Iberoamérica
Resumen electrónico de EIR, Vol. II, núm. 20

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Castañeda huye nuevamente de los
jóvenes larouchistas


Piquete de jovenes larouchistas en la Ciudad de México...con el policia de rigor.

por Rubén Cota Meza

Ciudad de México (EIRNS)—"Tú cállate", atajó violentamente Jorge G. Castañeda a un integrante del Movimiento de Juventudes Larouchistas (MJL), quien, ante el público reunido en un auditorio de la Universidad Autónoma de Querétaro el 14 de octubre, denunció el patrocinio que el ex canciller recibe de George Soros, y su "programa oculto" a favor de la legalización de las drogas. El joven larouchista también denunció a Castañeda por planear la entrega del patrimonio nacional a los piratas energéticos del Vicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney. Ante la presión de los jóvenes del MJL, Castañeda volvió a salir corriendo. "Hombre–bestia sale huyendo de la universidad" fue como el Diario de Querétaro tituló su nota al día siguiente.

En otro acto público en Querétaro, también el 14 de octubre, Castañeda —el candidato a la Presidencia de México de Soros y los piratas energéticos— cambió de táctica. En lugar de huir del MJL, puso de relieve su miseria intelectual, y su carácter iracundo y soberbio. Pero el resultado fue el mismo: los del MJL "Sacan de quicio a Castañeda", como informó el periódico a.m. de Querétaro.

Tratando de mostrarse conciliador, finalmente terminó anunciando que dos días después estaría en la ciudad de León, Guanajuato, y "allá hablamos", dijo. Sin embargo, allí también volvió a rehuir el debatir con el MJL. Increpado a la salida de un acto, Castañeda imploró: "Ya, ya muchachos, por favor", al tiempo que cancelaba una conferencia de prensa ya programada, para evitar las preguntas de los periodistas sobre las denuncias del MJL de que él es el"hombre–bestia de Cheney en México", y si aceptará el desafío del MJL a un debate público.

Ofensiva del MJL en cuatro continentes

La intervención contra Castañeda fue parte de una amplia movilización en cuatro continentes con la que el MJL ha puesto en jaque al amo del ex canciller mexicano, Dick Cheney, y a sus colaboradores y títeres, incluyendo a Arnold Schwarzenegger, el hermano gemelo de Castañeda. De hecho, otras voces prominentes han echado mano de la información que el MJL ha circulado a ambos lados del río Bravo, para alertar sobre el peligro que representa el nuevo jefe de estado importado de Austria.

El 8 de octubre, Ricardo Monreal, gobernador de Zacatezas, dijo que Schwarzenegger era "un hombre de alto carácter xenofóbico y racista" que podría empezar a emprender "persecuciones" contra los mexicanos en California. Monreal le dijo a la prensa que "hay que tener mucho cuidado con ese actor, porque nos hace pensar que pueden revivirse las noches de cristal de la Alemania nazi", cuando los matones nazis desataron una ola de destrucción contra los judíos en 1938.

Un día antes, en Sonora, en el acto de presentación de El Yunque, la ultraderecha en el poder, un libro por el periodista de Proceso Álvaro Delgado, el orador invitado, el larouchista Alberto Vizcarra, habló sobre las implicaciones de la victoria de Schwarzenegger en el marco de la reactivación de la sinarquía internacional en México, con la influencia que ejerce el autodenominado grupo "El Yunque" en el Gobierno de Vicente Fox. Vizcarra les dijo a los 150 presentes, incluyendo periodistas, funcionarios estatales y municipales, militares, académicos y dirigentes políticos, que las mismas fuerzas sinarquistas que impusieron el fascismo en Alemania, España e Italia, ahora dominan en EU a través de Cheney y Donald Rumsfeld, secretario de Defensa de EU. Schwarzenegger representa esos intereses fascistas, igual a como Adolfo Hitler lo hizo en los 1930.

Castañeda alega que los que han luchado por establecer un acuerdo migratorio y por legalizar la situación de los mexicanos en EU "fuimos Fox y yo", y que quien se opone a dicho acuerdo es "la extrema derecha norteamericana" que, según él, patrocina a los larouchistas "que vienen a fastidiarnos" en todas partes.

Sin embargo, al mismo tiempo Castañeda se ufana de que el patrocinador de sus visitas a diferentes ciudades del país es la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), el frente patronal del antiguo movimiento sinarquista en México. Desde su fundación, la Coparmex surgió como la organización visible del "frente número uno" de la organización secreta "OCA" (Organización, Cooperación, Acción, también conocida como "La Base"), de la cual la Unión Nacional Sinarquista era el "frente número 11". La OCA era una de las varias operaciones del movimiento nazi del sinarquismo internacional en las décadas de los 1930 y 1940, que hoy, reestructuradas, siguen trabajando para impulsar de nueva cuenta la "solución final" fascista al derrumbe del sistema financiero internacional. A partir de la nacionalización de la banca en 1982, los banqueros decidieron fortalecer su movimiento fascista para acabar con la soberanía nacional de México, que busca hacer prevalecer los intereses de la nación en contra de los privilegios financieros de corte feudal de unos cuantos. Castañeda se ha ganado a pulso su lugar en las filas de ese movimiento fascista.

Castañeda ha respaldado la doctrina de "ataques preventivos" inaugurada en Afganistán por Cheney y su cohorte de gallinazis neoconservadores. Castañeda escribió en El Universal el 29 y 30 de junio de 2002, que en México "se enfrentan dos fuerzas: la política real y la política moral". La mía, escribió, "es realista", ya que "reconoce el hecho incontrovertible de que hoy existe una potencia hegemónica, a la que estamos estrechamente vinculados por razones de historia, geografía e intereses concretos... que ocupa una posición de indiscutible hegemonía", ante la cual, la sumisión debe aceptarse "como un fenómeno necesario y natural, aunque para algunos siga siendo indeseable".

El 24 de febrero de 2000, Castañeda escribió en el diario Reforma que "nuestro país debe trascender limitaciones que —al amparo de una soberanía mal entendida— han atrofiado su potencial de desarrollo", y propone "poner al día esa noción de soberanía" que obligue a México a "acatar las reglas supranacionales".