Economía

Resumen electrónico de EIR, Vol.XXV, núm. 5
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Pegó la onda de choque

Las remesas caen y millones de mexicanos morirán de hambre

por Dennis Small

Durante su visita a Monterrey el pasado mes de abril, Lyndon LaRouche dijo una y otra vez que Estados Unidos tiene que restablecer la política del Buen Vecino de Franklin Delano Roosevelt hacia México, lo que significaría, entre otras cosas, ayudar a su vecino del sur a completar el gran proyecto de gestión de aguas conocido como Plan Hidráulico del Noroeste o -PLHINO. Con millones de mexicanos a punto de ser expulsados de EU a su país, donde no hay empleo para ellos, y con el aumento mundial en los precios de los alimentos a niveles fuera del alcance de millones, es de interés vital para EU ayudar a México a crear plazas de trabajo para estas personas a través de proyectos como el -PLHINO, que rápido podría incorporar 800.000 hectáreas al cultivo y producir comida suficiente para alimentar a la población.

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Por sí solo, el -PLHINO no podría, por supuesto, resolver el problema del desempleo y la hambruna de los 110 millones de mexicanos, pero es un ejemplo de lo que funcionaría para darle marcha atrás a la política genocida del Imperio Británico. Por eso LaRouche está tan a favor del -PLHINO, y ésa es la razón por la que los adoradores del murciélago vampiro del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) del príncipe Felipe se oponen de forma tan violenta a él.

Pero, de continuar las cosas como van, la frontera entre México y EU va a estallar.

GRÁFICA 1
Aumento y disminución en las remesas de los jornaleros hacia México

(cambio en dlares, por trimestre)
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Fuente: Banxico (México).

El flujo de decenas de miles de millones de dólares en remesas que llegan a México y a otros países de Iberoamércia de los trabajadores inmigrantes en EU está secándose, según datos oficiales del Banco de México (Banxico) y un estudio reciente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Luego de aumentar a un ritmo de casi 20% anual entre 1994 y 2006, las remesas se estancaron en el 2007, y cayeron 3% en el primer trimestre de 2008 en comparación con el mismo período el año anterior (ver mapa 1).

Iberoamérica recibió de EU como 46 mil millones de dólares en remesas en el 2007, y México, poco más de la mitad (unos 24 millones de dólares) de esa cantidad. Hay comunidades, estados y hasta naciones enteras que se han vuelto dependientes de ese flujo, debido a que las políticas genocidas del libre comercio y la globalización obligaron a gran parte de la población de esos países (30% en el caso de El Salvador; más del 10% en el de México) a huir a EU, en un intento desesperado por buscar su supervivencia y la de las familias que dejaron atrás.

Ahora el desplome de EU como “importador de último recurso” significa que el hambre y el caos están por desatarse en Iberoamérica, tal y como LaRouche pronosticó que ocurriría de no cambiar las descabelladas políticas económicas británicas. Según un informe reciente de Banxico (el banco central), las familias de los emigrantes en México usan 86% de las remesas para su sustento básico, es decir, para sobrevivir.

Las tendencias trimestrales de las remesas enviadas a México cuentan parte de la historia. Como muestra la gráfica 1, mientras que las remesas crecieron a un ritmo de 21% en el segundo trimestre de 2006, en el primero de 2007 ese ritmo disminuyó a sólo 3%, y en el primero de 2008 sufrió una contracción de 3%.

Pero en realidad las cosas están mucho peor de lo que indican estos promedios. Según el BID, aunque el total de remesas en dólares enviadas a Iberoamérica se ha estancado o caído un tanto, el número de trabajadores que “regularmente” envía dinero a sus lugares de origen cayó de forma drástica, de 12,6 millones en el 2006, a 9,4 millones en el primer trimestre del 2008; es decir, 3,2 millones de trabajadores dejaron de enviar dinero regularmente. En términos porcentuales, 73% de todos los adultos en EU nacidos en Iberoamérica enviaba dinero regularmente a sus lugares de origen en el 2006, en tanto que en el 2008 esta cifra cayó a sólo 50%. Éste es un cambio tectónico en la actividad económica para casi 25% de los inmigrantes hispanos en EU, que ya no envían dinero a sus países.

