Análisis de LaRouche

Lo de Iraq refleja la histeria de Bush por la crisis económica

Lyndon H. LaRouche, aspirante a la candidatura presidencial del Partido Demócrata de los Estados Unidos para las elecciones del 2004, habló sobre la crisis de Iraq y el derrumbe económico mundial en una entrevista que sostuvo vía telefónica con Miguel de Renzis, de Radio Splendid de Argentina, el 20 de octubre. Reproducimos la entrevista a continuación.

De Renzis: Buenos días, señor LaRouche. ¿Cuál es la situación mundial después de este anuncio que ha hecho el presidente americano, de que está decidido a atacar a Iraq, más allá de lo que piensen las Naciones Unidas?

LaRouche: Yo creo que la situacion sigue atascada. El mundo aguarda los resultados de las elecciones de "mitaca" de los Estados Unidos el 5 de noviembre. No sabemos lo que pasará el 5 de noviembre, pero sí sabemos que habrá un giro drástico en una de varias direcciones posibles. Hay otras dos cosas: en cinco de los últimos seis días aumentaron los llamados valores bursátiles en los Estados Unidos. Pero este es un fraude total; nadie ha podido encontrar quién fue el comprador. Los compradores de siempre no están comprando. Así que posiblemente sea un extraterrestre que esté comprando todas estas acciones.

El propósito es tratar de evitar que el Partido Republicano pierda las elecciones del 5 de noviembre. Entonces, la depresión económica en marcha es la clave, y el aspecto más inmediato de la depresión mundial es la situación de Brasil y Argentina. Si uno ve la realidad de toda la región, desde México hasta el sur de la Patagonia, se encuentra en una situacion de derrumbe existencial. Las condiciones que impone el Fondo Monetario Internacional garantizarán un desplome total. Pero si no se le imponen las condiciones del FMI a esos países, eso significará el desplome del propio FMI. Y si el FMI logra desplomar a la Argentina y a Brasil, de todas maneras se viene abajo.

Existe un estado de histeria en las mentes de los dirigentes políticos principales en los EU en cuanto a este asunto de la economía. De allí que este aumento fraudulento en las bolsas de valores y la amenaza de guerra de Bush en el Oriente Medio, reflejan esta histeria respecto a la economía. No sé exactamente lo que pasará en las elecciones, pero sí sé que Bush se encuentra en graves aprietos.

De Renzis: ¿Cuál sería la opinión que tiene Lyndon LaRouche acerca de la casi garantizada elección en el domingo que viene de Lula como Presidente de Brasil?

LaRouche: Bueno, no significa mucho, este asunto de Lula, ya que en cierto sentido ya está incluido en los cálculos. Es decir, no sería un cambio en el sistema el que él sea elegido o no sea elegido. El presidente actual de Brasil y otros se pusieron de acuerdo con las condiciones del FMI. Y si ellos cumplen esta promesa, sería el suicidio de Brasil.

Así que la cuestión en Brasil no es Lula, aunque, claro, en otros respectos el sí representa un factor importante. La cuestión yace precisamente en manos del FMI, en momentos en que los europeos —Francia, Italia y Alemania— se mueven hacia un cambio del sistema económico europeo y también mundial. La cuestión es cómo se conjugan todos estos factores. El factor económico, el factor financiero, son lo decisivo, no la cuestión de las elecciones como tal.

De Renzis: Justamente, también hay elecciones en Ecuador, uno de los tres países latinoamericanos dolarizados. ¿Cuál es su opinión sobre la burbuja financiera y demás? ¿Qué piensa de la dolarización, si benefició o perjudicó a los países que fueron dolarizados?

LaRouche: La dolarización es como cuando uno tiene un resfriado y trata de curarse tomando una dosis de la peste bubónica. Pueden ver lo que le ha acarreado al Brasil desde que [el presidente del Banco Central Arminio] Fraga y [su patrón George] Soros hicieron el acuerdo con el FMI para dolarizar la deuda brasileña en el otoño de 1998. Y pueden ver cuánto empeoró la situación en Argentina por este empuje hacia la dolarización.

De Renzis: Usted y su revista EIR con frecuencia vienen promoviendo un nuevo pacto universal financiero e económico, más alla de lo ocurrido hasta este momento. Cuando habla de este nuevo pacto, ¿habla del dólar o de una nueva moneda?

