Internacional

La Condi Rice es el azote de Líbano

por Michele Steinberg

El peligro más grande contra la paz en Líbano proviene del “partido de la guerra” que controla George Shultz en el Gobierno de Bush. Este grupo está usando a Líbano con otro objetivo: la destrucción de Siria conforme a la llamada política del “rompimiento limpio”, nombre que le viene de un memorando que redactaron los neoconservadores estadounidenses en 1996 para el entonces Primer Ministro entrante de Israel, Benjamín Netayahu. Hay tres grupos interrelacionados involucrados: la oficina del vicepresidente Dick Cheney; la “mafia de la democracia” de la protegida de Shultz, Condoleezza Rice, mafia que de hecho dirige la hija de Cheney, Liz, subsecretaria auxiliar de Estado para asuntos del Cercano Oriente y el Sur de Asia; y los gallinazis neoconservadores del Pentágono que engendraron la guerra en Iraq.

Hasta la fecha, esta pandilla belicista enemiga de Siria se ha valido de la resolución 1559 del Consejo de Seguridad de la ONU, la cual demanda el retiro de todas las tropas sirias de Líbano, para amenazar a ambos países. Pero, como ya se logró el retiro rápido de algunas tropas sirias y el presidente sirio Bachar al Asad ha declarado que cumplirá plenamente con la resolución, el partido belicista estadounidense ha salido con otro pretexto: una investigación de la supuesta (pero no comprobada) participación siria en el asesinato del primer ministro libanés Rafik Hariri el 14 de febrero, y el cuento de que Siria está presionando a Libia para que cancele las elecciones.

Condoleezza Rice, la perversa hijastra espiritual de Kissinger y Shultz, está reescenificando de hecho las medidas estadounidenses que ayudaron a sumir a Líbano en una guerra civil de 15 años. “Siempre que veo sonriente a Condoleezza Rice”, suele decir la dirigente política alemana Helga Zepp–LaRouche, “empiezo a preocuparme”. (Foto: U.S. Embassy in London).

Sin embargo, el pueblo libanés ahora tiene algo nuevo que temer: una intervención militar de Estados Unidos y Francia, bajo el manto de la ONU, dizque para “proteger a Líbano” en tanto se investiga el asesinato de Harari. Un dirigente de la oposición libanesa le dijo a EIR, sin ambagues, que dudaba de “la sinceridad de Bush” al invocar constantemente el nombre de Líbano. “Él tiene otro objetivo, lo sabemos. Bush está promoviendo la ‘demorragia’, no la democracia”, dijo.