Según el BID, el que 3,2 millones menos personas envíen remesas significa que 10 millones en sus lugares de origen ya no reciben ningún apoyo para su “sustento”, por lo que estima que unas 2 millones de familias caerán por debajo del nivel de pobreza, en especial en México.

Lo irónico es que esto causará que más gente trate de huir a Estados Unidos en busca de la sobrevivencia, en los precisos momentos cuando se espera que el desplome económico y las medidas perversas contra los inmigrantes lleven a la expulsión de dos millones de personas del país en el corto plazo.

La onda de choque pegó.

La hiperinflación en los alimentos significa hambruna

En el 2006, como 20% de los hispanos en EU nacidos en el exterior trabajaba en la construcción; entre los recién llegados (del 2000 a la fecha) el porcentaje era aun mayor, 30%. ¿Adivinen qué pasó después?

A raíz del estallido financiero global, y de la crisis hipotecaria y de vivienda en EU, desaparecieron unos 500 mil empleos en la construcción entre 2006 y el primer trimestre del 2008. De esos, los hispanos perdieron 324.000 puestos de trabajo.

En general, según el estudio del BID, 40% de los hispanos ahora gana menos que lo que ganaba en el 2007, y otro 33% gana lo mismo. Eso significa que casi tres cuartas partes de todos los hispanos hoy ganan lo mismo o menos de lo que ganaban en el 2007, en tanto que los precios de los alimentos, la gasolina y otros productos básicos se han disparado por el estallido hiperinflacionario, lo que significa que estos trabajadores han perdido 73% de su salario real.

No es de extrañar entonces que más de tres millones de trabajadores ya no puedan enviar dinero a sus lugares de origen.

Agréguesele a esto la creciente histeria fascista —y la legislación estatal y local— contra los inmigrantes en EU, y se tiene una mezcla explosiva. El Centro Hispano Pew informa que la mitad de los 47 millones de hispanos en EU (cifra que incluye a los nacidos en el exterior y en EU) teme la deportación, ya sea la propia o la de sus familiares o amigos. Y el BID dice que 28% de los adultos nacidos en Iberoamérica está pensando regresar a su país de origen. Los organizadores de campo de LaRouche PAC por todo EU indican que el porcentaje de los que planean regresar probablemente sea mucho mayor, en la medida que la crisis se agudiza.

Pero a lo que regresan es al infierno total.

De acuerdo con un estudio reciente de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), los precios de los alimentos en la región aumentaron cerca de 15% en 2007. De resultas, 15 millones de personas cayeron por debajo del nivel de pobreza, y otras 15,7 millones que ya eran “pobres” fueron reducidas a un estado de “pobreza extrema”, lo que también se conoce como indigencia o la incapacidad de obtener suficiente comida para sobrevivir.

En otras palabras, cada 1% de aumento en el precio promedio de los alimentos resulta en otro millón de personas reducidas a la pobreza extrema y la hambruna en Iberoamérica.

En palabras de Cruz López Aguilar, dirigente de la principal asociación de campesinos de México, la Confederación Nacional Campesina (CNC), “se trata de un tsunami de precios” en el frente alimentario. En los últimos meses el precio del maíz en México ha subido 31%, el del arroz 74% y el del trigo 130%, según informó el diario La Jornada el 9 de mayo.

Como es lógico, esas cifras van de la mano con las de la Bolsa de Comercio de Chicago para los aumentos especulativos de 80% en el precio del arroz y de 140% en el del trigo. México, que casi era autosuficiente en la producción de alimentos hace 20 años, antes de que se le impusieran las políticas del libre comercio y la globalización, hoy importa 23,6% de su maíz, 50,2% de su trigo y 75% de su arroz.

El alza de los alimentos se traduce en hambruna, como cualquier idiota —salvo, tal vez, un economista de Harvard— debía poder reconocer. LaRouche lo dijo de forma sucinta al analizar la onda de choque: “Esto es genocidio, y punto”.

Luege Tamargo es un sicario del WWF en México

por Gretchen Small

El movimiento cada vez más nutrido que le exige al Gobierno mexicano que inicie la construcción del Plan Hidráulico del Noroeste (-PLHINO), ha dejado en evidencia la principal amenaza contra la seguridad de México y Estados Unidos: los individuos a cargo de las secretarías y entidades responsables de la agricultura, el agua y la migración —los tres campos afectados de manera más directa por la onda de choque que ahora azota a la economía—, quienes forman parte de una red de fascistas al servicio del genocida Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) de la Corona británica.

