Evaluación estrtégica
Resumen electrónico de EIR, Vol. II, núm. 10

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Avanza el contragolpe contra
los 'hijos de Satanás'


Lyndon LaRouche organiza un movimiento de juventudes mós potente que el del que se valió McCarthy para forzar la renuncia de Lyndon B. Johnson

(Foto: Juliana Jones)

El contragolpe que lanzó Lyndon H. LaRouche, el precandidato presidencial demócrata, contra los gallinazos belicistas straussianos en el gobierno de George W. Bush, está teniendo un tremendo efecto. El 4 de mayo el New York Times, haciéndose eco de las denuncias que aparecen, entre otras partes, en el folleto Children of Satan. The `Ignoble Liars' Behind Bush's No-Exit War ("Los hijos de Satanás: los `mentirosos innobles' detrás de la guerra sin salida de Bush"), del que LaRouche in 2004, el comité de la campaña de LaRouche, ha distribuido cientos de miles de ejemplares, publicó un artículo de fondo titulado "Leo–cons—A Classicist's Legacy: New Empire Builders" (Los conservadores de Leo. Un legado clasicista: los nuevos edificadores de imperios). De acuerdo con el New York Times, "el gobierno de Bush está lleno de straussianos", refiriéndose a los seguidores del fascista de origen alemán y catedrático de la Universidad de Chicago, Leo Strauss, a los que LaRouche viene denunciando de forma reiterada desde hace algún tiempo.

Al día siguiente, apareció un artículo de Seymour Hersh en la revista The New Yorker, sobre la red de inteligencia straussiana del Pentágono, titulado "Selective Intelligence—Donald Rumsfeld Has His Own Special Sources. Are They Reliable?" (Inteligencia selectiva: Donald Rumsfeld tiene sus propias fuentes. ¿Son confiables?), que también se hace eco de las denuncias hechas por LaRouche. Y dos semanas antes, el diario francés Le Monde también puso al descubierto las redes de los párvulos de Leo Strauss develadas por LaRouche.

En otro reflejo del efecto de la campaña emprendida por LaRouche contra los gallinazos straussianos, el ex presidente estadounidense Bill Clinton, en un discurso que pronunció en Nueva York el 15 de abril, atacó el "cambio de paradigma" que ha llevado a cabo el gobierno de Bush a partir de los ataques del 11 de septiembre de 2001, y advirtió que los EU no pueden "encarcelar, matar y ocupar" a todos sus adversarios. Clinton acusó al gobierno de Bush de decirle al resto del mundo "que se vaya al infierno". Cuando la gente se siente presionada, odia pensar, "pero es cuando más necesita pensar", dijo.


Children of Satan. The `Ignoble Liars' Behind Bush's No-Exit War ("Los hijos de Satanás: los `mentirosos innobles' detrás de la guerra sin salida de Bush"), el folleto del que se han distribuido cientos de miles de ejemplares.

Por otra parte, el senador Evan Bayh, presidente del Consejo del Liderato Demócrata, el brazo de los especuladores y el hampa del Partido Demócrata que trabaja con los gallinazos del gobierno de Bush, le salió al paso a estos ataques en una entrevista que publicó el New York Times. Bayh advirtió que no se toleraría ninguna crítica a la guerra de Bush. "Es incuestionable que el Presidente salió fortalecido, al menos a corto plazo", de la guerra contra Iraq, dijo Bayh. "Cuestionarse si la salida de Saddam es algo bueno o no —dijo—, no ayuda al Partido Demócrata".

