La geometría física como estrategia Reconstrucción mundial o guerra perpetua

Discurso que pronunció Lyndon LaRouche el 21 de marzo ante la conferencia internacional del Instituto Schiller en Bad Schwalbach, Alemania, bajo el título de, "Cómo reconstruir un mundo en bancarrota".

En Washington tiene lugar una mezcla de farsa y tragedia. Es como una farsa shakespeariana, en la que el presidente George Bush desempeña el papel del rey Lear y el vicepresidente Dick Cheney el de lady Macbeth. Pero este es un asunto muy serio. A veces los bufones hacen lo que otros no se atreverán a hacer, y a veces aquél que desea que se cometa un gran crimen encuentra un bufón que lo haga, pues éstos no se echan para atrás porque no saben lo que hacen. Como este pobre Presidente, que sinceramente no sabe lo que hace. No tiene idea de la realidad en la que se mueve.Lo que tenemos que entender es que, en esta tragedia, como en toda tragedia clásica, en todas las verdaderas tragedias de la historia, la raíz del desastre no son los dirigentes de los pueblos, no son las instituciones principales, son los propios pueblos los que traen hacia sí el desastre al elegir o apoyar dirigentes que son los agentes del desastre. Eso es lo que enseñan las tragedias griegas, eso es lo que enseña William Shakespeare, lo que enseña Federico Schiller, esa es la verdad.


Dick Cheney, George W. Bush, Colin Powell y Donald Rumsfeld

Por tanto, cuando arribamos a una época de crisis, la gente, primero que nada, debe examinarse a sí misma, y al examinar a los falsos dirigentes, debe ver dentro de sí y buscar el error por el cual se ha hecho cómplice del daño creado por tales dirigentes.

Lo que ahora nos sucede en el mundo no me cayó de sorpresa. He estado consciente de esto de forma más o menos clara por más de 40 años. Vi las cosas que sucedieron, en especial al final de la guerra. Yo fui soldado durante la guerra. Vi, inmediatamente después de la guerra, la transformación de aquéllos con los que combatí. Vi la era del presidente Harry Truman, una era perversa, que sucedió a una era heroica, la del presidente Franklin Roosevelt. Vi entre aquellos que mostraron la valentía del soldado en la guerra que, al regresar a sus hogares en los Estados Unidos, muy pronto, al cabo de uno o dos años, habían capitulado a sus temores. Capitularon a la presión de sus esposas, a sus propios miedos, al miedo de decir algo fuera de lugar, de que si no decían lo que se esperaba de ellos, en el período del mentado conflicto soviético–estadounidense, serían aplastados, perderían sus empleos, sus familias sufrirían, no podría lograr su deseo de formar una familia. De modo que se arrastraron, un 90% o más de aquéllos que regresaron como soldados se arrastraron.

Desde fines de los 1940 y los 1950 adoptaron el hábito de arrastrarse. Se arrastraron, se degradaron a sí mismos, les enseñaron a sus hijos a tener cuidado, a aprender cómo adaptarse en la vida, a aprender a degradarse a sí mismos. Y luego salieron de eso, porque Dwight Eisenhower reemplazó a Truman. Eso fue importante, fue una ganancia. Truman era un hombre muy perverso. Era un hombrecillo estúpido, pero perverso. Y la razón por la cual nos deshicimos de él, fue para salvar al país de lo que él representaba. Y, puesto que Eisenhower había sido un general que representaba la mejor tradición militar de los EU, y dado que los seguidores del entonces primer ministro británico Winston Churchill y de Truman representaban una nueva tradición, una tradición maligna, Eisenhower representó un período de estabilidad y de reagrupamiento para el pueblo estadounidense.

En el momento en que murió, o que más bien dejó el gobierno, se desató el infierno. Tuvimos Bahía de Cochinos, la crisis de los proyectiles en Cuba, el asesinato del presidente John F. Kennedy, que era parte del esquema. A Kennedy no lo asesinó Lee Harvey Oswald, lo asesinaron con una operación especial al interior de nuestro país llamada sección de guerra especial, que es la que hace este tipo de cosas. Después nos tiramos de cabeza en la Guerra de Vietnam, bajo el presidente Lyndon Johnson, pero él no fue responsable de eso. Se llevó a cabo como parte de un proceso. Y desde ese momento vamos derecho al infierno. No de manera inmediata, pero en esa dirección. Nos llevaron a la degeneración, a una degeneración representada por la Guerra de Vietnam, por la contracultura de las drogas, el rock y el sexo que corrompió a la mayoría de los jóvenes que entraban a las universidades en ese entonces, y que nunca se recuperaron de los efectos de eso.

Nos volvimos corruptos

Paso a paso, nos transformaron de ser la sociedad más productiva del planeta —¡con la mayor productividad per cápita del mundo!—, en una sociedad parasítica consumista, que vive de su poder para obtener concesiones de otras partes del mundo. Saqueamos al mundo para alimentarnos, en la creencia de que estábamos así porque nos habíamos convertido en una sociedad consumista. Destruimos el instinto de trabajo honesto de nuestro pueblo y lo convertimos en un instinto de buscar de dinero, que ahora incluso vive de tarjetas de crédito en vez de ganarse el dinero. La deuda agobió a todos. Nos volvimos corruptos, nuestra cultura se corrompió, nuestros espectáculos se degradaron, nuestras prácticas económicas se degradaron. Las universidades apenas se reconocen hoy como instituciones de aprendizaje. Ya no educamos a nadie en nuestras escuelas, o rara vez. Los entrenamos para aprobar un examen de opción múltiple, cuestionarios preparados. Calificamos las respuestas a dichos cuestionarios por computadora. Los estudiantes no saben nada. Han aprendido a pasar los exámenes, y no se les premia por pasarlos. Se premia, relativamente, a las instituciones de los estudiantes, se recompensa al estado, se recompensa a los funcionarios públicos por esta corrupción. Tenemos que los graduados de las universidades no saben nada de nada, pero ostentan su título. Son profesionalmente retardados.

Ya no manufacturamos nada; tenemos modelos computarizados. Despedimos a los ingenieros, que eran los ingenieros experimentales, y los reemplazamos por ingenieros en computación. Toman sus modelos y sacan sus fórmulas de la computadora. Combinan todas estas fórmulas y te dicen que eso es un automóvil, no importa que se vuelque si vira a más de 75 km/hora. Eso puede ser letal para uno.

Producimos productos que no funcionan. Por ejemplo, cuando vas a una tienda en los EU no encuentras más que chatarra, no los productos que antes era un placer poseer. Pura basura, producida por virtual mano de obra esclava en varias partes del mundo. En tal estado nos encontramos. Nos hemos vuelto moralmente decadentes y, debido a que nos hemos permitido ser así, de este y otros modos, ahora recibimos el castigo por el tipo de dirigentes que hemos seleccionado para conducirnos a las fauces de la degradación.

Así que nos tocó George Bush. Cómo nos tocó es por demás interesante. Tal vez su padre pudiera explicarlo, o a lo mejor es culpa de su madre, no lo sé. Pero nos tocó porque se tomó la decisión de que no se permitiría participar en las elecciones del año 2000, de forma creíble, a ninguna persona calificada para ocupar la Presidencia. Teníamos a Al Gore, que es más peligroso que George Bush; nos habría llevado a la guerra desde seis meses o un año antes. A él lo tiene cautivo la misma gente que controla a George Bush hoy. George Bush es un hombre sin ninguna competencia, cuya comprensión de la geografía es menos que limitada, y que tiene problemas, graves problemas.

