Análisis de LaRouche Resumen electrónico de EIR, Vol. III, núm. 10

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Encendamos el fuego de la juventud

Vladimir Vernadsky

Lyndon LaRouche dirigió el siguiente mensaje al cierre de una conferencia en el Museo Estatal de Geología Vernadsky, de la Academia de Ciencias Rusa, el 16 de abril, durante una visita reciente que hizo a ese país (ver Resumen ejecutivo de la 2a quincena de junio de 2004, vol. XXI, núm. 12.

Creo que mi contribución ahora debe ser en el tema de la educación, la ciencia y la educación. Y referiré un problema práctico con el cual estoy lidiando. Hace unos 4 años empecé a desarrollar una nueva forma de movimiento de juventudes en los Estados Unidos, el cual ahora está extendiéndose a otras partes del mundo.

Como sabrán, en los EU se hicieron estudios periódicos sobre las actitudes de los jóvenes hacia las generaciones anteriores. Este estudio lo hacía regularmente una organización llamada Secretarías de Estado. Es decir, en cada uno de los 50 estados hay una secretaría que maneja la administración interna del estado; asuntos como elecciones y cosas por el estilo. Y esta organización determinó que había un cambio de fase en la actitud de las generaciones, o entre las generaciones, de los cincuentones o los entrados en sus sesenta, y los hijos de esa generación, en particular el grupo que oscila entre los 18 y los 25 años, el grupo en edad universitaria; de una actitud clasificada como conflicto y fricción, característico de las relaciones entre generaciones, a una actitud de hostilidad.

En los actuales EU, y también en Europa, hay una creciente hostilidad entre las generaciones de los padres y la de estos jóvenes de entre 18 y 25 años de edad.

Retroceso cultural

Entiendo los motivos de esta situación. A mediados de los 60 los EU y Europa sufrieron un retroceso cultural, un cambio de fase descendente. Por ejemplo: durante el período que va del inicio del Gobierno de Franklin Delano Roosevelt en 1933, en marzo de 1933, a más o menos el asesinato de John F. Kennedy y poco después, hubo un aumento general de la productividad en los EU, a pesar de todas las maldades que se cometieron en ese período. A partir de allí, los EU han sufrido un retroceso cultural, y pasaron de ser una sociedad productora —la principal sociedad productora del mundo— a una sociedad posindustrial. Y todo esto se ve en la decadencia económica resultado principalmente de este cambio de fase cultural descendente, que también se refleja en ciertas cosas como las innovaciones en la ciencia, las “nuevas matemáticas”, que se introdujeron en los EU e Inglaterra en los 1950. Eso constituyó una destrucción corrosiva de la ciencia, una mala actitud hacia la ciencia y hacia la práctica de la ciencia, en especial la ciencia física, en todo el mundo. Se remplazó la ciencia física por el acento en las tendencias matemáticas de John von Neumann, de las tedencias de Bertrand Russell y Von Neumann.[FIGURE 41]

En general, también ha habido una crisis moral en la cultura existente de los EU y de Europa Occidental, la cual, por supuesto, se ha propagado a Rusia. Es un asunto mundial. Estamos al borde de una era de tinieblas potencial, con el derrumbe económico venidero que puede ocurrir en cualquier momento. Es inminente un derrumbe monetario y financiero generalizado. O sea, puede ocurrir en cualquier momento.

La verdadera causa de este derrumbe no es sólo económica. Tampoco se trata de una ley estadística o algo por el estilo. Es el resultado de los efectos acumulados de una cierta degeneración de los valores en nuestra sociedad, que se aparta de los valores que nos capacitan para mantener sociedades más productivas. Esto puede verse aquí en Rusia, por ejemplo, donde a pesar de acabar de salir de la Segunda Guerra Mundial, el período de la reconstrucción, que representó un enorme sacrificio, es un ejemplo de cómo la actitud y la cultura a menudo determinan la marcha de una nación.

Un movimiento de juventudes orientado a la verdad

Así que tuve que enfrentar esto, y propuse una solución. El problema, tal como la diagnostiqué, es que la crisis cultural consiste en una pérdida del sentido de la verdad. En los EU, la opinión prevaleciente es que la opinión, no la verdad, tiene que determinar la administración pública. En otras palabras, si se hace patente una tendencia de opinión, tienes que someterte a su autoridad, y esta clase de opinión se usa como sustituto de la verdad.

Ahora bien, por supuesto que en la ciencia tenemos una definición bastante buena de la verdad, en especial en la ciencia física, la ciencia experimental. Digamos que descubrimos un principio, o que ampliamos un principio, especificamos un principio. Esto lo comprobamos con métodos experimentales apropiados, generalmente en el sentido que Bernhard Riemann definió como “experimentos únicos”. O sea, la clase de experimentos que se requieren para comprobar un principio, a diferencia de una tecnología o una técnica.