Este nido de agentes británicos del WWF no sólo le impide al gobierno actuar en defensa de su pueblo; también aprovecha la desesperación que generaron sus directrices para formar un partido fascista popular.

Al igual que los principescos fundadores del WWF, estos agentes no son nuevos conversos al fascismo. A la Unión Nacional Sinarquista (UNS), que se fundó en México en 1937 bajo la supervisión directa del partido nazi de Adolfo Hitler, la han revivido de su tumba para esta operación. La intención era convertir a México en la cabeza de playa de una invasión militar nazi de EU durante la Segunda Guerra Mundial.

Al centro de la amenaza actual se encuentra José Luis Luege Tamargo, director general de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) y viejo colaborador del WWF, quien ha jurado impedir la construcción del -PLHINO.

México no sobrevivirá mucho tiempo como nación si Luege Tamargo sigue controlando sus recursos hídricos. En una entrevista televisiva del 6 de abril que CONAGUA publicó en su portal electrónico, Luege Tamargo declaró que pretende reducir el consumo de agua en todo el país, ¡usando incluso su poder sobre el agua para deprimir aun más el cultivo de los dos alimentos más básicos, el maíz y el frijol! México debe concentrarse en los cultivos de exportación de “mayor valor agregado”, afirmó, a fin de no “desperdiciar” su escasa agua en una nimiedad como producir comida para su pueblo.

Imponer cualquier política tal en tiempos de hambruna constituye un intento deliberado de fomentar el caos, la revuelta y el genocidio.

¿Que beban sangre?

Pero el genocidio es lo que el WWF ha venido fomentando desde su fundación en 1961, bajo la dirección del enemigo de la humanidad y duque de Edinburgo, el príncipe Felipe, y su secuaz holandés y miembro oficial del partido nazi, el príncipe Bernardo. La babosada anticientífica del WWF de salvar cualquier especie, menos la humana, es un fraude patente. Pero tiene su propósito: reducir la población mundial. Son tan arrogantes, que el WWF promueve la “adopción” de los murciélagos vampiro.

Los axiomas maltusianos que guían a este órgano oligárquico saltan a la vista en todos sus proyectos internacionales contra la agricultura y la gestión y el uso del agua. En sus Iniciativas Agrícolas, el WWF declara que la agricultura amenaza el “medio ambiente” ¡porque “permitió y hasta alentó el crecimiento demográfico”!

Así, cortar el agua para la agricultura se ha convertido en un proyecto importante del WWF. Al ser humano ha de condenársele a morir en inundaciones o sequías, si es que estos autodeclarados dioses del Olimpo se salen con su intención declarada de parar los “planes de ingeniería a gran escala” que canalizaría el -PLHINO. La misión expresa del Programa Mundial de Agua Dulce del WWF es parar la construcción de nuevas obras de gestión de aguas y demoler muchas ya construidas, impedir la desalación, sólo permitir aquellas estrategias de irrigación que “conserven” el agua, y desalentar el uso de este líquido cediéndole su control a los “mercados” —o sea, a los oligarcas dueños del WWF—, de modo que cueste demasiado para el consumo humano.

Con el financiamiento y patrocinio de los plutócratas más encopetados de México (desde el hombre más rico del mundo, Carlos Slim, hasta la familia Servitje de la empresa Bimbo y Alfredo Harp Helú de Banamex), el WWF se ha dispuesto a apoderarse de este vital recurso estratégico, al echar mano de los programas para la cuenca de México, el golfo de California y el desierto de Chihuahua, en particular. (Entre las tres cuencas fluviales que el WWF considera prioritarios para establecer sus programas modelo de control está el San Pedro–Mezquital, en Durango y Nayarit, que es el que está más al sur de los siete ríos que conectaría el -PLHINO).

En el 2003 el WWF México emprendió una campaña para cambiar “la cultura del agua”, lavándole el cerebro a la gente para que aceptara la mentira de que es antieconómico crear agua dulce, que no debe administrarse y que su uso debe restringirse. En el 2004 estos lunáticos lograron reformar la ley de Aguas Nacionales de México para reconocer al medio ambiente como “un usuario” del agua y que, “como tal, esté representado en los órganos de participación”.