LaRouche: No, el dólar sería simplemente un partícipe en el proceso, no sería lo determinante. Lo que significa es dar marcha atrás a la decisión de agosto de 1971, y sería regresar al tipo de políticas económicas que tuvimos, digamos, entre 1946 y 1958. Esto significaría, por ejemplo, fijar el precio del oro monetario en más o menos mil dólares por onza troy.

Permítame explicarle algo. Ahora estamos en medio de la peor depresión económica en la memoria de cualquier persona viva hoy día. Bajo estas condiciones, no existe la más mínima posibilidad de que el actual sistema monetario–financiero sobreviva. Ahora bien, para salir de esta depresión, si vemos la historia de Argentina como un ejemplo, hemos venido camino al infierno en los últimos 35 años. Tomará una generación para que construyamos una salida a este desastre. Pero no podemos esperar 35 años para que la recuperación surta pleno efecto. Por lo tanto, tendremos que usar crédito estatal bajo un sistema de tipos de cambio fijos, a tasas de intereses simples de 1 o 2% por ciento simple, para que siga funcionando la estructura de la economía, para cumplir con los requerimientos sociales, y para que podamos entregarnos a una generacion de reconstruir la economía mundial.

Entonces, lo que ha venido promoviéndose desde Italia y otras partes —por recomendación mía, especialmente en el caso italiano—, es regresar a los acuerdos de Bretton Woods, como funcionaron esos acuerdos entre 1946 y 1958, aproximadamente. No sería una copia exacta de esos acuerdos originales de Bretton Woods, pero la manera en que el Presidente de los Estados Unidos, Franklin Delano Roosevelt, concebía esos acuerdos de Bretton Woods en 1944, sería el marco de referencia para diseñar un nuevo sistema. Y no existe una alternativa a lo que yo he propuesto. Si no se acepta mi propuesta, el mundo se va al infierno, y no hay nada que lo pueda parar.

De Renzis: Ahora, ¿cuál es la voluntad política que se puede encontrar entre los líderes del mundo para esta idea? Y, además, ¿qué papel jugará Europa, que ya ha terminado de recibir a Irlanda [como miembro de la Unión Europea]?

LaRouche: Es posible que el euro esté vivo, pero los acuerdos están muertos. Este sistema europeo es un cadáver. Lo que pasará, como se ve en las declaraciones de [Romano] Prodi, que encabeza la organizacion europea, y luego se compara eso con las declaraciones del senador [Philippe] Marini de Francia, y los intentos del gobierno de Schröder en Alemania de lograr un cambio apropriado, Europa está al borde de cambios fundamentales respecto a los acuerdos de Maastricht o los acuerdos de la Unión Europea. Esta no es cuestión de una tendencia política. Este es un asunto de si uno se queda a bordo de un buque que está hundiéndose, o si más bien busca un bote salvavidas. Lo que la gente experimenta hoy día en Argentina es parte de una tendencia mundial, especialmente en Europa y en las Américas. Así que no hay más que una de dos alternativas: o un desplome total del sistema o reformas fundamentales del mismo.

De Renzis: ¿La opinión de LaRouche sobre el ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas)?

LaRouche: El ALCA debe morir. No hay manera de que las naciones de las Américas puedan sobrevivir bajo un acuerdo de libre comercio. Déjeme explicar eso. Es algo elemental, pero mucha gente lo pasa por alto.

La idea del libre comercio es una idea neomaniquea semignóstica, anticristiana que se introdujo en Europa a lo largo del siglo 18. No funciona. La civilizacion europea moderna funciona, en lo económico y en otros sentidos, en base a dos principios: la soberanía del Estado nacional como la autoridad máxima, y segundo, el principio del bienestar general o el bien común, para la posteridad, así como para los que viven ahora. Esto quiere decir que la base para el desarrollo se encuentra en el suministro de crédito a largo plazo entre Estados nacionales. Sin la seguridad para las inversiones de capital de largo plazo, a tasas de interés fijas y bajas, es imposible desarrollar una economía moderna.

Lo que sucede hoy en día con el libre comercio, es un eco de lo que pasó en el siglo 14, con la Era de las Tinieblas de Europa. Cualquier otra cosa podrá ser incierta con respecto al futuro, pero lo que sí es seguro es que, de imponerse el acuerdo de libre comercio, las naciones de las Américas desaparecerán en tanto Estados nacionales soberanos, en un período de tiempo muy corto. En cuanto al consenso internacional, en Europa se ve que la tendencia es regresar al Estado nacional soberano como la base del desarrollo de la economía.