Pusimos a un individuo en el puesto, y la alternativa era igual de incompetente. Pusimos a un incompetente como ejecutivo del gobierno de los EU, en un momento en el que el mundo se hundía en la peor crisis de la historia moderna. "Él tomará las decisiones". Por supuesto que no, él es una marioneta, una marioneta llena de impulsos emocionales y de hilos sueltos, de los que otros tiran para que haga lo que ellos quieren. Aclararé esto.

Pero también trato de aclarar, al discutir la tragedia, que un tiempo de tragedia es un tiempo para buscar lo sublime. Cuando un pueblo descubre que se ha venido comportando de forma estúpida por mucho tiempo, y que eso lo lleva a la perdición, por su propia estupidez, por sus propias opiniones insensatas, por sus creencias estúpidas acerca de lo que es correcto y lo que no, en ese momento, la gente enfrenta una gran crisis, una gran amenaza. Si la amenaza es lo suficientemente grave, quizás se preguntará ella misma, ¿en dónde nos equivocamos? Y mientras siga echándole la culpa a los dirigentes, nunca encontrará la respuesta. Es cuando asume su propia culpabilidad que el remedio está al alcance de la mano, porque tiene que encontrar dentro de sí misma qué fue lo que la llevó a seguir el camino a la degradación.

Esto siempre ha sido así en la historia. En realidad, la humanidad nunca ha mardurado. En todas las civilizaciones se han emprendido grandes empresas en la creación de los Estados. Algunas de éstas son notables como logros, pero luego degeneraron, como lo señala Solón en su carta, el poema que escribió hacia el fin de su vida, en la que les dice a los atenienses cómo habían degenerado, años después de que él los guiara a la libertad.

Esta es la historia de la humanidad. Se producen las grandes empresas de la formación de los Estados y luego degeneran, y a la gente le complace esto. Se acostumbran a ello. Se convierte en su forma de vida, en sus opiniones, y luego viene una época de crisis donde la interrogante es si pueden descubrir su honor, descubrir la verdad y cambiar de modo de pensar, en función de cambiar el modo en que se comportan.

Y es así como a menudo la humanidad se ha renovado a sí misma. Porque ha arribado a lo sublime, no sólo al reconocimiento de que lo que venía haciendo está equivocado, sino de que, si busca las respuestas, podría hallarlas, pudiera haber maestros y líderes que aporten dichas respuestas o que marquen la pauta, y así se han salvado las naciones.

El caso de Franklin Roosevelt

El caso de Franklin Roosevelt es ejemplar. A partir de 1901, cuando los británicos y otros asesinaron al presidente McKinley, hasta 1932, cuando Franklin Roosevelt fue elegido presidente en las elecciones generales, los EU sufrían predominantemente un proceso de degeneración. Teodoro Roosevelt era un heredero e ideólogo de la Confederación a la que se había derrotado. Y eso era lo que él representaba: la degeneración. Él habría sido un fascista, de haber tenido tiempo de completar su obra. Hubo un período de Taft, del presidente Taft, un republicano de Ohio, que no era tan malo, pero luego tuvimos a otro fascista, Woodrow Wilson, que fue el individuo que fundó, o refundó al Ku Klux Klan en los EU, desde la Casa Blanca. Ese era el presidente, el presidente del Ku Klux Klan en la Casa Blanca. Europa tuvo algo de experiencia con este caballero.

Luego tuvimos a Harding, que era una persona contradictoria. Después a Calvin Coolidge, quien no era contradictorio, sino perverso. Tenemos entonces que el aparato que puso a Coolidge en el poder controló al gobierno de Hoover, hasta el momento en que Roosevelt tomó posesión en 1933.

Así que tuvimos treinta y dos años de degeneración de los EU y, por fortuna, vino Franklin Roosevelt en ese momento, cuyo abuelo fue colaborador de Alexander Hamilton y quien llevó a la práctica este lado de su tradición patriótica familiar como gobernador del estado de Nueva York, para sacar a los EU del infierno en que se hallaban, al ganar una elección por la causa del hombre común, el llamado "hombre olvidado", al que se había oprimido durante esos treinta y dos años, bajo Teddy Roosevelt, Wilson, Coolidge y Hoover. Él le devolvió la conciencia a los EU de vuelta a los principios sobre los que se fundaron, los principios de Abraham Lincoln, los principios de John Quincy Adams, y nos renovamos a nosotros mismos, como nos renovó Lincoln de nueva cuenta bajo su Presidencia.

Estos son ejemplos de lo sublime. Cuando surgen líderes de dentro de una nación, para sacarla de su degradación, proporcionando las soluciones que la nación está lista a escuchar en ese momento de crisis.

Ahora nos encontramos de nuevo en una situación semejante. Desde el asesinato de John F. Kennedy, que se cometió para dar marcha atrás a la tradición de Franklin Roosevelt, los EU han sufrido un largo proceso de degeneración, más profundo en muchos aspectos, que nunca antes en nuestra historia nacional. Y así, nos dieron dos candidatos a la Presidencia, los dos candidatos principales en el año 2000 que se ajustaban a las aspiraciones del pueblo estadounidense, fueras éstas por gusto o por negligencia. Y lo que padecemos hoy en los EU, y alrededor del mundo, es el resultado de esa elección, de esa negligencia del mismo pueblo de los EU, además de los pueblos de Europa.

Vemos lo que ha sucedido recientemente, en el caso del canciller alemán y el presidente francés. Que el horror que se les presentaba, la combinación de una depresión mundial y la amenaza del estallido general de una guerra, no sólo en Iraq, sino una guerra global, los espantó de tal modo, que el canciller alemán, el presidente francés y el presidente ruso formaron lo que pasó a conocerse como el llamado Triángulo Europeo, como resistencia a las presiones provenientes de EU; resistencia, porque reconocieron no se trataba de una guerra contra Iraq, sino que, como el ministro de Relaciones Exteriores de Francia declaró en las deliberaciones de la ONU, ésta era una guerra contra la civilización, una expresión de una política estadounidense, política que representaba una amenaza contra toda la civilización.

A partir de aquí, la historia es como sigue:

El 3 de enero de 2001, la víspera de la toma de posesión del presidente George Bush, realicé una videoconferencia internacional que se transmitió vía internet, de qué sucedería, en mi opinión, bajo el presidente electo George Bush. Básicamente pronostiqué lo que ha pasado hasta ahora. Yo no sabía lo del 11 de septiembre de 2001, pero lo en cierta forma lo pronostiqué, como sigue.

Remóntense a la Alemania de 1928–1933. En 1928 cayó el gobierno de Müller, que era un reflejo del azote de una crisis financiera global, crisis económica que golpeaba severamente a Alemania en particular, y en especial bajo la dominación extranjera de las potencias de Versalles. Nadie resolvió el problema. En 1931, había una comprensión de cuál era la solución, pero no se instrumentó. Llegamos a 1932–33, con el canciller Von Schleicher, quien, bajo condiciones ideales, hubiera sido un canciller efectivo para evitar la guerra. ¿Por qué? Porque Franklin Roosevelt fue elegido en noviembre de 1932, aproximadamente en el mismo período en que Von Schleicher fue nombrado canciller de Alemania. Si no hubieran derrocado a Von Schleicher, entonces todavía hubiera sido canciller para cuando Roosevelt tomó posesión de la Presidencia de los EU en marzo de 1933. De modo que, si Von Schleicher hubiera sido canciller en marzo de 1933, los EU y Alemania hubieran cooperado en programas internacionales como los de Roosevelt. No habría habido guerra mundial.

Lo que intervino fue que un grupo de fuerzas alrededor del ex jefe del Banco de Inglaterra, [Montagu Norman,] y su socio de la familia Harriman, el abuelo del actual Presidente de los EU, Prescott Bush, movilizaron el dinero, controlado por los estadounidenses, pero bajo la tutela de los británicos, para salvar al Partido Nazi y a Hitler del olvido que bien merecido tenían. No sólo salvaron a Hitler y al Partido Nazi del olvido —de hecho, Hitler pensaba en el suicidio—, sino que el 28 de enero de 1933, presionaron a Hindenburg para tumbar a Von Schleicher, y Hitler se convirtió en canciller el 30 de enero.

