LaRouche se dirigirá al mundo el 28 de enero con una alternativa al "parche" económico de Bush


Lyndon LaRouche . (Videoconferencia a nivel mundial -2002)

Lyndon H. LaRouche, el precandidato presidencial demócrata estadounidense, presentará un "informe a la nación" y al mundo, que se transmitirá por internet con traducción simultánea al español el 28 de enero a la 1:00 p.m. (hora del este de Estados Unidos), según dio a conocer su comité de campaña, LaRouche in 2004. En la alocución, que podrá verse por www.larouchepub.com/spanish y www.larouchein2004.org, LaRouche hablará sobre la depresión económica en la que el mundo está imerso, misma que ya entra en su fase final, y planteará las soluciones que ni la Presidencia ni el Congreso de EU han querido plantear hasta ahora.

El presidente George W. Bush develó el pasado 7 de enero un absurdo paquete de "estímulo" económico de 670 mil millones de dólares que presenta dos características fundamentales: primero, su miedo sobrecogedor a enfrentar la realidad de la desintegración del quebrado sistema económico y financiero mundial, en la peor crisis sistémica de los últimos 500 años; y la admisión de que su equipo económico no tiene la más mínima idea de qué hacer al respecto. El Partido Demócrata, que dirige la líder de la mayoría del Congreso, Nancy Pelosi (de California), acaparó los encabezados de la prensa con sus críticas escandalosas al "estímulo" de Bush. Pero la alternativa demócrata, aunque señala algunos problemas reales, también rehusa admitir la naturaleza de la crisis u ofrecer la más remota solución a la misma.


George W. Bush

Como LaRouche dijo el 8 de enero, "hasta el momento, a pesar del reconocimiento general de que el mentado 'paquete de estímulo' de Bush no es sino una consigna para su campaña de reelección, y de las críticas al mismo, el hecho es que ninguno de sus críticos, excepto la campaña de LaRouche, atiende a la realidad de lo que ahora enfrentan EU y el mundo. No menciona la realidad de la naturaleza de la crisis económica y financiera, de las relaciones entre los estados afectados por una depresión planetaria, de modo que la gente parlotea, para ver quién es el crítico más acerbo. ¡Pero en realidad no dicen nada!".

Lo que la dirigencia de los partidos Demócrata y Republicano se niega a reconocer, lo ejemplifica la espeluznante caída del dólar de los pasados 12 meses, sobre todo los últimos dos. En 2002, el dólar cayó en relación a las principales monedas del mundo —por ejemplo, 14% ante el euro—, y la fuga de capitales del dólar sigue en 2003. El derrumbe del dólar se debe más que nada a la bancarrota del sistema financiero y bancario de EU. Pero no se trata sólo de la moneda estadounidense, sino de la moneda del comercio y el crédito mudial, que, conforme se siga hundiendo, podría destruir al sistema financiero internacional, que se basa ,en el dólar.

Frente a esta realidad, ¿qué puede hacer un paquete de "estímulo" elaborado por liliputienses mentales? El problema no son los aspectos particulares del "paquete" —aunque no son peccata minuta—, sino más bien la negación de la clara naturaleza sistémica de la crisis y la incapacidad resultante para idear una alternativa que la resuelva. La destrucción de las economías y poblaciones alrededor del mundo, continuará irrefrenable.


Programa de radio, vía internet "The LaRouche Show"

El 4 de enero, LaRouche dijo en el programa de internet, "The LaRouche Show", que lo que de verdad se necesita es una movilización de emergencia en torno a una misión global de reconstrucción de la infraestructura con las tecnologías más avanzadas, para contrarrestar al fallido proceso de formulación de políticas de los últimos 35 años y permitirle a los gobiernos someter al sistema monetario y a los bancos centrales (como la Reserva Federal de EU) a un proceso de reorganización por bancarrota. Este es un verdadero programa de recuperación, la vara con la que han de medirse otros "programas económicos". - La política de Bush -

En estos momentos, Bush necesita toda la ayuda posible, pues parece que lo que leyó en su apuntador electrónico ante el Club Económico de Chicago lo hicieron en una licuadora como receta para las elecciones de 2004 personas como el asesor político Carl Rove, monetaristas montpelerinistas como el jefe del Consejo de Asesores Económicos del Presidente, Glenn Hubbard, y cualquier otro loco que haya pasado por ahí. El problema fundamental sigue siendo la negativa a bregar con la realidad de la crisis terminal. Además, si el paquete de "estímulo" tiene deficiencias graves, sólo empeorará la crisis.