De Renzis: ¿Cuál es su opinión acerca de la situación económica que vive Argentina, y qué salida ve a corto o a largo plazo?

LaRouche: La Argentina está al borde de la extinción. ¿Cuánto tiempo más podemos seguir con lo que está pasando en Argentina? Pero, luego, examinemos la combinación de los países del Mercosur, que no funciona del todo aunque sí es una idea muy importante. ¿Que pasará con Argentina si, con la tendencia actual, Brasil se hunde en el mismo abismo? Argentina no tendría ningún futuro de ocurrir esto con Brasil. Entonces, tenemos que cambiar esta tendencia, y hay una inclinación creciente a nivel internacional entre estados nacionales, para regresar a esa idea.

Lo que pasa es que, cuando la gente empieza a hablar de la política económica de los Estados Unidos y la política económica del FMI, está presta a echar mano a sus pistolas. Estamos al fin del camino. No existe consenso duradero para las políticas ahora vigentes. Entonces, la pregunta para Argentina es, ¿existen suficientes estados que reconocen que la situación actual de Argentina es su propio futuro inmediato, para actuar en solidaridad con Argentina y otros países, y forzar lo que podrían considerarse cambios súbitos y revolucionarios en la política económica? La totalidad del sistema económico y monetario–financiero, el sistema librecambista, está totalmente desprestigiado y a punto de ser enterrado.

La cuestion es si vamos a enterrar al sistema, o si vamos a enterrar a la gente junto con él. Esa es la pregunta.

De Renzis: Gracias, señor LaRouche.

LaRouche: Gracias a usted.

El derrumbe de Argentina y Brasil hundiría a la banca de EU

"El derrumbe de Brasil, el derrumbe de Argentina, en conjunto, probablemente hunda a varios de los principales bancos de los Estados Unidos, que tienen muchas inversiones en América Central y del Sur", así dijo Lyndon LaRouche, el precandidato presidencial demócrata estadounidense, en una entrevista radial el 19 de octubre que se difundió por la internet, por www.larouchepub.com/spanish.


Michele Steinberg entrevistando a Lyndon LaRouche, a la derecha Nancy Spannaus
candidata al Senado por el Estado de Virginia

Al preguntársele qué efecto tendría la victoria de su amigo el doctor Enéas Ferreira Carneiro —elegido diputado federal en las elecciones del 6 de octubre con la mayor votación que haya obtenido candidato alguno en la historia del Brasil— para su propuesta de establecer un nuevo sistema de Bretton Woods, LaRouche respondió:

"Lo de Enéas, fue divertido. A mí me invitarona Brasil en junio, para concederme la ciudadanía honoraria de una de las ciudades más grandes del mundo, São Paulo. Pero también se me invitó para dictar varias conferencias de implicaciones estratégicas, y que usará la ocasión de la ceremonia de mi investidura como ciudadano honorario para emitir una declaración sobre la política de relaciones exteriores de los EU, en mi discurso de agradecimiento a la ciudad por este honor. Además, presenté algunas cosas.

Una situación mutuamente irremediable

"También hubo otras conversaciones, no sólo durante mi presencia allí, sino con otras partes de las Américas. Entramos en una situación que describí entonces, y que paso a describir ahora: los Estados Unidos, y el FMI, y Brasil, se encuentran en una situación mutuamente irremediable. No hay forma alguna, bajo ninguna de las condiciones que la hermana de Freddy Kruger, [la subdirectora gerente del FMI] Annie, quisiera imponer sobre el Brasil, que Brasil pudiera sobrevivir. Por tanto, de procederse con las condiciones del FMI, se hundirá toda Sudamérica. Recuerdese, Argentina está a punto de hundirse; ya no tiene vuelta. Brasil se encuentra a punto de caer; tiene una deuda dolarizada que crece de forma galopante; la tasa de interés interbancaria acaba de superar el 20%; eso mata.

"Véase a Venezuela, está por estallar. Colombia, bajo el dominio del mercado del narco. Ecuador, Perú, Bolivia, más o menos destruidas. México, aplastado. Así que estamos ante una situación que, bajo estas condiciones, las condiciones de sólo el Hemisferio Occidental, bajo las presentes condiciones del FMI, no hay forma alguna que puedan imponerse y mantenerse estas condiciones, sin hundir a la totalidad de los intereses financieros de los EU en América Central y del Sur. No se puede.

