Editorial

Resumen electrónico de EIR, Vol.XXV, núm. 4
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La nueva realidad estratégica

El viraje fundamental en la situación estratégica mundial amerita comentarse: Rusia, India y China han formado una nueva alianza asimétrica contra el Imperio Británico. En efecto, estas tres naciones estremecieron el mundo al anunciar dicha alianza, luego de reunirse el 16 de mayo en Yekaterinburg, Rusia. Y su influencia ya se hace sentir.

Como los oligarcas británicos sin duda reconocen, lo único que falta para tener una combinación que acabe con sus planes imperiales globales es que Estados Unidos se sume a esta liga para crear un nuevo sistema monetario mundial más justo, al estilo del Nuevo Bretton Woods de Lyndon LaRouche.

LaRouche anticipó esta alianza hace más de una década. Todas estas naciones saben muy bien que Londres, y no Washington, es la amenaza primordial contra la humanidad. “Ven la mano británica en las operaciones de caos que hay en marcha contra Asia”, dijo. “Ven las implicaciones del tratado de Lisboa que promueven los británicos, el cual le impondría una dictadura a toda Europa al oeste de Bielorrusia. Ellos saben que esto apunta contra Asia, para una guerra en el futuro inmediato que arrojaría al planeta entero a una nueva Era de Tinieblas peor que la de Europa en el siglo 14. Entonces, como ahora, la caída del sistema financiero angloholandés es lo que impulsa el apuro de Londres por crear un enfrentamiento global”.

LaRouche identificó dos de los aspectos más importantes de la reunión de Rusia, India y China. Primero, el hecho de que Rusia y China recibieron con total beneplácito a India en la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS) como observadora, significa que los dirigentes de las tres naciones concluyeron “que deben trabajar juntas para combatir la ofensiva desestabilizadora británica o serán destruidas cada una por separado”, dijo. Segundo, el hecho de que India se uniera a Rusia y China para pedir negociaciones que resuelvan la crisis de Kosovo, representa un repudio tanto de la Unión Europea como del Gobierno de George Bush, los cuales han apoyado la ilegal declaración de independencia de esta región. “Kosovo sienta el precedente para el rompimiento de Estados nacionales por todo el orbe, y Rusia, China e India saben que son el blanco de tales operaciones británicas. Rusia es el objetivo directo de lo de Kosovo, y eso encaja con las demás provocaciones en su contra, entre ellas la presión para incluir a Ucrania y a Georgia en la OTAN, y el plan de colocar sistemas de proyectiles antibalísticos en Polonia y la República Checa. India es el blanco de los juegos separatistas de Gran Bretaña en Cachemira, y los británicos dirigen operaciones en la frontera entre Pakistán y Afganistán que amenazan directamente a India, China y Rusia, así como a Asia Central”.

Aunque los británicos no han reconocido mucho en público el significado de este suceso, la recién formada alianza deja sentir su influencia. Fue notable la resistencia a la presión anglofrancesa para invadir Myanmar, dizque porque estaba matando a su pueblo de hambre. En el nuevo ambiente estratégico, la Asociación de Naciones del Sureste Asiático sencillamente les dijo a las potencias occidentales que ella misma se encargaría de coordinar la ayuda, y que no se entremetieran. Rusia e India también han tomado medidas para resolver la crisis mundial de alimentos, que se salen del marco globalista, más las que han de venir con la próxima visita del presidente ruso Dimitri Medvedev a China.

LaRouche ha puesto de relieve las implicaciones para el pueblo estadounidense y para el mundo, al advertir que el desplome financiero mundial y la acelerada ofensiva bélica británica significan que el mundo encara, en lo inmediato, una tercera guerra mundial. La actuación del Gobierno de Bush en apoyo al caos global británico y en contra de los tres pasos que propone LaRouche como solución a la desintegración físico–económica y financiera, no pueden tolerarse. LaRouche instó al pueblo estadounisene y a personalidades de los partidos tanto Demócrata como Republicano a “despertar” y “asumir la responsabilidad de forzar un cambio político drástico inmediato, según lo que he prescrito”.

“Rusia, China e India han dado un paso potente en los últimos días para responder directamente, de manera coordinada, a la ofensiva bélica de la oligarquía angloholandesa”, concluyó LaRouche. “Si EU se suma a ese esfuerzo, las cuatro potencias podrían derrotar al Imperio Británico de una vez por todas y la humanidad estaría en deuda por muchas generaciones por venir”.