La verdad es que de aprobarse la "revocación" del mandato del Gobernador de California, no quedaría mucho para poner debajo de los arbolitos de Navidad en el estado a fin de año. La trampa de la revocación se la puso a los votantes de California la misma gente que ya usó el timo de la desregulación para robarle al estado y a su población miles de millones de dólares, especialmente desde que Dick Cheney asumió la Vicepresidencia de los Estados Unidos. Estos mismos estafadores han destruido lo que era un sistema confiable de generación y distribución eléctrica, que suministraba energía a un precio justo y estable, hasta que que se impuso el fraude de la desregulación.
La desregulación fue mala; la revocación es aun peor. Por favor, ¡no caigas en la misma trampa por segunda vez! De haber sabido los hechos, tú nunca hubieras permitido que la revocación fuera a votación.
Lyndon H. LaRouche
En este informe te informamos de esos hechos. ¡Piensa!
¿Cómo se llevó a cabo la desregulación de la energía en California? ¿Cuáles fueron las consecuencia, aun antes de que George W. Bush llegara a la Presidencia? Después de enero de 2001 se desató en grande la robadera. ¡Piensa! ¿Quién la llevó a cabo? Léete este informe. Estuvo la Enron, el principal sostén financiero de la campaña de Bush en el 2000. Estuvo el vicepresidente Dick Cheney, quien organizó el encubrimiento de lo más grande del fraude que le bajó a California miles de millones de dólares.
En este informe presentamos otros hechos importantes, tales como la exigencia del presidente Bush de que haya otra ronda de desregulación, lo que empeorará las cosas aún más de lo que la mayoría de los californianos pudiera imaginarse que quedaba por robar. Encima, tenemos el fenómeno grotesco de Arnie Schwarzenegger, al que apoyan superestafadores de grandes ligas tales como George Shultz, de la Bechtel, y Warren Buffet, el "segundo hombre más rico del mundo". Estos son los grandes tiburones financieros que despliegan a Arnie para que le haga a todo el estado de California, y a una escala más grande, lo que el Félix Rohatyn de Lazard Freres le hizo a la ciudad de Nueva York con el "Big MAC" en 1975.
Arnie Schwarzenegger y Warren Buffet
¡Piensa! ¿Quién crees que es culpable de lo que le sucedió a California por la desregulación? Divide a los responsables en dos grupos. Primero, estuvieron los pendejos que debieron de estar al tanto, pero votaron por la desregulación. Entre los pendejos estaban los funcionarios públicos: todos ellos. La lista de incautos incluye a los votantes que apoyaron esas decisiones de los funcionarios públicos. Segundo, están los grandes corredores que le vendieron la estafa de Enron al estado, estafadores que sabían lo que hacían, y que indujeron a los mentecatos a creer en la desregulación. Tercero, están los verdaderos pendejos, los votantes que apoyarían la desregulación aún hoy, o que apoyan la "revocación", lo que tendría el efecto de asegurar la bancarrota irremediable de todo el estado.
Este informe te da las respuestas más importantes a estas y a otras preguntas.
Compara tus recibos de electricidad de 1995 con los de 2000, y con los de hoy. Sácalos y compáralos, si puedes. Si no, revisa las cifras en los archivos públicos. Pregúntate: ¿te dio la desregulación un suministro energético más confiable? ¿Redujos tus costos, o los del estado en general? ¿Cómo te explicas los miles de millones de dólares que Enron y otras empresas de la misma calaña le saquearon al estado de California? ¿Cuál fue el papel decisivo que desempeñó el vicepresidente Cheney en llevar a cabo esta estafa?
A unas cincuenta mil millones de personas en el noreste de Norteamerica las golpeó un apagón que supuestamente nunca debió ocurrir de nuevo. Ocurrió sólo a resultas de la desregulación, que destruyó el sistema de seguridad establecido para garantizar que más nunca sucediera nada como el gran apagón de 1965.
Este nuevo apagón ocurrió precisamente por la misma razón que la desregulación energética, que tanto impulsó el vicepresidente Cheney, hoy ha llevado a California casi a la bancarrota.
Con un sistema racional para regular la producción y distribución ordenada de la energía, estas últimas se coordinarían para asegurar un flujo confiable de electricidad a los lugares donde hubiera necesidad de ella. Con la desregulación, cada vez más vienen cerrándose la producción esencial y los canales de distribución, y la energía va a los lugares donde el precio de venta es el más alto, distanciándose de las zonas donde el precio es más bajo en ese momento. El resultado inevitable son apagones locales y gigantescos. Entre más siga la desregulación, más alto el precio de la energía al consumidor, y mayor el número y la escala de los apagones.
Ahora bien, sería fácil disculpar el comportamiento del presidente Bush, un hombre al que no contratarías para enseñar geografía en ninguna escuela pública decente. Cuando él dice que la desregulación es necesaria, tienes que excusarlo por ser un hombre que rara vez sabe de lo que está hablando. Dick Cheney, por su parte, no es ningún genio, pero es un explotador taimado, cuya antigua empresa, Halliburton, le está robando al Tesoro de los Estados Unidos en Iraq. Cheney es un personaje decisivo en el saqueo de la desregulación de California de 2001–2003, y representa la operación que puso en marcha al especialista en espectáculos grotescos, Schwarzenegger, para aliarse con el vicegobernador Bustamante en respaldo a la instrumentación del plan de revocación montado por el equipo de Bush en California.
Lyndon H. LaRouche.
Leesburg, Virginia,
miércoles 3 de septiembre de 2003.
El representante estatal Harold James habla en un mitin del movimiento de LaRouche contra la desregulación en el edificio estatal de gobierno de Harrisburg, Pensilvania, en mayo de 2001.