Poco después, en marzo, los nazis organizaron lo que se llamó el incendio del Reichstag (el Parlamento alemán—ndr.). De inmediato se instrumentó un decreto, ideado por el hombre que creó a Leo Strauss, a quien me referiré un poco más aquí. Pero éste, Carl Schmitt, creó el Notverordungen, cuya instrumentación, bajo las circunstancias del incendio del Reichstag, convirtió a Hitler en dictador, y a partir de este hecho, y lo que siguió con la ola de asesinatos del período del verano de 1934, la Segunda Guerra Mundial se hizo inevitable. No había fuerza en el planeta que la detuviera. Lo único que podíamos hacer era prepararnos para ella.

Ahora bian, hoy no estamos en una situación tan mala, pero esa era la situación entonces.

Un sistema condenado al fracaso

Lo que pronostiqué en mi discurso del 3 de enero de 2001, fue que hoy estamos en una situación en la que, ya para el año 2000, los EU vivían un proceso hiperinflacionario, es decir, que el ritmo al que se imprimía o se emitía de otras formas el dinero para rescatar los valores financieros en ruina, era de tal magnitud, que nos encontrábamos en una espiral hiperinflacionaria. Eso significó que el sistema de la posguerra, en particular el sistema de las tasas de cambio flotantes posterior a 1971, estaba en su fase final. Estaba condenado al fracaso. Nada podía haber salvado a dicho sistema, ni entonces ni ahora. El FMI en su forma presente no puede sobrevivir. Y si sobrevive, entonces la raza humana no sobrevivirá.

Así que dije eso en enero, ahí nos encontrábamos. Por tanto, podíamos esperar, dada la naturaleza del gobierno de Bush y las fuerzas involucradas, no sólo una depresión, una depresión acelerada —y que de hecho se ha disparado desde entonces, pero que ya estaba en proceso desde antes—, sino que debíamos esperar que ocurriera un acontecimiento como el incendio de Reichstag, un acto terrorista que se usaría como pretexto para instaurar un gobierno de emergencia en los EU, el cual lanzaría entonces una guerra, o adoptaría una postura guerrerista, para tratar de controlar la situación política mediante una guerra generalizada, en lugar de encarar la crisis económica.

Ahora bien, hay algunos que piensan que la guerra contra Iraq es una guerra contra Iraq. No es una guerra contra Iraq; es una guerra que usa el pretexto de Iraq para empezar una guerra mundial. El objetivo detrás de esto es una guerra mundial, no una guerra de Iraq. Si no se le pone alto, no habrá una posguerra de Iraq. La guerra de Iraq no acabará nunca. Puede ser que Iraq sea destruido dentro de los próximos días o semanas, pero la guerra de Iraq nunca acabará; porque se irá a otra guerra, bajo un gobierno completamente comprometido a imponer un imperialismo mundial fascista. Voy a dejar claro lo que esto significa.


Calles de Bagdag, 28 de marzo de 2003

Tenemos que ponerle un alto. Esta guerra no es inevitable. Su prolongación no es inevitable. Tenemos que detenerla. Aquéllos que dicen, "aceptemos que es una guerra inevitable", y tratan de poner en orden las cosas posteriormente, son unos tontos. No hay un después; sólo hay una guerra continua. Podrían contar con que ocurrirá el bombardeo de Corea del Norte casi automáticamente, en este contexto, si no se le pone alto. Y no cesa ahí: Irán ya está en la lista de objetivos, y está guerra puede extenderse a Irán ya mismo. Puede estallar la guerra por todo el Oriente Medio si continúa, si no se le pone alto, a menos que se pare la guerra en su totalidad.

China es una de las naciones blanco de esta guerra, lo que les da una idea de las dimensiones de lo que enfrentamos. Tenemos que ponerle alto a esta guerra.

Hay un lado positivo de esta situación. Ya me referí a ello, el llamado Triángulo Europeo. El miedo que ha azotado a Europa y la respuesta positiva que ya hemos tenido de Chirac, al igual que de su ministro de Relaciones Exteriores, del canciller de Alemania, de otros, y de Rusia también, —creo que la respuesta de Rusia es un giro muy positivo—, significa que el mundo reconoce que este es un peligro que hay que detener.

También tenemos al mismo tiempo, en Asia oriental, en Sudasia, en el Sudeste de Asia, un reconocimiento de los problemas y las crisis entre las naciones que componen el llamado Triángulo Estratégico de Rusia, China e India. Este es un triángulo de naciones las cuales, si acuerdan cooperar, representan un fulcro de estabilidad, tanto económica como general, para toda la región de Asia. Esto incluye el complejo del norte de Asia, las dos Coreas, las dos partes de Corea que deben unificarse en un grado u otro. También incluye esa parte de China adyacente a Corea. Incluye parte de Rusia. Incluye también las fuerzas industriales en Japón que se oponen a la política belicista del primer ministro actual.

Esas fuerzas saben que necesitan un programa de recuperación. Saben que un programa de recuperación y cooperación es la única fuerza que existe contra la propagación de esta guerra. Hay fuerzas en Europa, al igual que en Asia, que reconocen la importancia de lazos más estrechos de cooperación, especialmente basados en la economía, en la transferencia de tecnología a largo plazo entre Europa Occidental y Asia.

Estas cosas tienen que ocurrir ahora.

Por tanto, esta es una fuerza para el bien. La cuestión es, ¿cómo la hacemos efectiva, esta fuerza para el bien, cómo la hacemos efectiva? Primero que nada, ¿cómo la hacemos un factor conciente en las mentes de los pueblos del mundo? Existe. Alguna gente de Rusia, al igual que Alemania y Francia, sabe que existe. Algunos en China, algunos en Corea, algunos en Japón, algunos en India apreciarán la importancia de esta oportunidad. Pero eso no basta.

La opinión pública, aun la opinión pública buena, nunca le pondrá fin a esta película de terror. Alguien tiene que mover los hilos del poder, hacerlo conciente y hacerlo realidad. Esto es lo que yo he determinado hacer: mover los hilos del poder. No difundir buena opinión, no difundir buena información, sino llegarle al interior a la gente, causar que aquéllos en puestos dirigentes actúen como deben actuar. Porque la gente responderá a la acción de dirigentes aptos.

Puede que la gente tenga opiniones. Vean las opiniones contra la guerra que hay por el mundo. ¿Detienen la guerra? No detienen la guerra. ¿Es útil? Sí, es útil. ¿Detendrá una guerra? No detendrá una guerra. Ningún movimiento pacifista podría jamás acabar con una guerra, aunque pueda que sea útil. Alguien tiene que mover los hilos del poder, echar a andar la acción en torno a la cual la opinión popular pueda movilizarse y crecer, ponerla en marcha. ¿Movilizarse para qué? ¡Para la acción! No para la acción negativa, sino para la acción positiva. La acción positiva, por supuesto, es la creación de un nuevo sistema monetario–financiero internacional, es tomar al FMI y someterlo a una reorganización por bancarrota, juntar a las naciones para que hagan eso. Es crear un nuevo orden económico internacional más justo, acordando establecer un nuevo sistema monetario basado en ciertos principios de cooperación aceptables para las naciones participantes. No una nación o dos naciones que le den las respuestas al mundo, sino una asamblea de naciones importantes del mundo que acuerden en ciertos principios que rijan el nuevo sistema monetario, cuya meta inmediata sea sacar al mundo de su depresión actual.