Parece que el 'estímulo' de Bush, en su forma actual, no tiene la más mínima oportunidad de ser aprobado por el Congreso. Varios senadores republicanos y gobernadores de ambos partidos han expresado varios grados de oposición.

El núcleo del paquete de 674 mil millones de dólares para los próximos 10 años, es una propuesta para eliminar por completo los impuestos federales a las ganancias de personas físicas por transacciones bursátiles. Esta propuesta costará de 364 mil millones de dólares, dizque para rendir un beneficio a los contribuyentes de entre 280 y 320 mil millones; el resto va a otros renglones. El Centro de Prioridades Presupuestales y Políticas hizo un análisis de la distribución de dichos beneficios, en el supuesto que se distribuyeran 280 mil millones de dólares. El 0,2% de los principales contribuyentes —226 mil— recibiría 70 mil millones de dólares en beneficios; un 1% de los mayores contribuyentes (incluyendo al 0,2.% antes mencionado) recibiría 117.000 millones; 5% recibiría beneficios por 176.400 millones; y finalmente, el 10% recibiría 210 mil millones de dólares. El 90% restante, que suma 120 millones de contribuyentes menores, recibiría apenas 70 mil millones de dólares, lo mismo que recibiría el minúsculo 0,2% arriba mencionado.

Otras provisiones del programa del Presidente incluyen: un aumento inmediato en la cantidad de dinero que puede deducirse del ingreso gravable por hogar, por cada hijo —de 600 a 1.000 dólares— con un costo a diez años de 87 mil millones de dólares, y que los pequeños empresarios puedan deducir de una sola vez de sus impuestos los gastos de inversiones nuevas, con un costo de 16 mil millones a 10 años.

Otra provisión adicional, que establecería "cuentas personales de reempleo" para ayudar a los desempleados a encontrar trabajo o recibir capacitación, representaría un costo de 3.600 millones de dólares. De repartirse esta cantidad entre los 8,2 millones de desempleados, según cifras "oficiales", les tocarían sólo 439 dólares por persona, que representan unas tres semanas de beneficios de desempleo.

Como resultado del derrumbe de la economía física real de EU y, por tanto, de la recabación de impuestos, el ingreso para el año fiscal de 2003 en EU podría alcanzar un déficit sin precedentes de hasta 500 mil millones de dólares. La adopción del paquete de estímulo empeoraría la crisis presupuestaria e iniciaría un ciclo despiadado de cortes presupuestales.

Sin embargo, el derrumbe económico que acelera podría ofrecer la mejor oportunidad para acabar con esta propuesta de ley.

La crisis final

El apalancado sistema financiero mundial en bancarrota está entrando en su fase final de desintegración. La caída del dólar es el heraldo de este proceso. Entre el 2 de enero y el 31 de diciembre de 2002, el dólar pasó de una paridad de 1 euro por 90,36 centavos de dólar, a 1 por 1,05 dólares; una caída del 14% (ver gráfica 1). De igual modo, durante el 2002 el dólar cayó 11.1% frente al yen japonés, y también cayó ante el franco suizo y la libra esterlina británica.

Pero lo más importante es el salto del precio del oro en el Mercado de Mercancías de Nueva York, de 278,90 dólares por onza troy el 2 de enero de 2002, a 347,60 el 31 de diciembre del mismo año; un aumento de 24,6% (ver gráfica 2). Este es el mayor aumento anual en dos décadas. El que el oro haya rebasado la barrera de los 300 dólares por onza, indica que algo muy importante está sucediendo. La caída del dólar podría echar abajo al ya disminuido papel de "EU como importador de último recurso", del que tantas naciones dependen, y que a su vez depende de un dólar "artificialmente" fuerte.

Más de 40 estados de la Unión Americana enfrentan la "peor crisis fiscal desde la Segunda Guerra Mundial", según la Asociación de Gobernadores Estatales. Los sistemas de transporte aéreo y ferroviario de EU se vienen abajo. Dos de las principales líneas aéreas quebraron en 2002, y en una audiencia del Congreso del 9 de enero, ejecutivos de compañías aéreas hablaron de más bancarrotas para 2003. Para detener la caída, EU debe reconstruir y mejorar sus redes ferroviarias, sus sistemas hidráulicos, de energía, etc., por medio de grandes obras de infraestructura.

El hecho de que el derrumbe de cada sector de la economía sea simultáneo y tan profundo, nos habla de una crisis de desintegración sistémica. Ante esto, no hay plan de estímulo que valga. No hay tiempo para la negación. Debemos "detener la fibrilación del sistema", como dijo LaRouche, siguiendo sus pautas.