Cuentan que uno de nuestros caudillos, en busca de la reelección, llegó a un pequeño poblado a hacer campaña. "Y cuando yo gane", decía, "les haremos una escuela, un pozo, y un puente". Un campesino ladino, de ésos que tenemos por ahí, prorrumpió: "Pero, Sr. Presidente, no tenemos río". Y el político respondió: "¡Pues, les haremos un río también!"

La conseja nos vino a la mente cuando el Departamento de Comercio de los Estados Unidos anunció el 30 de abril que el Producto Interno Bruto (que más bien debería llamarse el Producto Interno de los Brutos), subió 5,8% durante el primer trimestre del 2002, lo que ciertamente indica que la recuperación económica está en marcha, ¿verdad? El 7 de mayo, el Departamento del Trabajo de EU nos trajo más buenas noticias: la productividad aumentó 8,5%.

Aunque debiera ser obvio que es imposible que hubiera tal recuperación en marcha, cuando el propio gobierno tuvo que confesar que la tasa de desempleo actual anda tan alta como en 1994, cuando el país se encontraba oficialmente en una "recesión", y cuando las principales empresas del país están reportando pérdidas multimillonarias (por ejemplo, AOL-TimeWarner, el leviatán de la internet y el entretenimiento, y dueño de la CNN, reportó pérdidas de 54 mil 300 millones de dólares, ¡equivalente al PIB de un país de mediano tamaño!, en el primer trimestre), todavía hay quienes no sólo quieren comprar el puente, sino tirarse de él —¡de cabeza!—, cuando no hay río abajo que los apañe.

La economía mexicana recibirá "un jalón de la recuperación estadounidense", dijo Guillermo Ortiz, gobernador del Banco de México, quien pronosticó que la economía mexicana crecerá de forma acelerada en los próximos meses. El presidente argentino Eduardo Duhalde también expresó la esperanza de que la nueva bonanza estadounidense salpique a la maltratada economía de su país, sacándola de aprietos.

Para que esté claro: el PIB no subió, la productividad no aumentó. No hay ninguna recuperación económica en marcha. Lo que sí aumentó fue el desempleo y el número de empresas que reportaron pérdidas o que quebraron o amenazan con declararse en quiebra. Y disminuyó el número de viviendas vendidas en enero por 14,8%, lo que es un mal augurio, ya que la burbuja de bienes raíces es lo que ha venido manteniendo a flote el consumo interno de los EU. Encima, el dólar está devaluándose.

En cuanto a México y demás, las cosas pintan muy mal, ya que cayeron las inversiones extranjeras con las que EU cubría el déficit de su balanza comercial, lo que significa que tendrá que recortar sus importaciones drásticamente.

¿Pero cómo puede ser que nos pinten todo color de rosa, si no es cierto? Josef Goebbels, el ministro de Propaganda de Hitler, decía "repite una mentira lo suficiente, y la gente la creerá", especialmente si no quiere enfrentar la verdad. Examinemos tres de estas grandes mentiras, una por una.

Tres grandes mentiras

• Primera: El PIB subió. Mentira. De por sí, el PIB es un índice engañoso, ya que incluye todo, desde la producción de bienes tangibles necesarios, a servicios útiles e inútiles, hasta los ingresos de la mujer pública en la esquina y del narcotraficante del vecindario. Aún así, tuvieron que hacer trampa para salir con las cifras recientes. Y no podía ser de otra manera, cuando empresas poderosas de renombre como Xerox, WorldCom, la segunda empresa telefónica de los EU, y U.S. Airways, la cuarta aerolínea más grande de los EU, acaban de anunciar que posiblemente tengan que declararse en bancarrota, y otras como la General Electric y Microsoft perdieron 60 mil millones de dólares de su capitalización, cada una, en el primer trimestre. Y está el caso, como ya dijimos, de AOL-TimeWarner, el gigante del entretenimiento —cuyo presidente, Jim Kimsey, se ha reunido con los jerarcas del cartel narcotraficante de las FARC—, que reportó pérdidas de 54 mil 300 millones de dólares en el primer trimestre. Etc.