La movilización de una humanidad con esperanzas, para recuperarnos de esta película de terror, es lo que podría ponerle fin a esta guerra.

Sí, se requieren otras medidas. Pero la voluntad de actuar de la gente y de las instituciones depende de la iniciativa que brinda el liderato. La opinión pública nunca salvará a la civilización. Puede destruirla, pero nunca la salvará. Se requiere, a estas alturas, hasta que la humanidad madure un poco más, que continúe dependiendo de la intervención de ciertos círculos, que sean capaces y tengan la determinación de asegurarse de que lo que sucede, suceda por el bien de la humanidad. Y en esas circunstancias, encontramos una humanidad que, desahogada de tal crisis, responderá. No siempre, pero usualmente sí.

La opinión popular

Así que, ¿cuál es el problema aquí? Dije que el problema son los supuestos de la opinión popular, por medio de los cuales las naciones y la gente se han destruido a sí mismas, en especial en los últimos 40 años, en Europa, las Américas y otros lugares. ¿Qué quiere decir esto?

Quiere decir que uno no confía en su propia capacidad independiente de pensar. Probablemente no tengan ninguna capacidad independiente de pensar, pero se engañan pensando que sí. Porque ustedes han visto a la gente hacer cosas, generación tras generación, en el período de la posguerra y en particular en los últimos 40 años, cosas que han llevado a esta civilización a la autodestrucción. Es tan obvio que lo que la gente creé normalmente es equivocado y, por tanto, el pensamiento independiente no lo es. Algo controla su modo de pensar y actuar, y hace que hagan cosas que llevan a la destrucción de la civilización. Esto es lo que Solón les advirtió a los atenienses, cuando en los últimos años de su vida vio que Atenas empezó a degenerar.

El pensamiento independiente no es válido porque no es independiente. Pensar de forma independiente implica cegarse uno mismo a los supuestos que controlan tu opinión. En el mismo sentido en que la geometría cartesiana especifica ciertos axiomas, definiciones y postulados como la base de una geometría formal, una geometría de torre de marfil.

Bien, esta geometría es falsa. No se corresponde al mundo real, al mundo físico real. Y cualquiera que crea en ella es un tonto. Pero pasarán el curso si creen en esto. Arribarán a una conclusión basada en esta geometría y dirán: "esa es mi opinión independiente". No es su opinión independiente, es una opinión que se formaron porque aceptaron ciertas definiciones, axiomas y postulados enseñados. Y dichos supuestos los controlan (en un momento abordaré lo del libre comercio, e indicaré cómo funciona).

Hoy, el problema es que no sólo tienen que cuestionar los supuestos de las naciones y gobiernos, sino sus propios supuestos, y dudar por un momento antes de saltar a una conclusión acerca de la naturaleza del problema o de cuál pueda ser la solución. Porque su conclusión probablemente esté equivocada, a menos que examinen los falsos supuestos que hasta ahora han controlado su manera de pensar, lo que llaman su opinión independiente.

Y hemos arribado al problema de los axiomas.

Ahora, empecemos la diversión. Este quizás es un problema muy conocido para algunos de ustedes (ver gráfica 1), pero lo que haré, es demostrar exactamente cómo una necedad tan elemental ha dominado el mentado pensamiento independiente de la mayoría de la gente en los EU y Europa, en los últimos 30 años más o menos, ¿de acuerdo?

Ahora, lo que representamos aquí en esta gráfica pedagógica, no se trata de una gráfica de estadísticas reales, sino de una aproximación pedagógica. A la izquierda observan aproximadamente el año 1966, en la Gran Bretaña, el Reino Unido, y en los EU. Y aquí se puede ver el presente. Lo que ha sucedido en este intervalo, en términos del proceso, de la degeneración del actual sistema monetario financiero del mundo, su degeneración económica, ha tomado la forma de un aumento de los llamados valores financieros per cápita y por kilómetro cuadrado. Los llamados valores del mercado. Si ustedes creen en el mercado, bueno, a los cerdos no les gusta pensar en él, ¿o sí?

En la segunda [línea] lo que ven son los agregados monetarios. Es decir, la cantidad de dinero que está generándose, o el equivalente en dinero que se crea para inyectárselo a los mercados financieros. Esos mercados no han crecido porque haya aumentado la productividad. Antes al contrario, los mercados han crecido porque se le inyecta dinero a los mercados financieros, y este aumento de dinero genera, a su vez, de modo marginal, por medio de apalancamientos, un aumento en los agregados financieros. Aun si no hay un aumento real del valor.

La tercera [línea] muestra una tendencia a la baja, en términos de valores físicos per cápita y por kilómetro cuadrado, incluyendo la infraestructura producida y la disponible. Ésa ha sido la tendencia en las Américas y en Europa, y ha tenido sus efectos, no sólo en África, sino en Asia y en Japón en particular. En Japón es también lo mismo. Japón es una economía que este mismo tipo de proceso está destruyendo.

Ahora pasemos a la siguiente fase (ver gráfica 2). En este caso, esto representa el año 2000. Permítanme describir exactamente lo que sucedió en este problema del año 2000. En 1998, llegó a su fin el proceso de inflar la burbuja en el ámbito mundial, que en gran medida se basó en el saqueo de la antigua Unión Soviética y de los países que formaban parte del CAME. Así que se realizó este saqueo a gran escla, en parte bajo los amigos de Andropov, los que sobrevivieron, a fines de los 1980. Esto aceleró bastante con la caída del poder soviético, y continuó con la nueva generación de ladrones, bajo Yeltsin, hasta el año de 1998.

De modo que este saqueo llegó a una especie de límite, y el último estertor fue el del vicepresidente de los EU, Al Gore, quien era un agente de Marc Rich. Y Al Gore participó en la sucia campaña de reelección de Yeltsin, que se denominó Golden Ada, de contrabando de diamantes, con cadáveres por todas partes y ese tipo de cosas. Una típica operación del hampa.

Esta operación se hizo con ayuda de una turba de Nueva York. La compañía Long Term Capital Management Corporation, que usó los derivados para tratar de obtener este papel falso que se emitía en Rusia bajo Yeltsin, para darle un valor aparente promoviéndolo en el mercado mediante estos derivados financieros de largo plazo. Esta burbuja se desplomó en agosto de 1998. El Sistema de la Reserva Federal de los EU y otras instituciones intervinieron a gran escala para salvar al sistema financiero de los EU de un derrumbe de los fondos apalancados que estuvieron involucrados en esta operación.

En ese momento, personas alrededor de Bill Clinton, y él mismo —me supongo que ya puedo decirlo—, dijeron, "él tenía razón", señalándome a mí. "Ustedes estaban equivocados". Así que anunció y se hizo público en septiembre de 1988, cuando fue a Nueva York, al Consejo de Relaciones Exteriores, que él estaba comprometido en ese momento a una reforma del sistema monetario internacional, una reforma que yo había sugerido. Él y su secretario del Tesoro, Bob Rubin, pensaron que podían lograrlo. Pronto se dieron cuenta de cual era el verdadero significado de lo de Monica Lewinsky, porque se armó un gran escándalo, un escándalo de impugnación, para tratar de sacar a Clinton, y así evitaron, con el escándalo de la impugnación, que procediera a negociar una reforma monetaria.

Esa es la verdadera historia.

El "muro de dinero"


George Soros

Así que lo que hicieron en ese momento en Nueva York, con la ayuda de George Soros —que también es un ladrón y promotor de las drogas—, acordaron la forma de resolver el problema, porque se les venía encima la crisis de Brasil en febrero de 1999, y dijeron: "¿Cómo vamos a salir de la crisis de Brasil encima de la que ya tenemos?" Y George Soros dijo, "con un muro de dinero. Impriman dinero. Generen dinero de todas formas, rápido. Inunden al mundo con dinero. Y al inundar al mundo con suficiente dinero, es decir, agregados monetarios, pueden impedir que ocurra un derrumbe financiero".

