Ciencias

El MJL acompaña a Amelia Boynton en el aniversario del 'Domingo Sangriento' de Alabama


Doña Amelia Boynton Robinson hace uso de la palabra mientras la escuchan, entre
otros, la congresista Maxine Waters (extrema izq.), demócrata por California, y la
congresista Cynthia McKinney (segunda desde la izq.), demócrata por Georgia.

(Foto: Randy Kim/EIRNS).

por Bonnie JamesWashington (EIRNS)—En el cuadragésimo aniversario de la histórica marcha por el derecho al voto para los negros, de Selma a Montgomery, Alabama, Estados Unidos, la gran heroína del movimiento de los derechos civiles Amelia Boynton Robinson invitó a cuatro miembros del Movimiento de Juventudes Larouchistas (MJL) a participar en los varios actos conmemorativos, que culminaron con la representación de la famosa marcha que cruzó el puente Edmund Pettus en 1965, ante una represión sangrienta en la que doña Amelia fue salvajemente atropellada. Esa imagen le dio la vuelta al mundo, y fue uno de los puntos de inflexión que llevó al triunfo del movimiento encabezado por el reverendo Martin Luther King.Según el propio MJL, su objetivo era intervenir en las celebraciones para elevarlas del nivel de la simple nostalgia, o sea de decir, "oigan, esto fue lo que hicimos", al de preguntarse, "¿ahora qué sigue?" y "¿cómo lo hacemos?"El grupo del MJL llegó a Selma el 3 de marzo, día que estuvo dedicado a honrar al finado esposo y compañero de lucha de doña Amelia, Samuel W. Boynton. Los del MJL acompañaron a doña Amelia a una entrevista de televisión, en la que ellá contó sus experiencias en la lucha por inscribir a los negros del Sur para votar, y describió cómo llegó a conocer al movimiento larouchista en Nueva York hace muchos años. Ahora es vicepresidenta del Instituto Schiller, fundado por Lyndon y Helga LaRouche.Esa noche fueron a la histórica Iglesia Bautista del Tabernáculo a rendirle homenaje a S.W. Boynton. El acto, al que asistieron unas 400 personas, incluyendo funcionarios públicos y veteranos de los derechos civiles, devino en una improvisada sesión de autógrafos de la autobiografía de doña Amelia, Bridge Across Jordan (Un puente sobre el Jordán), de la que también acaba de publicarse en Italia una traducción al italiano, Un ponte sul Giordano; La mia lunga marcia con Martin Luther King. Entre los oradores estuvieron doña Amelia, su hijo Bruce Boynton, y los doctores Joseph Lowery, F.D. Reese y Charles Steele. Bruce Boynton recordó el coraje de sus padres, Amelia y Samuel, que organizaba a la empobrecida población negra a inscribirse para votar, a pesar de las amenazas de muerte, en un Sur en que seguido linchaban a negros inocentes.

Un desafío al Congreso

A la mañana siguiente la delegación del MJL asistió a un acto en una escuela de Selma en el que habló la congresista demócrata por California, Maxine Waters, quien instó a los estudiantes a organizarse para asegurar que los congresistas que participaran en la conmemoración de Selma combatan la austeridad de George W. Bush.

Luego hubo una recepción en el Museo Nacional de los Derechos Electorales, en la que hubo otro homenaje para Amelia y Samuel Boynton. Tras pronunciar un discurso que tuvo una cálida acogida, doña Amelia y los del MJL hablaron de King, y una del MJL dijo que uno puede ver el desarrollo de King en sus discursos, y que al final es claro que avanzaba más hacia el concepto de la justicia económica para todos.En cada acto doña Amelia fue recibida con gran respeto y reverencia como la "Madre del Movimiento de los Derechos Civiles", y con ovaciones de pie.Los del MJL fueron invitados especiales de doña Amelia en el banquete de la "Llama de la Libertad" el sábado 5 por la noche, en donde estaban, entre otros, los veteranos de los derechos civiles J.L. Chesnut, C.T. Vivian, el famoso cantante Harry Belafonte, y otras celebridades como Jesse Jackson, y las congresistas Waters y Cynthia McKiney.El último discurso de la noche fue el de Belafonte, veterano de la Segunda Guerra Mundial. Su descripción del cambio que sufrió la población a su regreso de la guerra fue similar a las observaciones que seguido hace LaRouche. Belafonte también defendió su popular canción de calipso, Day–O. Explicó que no es una canción trivial, sino una que pasó de su abuela a su mamá, un espiritual de los esclavos que habla de la sobrevivencia. Dijo que su amigo Nelson Mandela usaba esta canción para comunicarse con otros prisioneros, pues los guardias no entendían que era una metáfora.Hubo la sensación de que el movimiento de derechos civiles revivía, en especial cuando Belafonte, doña Amelia y Lowery, uno de los fundadores de la organización de King, instaron a la gente a salir de su pequeñez. Otros discursos, sin embargo, estuvieron orientados a la nostalgia.Los del MJL estuvieron hablando con los congresistas y pactando futuras colaboraciones. Dos de los jóvenes del MJL le describieron a Belafonte el trabajo del movimiento de LaRouche. Belafonte respondió que estaba "estudiando" algunos impresos de LaRouche, y añadió que había visto a los larouchistas en Berlín, Alemania.

El momento culminante vino el domingo 6, con la representación de la marcha del puente Edmund Pettus. El MJL participó con dos pancartas, una hecha en colaboración con la congresista Waters, con un mensaje a sus colegas: "Di 'no' a los cortes presupuestales fascistas de Bush; salva los programas de vivienda para los pobres". La otra decía: "Alcemos la voz por la justicia económica. Únete a LaRouche en contra de la privatización del Seguro Social".