Conoce a Luege Tamargo. La sabida colaboración de Luege con el WWF empezó cuando el presidente Vicente Fox lo nombró procurador federal de Protección al Ambiente (-PROFEPA) en el 2003. En el 2005 lo ascendieron a secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), y en diciembre del 2006 el sucesor de Fox, Felipe Calderón, lo nombró director de la CONAGUA.

El WWF tenía ahora a su hombre en posición de atacar la yugular de México.

En su entrevista del 6 de abril, Luege Tamargo dejó claro que el Programa Nacional Hídrico que preparó tiene como premisa la visión gnóstica del WWF de que el agua es un ser inamovible al que hay que respetar. Luege hizo hincapié en la importancia de cambiar el nombre, del acostumbrado Plan Hidráulico Nacional al de Programa Nacional Hídrico, porque, según él, la palabra “hidráulico” implica el concepto erróneo de uso del agua, en vez de respeto a su ciclo natural (lluvia, evaporación, etc.) y de proteger las cuencas hídricas. “El tema del agua es ambiental cien por ciento”, afirmó.

El programa de Luege es considerado como un paso hacia un “Plan Ecológico Territorial” nacional, dirigido a redefinir de manera radical la economía física y la geografía de México, donde parece que la principal actividad permitida sería el ecoturismo, y los campesinos mexicanos lustrarían los zapatos de aquellos lo bastante ricos como para ir a contemplar mariposas en las reservas naturales mexicanas.

Como explica Luege, el programa dictaría dónde cultivar, dónde talar, dónde pescar, etc., e incluso dónde viviría la gente, acorde a la locura ecológica —y el lucro— de los oligarcas. Después de todo, un modo de imponer la “cultura del agua” del WWF es ponerla fuera del alcance del bolsillo de la gente.

Los sinarquistas salen de las sombras

En algún momento durante 2007 el diputado René Bolio Halloran, viejo protegido político y secretario personal de Luege, con quien trabajó en el Partido Acción Nacional (PAN) y a quien acompañó en el paso de la PROFEPA a la -CONAGUA, dejó su cargo en esta institución, renunció al PAN y formó un nuevo partido político. A Bolio se le unió Enrique Pérez Luján, dirigente de la UNS, como organizador principal del proyecto. Bolio negó los informes de que los Servitje y los Slim —patrocinadores del WWF en México— estaban financiando el partido; la UNS es la que está aportando el dinero, dijo.

La base del nuevo partido, el cual se registró de manera oficial en enero de 2008 como Partido Solidaridad, se conformó en gran medida con miembros de la UNS y de la extrema derecha del PAN, de donde salieron Bolio y Luege. Este último, al igual que el secretario de Agricultura Alberto Cárdenas Jiménez y la comisionada del Instituto Nacional de Migración Cecilia Romero, los dos funcionarios con los que Bolio trabajó también de manera más estrecha en el PAN, no han dicho ni jota sobre la escisión sinarquista del PAN.

Se informa que la dirección del PAN le ha pedido a Luege y a otros que aclaren su posición en cuanto al proceder de Bolio. Según se dice, Luege alegó no estar involucrado, cosa no muy creíble, en especial porque la nazi UNS —como es de esperarse— comparte la misma perspectiva ambientista genocida del WWF. En el mismo tono que un discurso de Luege o del WWF, el programa de la UNS afirma que el riesgo más grande para la humanidad “viene de la misma actividad humana”, porque el hombre ha venido a considerarse como el “Prometeo conquistador”. Esta perspectiva ha de remplazarla, dice la UNS, “una nueva alianza” con la tierra, “nuestra gran madre, PachaMama, Gaia”.

Parece que alguien soltó a los murciélagos vampiro.

 

Entrevista al diputado argentino Alberto Cantero

Llevemos el tema de doblar

la producción de alimentos

a la FAO

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El diputado Alberto Cantero habla en la Cámara de Diputados de Argentina el 13 de mayo de 2008. Hoy, “sería una inmoralidad planetaria que existan niños que se mueren de hambre por falta de acceso a la alimentación. Está en condiciones el mundo de realmente producir alimentos para todos, y alimentos de calidad”. (Foto: Emiliano Andino/LYM).

