LaRouche: Mi presidencia tras la era de Cheney
por Bonnie James
Washington (EIRNS)Señalando que "hay poco tiempo" antes de que tome posesión el próximo Presidente de los Estados Unidos, en enero de 2005, Lyndon H. LaRouche, precandidato demócrata por la Presidencia de ese país, pronunció el 22 de octubre un discurso histórico, transmitido a nivel internacional por internet, en el que detalló una serie de medidas de emergencia que tomará en la primera hora después de tomar posesión del cargo.
"Falta algo más de un año y tres meses para la toma de posesión del próximo presidente, y poco más de un año para las próximas elecciones", dijo LaRouche. "Las sandeces tienen que acabarse ahora mismo. Por eso hablo como hablo, y digo sin temor a exagerar que, dada la actual situación mundial y nuestra situación nacional y en especial a la luz de mis logros especiales como economista, quizás soy la única persona calificada para ser Presidente de los EU en este momento".
Al acto asistieron cerca de 300 personas en Washington, y cientos más en reuniones "satélite" por todo el país, Europa, Asia, América Central y del Sur, Australia, y muchos más por todo el mundo vía internet. Los aplausos, y a veces las risas, interrumpieron muchas veces el discurso de LaRouche a medida que exponía su política para los primeros cien días de su presidencia.
La mayoría de los que acudieron a la conferencia en Washington cerca de la tercera parte eran jóvenes y estudiantes, tanto miembros del Movimiento de Juventudes Larouchistas, como en vías de reclutarse al mismo. También hubo un número importante de funcionarios públicos tanto activos como retirados, incluidos legisladores estatales, concejales, etc., y dirigentes sindicales, diplomáticos, periodistas y activistas políticos, incluidos líderes de la pelea por salvar el Hospital General de Washington.
En la presentación inicial, de una hora, más tres horas y media de diálogo con el público que le siguieron, quedó muy claro, no sólo que LaRouche es el único candidato calificado de los que contienden por la Presidencia, sino que de una vez se conduce como si ya ocupara la Casa Blanca. La estatura presidencial de LaRouche, así como su actitud de estadista ante las profundas crisis que enfrenta la civilización, quedaron tan de manifiesto, que el tema subyacente de todas las preguntas, tanto del público en Washington como de los oyentes por todo el mundo, era: ¿Cómo garantizamos que usted sea el próximo Presidente de los EU?
Como indica el título del discurso de LaRouche, "Preparativos para la era después de Cheney", el problema inmediato a resolver es el urgente requisito de destituir de su cargo al vicepresidente de los EU, Dick Cheney. Debra Freeman, portavoz de la campaña de LaRouche en la Costa Este, observó en su introducción que el encuentro era una "fiesta de despedida para Cheney".
Y, en efecto, en lo que va desde la anterior conferencia por internet de LaRouche el 2 de julio, ha habido una avalancha de revelaciones, informes de inteligencia, artículos periodísticos y entrevistas de televisión, sin mencionar los discursos recientes de los senadores Edward Kennedy y Robert Byrd en sesiones plenarias del Senado, todos dirigidos a la ardientemente deseada y muy esperada partida de Cheney. Pero todo el mundo sabe que el líder de la pelea por sacar a Cheney es el propio Lyndon LaRouche, al frente de su movimiento de juventudes. Como dijo en sus comentarios introductorios:
"Ya desde agostoseptiembre de 2002 lo había atacado públicamente [a Cheney] por fraude, en la cuestión de meternos en una guerra en Iraq. Dije que es un mentiroso, que debía enjuiciársele, o él renunciar. Ahora, eso vengo diciéndolo, como algunos de ustedes habrán observado, con cierta insistencia en los meses que han pasado desde entonces... Y tengo entendido que en semanas recientes Dick Cheney descubrió, de buenas a primeras, ¡que yo soy su opresor!" Luego LaRouche destacó los indicios más recientes de su impacto sobre Cheney: "En la primera página del Washington Post apareció esta mañana un indicio de esa ironía. De modo que Dick Cheney está un poco turbado. Y es hora de decir otra vez: 'Adiós, muchachos' ".