Bueno, eso fue exactamente lo que pasó, por un rato. Eso es lo que esto representa.

En 1999, tenemos el primer indicio de que la cantidad de dinero que se le inyecta al sistema para refinanciar los activos financieros amenazados, excede la cantidad de los valores refinanciados.

Esto tiene un antecedente: en la historia alemana, 1923, de junio a noviembre de 1923, la gran explosión hiperinflacionaria. Bueno, eso es lo que esto representa.

Ahora bien, puesto que los EU pueden saquear a muchos países (cosa que Alemania no pudo hacer en 1923), los EU y otros han podido moderar el efecto de esto. Pero este proceso ha venido ocurriendo desde entonces.

El año 2000, hacia el año 2000, revise de nuevo las estadísticas con mis colaboradores, y determinamos que no se trataba simplemente de un fenómeno episódico, ni de una alza, sino de un componente permanente del proceso. Que este sistema no sobreviviría, sino en esta forma, inyectando los agregados monetarios para alimentar el monto de los agregados financieros refinanciados. Esto significó la muerte del sistema.

Veamos la siguiente (ver gráfica 3). Lo que vieron anteriormente eran representaciones idealizadas, representaciones pedagógicas. Estas son algunas de las verdaderas cifras de 1996–2002, las mismas.

Ahora, el efecto de esto, de 1977 hasta el presente aproximadamente, es que, como resultado de los cambios efectuados al interior de los EU, ha sucedido que, en términos de los niveles de ingreso de los hogares, el 80% de las familias de menores ingresos de los EU ha sufrido una caída significativa en el porcentaje del ingreso nacional que percibe (ver gráfica 4).

Pero no sólo es eso, sino que es el valor del ingreso, el valor físico del ingreso de la familia promedio, del 80% de menores ingresos, el que se ha derrumbado, física y absolutamente, así como el de la población total (ver gráfica 5).

Así que lo que tenemos es la destrucción, una destrucción física, de las condiciones de vida del 80% de la población de los EU con menores ingresos.

¿Alguno de ustedes ha pasado por cursos de economía, en las universidades, o en cualquier otro sitio? ¿O han visto artículos periodísticos? Todos te dicen que lo importante es el dinero, el mercado, que la mejora de los activos financieros (podemos dejar esto a un lado), que el aumento de los valores financieros, el rendimiento de los bonos, de las acciones, etc., es la medida de la salud del mercado financiero. Te dirán que la cantidad de dinero que circula es la medida de la salud financiera, la salud económica. En el período reciente, casi todo el mundo creyó que los EU y Europa estaban en excelentes condiciones, debido a la cantidad de dinero en circulación; la cantidad de ganancias financieras que reportaron los mercados en los últimos años y cosas parecidas, ¿eh?

¡Todo era un fraude! ¡Nunca hubo ni una pizca de verdad! Porque el valor físico del producto total de dichas economías, per cápita y por kilómetro cuadrado, ¡venía derrumbándose! Y el derrumbe no era accidental o incidental, era un derrumbe sistémico, es decir, que el diseño con el que funcionaba el sistema estaba destruyendo inherentemente el nivel de ingreso físico real, el nivel de vida per cápita y por kilómetro cuadrado, en todas esas naciones.

Si ustedes creen en la teoría monetaria, si creen en John Maynard Keynes, si creen en la contabilidad financiera, ustedes son unos imbéciles, porque funcionan bajo supuestos, o supuestos axiomáticos, que no se corresponden con la realidad. Así que salen con su propio pensamiento independiente acerca de cómo opera el mercado bursátil, de cómo ganar dinero en los negocios y cosas parecidas, basadas en las teorías monetarias y financieras. Al grado que creyeron en eso, su mentada "opinión independiente" valía menos que nada. ¡Era basura!

El principio de veracidad


Carl Friedrich Gauss

Veamos otros aspectos de esto. Primero que nada, abordemos algo muy conocido para algunos de los jóvenes aquí presentes, el asunto del ensayo de Gauss de 1799 sobre el tema fundamental del álgebra. Era un a ataque contra dos de los principales dizque matemáticos del siglo 18 y principios del 19, Leonhard Euler y Joseph Louis de Lagrange, entre otros. ¡Estaban equivocados! Cometieron el mismo tipo de error, y Gauss se los corrigió. Pero hay algunos que no lo han corregido, hasta el día de hoy. Todavía enseñan las ideas de Lagrange, las ideas de Euler hasta nuestros días. Su opinión independiente la controlan axiomas y postulados falsos, definiciones, axiomas y postulados falsos. Su opinión no vale nada, vale menos que nada, y es peligrosa.

Así que cuando iniciamos el movimiento de juventudes, el problema para mí era: ¿cómo organizamos los esfuerzos de desarrollo entre los jóvenes? Y respondí a los que me preguntaron en una de nuestras conferencias, cuando surgió la pregunta, es que lo que Gauss representa en este caso en particular, es el principio de veracidad, de que existe una verdad cognoscible en el universo. Aunque existe la posibilidad de una opinión independiente competente, pero tiene que basarse y derivarse en y de un principio de veracidad; en principios de veracidad que tengan aplicación universal. Así que me dije: adoptaremos esto como el principio de veracidad.

Así que esta es la implicación: lo que hizo Gauss, fue lo que en esencia hizo en tiempos de Platón un alumno del seguidor de éste y de Pitágoras, sobre el problema de doblar la línea, doblar el cuadrado y doblar el cubo; un gran problema. Lo que se demuestra, y compárese esto con los métodos de contabilidad financiera, es que el criterio de veracidad no puede determinarse matemáticamente. No hay tal cosa como la verdad matemática pura, no existe. Existe una verdad en las matemáticas, la cual puede demostrarse en los casos de la Grecia clásica, como en aquellos casos particularmente interesantes a los que alude el trabajo de Gauss.

Lo que Gauss hizo, como algunos antes de él, tales como Nicolás de Cusa, Filippo Brunelleschi, Leonardo da Vinci, Johannes Kepler, Christiaan Huyghens y demás, fue revivir el conocimiento y los principios de la Grecia clásica, después de un largo período de degeneración corrupta. Puesto que los conocimientos y opiniones prevalecientes en Europa habían degenerado, básicamente desde el surgimiento Roma, en la que estas ideas, las ideas clásicas que sobrevivieron hasta el ano 200 a.C. y tal vez un poco más tarde, fueron aplastadas por la introducción del modo de pensar romano, este ha sido el problema persistente de nuestra civilización desde entonces.

Luego, con el Renacimiento del siglo 15, se produjo un florecimiento de este conocimiento clásico proveniente del período antiguo de la Grecia clásica. Y lo que hizo Gauss, esencialmente en términos modernos, con pruebas modernas y ciencia moderna, fue recrear los fundamentos en ese y en otros trabajos que realizó, para restaurar el conocimiento clásico del tipo de la Grecia antigua: el conocimiento clásico basado en un principio platónico de veracidad.

Lo que hice con esto fue plantear: "Tengo un montón de gente joven que quieren llegar a alguna parte. Esperan que yo les dé alguna señal de hacia adonde dirigirse". Por tanto, lo primero que deben saber, es que tienen que tener el principio de veracidad para discernir todas los absurdos que flotan en el ambiente, para arribar a un criterio de saber de qué estoy hablando. ¿Cómo obtengo una forma competente de opinión independiente? La idea de que si pueden partir de eso, cuentan con un principio de veracidad —y saben lo que dicen cuando hablan de la "verdad"— del que la mayoría de la gente en el mundo hoy carece, y la mayoría de la gente en la mayoría de las universidades definitivamente no conoce, y la mayoría de los profesores en esas universidades definitivamente no conoce (por no mencionar a los políticos y los editores de periódicos).