El diputado Alberto Cantero Gutiérrez, quien preside la Comisión de Agricultura y Ganadería de la Cámara de Diputados de Argentina, le concedió la siguiente entrevista el pasado 15 de mayo a Emiliano Andino, miembro del Movimiento de Juventudes Larouchistas (LYM).

Emiliano Andino: Estamos confrontados con una crisis planetaria mundial, que está afectando al planeta completo. Varios países del mundo se ven obligados a intervenir con políticas de Estado para garantizar el abastecimiento de alimento a su población. [Usted] está presentando un proyecto para la creación de un ente que restablezca el legítimo rol del Estado en la dinámica de producción y comercialización del sector de agricultura y ganadería. Entonces, diputado, su propuesta de reorganizar la forma en que se está relacionando el sector productivo y de consumo en Argentina, ¿cómo se está realizando?

Alberto Cantero: Bueno, [con] recuperar el rol que tiene el Estado y todos los gobiernos sobre el tema de seguridad alimentaria, que es un aspecto crucial. Pensemos que la seguridad alimentaria fue lo que dio origen inicialmente a la Comunidad Económica Europea. Tal magnitud e importancia tiene, y mucho más en este momento que, luego de que se desploma ese boom inmobiliario en EU y los grandes grupos de inversión van a la captura de alimentos, de las reservas alimentarias del mundo, donde se duplican en 24 meses prácticamente los precios de los alimentos básicos, generando un problema muy serio.

Y en Argentina lo que tenemos es una desorganización en todo este tema. Mejor dicho, una desorganización muy bien organizada en función de determinados intereses, intereses que son casi todos corporaciones financieras multinacionales. Estamos todavía con una organización heredada de la dictadura militar del 76, consolidada con las reformas políticas de los 90 y perfeccionada, y donde prácticamente se dejó en manos del libre mercado toda o parte de la producción, el comercio de modelos tecnológicos, en lo que hace a la producción, a la distribución y comercialización de granos y de alimentos.

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Cosecha de trigo en Argentina. “Hace 100 años”, dijo Cantero, “Argentina era el granero del mundo, produciendo granos para el mundo. Hoy, en este siglo 21, Argentina tiene que ser el productor de alimentos” del mundo nuevamente. (Foto: argentour.com).

Lo que estamos planteando entonces es la creación de un ente que tenga las funciones de, primero, estar promoviendo la calidad de los alimentos argentinos en el mundo. En segundo lugar, que evite todas las prácticas monopólicas, la cartelización, las prácticas olígopólicas y lo oligopsónico, porque en Argentina tenemos prácticamente concentrado en 5 grandes grupos de capitales el comercio interno de alimentos. Entonces, estos grandes grupos financieros también condicionan los precios, y las condiciones de venta y calidad del alimento, y la distribución del alimento hacia el interior del país.

Entonces, se necesita un ente con una capacidad, tanto comercial de promover nuestros alimentos en el mundo, como también estar garantizando las libertades para que exista una transparencia en la comercialización, un ente para que también garantice la seguridad alimentaria del país, y una entidad también que tome todo el complejo. . . más que el complejo, diría la cadena de producción; es decir, cuando producimos el trigo, hasta cuando tenemos el pan. Esa cadena de producción del alimento también genera una cadena de valor, y en esa cadena de valor tenemos que estar teniendo muy claro cuánto valor agregado se va poniendo, desde el trigo que se produce, hasta el pan que se comercializa, para evitar toda una intermediación espúrea que generalmente distorsiona, no sólo los precios, sino la accesibilidad de los alimentos, donde siempre hay dos perjudicados: el que produce en el campo y el que consume en las ciudades.

Entonces, un ente con esa caracterización está ayudando al desarrollo agropecuario, agroalimentario, agroindustrial, a desarrollar una economía de transparencia y de responsabilidad. Está ayudando también diferencialmente a aquellos productores y empresarios de la alimentación que menos tienen, para que puedan organizarse, agruparse y, sobre todo, que puedan tener muy buenas prácticas de producción, tanto del producto agrícola, como las buenas prácticas que necesitan para la producción del alimento, porque hacen a la propia seguridad alimentaria, y estar compensando en los momentos que hagan falta algunas distorsiones en esta producción. Y también, por supuesto, darle al Estado las herramientas de poder comprar, almacenar, vender y distribuir alimentos o productos agropecuarios, en la medida que aparezcan distorsiones en el mercado.