Los temas generales del discurso de LaRouche fueron los siguientes: 1. la situación resultante de la revocación del Gobernador de California, Gray Davis, coincide con una profundo realineamiento de las bases del Partido Demócrata; 2. la agudización de la crisis financiera y monetaria internacional; y, 3. la amenaza constante de la política bélica de los neoconservadores.
Pero antes de entrar en esos temas principales, LaRouche esbozó lo que haría como presidente, "durante la primera hora en que me desplace de la toma de posesión a la mansión ejecutiva, y comience a hacer cosas". En primer lugar de la lista, dijo, estará la salud. Ante el envejecimiento de la población, "el sistema de salud se resquebraja", y una de las principales medidas que habrá que tomar será reabrir el Hospital General de Washington, con servicio completo para el público, y presentarle al Congreso un proyecto de ley para restablecer el programa HillBurton, revocando la legislación de 1973 que dio pie al sistema de Organizaciones de Mantenimiento de la Salud (HMO) bajo el Gobierno de Richard Nixon.
Más aún, el presidente LaRouche revitalizará el sistema de hospitales de veteranos y repotenciará el sistema de salud pública ante el envejecimiento de la población, devolviéndole a los profesionales médicos la libertad de ejercicio que les ha ido quitando el sistema HMO; también impulsará protocolos especiales de investigación de los males de la vejez.
El segundo tipo de medidas de emergencia que emprendería una presidencia larouchista sería una reforma de fondo de las fuerzas militares. "Debemos rendirle honores al veterano y, en ese sentido, mi intención actual es honrar no sólo a los veteranos que han servido en el pasado, sino a los que servirán en el futuro". Como presidente, LaRouche dijo que "propondré legislación para reinstituir el servicio militar obligatorio", ya que, "aunque muchos ya lo han olvidado, el servicio militar fue el fundamento de la nación. Libramos una guerra revolucionaria; en ese entonces sí teníamos un concepto de servicio militar".
La calidad del liderato de LaRouche se vio en marcado relieve durante la sesión de preguntas y respuestas. Uno de los principales temas abordados fue el del Oriente Medio; LaRouche mencionó una propuesta muy prometedora, conocida como la "Iniciativa de Ginebra", elaborada entre el ministro de Justicia israelí Yossi Beilin y Yasser Abad Rabbo, líder de la Autoridad Palestina. "Esto es importante", dijo LaRouche. "Creo que los Gobiernos y otras fuerzas en el mundo debieran apoyarlo". En respuesta a una pregunta posterior sobre lo que podría hacerse para refrenar al títere israelí de Cheney, Ariel Sharon, LaRouche habló como si ya estuviese en la Casa Blanca: "Como presidente, no tendré ningún problema tratando con esto. Lo resolveré". LaRouche aseveró que le diría a Sharon: "De aquí en adelante, ni un centavo de los EU hasta que no ponga fin a esta demencia".
De nuevo, en cuanto al asunto de cómo bregar con las terribles injusticias contra los inmigrantes en los EU, LaRouche dijo: "Odio decirlo una y otra vez, pero si soy Presidente de los EU, esto cambiará".
Y a la última pregunta del día, de un joven aspirante a artista que quería saber por qué los empleadores potenciales exigen ver un título universitario, "un pedazo de papel con letra bonita", en vez de talento, LaRouche respondió: "¿Qué puede hacerse ahora? ¿Qué puedo hacer yo? Bien, si soy presidente, es fácil. Pero es más fácil si piensas cómo voy a llegar a ser presidente... Ahora, ¿cómo hago para ser presidente? Bueno, ya conoces la respuesta. Lo viste en California, en cómo casi detenemos la revocación del Gobernador, casi. Ustedes, los de su generación, marcarán la diferencia, porque ya no quieren soportar esto... Yo les ayudaré, pero lo harán por sí mismos, se definirán como una generación más joven, de su edad, y volverán la atención de nuestra sociedad sobre este problema".
"Ahora, si ustedes lo hacen, como generación joven, tendrán que escucharlos. Es como una revolución no tan silenciosa, como saben, porque si demuestran que tienen ese poder de cambiar la sociedad, y virar el rumbo por su influencia en varias generaciones... si logran hacer que la sociedad cambie, para bien, los escucharán".
Para una transcripción completa, y la audiograbación de este discurso, acuda a www.larouchein2004.com/spanish, o www.larouchepub.com/spanish.