¿Cómo hicieron el engaño?[FIGURE 201]

Uno de los métodos que emplearon fue el llamado "cálculo hedónico". El Departamento de Comercio partió del supuesto que las ordenadoras y los programas de computación que compraron las empresas eran más poderosos que antes. De allí que, aunque las empresas en realidad gastaron 491 mil 500 millones de dólares en equipo y programas de computación en el primer trimestre, luego del "ajuste hedónico" del Departamento de Comercio, ese renglón aumentó a ¡888 mil millones de dólares! Y resulta que este componente de las compras de computadoras, por cuenta propia significó un aumentó de 1,3% del PIB, casi la cuarta parte del aumento total de 5,8%.

Otro truco que emplearon fue el de "ajustes de inventario". Según el Departamento de Comercio, la iniciativa privada redujo su inventario de bienes en 36 mil 200 millones de dólares en el primer trimestre de 2002, mientras que en el cuarto trimestre del 2001, el monto de la reducción fue mayor: de 119 mil 300 millones de dólares. Como la reducción del inventario en el primer trimestre del 2002 fue 83 mil 100 millones de dólares menor que la del cuarto trimestre de 2001, el Departamento de Comercio ¡lo contó como un aporte positivo de 83 mil 100 millones de dólares a la economía! Esto le añadió 3,1% al PIB. Y, como se infló el costo de la vivienda, esos 17 mil 900 millones de dólares adicionales en bienes raíces, también se sumaron como 0,6% del crecimiento del PIB. Vemos, pues, que con sólo estas tres engañifas tenemos 5% del supuesto aumento de 5,8% del PIB; y el otro 0,8% es igual de fraudulento (ver gráfica 1).[FIGURE 201]



Segunda: Aumentó el número de trabajadores no agrícolas por 43.000 en abril. Mentira. Este cuento lo inventó el Departamento del Trabajo para dorar la píldora de que el porcentaje oficial de desempleo ha subido al mismo nivel que en 1994, cuando el país oficialmente atravesaba por una "recesión". Y eso es en términos oficiales; el desempleo real es mucho mayor.[FIGURE 202]

Y de hecho, todas las agencias cablegráficas en sus informes sobre la situación del empleo en abril, resaltaron el supuesto aumento de empleados no agrícolas; pero ni una informó que el número de desempleados aumentó en 483.000, porque eso rompería la ilusión de la "recuperación".

En cuanto al aumento del número de empleados no agrícolas, en marzo, el Departamento del Trabajo también anunció un aumento de 58.000 empleados en esa categoría, sólo para anunciar poco después, que luego de una revisión, en vez de un aumento de 58.000, hubo una disminución de 21.000 empleados en esa categoría. En febrero, anunció un aumento de 66.000 empleados, y poco después revisó las cifras y, ¡qué sorpresa!, no hubo tal aumento, sino una disminución de 2.000 empleados en esta categoría (ver gráfica 2). ¿Quieres apostar que pronto revisarán las cifras de abril hacia abajo?



Mientras, las empresas siguen anunciando cesantías: Lucent echará a 6.000; Ericsson a 17.000; etcétera.

• Tercera: EU podrá seguir importando para siempre. Mentira. Esa vino del secretario del Tesoro de los EU, Paul O'Neill, quien le dijo a una comisión del Senado el 1 de mayo, que no hay por qué preocuparse del déficit en la cuenta corriente. "Mientras tengamos el mejor clima de inversiones en el mundo, la gente de otras naciones seguirá enviando sus ahorros acá, donde esos recursos financian nuestro crecimiento económico y la creación de empleos", dijo. EU ha cubierto ese déficit con inversiones extranjeras, debido a la supuesta solidez del dólar. y es así como ha podido seguir importando. Pero ahora, el dólar está bajando, e igual las inversiones extranjeras. El dólar perdió casi 4% frente al yen en abril. El dólar también se devaluó 3% en relación al euro.

La edición alemana del Financial Times del 7 de mayo, dijo que las inversiones extranjeras en valores estadounidenses en los primeros dos meses de este año, disminuyeron 75% en comparación al mismo período del año pasado. Las cifras del Tesoro de EU muestran que, aunque son necesarios unos mil 500 millones de dólares todos los días hábiles para financiar el déficit comercial y evitar que el dólar caiga, en enero las inversiones netas sólo sumaron 9,5 mil millones para todo el mes. Un analista de CITIFX le dijo a Reuters que la última semana de abril le puso "el último clavo en el ataúd al dólar", y advirtió que podría devaluarse hasta en 7% en las próximas semanas.

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