Andino: El título del ente sería el ENPYCCAA.

Cantero: El ENPYCCAA, sí. Es un Ente de Promoción y Control del Comercio Agropecuario, Agroalimentario y Agroindustrial.

La hambruna mundial es socialmente inmoral

Andino: El movimiento internacional de Lyndon LaRouche está dirigiendo ahora una campaña mundial dirigida a que en la próxima reunión de la FAO, del 3 al 5 de junio, que se realiza en Roma, se cambie la agenda de discusión y se enfoque de manera directa a la necesidad de hacer todos los cambios necesarios, en toda la dinámica comercial de regulación en general, para garantizar que se duplique a corto y mediano plazo la producción de alimentos, el abastecimiento de alimentos para el planeta entero.

¿Qué rol piensa usted, o que responsabilidad tiene Argentina en esa misión?

Cantero: Bueno, primero, me parece que introducir esta agenda es muy importante. Hoy, es una inmoralidad social a nivel de todo el planeta, entonces, digamos, una inmoralidad social planetaria, que pueda haber niños con hambre, mujeres embarazadas con desnutrición, y gente que se muera por falta de alimentos, con semejante nivel de avance científico y tecnológico que, aplicado a la producción tanto de energía como de alimento. . . Porque tengamos muy claro que la agenda de lo que ocurre con la energía siempre impacta en la agenda de lo que ocurre con los alimentos.

Hoy, reitero, sería una inmoralidad planetaria que existan niños que se mueren de hambre por falta de acceso a la alimentación. Está en condiciones el mundo de realmente producir alimentos para todos, y alimentos de calidad. Por lo tanto, introducir esto en la agenda de la FAO, creo que es una responsabilidad de todos, y me parece excelente que los jóvenes estén impulsando realmente esta discusión.

¿Qué puede hacer Argentina para esto? Argentina hoy está produciendo alrededor de 100 millones de toneladas de productos agropecuarios. Tiene habilitado para ello alrededor de 30 millones de hectáreas que, cuando se hace un doble cultivo por algunas nuevas tecnologías, se puede llegar al orden de 33 a 34 millones de hectáreas. Con el cambio climático, se puede expandir la superficie cultivada a alrededor de 40 millones de hectáreas. También con muchísimas precauciones, porque el cambio climático, si bien nos hace entrar en un ciclo más húmedo, también nos hace entrar en un ciclo de muchísima inestabilidad climática.

Es decir, hay una mayor temperatura media, una mayor cantidad de agua de lluvia, pero también hay una mayor perturbación en la atmósfera que nos está generando cambios climáticos, inestabilidad. Y por ahí tenemos una enorme cantidad de precipitaciones de alta intensidad, que obligan a estar teniendo un ordenamiento territorial para que no se nos erosionen ni se destruyan las tierras.

O sea, Argentina puede aumentar la superficie [de cultivo], el territorio para producir alimento, a cerca de 40 millones de toneladas. Y, con los avances científicos y tecnológicos, puede estar en un horizonte, a 10 años, de producir 150 millones de toneladas de alimentos. Con los avances tecnológicos que la ingeniería genética y todas las ramas asociadas van a estar incorporando, podemos pensar, en un horizonte de 15 años, que Argentina puede producir 200 millones de toneladas de productos primarios.

Con una población de 40 millones de personas, Argentina está en condiciones de producir alimentos de alta calidad para 500 a 600 millones de personas en el mundo. Entonces, eso es importantísimo para nuestro país, pero también eso impacta en la economía global.

Nosotros tenemos que, países altamente desarrollados, con subsidios importantísimos, que yo los respeto porque son subsidios que hacen a una funcion social y económica de sus propios países, pero que de alguna manera distorsionan todo lo que es la economía global.

