LaRouche apoya investigar fraude electoral en Washington


El MJL saturó a Washington, D.C., con este cartel de la campaña de LaRouche,
previó a la primaria presidencial en la capital estadounidense.

por Rachel Douglas

El precandidato presidencial demócrata estadounidense Lyndon LaRouche respaldó el 15 de enero el llamado a investigar las irregularidades que ocurrieron en las elecciones primarias presidenciales que tuvieron lugar en la capital de Estados Unidos el 13 de enero. Dicho llamado lo hicieron miembros del concejo municipal de Washington, D.C., y la representante sin voto de la ciudad al Congreso de EU, Eleanor Holmes Norton, alegando que hubo numerosos problemas con las nuevas pantallas sensibles de votación y otras dificultades que resultaron, entre otras cosas, en un aumento desmedido en la cifra total de las personas que supuestamente acudieron a las urnas.

LaRouche dijo que apoyaba la investigación, a la luz del caracter fraudulento de los resultados dados a conocer, los cuales, dijo, no se correspondían en modo alguno con las encuestas realizadas 24 horas antes, que mostraban a LaRouche virtualmente empatado con el reverendo Al Sharpton.

LaRouche dijo que son conocidas las peculiaridades del sistema de votación con pantallas sensibles, y que hay informes de problemas con el contratista que manejó las máquinas, y de irregularidades en la entrega de los resultados registrados por el sistema de pantallas sensibles al centro de cómputo.

Benjamin F. Wilson, presidente de la Junta Electoral de Washington, dijo que acogería con beneplácito una investigación de los cómputos.

"Las Erinias pondrán en orden este asunto", dijo LaRouche antes, al enterarse de que los cómputos oficiales sólo le daban el 1% de la votación. En una entrevista con el periodista de radio Jack Stockwell, de Utah, el 14 de enero, LaRouche reiteró que las encuestas realizadas el día anterior a celebrarse las elecciones primarias en Washington, D.C., indicaban que él y Al Sharpton, quien quedó en segundo lugar, "teníamos como el 20%. Súbitamente los moonies y demás le estaban dando un impulso, y el Washigton Post lo estaba destacando mucho. Así que salió de la nada. No tenía una oficina en Washington, sólo papel de desecho, y no había señales de él. Entonces, tres días antes de las elecciones, apareció [Sharpton] con este tremendo respaldo de esta pandilla.

"En esos momentos registrábamos 20% cada uno. Entonces, ayer, ¡yo bajo a 1%! Obviamente pasó algo. Nuestra evaluación es que no lo hizo el Comité Nacional Demócrata, aunque si estuvieron metidos hasta los codos. . . Vino de otra fuente, y sólo hay una que llena los requisitos: el vicepresidente [Dick Cheney]", dijo LaRouche. Más adelante añadió que "Cheney me teme. Me considera a mí personalmente su más grande enemigo".

El MJL pone de cabeza a Washington

De hecho, los resultados dejaron pasmados a los observadores, ya que LaRouche tenía la campaña más visible y activa en la capital estadoundense. Los activistas del Movimiento de Juventudes Larouchistas (MJL) habían puesto a la ciudad de Washington de cabeza en su empeño por lograr una victoria de LaRouche en las elecciones primarias de esa ciudad. La intervención del casi centenar de jóvenes larouchistas ya ha cambiado el curso de la historia actual, al llevar el mensaje de Lyndon LaRouche a todas las calles y barrios de Washington, especialmente a los más marginados, donde viven los que LaRouche llama "los hombres y mujeres olvidados", que constituyen la mayoría de la población. Diariamente los jóvenes, con carros de sonido, y cantos y carteles, instaban a la población a acudir a la urnas y votar por LaRouche.

Con su intensa actividad los jóvenes transformaron la elección primaria de un simple ejercicio electoral, en un referendo sobre si deben continuar influyendo sobre la política de EU el "hombre–bestia" Dick Cheney y su camarilla de neoconservadores pro guerra nuclear.

La campaña presidencial de LaRouche, con el MJL a la cabeza, también puso sobre el tapete la cuestión de la existencia misma del Partido Demócrata: si la actual directiva corrompida de dicho partido, el Comité Nacional Demócrata (DNC, siglas en inglés), que trató sin éxito de cancelar las elecciones primarias, continúa excluyendo a LaRouche, condenará al Partido a desaparecer (ver editorial).