Eso era la veracidad, eso es un parámetro de la verdad. Nos hemos apartado de él. Esto ya no se enseña en la ciencia física; ya no lo tenemos en la política, en la determinación de la política.[FIGURE 42]

Entonces, lo que hice fue establecer un programa. Nosotros organizamos un movimiento de juventudes, y los jóvenes acudieron a mí y me dijeron: “Muy bien. ¿Qué hacemos con nuestra educación?”. Son jóvenes entre 18 y 25 años.

Y les dije: “Bueno, hagan dos cosas. Primero que nada, tomen el primer ensayo importante de Carl Gauss, el de 1799, sobre El teorema fundamental del álgebra, en el que ataca específicamente a Euler y a Lagrange con relación al tema del dominio complejo, implícitamente del dominio complejo. Y que eso sea prueba de eso para ustedes, al revivir la demostración de Gauss, que sea su introducción a una norma de veracidad en el trabajo científico”.

¿Por qué? El significado de ese ensayo es que, lo que hizo Gauss, como estudiante de Abraham Kästner y Hofrath von Zimmerman, quienes lo cimentaron en las geometrías antieuclidianas, realmente. . . O sea, algunos le dicen no euclidianas, pero en realidad son antieucliadianas. No se trata de una geometría no euclidiana, sino de rechazar la idea de la geometría euclidiana.

Esto nos lleva a los fundamentos de la cultura científica europea, en tanto cultura europea, que salen de las sombras de las grandes pirámides de Gizeh. A los fundamentos de la astronomía, o de las “esféricas”, como se les llamaba en la antigua Grecia, donde la pauta de conocimiento estaba en las relaciones angulares entre las posiciones en los cielos, y no las medidas absolutas. Y al estudio de ciertos descubrimientos de principios, de principios físicos, que se reflejan en tanto geometría, en tanto parámetro de la ciencia; lo que llegó a conocerse como la norma pitagórica, antes de que se introdujera la idea de “energía”, norma que consideraba el descubrimiento de un principio universal y su comprobación como un poder, un poder que distingue al hombre de las bestias, porque ningún animal puede descubrir un principio físico universal y usarlo. Sólo el hombre puede hacerlo.

Mediante nuestro descubrimiento de principios, y al trabajar a partir de éstos en el desarrollo de tecnologías que se derivan de eso, podemos aumentar el poder del hombre para existir en el universo, para cambiar la Tierra, para cambiar las circunstancias de la existencia, para aumentar la densidad potencial de población de una sociedad, para elevar el nivel de vida y la productividad per cápita, para cambiar los desiertos y volverlos zonas prósperas, quizás para cambiar la tabla periódica de Mendeléiev, para empezar a resolver algunos de los problemas que tenemos con los minerales, y que tendremos en el futuro.

Esta es la clase de desafíos que enfrentamos. Son ejemplos de principios físicos: ¿puedes doblar una línea en un universo lineal único? Imposible, por construcción. ¿Puedes doblar un cuadrado por métodos geométricos, de tal modo que no sea una aproximación? ¿Puedes doblar un cubo? Y luego, por supuesto, el cuarto gran descubrimiento es cuántos polígonos, polígonos regulares, pueden construirse en una esfera. Estos fueron lo cuatro conceptos de poder, de poder físico reflejado en tanto concepto geométrico, sobre los cuales los pitagóricos y otras personas fundaron los cimientos de la ciencia europea moderna.

Este es un concepto de veracidad. Tiene dos características: subraya no sólo el principio del descubrimiento de la naturaleza del universo por el hombre, sino la naturaleza del hombre; que ningún animal puede hacerlo y, por tanto, el hombre es sagrado. De ahí que toda ciencia de ese género es humanista. El objeto es mejorar las condiciones del hombre y la apreciación que éste tiene de sí mismo y de los demás.

Y eso es lo que necesitaban.

El estudio de la historia universal

Lo segundo fue decirles: “Ahora estudien historia. Usen a Gauss y este ensayo, su primer ensayo, de 1799. Y úsenlo como él cuando era joven, como ustedes lo son ahora. Y úsenlo como una pauta de veracidad. Ahora enfoquemos todas las preguntas desde este punto de vista. Veamos la historia de la humanidad como la historia del surgimiento y desarrollo de las ideas que corresponden a la verdad, según esta pauta de veracidad, lo cual refleja Gauss en este ensayo, al igual que en otros trabajos. O en el grandioso ensayo de Riemman, que es uno de mis objetos más preciados, la disertación de habilitación, que, con una declaración muy sencilla y sólida, define una nueva era en la física”.

