Evaluación estrtégica
Resumen electrónico de EIR, Vol. I, núm. 8

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Entre el derrumbe financiero y una guerra que no salvaría la economía


Lo que sigue es la transcripción de una entrevista que le hiciera Orlando Supelano al economista Lyndon H. LaRouche, que se transmitiría el 1 de septiembre por la cadena Radio Todelar de Colombia.

Supelano: Bueno, señor Lyndon LaRouche, algo que tiene que ver con la forma que se desarrolla la economía en el mundo. ¿Qué hay de cierto en ese desplome financiero internacional?

LaRouche: Este sistema financiero monetario, en su forma actual, está condenado. Pero hay cierta flexibilidad en la manera en que se declara oficialmente un desplome del sistema económico. No se puede decir si va a ser esta semana, la próxima, o en uno o dos meses, pero lo que podemos decir, es que no hay ninguna posibilidad de recuperación económica bajo el actual sistema monetario internacional.

Supelano: En lo que tiene que ver con ese tema, que es de tanta importancia, hemos visto como la banca internacional —especialmente entidades de la banca multilateral, Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo— ha adquirido un poder sorprendente, que incluso ha empezado a deteriorar las economías de los países de la región. Para el caso de América, hemos visto crisis económicas en Argentina, en Ecuador, en México. ¿Qué hacer para que pueda llevarse a cabo una organización más coherente y, pues, lógicamente, que se lleve a cabo ese trabajo por parte de la banca internacional, sin que perjudique tanto las economías y las democracias en esta región del mundo?

LaRouche: Bueno, esto significa que vamos a tener que cambiar la situación interna de los Estados Unidos. Porque en los últimos 20 años, hemos visto el proceso de la pérdida de independencia de todos estos países de Centro y Sudamérica. Y la tendencia hacia la unidad de estos países que existía hace 20 años, ya no existe más. Estamos tratando de lograr esa unidad, por supuesto, pero no es un trabajo fácil.

En lo que me estoy concentrando es en la posibilidad de cambiar la orientación de los propios EU en este punto, en cuyo caso, creo, lograremos un nuevo sistema financiero internacional. Ahorita, hay una carrera entre la guerra generalizada en Asia, con la participación de los EU, y el derrumbe financiero total en este país. La guerra sería un desastre, pero no salvaría al país del derrumbe.

Así es que hay un cambio muy rápido desde hace dos meses dentro de los EU. No puedo decir cuál será el resultado, pero sí que algunos de nosotros trabajamos muy duro para tratar de cambiar la situación, y cada vez somos más.

Así, mi esfuerzo y mi perspectiva son que estoy tratando de fomentar la cooperación entre diversos círculos políticos en las Américas, para que cuando se abra la posibilidad, estemos preparados para la acción.

Supelano: Señor Lyndon LaRouche, en lo que tiene que ver con los casos corporativos que hemos percibido en el transcurso de los últimos meses en los EU, el caso, por ejemplo, de la firma Enron, el caso de la firma Worldcom, entre otras, que han falsificado sus contabilidades. ¿Estos son campanazos de esa debacle financiera a la que hace referencia usted?

LaRouche: Sí, esto es parte de un desplome generalizado de la economía. Vea por ejemplo la situación de los ferrocarriles y las aerolíneas. Esto de ninguna manera se limita a unas cuantas compañías grandes de telecomunicaciones. La única manera en que vamos a salir de este problema, es recurriendo a medidas de recuperación como las de Franklin Roosevelt.

Lo que yo estaré mobilizando, después del 1 de septiembre, es una campaña nacional para forzar al gobierno de Bush a reconocer que debe lanzar una program de reconstrucción. Tenemos que salvar a los ferrocarrilles ya; si no, no tenemos economía nacional. No podemos permitir un desgajamiento catastrófico de la industria aeronáutica. Luego tenemos que abordar los problemas de infraestructura, como la energía, la gestión de aguas, la salud pública y la educación; que es lo mismo que requiere cada país al sur de los EU. Así, mi objetivo sería lograr una cooperación internacional —en especial en las Américas— alrededor de grandes proyectos de infraestructura, para reconstruir la economía.

Supelano: ¿Qué es lo que al presidente de los EU, George Bush, le impide, o de pronto no lo ha motivado a realizar, una gran cumbre económica a nivel internacional que permita reorientar las reglas del juego de lo que tiene que ver con todo el sistema financiero?

LaRouche: Bueno, podríamos hacer eso. Este tipo de conferencia se puede hacer ya. Hay varios vehículos para hacerlo; reuniones privadas, informales, formales, grupos gubernamentales, etc. La discusión y mobilización de la gente, en lo político, y de otras formas, es de lo más importante.

Para ser honestos, no creo que George Bush pueda entender nada de esto. Pero me parece que las instituciones de la Presidencia de los EU pueden mobilizarse para reconocer lo que debe hacerse, y pueden persuadir al Presidente de decir lo correcto.

Supelano: Tras el fracaso que ha sido planteado por expertos en el mundo de la economía, por el presidente de Argentina, Eduardo Duhalde, el fracaso del modelo neoliberal, ¿cuál es el modelo más apropiado de pronto para aplicar en el manejo de la economía, Dr. Lyndon LaRouche?