Están planteándose, por un lado, la seguridad alimentaria de sus propios países en el hemisferio norte. En esa seguridad alimentaria de autosuficiencia, están también planteando que sus excedentes alimentarios vayan al comercio mundial, y están relegando fundamentalmente para Argentina ser productores de alimento balanceado para los animales del primer mundo y que nosotros seamos productores de biocombustibles. Eso a Argentina me parece que no es lo que le conviene, ni al mundo tampoco. Nosotros tenemos que ser productores de alimentos para esas 500 millones de personas, lo que nos va a permitir un desarrollo económico, una generación de riqueza y un mayor progreso del país, y, por lo tanto, también poder cumplir con una función social con la humanidad.

Usemos la tecnología agrícola más avanzada

Andino: Evidentemente, para aumentar el nivel de producción, por una cuestión de manejo del recurso que es el agua, que es fundamental, se necesitarán obras de infraestructura que canalicen el agua, de donde abunda, hacia donde escasea. Que se distribuya la energía, que haya electrificación rural, es una parte fundamental para hacer esto realidad, ¿no? No es solamente una cuestión de hacer cambios a nivel comercial.

Cantero: No, no, no, no. Esto implica políticas integradas, políticas integrales, y sobre todo que tengan al ser humano en el territorio. Muchas políticas se definen para que tengamos obras públicas, a modo que tengamos más producción de cerdos, más producción de vacas, o de soja o de trigo o de maíz, pero tenemos que poner al ser humano produciéndolo, viviendo y con calidad de vida, y tenemos que cambiar el concepto de obra pública por el de inversión pública; es decir, aquellas obras públicas que realmente mejoren la infraestructura, para que no exista la destrucción ni de las tierras ni de los pueblos.

Andino: El asunto de producir no significa tampoco —porque mucha gente puede pensar eso— convertirnos en el país meramente agroexportador, sino simplemente fortalecer el sector agrícola, darle potencia, para que vaya a la par de una Argentina industrial que crezca en paralelo en la misma nación.

Cantero: Hace 100 años, Argentina era el granero del mundo, produciendo granos para el mundo. Hoy, en este siglo 21, Argentina tiene que ser el productor de alimentos. Y cuando decimos que producimos alimentos, no es que estemos entregándole el grano de soja, de trigo, el grano de maíz al mundo, sino que estamos entregando al mundo el alimento de ese grano transformado. Y cuando hablamos de transformación, hablamos de agroindustrias, hablamos de centros de creación e innovación de toda la parte tecnológica.

Tenemos que manejar la ingeniería genética, todo lo que hace a biocidas, lo que hace a fertilizantes, y tenemos que manejar en forma integrada nuestro ecosistema, para no destruir el ambiente en esa producción. Cuando decimos productores de alimentos, estamos hablando también de dominar las tecnologías más avanzadas, tanto en material, como en informática, en electrónica, y como en ingeniería genética y en biotecnología, para que realmente podamos producir alimento de la más alta calidad y la mayor eficiencia.

Andino: Es algo de eso lo que surge de lo que fue la “revolución verde”, luego del Gobierno de [Franklin Delano] Roosevelt en Estados Unidos, que realmente irradió institutos de investigación científica y tecnología en todas partes del mundo, que hoy han sido relegados, con la falta de fondos, a un trabajo terciario, y están primando en el mundo las empresas privadas de tecnología. Eso sería algo que también habría que revertir.

Cantero: Humildemente, bienvenida sea la empresa privada en el mundo. Lo importante es que cada país tenga realmente una política definida, para que la inversión que viene y toda la iniciativa privada se acople a la definición de las políticas de Estado que tiene cada nación y, sobre todo, que el mundo no esté manejado por 50 corporaciones multinacionales con enormes excedentes financieros, [que] están atenazando lo que es la economía, lo que es la vida en paz, e incluso están algunas impulsando guerras. El mundo tiene que vivir este siglo 21; tiene que ser un mundo de paz. Y en ese mundo de paz tiene que haber justicia, justicia para todos. Y no habrá justicia para todos si no hay alimento para todos los seres humanos.

Andino: Parece evidente que, para hacer realidad todo esto, habría que cambiar todo el sistema económico mundial, ¿no? LaRouche está proponiendo un cambio: patear el tablero en el método de evaluar la economía. Y pareciera que hay que enfrentarse al menos a la discusión de ver cuánto tenemos que cambiar, y poner todo en juego.