Así, si uno logra que la juventud se vea a sí misma en la historia, y empiece a ver la historia desde la época de Pitágoras hasta el presente en Europa, esa juventud se desarrolla viendo al mundo desde la perspectiva del desarrollo y la transmisión de ideas, y la aplicación de éstas para cambiar el mundo en beneficio de la humanidad, para cambiar las relaciones sociales en beneficio de la humanidad. Entonces podemos ganar a estos jóvenes, cuyos padres pertenecen a una generación que, en tanto tal, no tiene un concepto de veracidad, una generación que no cree en la verdad sino en la opinión; que le pide prestadas las opiniones a sus vecinos, como si fueran a pedirle azúcar prestada al vecino de enseguida. No tienen un concepto de veracidad, sino únicamente de opinión.

“Pero nos dijeron esto. Nos enseñaron esto. Nos dijeron que apreciáramos esto. Nos dijeron que eso es malo. Nos dijeron que eso es bueno”. Se sienten orgullosos de no saber nada. Se sienten orgullosos de mostrar el hecho de que copian la opinión de otros, a los que decidieron copiar, y no tienen ninguna consideración por la verdad.[FIGURE 43]

Un nuevo sistema educativo

Necesitamos, pues, un nuevo sistema educativo en todo el mundo. Pero para poder tenerlo tenemos que darle un golpe de timón a la formulación de los programas educativos. Propongo que el punto de partida sea esa generación de entre los 18 y 25 años de edad, porque ellos se ven a sí mismos como adultos jóvenes. Ellos no tienen mucho tiempo, pero tienen una energía tremenda. Cuando se inspiran, y uno los inspira, ellos pueden quedarse trabjando hasta las 3 o 4 de la madrugada, y asistir a clases por la mañana, porque están inspirados en dominar las ideas.

Queremos encender la llama de este combustible llamado juventud, inspirándolos con ejemplos, con la esperanza de que estas cosas que los inspiran despeguen y ellos se vuelvan especialistas y gente que aporte de esa manera. Debemos esperar que estos jóvenes, quienes trabajarán todo el tiempo haciendo toda clase de cosas, que organizarán políticamente en la sociedad, que estos jóvenes le devuelvan la chispa de la vida a la generación de sus padres. Y, así, nosotros los viejos, que estamos buscándole un futuro a la humanidad, porque estamos envejeciendo y queremos que alguien tome la antorcha, ¿por qué no simplemente reconocemos que la educación busca que alguien tome la antorcha? Consigan algunos jóvenes. Denles algo más que esa charlatanería que tienden a recibir como educación hoy día, con libros de texto charlatanes. Hagamos que pasen por la experiencia de conocer lo que es el descubrimiento. Hagamos que pasen por la emoción de compartir en un salón de clase, en donde haya entre 15 y 25 personas, no más, no menos, la acción de revivir ideas y educarse a sí mismos. Usen el método de Gaspar Monge cuando movilizó las brigadas en Francia en el período que siguió a la Revolución Francesa. ¡Usen ese método! Creemos un ejército de jóvenes que organicen a la sociedad y a la generación de sus padres, para que revivan y vuelvan a disfrutar de la vida, como la disfrutábamos cuando nos embarcamos en las fases iniciales de la emoción del descubrimiento.

La tarea en Rusia

Eso es lo que necesitamos. Yo creo que esa es la tarea aquí, específicamente, la tarea en Rusia. El otra día tuve la oportunidad de hablar con 70 jóvenes en la Universidad de Moscú. Y, como estaba aquí, usé este tema que acabamos de discutir como tema de presentación y, digamos, de provocación para estos jóvenes.

Porque yo quería provocarlos respecto a su función, en vista de la situación rusa y apuntando a los problemas desde la perspectiva de la posición rusa en Eurasia. Y si consideramos que los depósitos minerales del norte y el centro de Asia son fundamentales para el futuro de la humanidad en este hemisferio, esa es obviamente la misión de Rusia. Porque aquí, en Rusia tenemos una tradición científica con más de dos siglos de desarrollo en esta dirección, en dónde la idea de abordar este asunto del desarrollo de los minerales de la biosfera y la noosfera es la característica de esta tradición. ¿Por qué no tomar las aptitudes especiales de Rusia, las capacidades en esta área, y movilizarlas para darle a Rusia una orientación, por su ubicación en Eurasia, bajo estos nuevos desafíos? Para dar un ejemplo: cuando la gente pregunte, ¿qué hacemos con la escasez de recursos?, responderemos: Nosotros resolveremos el asunto del manejo de los recursos escasos. Enfrentaremos eso. Ese es nuestro trabajo; definir las posibilidades de acción a las que puede adaptarse la sociedad para bregar con el asunto de cómo surgirán los recursos para enfrentar el reto del crecimiento demográfico de Eurasia.

Y esta es, en cierto sentido, la misión de Rusia en particular. Y creo que Rusia, por supuesto, necesita una misión, un sentido de misión. En lugar de quedarse tan sólo diciendo, ¿cómo manejamos este caos?, por qué no preguntarnos: ¿Por qué no conquistamos una nueva área y volvemos a colocar de nuevo nuestra huella en la historia del planeta?

Gracias.