Si tienen un principio de veracidad y saben lo que quieren decir por "verdad universal", entonces pueden usar eso, en la forma de cómo construir un diálogo platónico, un diálogo socrático, para atacar cualquier problema, con cierta idea de qué constituirá "la verdad". Así, pueden proceder, a mediante el diálogo genuino, con un diálogo vigoroso, sobre todo tipo de asuntos, y pueden empezar a separar la verdad de la cizaña contenida en la opinión pública. Entonces, pueden presentarse confiados en cualquier foro y discutir casi de todo, siempre y cuando estén dispuesto a pasar por dicho proceso con cualquier interlocutor con la misma disposición a pasar por él.

Lo que necesitamos en este planeta hoy, es un criterio de veracidad para desarrollar líderes con carácter, con un carácter fuerte, individual, personal, sentado sobre la base de un principio de veracidad, y que pueda influenciar a las instituciones, y en particular en el caso de los EU y Europa, a las instituciones de la generación de la posguerra, de la llamada "generación del 68". Porque fueron estos a los que se sometió a un terrible cambio cultural, que inició hacia 1964: la mentada "contracultura del rock, las drogas y el sexo", y el tipo de cosas y movimientos que han prevalecido desde entonces. Ellos devinieron "la generación del aquí y el ahora", que perdió de vista el hecho de que la verdad estriba, como era el caso para la mayoría de las generaciones anteriores, de gente moral y responsable, de que la verdad solía significar que las acciones de un adulto en el presente, serán buenas para dos generaciones en el porvenir. Por tanto, tenías una orientación hacia el futuro, en lugar de una orientación hacia el "aquí y el ahora". Ves a tus hijos y nietos como punto de referencia para este tipo de logros.

Hemos perdido eso.

Así, lo que debemos hacer en tiempos de crisis, cuando la generación del 68 enfrenta el hecho de que su ideología estaba equivocada, de que su opinión estaba equivocada, su comportamiento estaba equivocado, y enfrenta las pruebas de que hay una verdad. Mientras que cualquiera que tenga un poco de cerebro y sensibilidad sabe que la generación de mis nietos, que es lo que representan estos jóvenes, representa mi futuro. El significado de mis acciones reside en lo que ellos representan, como mi futuro, y lo que resulte de las generaciones venideras posteriores a ellos.

Cualquiera que enfrente este tipo de pruebas, incluidos los de la generación del 68, puede responder, "miren, nuestra generación tiene un futuro". La generación del 68, en los EU y Europa, es una generación que piensa que no tiene futuro; y tiene razón, como lo refleja la actual guerra en Iraq.

Pero es la generación de los más viejos la que ha estado bloqueada sobre esto, al haber aceptado el principio de la "generación del aquí y el ahora", y lo ha dejado pasar. El ver a la gente joven movilizándose, gente de la edad de sus hijos, movilizará a los viejos, porque la gente se motiva por esto, porque son humanos. A la gente la movilizan sus hijos y sus nietos, o gente que podría haber sido su hijo o su nieto.

Eso motiva a la gente, en cualquier parte del mundo. La gente se motiva cuando va al África y ve el sufrimiento. La conmueven los niños. La conmueve la juventud sin futuro. Este espectáculo perturba su sentido de moralidad. Así que, un movimiento de juventudes capaz de transmitir un sentido de veracidad, un principio universal de veracidad, similar al que ejemplifica el caso del ensayo de Gauss, es un movimiento poderoso. Nunca hemos tenido un movimiento de juventudes de esa naturaleza en los tiempos modernos. Yo sólo digo, "Tengámoslo. ¿Por qué no?"

El criterio establecido por Gauss

Para pasar a los ejemplos de otras cosas que son aplicables: hay dos dimensiones de la verdad, según el criterio de Gauss. Una, es la verdad, con respecto a la ciencia física, la relación de la mente individual actuando sobre el universo, lo que normalmente llamamos "ciencia física". La segunda, es la manera en que la sociedad, usando estas ideas de la ciencia física, puede actuar de manera efectiva y social sobre el universo, esto es, la universalidad de la existencia. Por tanto, sólo hay dos tipos de verdad: este tipo de verdad, de la relación individual con la verdad de la naturaleza, en el primer nivel, y las relaciones sociales, que pertenecen a la relación del hombre con la naturaleza y con otros hombres.

El principio de veracidad es válido para ambos. Y debemos tener una sociedad que rechace a Immanuel Kant, que reconozca que Kant fue lo que envenenó más a Alemania, aparte de los existencialistas, que él mismo ayudó a crear; y que, en cambio, tenemos que recurrir a un principio, aun principio platónico de veracidad.

Ahora, veamos algunos casos del aspecto social, del tipo de veneno que destruye a la sociedad. Tomemos la teoría de "los hombrecillos verdes", que es lo que la mayoría de los economistas enseña, lo que todo librecambsita predica. Es su opinión independiente, o sea, la estupidez de su opinión independiente.

¿En qué se basa? Bueno, fundamentalmente en el empirismo, en los tiempos modernos. El empirismo de Hobbes por ejemplo. Pero el más famoso, el de mayor relevancia para nuestro propósito aquí, no es el de Hobbes, sino más bien el de gente como John Locke, un verdadero fascista en potencia; se le denomina liberal, por eso es que a veces los liberales se vuelven fascistas, como Hjalmar Schacht, el fisiócrata François Quesnay, Adam Smith, Bernard Mandeville y otras criaturas de la Compañía Británica de las Indias Orientales, tales como Jeremy Bentham. La teoría de esta gente se basa en la teoría de que al universo en realidad lo controlan unos hombrecillos verdes, que funcionan en el entresuelo de la realidad. Y estos seres, con sus manitas invisibles, controlan la suerte de los dados para hacer ricos y poderosos a algunos hombres, y pobres y menesterosos a otros. Y esa es la teoría; ¡es la teoría del libre comercio! No es nada más que eso. Esto es lo que dijo Mandeville, lo que dijo Locke, lo que enseñaba Adam Smith, lo que enseñaba Quesnay, y vean lo que le hizo a Francia.

Pero la gente se lo cree. "Tienen que creer en el libre comercio. ¿Qué, acaso se oponen a la libertad?".

"¿La libertad de quién? ¿Del hombrecillo verde bajo el piso, el de las manos invisibles?".

Luego la gente dice: "Bueno, tienes que guiarte por las opiniones". Bueno, yo sé que la mayoría de las opiniones expresadas en casi todas partes del mundo, son idioteces.

Ahora bien, si la mayoría de las opiniones son de algún tipo de idiotez o de otro, ¿por qué he de sustentarme en éstas, en vez de la verdad? ¿En qué debemos sustentarnos? ¿A qué se reduce la verdad en última instancia?

Razón versus percepción sensorial

Permítanme ahora ser un poco más rígido. Lo he hecho antes, pero en este asunto, resulta crucial que se entienda mi razonamiento. La humanidad es diferente de cualquier otro tipo de criatura viviente. La humanidad es la única criatura capaz de razonar. Y, ¿cómo es que razona la humanidad? La humanidad se da cuentade que sus sentidos la engañan. Aquél que declare, "yo creo en la percepción sensorial", es un necio. Se comporta como un mono, como en el caso del mono malayo, que terminó servido a la mesa del campesino. El campesino malayo era listo; cuando quería un mono para la cena, tomaba una vasija de barro o de otro material, luego ponía una nuez del gusto del mono adentro de la vasija, amarraba el cuello de la vasija con una cuerda y la dejaba ahí. Luego pasaba el mono, encontraba la nuez y metía la mano a la vasija y agarraba la nuez, pero resulta que el mono no podía sacar la mano de la vasija con todo y nuez. Y, en tanto que el mono no renunciaría a la nuez, llegaba el campesino y atrapaba al mono, con la nuez, ¡y se lo llevaba para la cena! No como invitado, sino para la mesa. No a la mesa, ¡sino sobre la mesa!