LaRouche: El sistema americano de economía, como lo definieron Alejandro Hamilton [primer secretario del Tesoro de los EU], los hermanos Carey [asesores del presidente Lincoln], Friedrich List [el economista alemán] y el presidente Franklin Roosevelt. Lo que necesitamos es un sistema parecido al que existió en las Américas entre 1946 y 1964: tasas de cambio fijas basadas en un patrón de reservas de oro, un sistema proteccionista. Es decir, acuerdos proteccionistas entre naciones soberanas. Y entonces, la creación a gran escala de crédito a bajas tasas de interés, a largo plazo, para que el sistema pueda funcionar; es decir, cosas como carreteras, sistemas de comunicaciones, sistemas de gestión de aguas, cosas de ese tipo.

Supelano: En lo que tiene que ver con la conformación del Área de Libre Comercio de las Américas, es un proyecto que ya debe estar aceptado, puede realizarse, es un compromiso de los 34 presidentes del continente americano. ¿Conviene, no conviene, debe aplazarse, qué debe pasar en lo que tiene que ver con el Área de Libre Comercio de las Américas?

LaRouche: Hay que pararlo, porque no hay posibilidad alguna de recuperación económica en las Américas si se acepta semejante acuerdo. Una recuperación requiere acuerdos proteccionistas de largo plazo. Si se reducen los precios al mínimo, como ocurre ahora, ninguna industria ni sector agropecuario puede lograr el capital necesario para seguir funcionando.

La funcion del proteccionismo nacional es permitir la acumulación de capital productivo de largo plazo. Sin eso, no hay posibilidad de recuperación.

Supelano: Si nosotros nos ponemos a pensar, por ejemplo, lo que sucede en estos momentos en Europa, vemos cómo se modificó la moneda común, el euro. Y a pesar de eso, los países han tenido que renunciar, digámoslo así, entre comillas, a sus políticas monetarias. Pero, ¿viene el progreso, o no hay progreso? ¿Cómo lo ve el doctor LaRouche?

LaRouche: Los propios europeos se deshacen ahora de esa política. Italia ha dado un paso de vuelta a los métodos de reconstrucción proteccionista. Y yo he tenido una participación importante ahí, promoviendo esas políticas. En Alemania, el gobierno socialdemócrata de Gerhard Schröder ha dicho que, por ahora, no tiene ninguna intención de apoyar a los EU en una guerra contra Iraq. Schröder está comprometido con la reconstrucción total de Alemania, como resultado de las últimas inundaciones, y tiene un programa de reconstrucción a través de instituciones financieras. También, está decidido a regresar a una orientación pro industrial, en vez de una de economía de servicios.

En estas condiciones, los acuerdos de Maastricht no pueden seguir existiendo. Puede que el euro permanezca como una moneda de conveniencia, pero Europa está recobrando el rumbo de restablecer estados soberanos independientes, que cooperan entre sí.

Supelano: ¿Qué hay con Colombia? ¿Cómo percibe usted este panorama que afronta Colombia en materia económica?

LaRouche: Bueno, hay algunos requerimientos internos para Colombia, pero esto depende sobre todo del hecho de que el sector productivo de la economía colombiana representa ahora una proporción demasiado pequeña respecto al territorio nacional y a la poblacion. Es obvio que el narcotráfico y otros procesos relacionados de los últimos 20 años han destruido la economía colombiana. Entonces, lo que se requiere en esta etapa, es un grupo de estados nacionales en las Américas que trabajen juntos en proyectos comunes y en acuerdos comerciales entre sí; de tal manera, que los países discutan en lo que deberían concentrarse, y cooperar en eso, y establecer acuerdos comerciales sobre esa base.

En general, es obvio que Colombia necesita desarrollar su agricultura, su agricultura independiente efectiva, su industria, y también su infraestructura. Porque está claro que hay una cantidad tremenda de recursos naturales, pero hay que tener una economía que pueda aprovecharlos.

Supelano: Algo importante que hemos logrado percibir en el transcurso de los últimos años en lo que tiene que ver con la banca multilaterial, la banca internacional, es que se ha decidido mejor a perdonarle deudas a los países africanos, ante la caótica situación, la precaria situación que se vive allí en ese continente. ¿Su lectura en torno a lo que ha sido esa actitud que se ve un tanto como positiva?

LaRouche: Puede que sea positiva, pero sólo lo hacen porque, de otra forma, habría un desbarajuste total.

El problema general, es el hecho de que las obligaciones del sistema financiero y monetario internacional actual son mucho mayores de lo que puede pagarse. Se tendrá que congelar, para luego condonar, a gran escala, gran parte de las deudas pendientes del mundo. Porque si no lo hacemos, entonces vamos a entrar a una nueva era de tinieblas, igual como ocurrió en Europa en el siglo 14, como resultando del intento de cobrar el valor total de la deuda del sistema bancario Lombardo. Así, el caso africano no es más que un síntoma de lo que va a convertirse en un fenómeno mundial.

Supelano: Bueno, de verdad son bien importantes todas sus reflexiones. Lamentablemente, ya llegamos al final de este espacio, la semana en el mundo dentro de la gran cadena nacional. Muchas gracias señor Lyndon LaRouche, por haber aceptado esta invitación de periodismo de Todelar.

LaRouche: Muchas gracias.