LaRouche aparece en televisión

LaRouche se presentó por televisión a la ciudadanía de Washington en dos programas de media hora cada uno, una vez por la filial de la cadena de televisión Fox, y la otra por el canal 4 de la cadena de televisión NBC.

Los programas de televisión estuvieron anunciándose por WTOP, la principal radioemisora de Washington, con semanas de anticipación. También se repartieron volantes y se publicaron anuncios en la prensa.

El 12 de dicembre, en una reunión ciudadana que sostuvo con 180 personas en Washington, y que se difundió por internet, LaRouche planteó que las elecciones primarias de Washington serían decisivas para romper el cerco de contención que la burocracia demócrata le ha puesto a su candidatura, imponiendo la más férrea censura de prensa, a tal punto que casi nunca se le menciona, aunque ha calificado para recibir fondos del gobierno y aparece en las boletas electorales de más estados que al menos 4 de los llamados 9 "precandidatos principales". El 10 de enero LaRouche sostuvo otra reunión en Washington, que también se difundió por internet con traducción simultánea al español.

Entre estas reuniones ciudadanas, los programas de televisión y los cientos de miles de copias de material de campaña distribuidos por el MJL, se creó una onda de choque que hizo sentir la presencia de LaRouche fuertemente en Washington, y en las primarias subsiguientes. De LaRouche obtener una nutrida votación en cualquiera de las elecciones primarias, ese hecho tendría reverberaciones por todo el mundo: cambiaría la percepción de lo que es posible en los EU, le infundiría coraje a los estadounidenses, a más de darles la esperanza de que es posible regresar a la cordura.

En una carta a los presidentes estatales del Partido el 11 de diciembre, Terry McAulife, presidente del DNC, alegó que ya que LaRouche no tiene derecho a votar (por haber sido condenado en un jucio amañado), y no comparte "las metas y objetivos" del Partido, según McAuliffe, debe excluírsele.

Sin embargo, en la misma carta McAuliffe reconoce que LaRouche goza de mucho apoyo entre los demócratas, y probablemente gane delegados a la convención nacional. De allí que McAuliffe pretende despojarlo de esos delegados, como ocurrió en las elecciones de 2000, cuando a LaRouche le quitaron los delegados que ganó en Arkansas y se los dieron a Al Gore. En esa ocasión, los más de 50.000 votantes que fueron privados de sus derechos cuando el Partido canceló a los delegados que habían elegido a favor de LaRouche, se vengaron en las elecciones generales, las que Gore perdió precisamente por 50.000 votos.

Esta vez no será tan fácil aplicar medidas antidemocráticas como en el 2000.

De hecho, el 2 de enero el secretario de Estado del estado de Maryland, R. Karl Aumann, puso el nombre de LaRouche en la boleta para las elecciones primarias de ese estado, en base a que "su candidatura generalmente se promueve o es reconocida por los medios de difusión a través de los Estados Unidos o en Maryland". Aumann tomó la decisión pese a que McAulife lo llamó pidiéndole que dejara a LaRouche por fuera.

'Hemos cambiado a Washington'

Contrario a lo que algunos piensan, el MJL ha intensificado su movilización luego de las primarias en Washington. Un grueso contingente se desplazó de inmediato para Nueva Hampshire, donde LaRouche también se dirigió a la ciudadanía por televisión, por media hora, en dos ocasiones.

En cuanto a la primaria de Washington, "nadie que experimentó esta campaña volverá a ser lo mismo que era, sépalo o no", escribió uno de los jóvenes activistas.

"Hoy ganamos. Ganamos el corazón y las almas de la población de esta ciudad. Ganamos nuestro derecho de caminar sobre el escenario de la historia, y hacerle una reverencia profunda a nuestro pueblo. Ganamos porque todos sabemos que la historia no se hace en los textos de historia, sino en las mentes de los hombres que aproximan con éxito el concepto de LaRouche de la simultaneidad de la eternidad".

Y concluyó que el MJL no cejará en su empeño hasta lograr su meta de tener 10.000 jóvenes en las calles luchando por llevar a LaRouche a la Casa Blanca.