otras redes fundamentalistas islámicas relacionadas. Ahora, con la última atrocidad en Bombay que se le atribuye al mismo grupo, urge acabar de una vez por todas con el refugio que Gran Bretaña les da a los terroristas.

Los principales medios de difusión británicos y sus aliados neoimperiales quieren culpar a “Pakistán” de la masacre en Bombay, pero no es este país el que organizó el atentado, sino la propia City de Londres, que dirige una desestabilización diseñada para destruir el potencial de que India actúe como un actor clave en la reorganización para crear un nuevo sistema monetario mundial. A últimas fechas, órganos del Imperio Británico tales como The Australian han escupido artículos que dicen que India debe “bombardear los centros de adiestramiento” en Pakistán y Cachemira. Esta trampa de “India vs. Pakistán” está diseñada para lograr lo que el Imperio Británico más anhela: impedir que India desempeñe una función soberana decisiva en la reorganización del ya difunto sistema financiero mundial, la propuesta de Lyndon LaRouche de erigir su Nuevo Bretton Woods en torno a la cooperación de “cuatro potencias”, EU, Rusia, China e India. Los autores londinenses de la guerra separatista y religiosa contra los Estados nacionales quieren una nueva conflagración entre India y Pakistán, en una campaña de guerra perpetua que LaRouche primero identificó como el designio imperial británico en su video de 1999, “Storm Over Asia” (Tormenta sobre el Asia).

India agarra a Narcotráfico, S.A. con las manos en la masa

El 29 de noviembre de 2008 Indian Express publicó un artículo, “Dawood brindó apoyo logístico a quienes atacaron Bombay”, en el que identifica a una figura destacada de las operaciones de contrabando de Narcotráfico, S.A. en el Sur de Asia, Dawood Ibrahim, como clave en la logística del reciente ataque de guerra asimétrica en contra de la ciudad india de Bombay.

Aunque al presente se mueve por Krachi, Pakistán y Dubái, por años Dawood Ibrahim fue el capo más importante de la mafia en Dubái y en la región india de Bihar, en la frontera con Nepal, contrabandeando oro y estableciendo nexos con las principales redes del opio del Sur de Asia. En 1999, y de nuevo en 2001, se vinculó a Dawood con incidentes terroristas graves como el secuestro de un avión comercial de Air India, desviado al Kandahar dominado por el Talibán en Afganistán (1999), y el ataque contra el Parlamento indio en Nueva Delhi (2001). Desde 2003, Dawood aparece en la lista de terroristas internacionales del Departamento de Estado estadounidense, por sus vínculos con al–Qáeda y con LeT. Se le ha identificado como un agente de elementos del ISI pakistaní ligados al M16.

El contrabando de oro que Dawood realiza desde Dubái es parte del aparato de lavado de dinero de Gran Bretaña en ultramar, cuya existencia se remonta a la Guerra del Opio original de la Compañía de las Indias Orientales británica contra India y China, en el siglo 19. Fuentes de inteligencia estadounidenses recientemente han destacado que las operaciones británicas de ultramar en el Caribe y en la isla británica de Man se han extendido a Dubái, para facilitar la desestabilización del Sudoeste y el Sur de Asia.

Fuentes de inteligencia indias, tras interrogar a varios de los perpetradores de lo de Bombay, concluyeron que los atentados no pudieron haberse realizado sin ayuda “interna” significativa. Ya se confirmó que los elementos aún poderosos del aparato de Dawood, el cual mantiene una posición dominante en el bajo mundo de Bombay y “lava” cantidades ingentes de oro ilícito a través de la industria cinematográfica de “Bollywood” en India, fueron clave para los ataques.

Por casi una década, EIR ha destacado la participación del aparato de Narcotráfico, S.A. de Dawood y sus ligas con otro terrorista clave patrocinado por los británicos, Sheij Ahmed Omar. De hecho, fue el caso de Omar, dirigente del LeT, el que dio pie al memorando de enero de 2000 dirigido al Gobierno y al Congreso estadounidense, exigiendo medidas enérgicas contra Gran Bretaña por cobijar el terrorismo.

La participación británica se puso de relieve “a resultas del secuestro de un avión indio en diciembre de 1999 y la respuesta del Gobierno británico a la solicitud de uno de los terroristas cachemires liberados, Sheij Ahmed Omar, de obtener un salvoconducto para Inglaterra. El señor Sheij, de nacionalidad británica, fue enjuiciado y sentenciado en India por su participación en el secuestro de cuatro ciudadanos británicos y uno estadounidense en 1995”.

En un principio, los británicos prometieron darle el salvoconducto a Sheij y no enjuiciarlo ni hacer esfuerzo alguno por extraditarlo a la India, pero se retractaron por la presión internacional.

A Sheij lo incubó la inteligencia británica. Este alumno de la Escuela Forest y de la Escuela de Economía de Londres, según fuentes de inteligencia indias y estadounidenses, fue reclutado por el MI6 y desplegado a Bosnia, antes de que apareciera por el Sur de Asia. Luego de regresar a Inglaterra de los Balcanes, Sheij dejó la Escuela de Economía y partió hacia campos de adiestramiento en Afganistán, desde donde se desplegó a India y perpetró el secuestro de 1995. Se quedó en Afganistán tras ser liberado con el trato del secuestro de Air India, y ahora está bajo custodia pakistaní por el secuestro, tortura y decapitación del periodista estadounidense Daniel Pearl. También sigue siendo uno de los sospechosos principales en la planificación de los ataques del 11S.

A fines de 2001, dirigentes del mundo denunciaron a “Londonistán” como el lugar donde los terroristas pueden encontrar asilo como “personas oprimidas”. Pero el Gobierno de Bush, dominado por el agente británico Dick Cheney, acalló el clamor.