"Por tanto, el FMI ¡tendrá que dar a torcer el brazo! Habrá que ofrecer condiciones para reorganizar la deuda de los países de América del Sur y Central, que correspondan a lo que se necesita para que esos países empiecen a recuperarse del saqueo que se ha perpetrado en esa parte del mundo desde el 15 de agosto de 1971. Ahora bien, de Brasil llegar a la moratoria —estamos hablando de unos 300 mil millones de dólares, si Brasil cae en mora— eso pondría en marcha una reacción en cadena que hundiría a la mayoría de los bancos estadounidenses de la noche a la mañana.

"Por tanto, si el FMI impone sus condiciones y causa el incumplimiento, se hundiría de forma simultánea a América del Sur y Central, y al sistema financiero de los EU.

"Así que hablamos de esto. Revisamos algunas de las cifras. George Bush va a tener que ceder. Alguien tendrá que botar a Annie Krueger y meter a un ser humano en ese cargo, para remplazarla. Tendremos que someter al sistema del FMI a una reorganización", dijo LaRouche.

Posteriormente, cuando uno de los radioescuchas le preguntó ¿cómo sacudir la deuda del FMI del Brasil, para que ese país se recupere, sin hundir la banca de los EU? LaRouche respondió:

"Hay un principio de ley en los EU, que se conocía como una bancarrota bajo el capítulo 11. Se trata de que, cuando una institución esencial, especialmente una nación, o aun una firma que sea esencial para la comunidad, se encuentra en bancarrota financiera, uno la somete a una reorganización por bancarrota, uno la pone bajo la protección de la ley, para su reorganización, y para permitirle que continúe su función, y más: para que ponga en práctica un programa de recuperación y lograr nuevamente la estabilidad financiera. En el caso de una nación, eso es imperativo, sin lugar a discusión.

"En cualquier bancarrota, antes de ir a los tribunales, al tribunal de bancarrotas, la pregunta es: ¿Se trata de una entidad esencial? ¿Tiene alguna viabilidad intríseca? ¿Existe algún plan que le permita hacerse una institución viable nuevamente en lo financiero? De ser así, uno dice, bien. En el caso contrario, tal vez debamos liquidarla, si no es indispensable para la comunidad.

"En el caso de una nación como Brasil, la nación más grande de América Central y del Sur, uno no puede liquidarla. El juez de bancarrotas no golpea con el mazo y dice: `Liquídenlo. Desmiémbrenlo'. En ese caso, los acreedores tendrán que absorber sus pérdidas, porque el bienestar general es más importante que todos los acreedores juntos. Así que se trata de encontrar una solución justa al problema, en la que la preocupación principal es el bienestar y la supervivencia de la institución.

"Si se ve como se ha llevado este proceso desde 1971, ¡hoy no hay un sólo país en América Central o del Sur que legítimamente le deba nada a ninguna agencia extranjera!"

LaRouche dijo que todas las naciones han pagado su adeudo con creces. "De allí que el FMI creó una deuda artifical que le impuso a esas naciones. Así que el FMI debe tragársela; no es una deuda legítima".

Lo de Corea es ficha de negociación

La revelación que hizo Corea del Norte, de que supuestamente desarrolla armas nucleares en secreto, en violación de los acuerdos que firmó en 1994, fue con el propósito de obtener ciertas concesiones de los Estados Unidos, dijo Lyndon LaRouche, el economista y precandidato presidencial del Partido Demócrata estadounidense, en una entrevista el 19 de octubre, en el programa de radio de internet The LaRouche Show, que se transmite los sabados a la 1 p.m. hora del este de los EU, por www.larouchepub.com.

"Esta fue una admisión de China, Norcorea y China, al efecto de que Norcorea ha venido desarrollando capacidades de armas nucleares. Éstas quicás no sean aterradoras, pero son importantes porque son capacidades de armas nucleares. Esto ha creado todo un lío. Por supuesto, es obvio que Norcorea no pretende empezar una guerra nuclear. ¿Para qué quiere armas nucleares, entonces? El porqué emprendió el programa que alega, que le admitió a los EU que inició, no lo tenemos claro todavía, pero eso es lo que ocurre. Es obvio que lo ha hecho para crear una ficha de negociación", dijo LaRouche.

"Recordarán que los EU respaldaron la política de apertura cuando el gobierno de [Bill] Clinton. La idea era que acercaríamos a las dos Coreas, que los EU patrocinarían parte de la ayuda económica y otras cosas para facilitar este proceso. Entonces, las cosas se salieron un poquito de cauce, y eso se saboteó, a pesar de que mucha gente todavía estaba a favor. Ahora los norcoreanos quieren dinero. Necesitan ayuda. Necesitan ayuda financiera, o su equivalente, para rescatar su economía enferma. Se figuran que ahora nos pueden dar las bombas nucleares como fichas de negociación, para obtener alguna cooperación de los EU: `Está bien, cederemos nuestras armas nucleares. Dennos algo de ayuda'.

