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LaRouche le gana una al 'Gobernator' de Shultz

El "Gobernator" de California, Arnold Schwarzenegger, anunció el 7 de abril la cancelación de sus planes de llevar a cabo un plebiscito para privatizar el fondo de pensiones de los empleados públicos. La decisión también representó un duro revés para George W. Bush, cuyo plan de privatizar el programa del Seguro Social de Estados Unidos está cortado con la misma tijera que el de Schwarzenegger para robarle a los empleados públicos de California sus fondos —que suman la pingüe cantidad de 360 mil millones de dólares— y ponerlos en manos de los banqueros detrás de los fascistas, a los que representa George Shultz, principal controlador y "asesor económico" del ex Mr. Universo, y quien, no por coincidencia, también engendró la idea de usar el plan de privatización que impuso la dictadura fascista de Augusto Pinochet en Chile como modelo para el plan privatizador de Bush.

Schwarzenegger dijo que la decisión de echar por tierra el plebiscito —la pieza central de sus planes de "reformar" el gobierno estatal a través de consultas populares— obedecía a problemas técnicos. Entre los problemas con el plan privatizador, las familias de los policías y los bomberos no recibirían las prestaciones que ahora reciben en caso de muerte o incapacidad por razones de servicio. "Retirémoslo", dijo Schwarzenegger respecto al plan. "Diseñémoslo mejor".

Pero la verdad es que el plan había chocado con una creciente resistencia, en gran parte catalizada por Lyndon H. LaRouche y su Movimiento de Juventudes Larouchistas, el cual a cada paso enfrentó a Schwarzenegger y distribuyó cientos de miles de folletos detallando cómo el plan privatizador no es otra cosa que saqueo, y explicando que su autor es uno de los "Chicago Boys" de la facultad de Economía de la Universidad de Chicago, de la que Shultz fue decano, quien se lo vendió a Pinochet.

Debido a la oposición al plan privatizador, la popularidad del fisicoculturista relleno de esteroides empezaba a bajar de forma estrepitosa, según encuestas recientes.

En el discurso de difusión internacional que pronunció el 7 de abril, LaRouche dijo que con la retirada de Schwarzenegger, Shultz ha sufrido un revés estratégico —"una derrota Kennedy"— y pronto sufrirá una caída estrepitosa. LaRouche comentó luego que la familia Kennedy, de la que Schwarzenegger es miembro por matrimonio, determinó que su "cerdo de concurso" estaba quemándose, y que, de continuar su plan privatizador, perdería toda esperanza de enmendar la Constitución de EU para elegirlo a la Presidencia y, con ello, de que el clan Kennedy regrese a la Casa Blanca; los intereses de los Kennedy quedarían tan empantanados como ahora lo están los del clan Bush por hacerle el mandado a Shultz y tratar de robarse el Seguro Social.

La derrota de Schwarzenegger, el voto del Parlamento de Italia a favor del Nuevo Bretton Woods de LaRouche, y la creciente influencia manifiesta de LaRouche en el Partido Demócrata, prueban que Bush ahora está en una situación muy vulnerable.

Aprovechemos la debilidad de Bush. Movámonos con LaRouche.