Así son los animales. Los animales tienen instintos, pero no pueden resolver el problema de la trampa del mono. Y todo cazador puede atestiguar esto, un cazador profesional, experto. ¿Cómo cazas a un animal? No persiguiéndolo. Lo cazas conociendo el comportamiento del animal. Sabes de antemano dónde estará el animal y tepones ahí a esperarlo, con los arreglos necesarios. Y así es como atrapas al animal. Todo animal puede atraparse así, ¡y a demasiados humanos se les atrapa de la misma manera, porque deciden comportarse como animales!

La diferencia estriba en que el animal responde a la percepción sensorial como si fuera la realidad. Cuando los seres humanos se relacionan con los animales (como Helga con su perrito), la relación entre un ser humano y la mascota cambia el carácter del animal, porque queda ahora supeditado al comportamiento humano y responderá a la percepción sensorial bajo la influencia de la conducta humana, y se comportará de modo diferente que un animal de su misma especie en la naturaleza. Pero en general, los animales se comportan según la percepción de los sentidos y lo que parece ser su predeterminación genética.

Por otra parte, los seres humanos saben que la percepción sensorial es un fraude; o llegan a saberlo. Se dan cuenta de que lo que les muestran los sentidos no es el universo real fuera del pellejo. Lo que los sentidos te muestran, es la reacción de cierta parte de tus procesos biológicos, llamada "percepción sensorial" de los estímulos producidos por el mundo exterior en general. Por tanto, nunca podrán ver el mundo exterior de sus sentidos. Lo que tienen que hacer, es resolver el problema de descubrir qué es lo que en realidad está allí, qué produce tal efecto y, ¿cómo puedes controlar lo que esta allá afuera, para cambiar el efecto? Sólo los seres humanos, como especie, pueden hacer eso; los animales no.

Lo que el hombre descubre, por ejemplo, son principios que denominamos "principios físicos", principios del universo que no son visibles. Nunca podrán oler un principio (¡espero que no!), ni tampoco podrán verlo, ni probarlo, ni tocarlo. Un principio es algo que la mente reconoce, no los sentidos. Lo reconoce por medio de la comprensión de cuál es el problema de los sentidos, para luego aprender a utilizar ese principio para funcionar en el universo, el universo no visible, para producir cambios en ese universo no visible, según lo desee ese individuo perceptor.

Estos descubrimientos, estos principios, son principios físicos universales. La falsedad de la idea de principio se muestra en la geometría cartesiana o la euclidiana. Puedes aprender algo de esas geometrías, pero no puedes confiar en ellas, especialmente en la cartesiana. En el mundo real no existen definiciones, axiomas o postulados a priori que sean válidos.

Esto lo demostró Kästner, y también fue el caso de Gauss; Riemann lo demostró categóricamente, al principio de su famosa defensa disertación de habilitación. No hay principios universales abstractos, principios del universo, a priori. Lo únicos principios que conocemos, son aquellos que se descubren como principios universales válidos. Estos son principios físicos universales. Son principios físicos eficientes, porque al manejarlos, podemos producir cambios que de otra manera no ocurrirían. Y asím todo lo que sabemos, la única geometría que es verdadera, es aquella que se basa en principios universales válidos descubiertos. Cualquier otra geometría es falsa, cualquier otro principio es falso.

En el caso de la humanidad, esto constituye la base para la economía "física" real, a diferencia de la bazofia que se muestra en las gráficas que les mostré.

¿Cómo es, pues, que la humanidad efectúa esto? ¿Cómo la humanidad aumenta la densidad potencial relativa poblacional de la especie humana como un acto volitivo? Si el hombre fuera un simio superior, entonces, bajo las condiciones que existieron en los últimos dos millones de años en este planeta, o el ciclo de glaciaciones que conocemos, la población total de estos simios llamados "hombres" nunca hubiera pasado de unos cuantos millones de individuos. Tenemos ahora más de 6 mil millones de seres humanos viviendo en este planeta. Podemos mantener 25 mil millones fácilmente, si aplicáramos la tecnología de que disponemos. Y no hay límites a lo que podemos hacer más allá de eso.

Es por la voluntad del hombre, la voluntad creadora, el poder de descubrir y aplicar principios universales, que la humanidad puede cambiar su relación con el universo, para mejorar la condición de la humanidad y para aumentar el poder del hombre sobre el universo.

En la economía física, ése es el principio de la economía física. Por tanto, esto significa que se requiere cierto nivel de educación, ciertas condiciones de vida en que dichos poderes mentales del individuo joven se desarrollan y pueden ponerse en práctica. Significa la transmisión del conocimiento de estos principios, o sea, el redescubrimiento de estos principios. Y alentamos eso. Ahora tenemos tal situación en este planeta que, si procedemos con una perspectiva de aliento científico para el planeta, usando este tipo de principios, podemos crear una nueva condición de la humanidad en el planeta.

Se requiere una generación

Para resumir mis puntos de vista, lo sintetizaré como sigue. Estas mejoras, que generamos como humanidad, nunca son, sin embargo, menos que el trabajo de una generación. La inversión fundamental de capital, es la inversión que la sociedad hace, incluida la familia, en el desarrollo de un recién nacido hasta convertirse en un adulto maduro, capaz de funcionar económicamente o de forma análoga. Hoy, en la sociedad moderna, esto toma unos 25 años. En otras palabras, para dotar de ese tipo de educación y nutrimento, que asegurará que una persona salga de la escuela como un joven profesional calificado, representa hoy una inversión de la sociedad de unos 25 años, un cuarto de siglo. Por tanto, esa debe ser la primera política de la sociedad. Este es su primer nivel de inversión de capital.

La segunda cosa (y hay varios niveles de inversión de capital), es la infraestructura económica básica: hacer florecer los desiertos, mejorar la gestión de agua, aumentar la forestación, más agua, más energía. Estas cosas también son inversiones de capital que requieren tiempo. Construir un gran sistema hidráulico, requerirá una generación o más para desarrollarlo completamente. Construir una planta de energía llevará unos 4 años, una buena planta; tres años, con suerte. Estas cosas requieren inversiones de capital. El costo de estas cosas debe promediarse por cierto número de años, media generación, o una generación entera. Un sistema completo de generación de electricidad, un gran sistema de transporte, son inversiones que se llevan toda una generación. Estas son las inversiones de capital. Debemos hacer el esfuerzo para obtener beneficios de esto por un cuarto de siglo o más.

De modo que lo que es importante es el capital físico. El nivel y la calidad de la educación es lo importante. El nivel de los servicios de salud es importante; el control de enfermedades, la salubridad pública, estas cosas son urgentes.

Por otra parte, debemos salir a explorar el espacio, a explorar el sistema solar, para ver que hay allá, de modo que podamos descubrir nuevos principios que podamos usar en la Tierra para beneficio del hombre. Esa es nuestra misión, eso es lo que debe hacer la economía.

Debemos tener un sistema de administración de la economía. Ahora, ¿en dónde encaja el sector privado? La mayoría de las necesidades básicas de la sociedad involucran un gasto público en infraestructura, por parte de algún ministerio responsable de toda la infraestructura, para toda la población, y no de una empresa privada. Ningún consorcio de empresas privadas podría hacer eso. Entonces, ¿para qué tenemos empresas privadas? ¡Ah! ¡Por el individuo! ¡Porque lo que queremos son los poderes creativos del individuo! Por tanto, alentamos a la gente a acometer empresas que sean útiles, en las que puedan innovar y hacer que esas innovaciones redunden en un aumento de los poderes productivos del trabajo y en beneficio de toda la sociedad.