"Entonces, yo no creo que Corea del Norte ande sola en esto. Creo que algunos otros países de Asia tal vez piensen en el mismo sentido: de tratar de meterle algo de cordura a Washington. Estamos en un período de ese tipo".

Más adelante, cuando un periodista chino le preguntó que si la admisión de Corea del Norte justificaba el que el presidente George Bush hubiera incluido a ese país en el "eje de la maldad", LaRouche respondió que no.

"Corea del Norte tiene sus propios problemas internos, políticos y de otra índole. Pero cuando uno brega con el mundo real, se tiene que comprender que muchos países tienen gobiernos que tal vez no le gusten a uno especialmente, o que tienen problemas internos que uno halla especialmente ofensivos o peligrosos. Ahora bien, cuando se es una gran potencia, como los Estados Unidos, cuando nos portamos cuerdamente, podemos lograr mucha colaboración de Europa, en general, y de otras partes, así que tenemos un gran poderío; en realidad un mayor poderío político que militar. Tenemos que saber como usarlo", dijo LaRouche.

"Tenemos que saber como usar ese poder. El presidente es responsable. El Presidente de los Estados Unidos no puede. . . Digamos, que yo fuera el presidente —sólo en términos hipotéticos, para ilustrar el asunto—, si voy a los gobiernos de Europa, el de Rusia inclusive; voy al gobierno británico; voy al canadiense; y a otros y les digo: "Tenemos un problema", hablarán. Tenemos que llegar a un entendimiento mutuo sobre lo que vamos a hacer, hablaremos. Y ellos aceptarn la idea de que EU asuma el liderato —de que el ejecutivo de los EU asuma el liderato— en esa situación.

"Ahora, en el caso de Norcorea, un país en aprietos, creado en las circunstancias de la era posterior a [Franklin] Roosevelt, que dice, según el informe, que tiene armas nucleares, ese es un problema. ¿Cómo se resuelve el problema? Bueno, tenemos que ver el contexto. También tenemos, en Corea del Sur, a un presidente, un tipo muy afable y capaz, quien es parte de la política de apertura. Hemos obtenido, con la ayuda de Rusia y China, hemos logrado que Norcorea y Sudcorea conecten sus sistemas ferroviarios. ¿Qué significa eso?

"Japón se ha integrado a esto, para ayudar a financiar esto, estableciendo un fondo de indemnizaciones para financiar la construcción de este empalme, la conexión de los sistemas ferroviarios de Norcorea y Sudcorea. ¿Qué significa eso? Significa, para el Japón, que desde el puerto de Pusan, en el extremo sur de Corea, hasta Rotterdam tenemos una conexión continua a través de Eurasia. Esto significa que tendremos beneficios parecidos para China. China ahora trabaja en conexiones férreas que van de China, a través de Birmania, a Bangladesh e India. Tenemos ahora en proceso la posibilidad de abrir un mercado gigantesto a corredores de transporte, para el desarrollo del continente de Eurasia.

"China tiene un mercado tremendo. Es un país pobre en gran medida, pero tiene un mercado tremendo. Necesita el tipo de cooperación a través de la cual pueda usar crédito a largo plazo para su desarrollo interno, puede costear lo que necesita para su propio desarrollo interno a largo plazo, mediante la cooperación con las naciones vecinas".

LaRouche dijo que quería preservar la estabilidad de la península de Corea, para lograr su reunificación a largo plazo, pero que además había que tomar en cuenta los intereses de China, de Rusia, y las relaciones entre China e India, y Pakistán, entre otros. Dijo que de él ser el Presidente de los EU, solicitaría la ayuda de Jian Zemín de China, para encontrar una solución. "Les garantizo que yo tendría exito". Además le recomendó al presidente Bush que involucrara al ex presidente Clinton en las negociaciones. Clinton "estaría dispuesto a fortalecer la realización de este asunto", dijo. "Y creo que el gobierno de China, con Jiang Zemín, estaría muy contento con esta proposición", dijo LaRouche. "Lo importante es deslavarle el cerebro a Bush, librarlo de la garra de estos gallinazos" belicistas en su gobierno.