Una banda de locos en Washington


El presidente George W. Bush, el Secretario de Defensa
Donald Rumsfeld y el vice presidente Dick Cheney

El problema —dice LaRouche en unas cuñas de radio que compró su comité de campaña en WTOP, la principal emisora de noticias de Washington, la capital de los Estados Unidos—"es que tenemos en Washington a una banda de locos. Los llamamos `gallinazos' porque evadieron el servicio militar en Vietnam cuando eso era pertinente, y ahora salen a decirle a otra gente que se meta en algo como la guerra de Vietnam, así que son un poco gallinas",

"Esta gente se centra en torno a Dick Cheney, el vicepresidente, un fanático extremista y peligroso. Y, por supuesto, también incluye a Donald Rumsfeld, cuyo estado mental no es uno que yo quisiera compartir", dice LaRouche en el anuncio radial. Además, en su folleto sobre los "Los hijos de Satanás", el equipo de campaña de LaRouche pone al descubierto cómo los gallinazos responsables de la guerra contra Iraq son todos engendros del difunto filósofo nietzscheano Strauss, proponente de un imperialismo hobbesiano de corte nazi.

También hay republicanos prominentes sumándose al contragolpe contra los gallinazos. Lawrence Eagleburger, quien fungiera como secretario de Estado en el gobierno de George Bush padre, advirtió el 13 de abril en una entrevista con la BBC de Londres, que "si George Bush decide desatar las tropas contra Siria ahora, y después contra Irán, duraría como 15 minutos en el cargo. . . De decho, si George Bush intenta hacerlo ahora, hasta yo estaría de acuerdo en someterlo a un juicio político. Uno no puede salirse con este tipo de cosas en una democracia. ¡Es ridículo!"

James Baker, quien también fuera secretario de Estado de Bush padre, pronunció un discurso el 2 de abril en Toronto, Canadá, instando al actual gobierno de los EU a proceder con el llamado "cronograma" para el establecimiento de un Estado palestino y lograr un acuerdo de paz israelí–palestino propuesto por el "cuarteto" de Rusia, la Unión Europea, el secretario general de la ONU y los EU. "Los EU deben presionar a Israel, como amigo, pero con firmeza, para que negocie una paz segura en base a cambiar territorio por paz", dijo Baker.

La resistencia de los republicanos se extiende al programa económico de Bush, y varios senadores y representantes han dicho que votarán contra el recorte de impuestos que propone para los estamentos más ricos del país.

Sinarquistas jacobinos

El contragolpe contra los gallinazos se da en momentos en que estos, pese a detentar las riendas del poder, se encuentran en un estado de desesperación y debilidad, y sólo la falta de una oposición coherente les ha permitido operar con relativa impunidad, a tal punto que Rumsfeld, con todo el desparpajo, osó enviarle un memorando al Departamento de Estado exigiendo el nombramiento del subsecretario auxiliar de Estado, John Bolton, un gallinazo, como negociador con Corea del Norte, en remplazo de James Kelly.

Newt Gingrich, ex presidente de la Cámara de Representantes y ahora miembro de la Junta de Asesoría de Política de Defensa del Departamento de Defensa de Rumsfeld, exigió someter al Departamento de Estado a los dictados de los gallinazos del Pentágono. En un discurso ante el American Enterprise Institute el 22 de abril, y en una entrevista con el Washington Post, Gingrich elogió el "triunfo militar en Iraq", en comparación con los seis meses de "fracaso diplomático" del Departamento de Estado. Era "ridículo" que el secretario de Estado Colin Powell viajara a Siria, dijo, cuando lo que se necesita es presionar a este país "en lo económico, lo diplomático y lo político". También declaró su oposición al cronograma de paz para Israel y Palestina, y dijo que las acciones del Departamento de Estado en ese sentido "son un esfuerzo deliberado y sistemático por socavar las políticas" de Bush.

Gingrich es admirador profeso del Terror jacobino de la Revolución Francesa. En enero de 1995, al tomar posesión de la presidencia de la Cámara de Representantes, se proclamó el Danton y Robespiere de los republicanos. "Yo soy un verdadero revolucionario", dijo, los demócratas "son genuinos reaccionarios". Gingrich se ubica en el sinarquismo, la corriente nazicomunista de la que era parte Alexandre Kojeve, representante de Leo Strauss en París.