Como estado, protegemos este tipo de inversiones, este tipo de empresas, para mejorar y capacitar a los individuos a que contribuyan. Por ejemplo, en Alemania, la gente está muy orgullosa de la Mittelstand (empresas medianas de tecnología—ndr.). La Mittelstand de tecnología de punta de Alemania, que es esencial para el éxito de dicho país, como una economía a la que se le permite ser exitosa. ¡Así que eso es lo que queremos! Queremos iniciativa, la iniciativa individual. Nuestra idea del hombre se basa en los poderes creativos, que son exclusivos de la soberanía de la mente individual. Debemos ser una sociedad que promueva el desarrollo de las mentes soberanas individuales, así como la cooperación entre ellas.

La economía pública y la privada son parte del mismo proceso. No están la una contra la otra. No puedes tener empresa privada sin infraestructura, sin agua, sin electricidad. No puedes tener salud sin sanidad pública. Etc. Estas son la clase de ideas que debemos adoptar.

Tenemos un sistema diseñado de tal modo en los EU; se le llama el "Sistema Americano de economía política", a diferencia del fallido sistema europeo, el mentado sistema "parlamentario", que funciona sobre la base de cohabitar con el llamado sistema de banca central "independiente".

Los sistemas de banca central son parásitos, son conglomerados de agencias financieras, o financieros, que se aglutinan como el moho lamoso para controlar lo que se denomina sistema de banca central y ejercer así control sobre el Estado. Y cuando este sistema se mete en problemas, como ahora, o en Europa en los 1920, los 1930, la tendencia es que las fuerzas financieras representadas por el moho lamoso, el sistema de banca central, actuarán para destruir lo que se llama un "gobierno parlamentario" e imponer una dictadura, en función de salvar el interés y el poder, que no el dinero, de la clase financiera.

Eso es lo que fue Hitler.


Hitler y Mussolini

¿Quién controla a George Bush?

Ahora pasemos a la situación actual, para ponerla al día. Algunos tratan de explicar lo que hace George Bush, o lo que es. Bien, George Bush es nada. Punto. No creo que sepa siquiera quién, o qué es. Él reacciona, es un reactor, es un borracho irredento; aunque ya no bebe, pero es irredento, y esa mezcla no es buena. Quiere beber, pero con trabajos se abstiene. ¡Quizás sería mejor emborracharlo! Bueno, pero él no controla esto. George Bush no es el autor de este problema, no tiene los sesos para ser autor de semejante problema. Sólo está reaccionando. Es un reactor, no un actor, un reactor.

¿Pero quién controla a George Bush? Tenemos a Cheney y al secretario de Defensa de los EU Donald Rumsfeld. Son obvios. ¿Que hay detrás de ellos? Lo que está detrás es un fenómeno muy interesante: este individuo de Alemania, Leo Strauss, al norte de aquí, en Marburg, que se enseña como parte del programa de estudios sociales de la Escuela de Marburg, bajo la dirección de Castlereagh. Carl Schmitt, quien formuló la ley bajo la cual Hitler llegó al poder en Alemania —y Carl Schmitt era un fascista, un nazi de hueso colorado—, le dio una carrera internacional.


George Bush, Cheney y el secretario de Defensa de los EU Donald Rumsfeld

Este Leo Strauss también era un admirador de Nietzche. Era muy cercano a todos los de la Escuela de Francfort, en especial a Martin Heidegger, el fascista. Pero Strauss tenía un problema, era judío. Un sinnúmero de personas en Alemania, incluyendo a muchos de la Escuela de Francfort, todos fascistas, eran seguidores de Nietzche o gente parecida de esta escuela existencialista que Nietzche representa. Igual Hitler, de la misma escuela, del mismo tipo. Pero por ser judíoa no podían participar en la dirigencia del Partido Nazi, ¡aunque su fascismo fuera absolutamente puro! ¡Tan extremo como el de Hitler! A estos los mandaron a los EU.

Los Rockefeller, a instancias de Carl Schmitt, enviaron a Leo Strauss a los EU, y luego lo recogió Bertrand Russell, en su proyecto de colaboración con Asa Hutchins. Y Hutchins instaló a Strauss como profesor de satanismo en la Universidad de Chicago. Todo el núcleo principal de la pandilla fascista asociada al vicepresidente Cheney, que está detrás de esta guerra, todos fueron alumnos de Strauss. Así que, cuando atacas a Leo Strauss, atacas el núcleo de un grupo de lacayos, no de tipo financiero, sino como los lacayos de una corte feudal corrupta. Estos lacayos andan sueltos, controlan al Estado con apoyos financieros. Sharon es parte de lo mismo, lo financian y controlan desde los EU por las grandes fortunas detrás de estos mismos lacayos.

Pero, ¿son estos tipos los causantes de la guerra? No. Son sólo lacayos. Por ejemplo, Israel. Si Israel continúa su curso presente bajo Sharon, será destruido. Si Israel entra a la guerra del Oriente Medio, será destruido como una granada de mano lanzada al aire: cuando llega a su destino, explota. Cumple su cometido, fragmentándose en mil pedazos. Deja de existir.

¿Está Israel detrás de esto? No. Israel es sólo una granada lanzada contra el mundo árabe. Así que si Israel no está detrás de esto, y Bush no tiene los sesos, ¿quién está detrás? La gente a la que me referí en [mi discurso de] enero de 2001, la turba del sistema independiente de banca central, el moho lamoso. Los intereses financieros. El mismo tipo de intereses financieros, descendientes directos de los intereses que estuvieron detrás del proyecto Hitler, cuando el jefe del Banco de Inglaterra, respaldado por el dinero de Harriman y por el abuelo del que hoy es Presidente de los EU, movilizó recursos para refinanciar al Partido Nazi y presionaron para traer a Hitler al poder el 30 de enero de 1933. Esto es lo que está sucediendo ahora.

De nuevo, hay dos partes en el asunto. Una, es que tenemos una tragedia. Hemos degenerado tanto, como civilización europea, que nos hemos permitido llegar hasta este punto. Segundo, como en muchas tragedias, hemos llegado al momento en que lo sublime está al alcance de la mano. Tenemos el aspecto positivo en la creciente unidad europea ante esta intentona fascista proveniente de los EU, en particular, en las aspiraciones de Asia de defenderse a sí misma para su seguridad y beneficio común, y en la cooperación entre Europa Occidental y Asia en acuerdos de transferencia tecnológica a largo plazo, como una base para la recuperación de las economías de estas regiones y para la prosperidad hacia el futuro.


Lyndon LaRouche dialoga con la juventud Larouchista en Bad Schwalbach, Alemania, el 21 de marzo de 2003

Lo que se necesita, como dije, es la iniciativa del liderato para la acción, para poner en marcha ese potencial y darle al mundo un sentido claro de que existe una alternativa positiva de cooperación entre un grupo de Estados nacionales perfectamente soberanos, listos para actuar en resolver los agudos problemas sociales y económicos de este planeta. Eso, al intersecar a la opinión pública que se opone a la guerra, puede tornar efectiva esa opinión pública para movilizar fuerzas dentro y fuera del gobierno que puedan aplastar este proceso fascista en marcha.

Esto significa liderato, no opinión pública, no opinión popular, sino liderato. Y el liderato significa una cosa, significa gente que, como Juana de Arco, está dispuesta a arriesgar su vida para hacer lo que es necesario.