Cantero: El intento es válido, pero no va a hacerse así, y yo los felicito por hacerlo. Pero estamos realmente en una concentración de poder financiero tremendo, que a veces manejan hasta a los países más desarrollados. Ojalá podamos tener la importancia y la fortaleza para que las Naciones Unidas realmente ayuden a redirigir este proceso para la paz.

 

El elefante en los computadores

de Raúl Reyes

por Maximiliano Londoño Penilla

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El jefe de finanzas de las narcoterroristas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia murió el 1 de marzo pasado, a manos del Ejército colombiano.

Ahora que la Interpol ha certificado la “autenticidad” de la información de los discos duros de los computadores de alias Raúl Reyes de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), y que el Ministerio de Defensa colombiano ha incluido en la cronología de las actividades de Reyes la reunión que éste tuvo en el Caguán en junio de 1999 con Richard Grasso, por aquel entonces presidente de la Bolsa de Valores de Nueva York, es urgente que el propio presidente colombiano Álvaro Uribe dé a conocer al mundo los pormenores de esta célebre entrevista, para que se sepa toda la verdad sobre los nexos de las grandes finanzas angloholandesas con las actividades narcoterroristas de las FARC.

Este infame “abrazo” de Grasso y Reyes es el elefante más grande que se encuentra prisionero en los discos duros de los computadores de Reyes. ¿Cuál es el temor de que esta información sea conocida públicamente? Si en realidad se quiere eliminar a “Narcotráfico, S.A.”, y no simplemente depurarlo renovando la nómina de sus ejecutivos, sacrificando a algunos capos, pero manteniendo el cultivo, la producción y la comercialización de los narcóticos, como hasta ahora ha ocurrido en Colombia, en general, con buena parte de la denominada guerra al narcotráfico, es perentorio que el presidente Uribe y el ministro de Defensa revelen los nexos de las FARC con Wall Street y la City de Londres.

La cooperación estadounidense

Como se documenta en el libro Narcotráfico, S.A., que en su momento comisionó el estadista estadounidense Lyndon H. LaRouche, el narcotráfico en Colombia, y en general en la región andina, es parte de las viejas guerras del opio que la Compañía de las Indias Orientales británica emprendió en contra de China a mediados del siglo 19. Las modernas guerras del opio y sus guiones de enfrentamientos entre pandillas de “izquierda y de derecha” es uno de los instrumentos favoritos de este cartel financiero mundial angloholandés para destruir a las naciones. Los propios Estados Unidos y Colombia son las primeras víctimas.

Es hora de convertir el Plan Colombia (de cooperación estadounidense en la lucha contra las drogas en Colombia) en un gran Plan Mar-shall para industrializar al país, mecanizar la agricultura y construir la infraestructura ferroviaria, hídrica y carretera que conecte a todas las regiones geográficas del país.

Más de 5.000 millones de dólares prácticamente se han dilapidado en el denominado Plan Colombia, por no tener un foco estratégico orientado a construir una pujante economía física colombiana.

Para empezar, se podrían duplicar las 4,5 millones de hectáreas que actualmente se cultivan en el país, no sólo con el propósito de lograr la autosuficiencia alimentaria, generar empleos abundantes y productivos en el sector agropecuario al crear una actividad decente y rentable que remplace los cultivos de coca y amapola, sino también con el de impedir que más compatriotas abandonen el país, además de los 5 millones que ya se han ido en busca de oportunidades de trabajo estable y bien remunerado.

Si hay cordura en Washington, el Gobierno actual de los Estados Unidos, y el próximo, deberían acoger la propuesta de Lyndon H. LaRouche, de dar impulso a una gran recuperación económica reviviendo y actualizando las políticas del finado presidente estadounidense Franklin Delano Roosevelt, para superar la grave crisis de desintegración económica y financiera que afecta al mundo entero. Sólo en este marco de un nuevo sistema monetario y financiero más justo, propuesto por LaRouche, un renovado Plan Colombia, a la Plan Mar-shall, podrá derrotar eficazmente al narcoterrorismo.

Esta nueva geometría es la que oculta el intento de seguir manteniendo alejadas del escrutinio público las implicaciones estratégicas del abrazo entre Richard Grasso y Raúl Reyes.