Internacional

Ganamos la batalla constitucional;
falta la económica

Como informamos en nuestro artículo de Al pan pan y al vino vino, cuando el estadista estadounidense Lyndon H. LaRouche recibió la noticia de que un grupo de senadores republicanos se unió con algunos demócratas para parar la intentona golpista de Dick Cheney y compañía, reiteró lo que contó el decano del Senado Robert Byrd, sobre lo que dijo Benjamín Franklin cuando redactaron la Constitución de los Estados Unidos. "Una señora se le acercó y le preguntó: 'Doctor Franklin, ¿qué nos han dado?' A lo que Franklin respondió: 'Una república, señora, ¡si pueden conservarla!' La hemos conservado", dijo Byrd.

Ahora que lo hemos hecho, dijo LaRouche, los patriotas deben aprovechar la nueva situación que existe en el Senado para que adopte un programa de reconstrucción económica que salve a General Motors, Ford y el Seguro Social.

Lo que motivó el intento de derrocar la Constitución a favor de una dictadura de la Casa Blanca, quebrantando las facultades constitucionales del Senado de imponer frenos y contrapesos a una presidencia fuera de control o a una mayoría de la Cámara de Representantes temporalmente descarriada, no fue la religión de los jueces que Bush quería imponer, dice LaRouche en una declaración de su comité de acción política LaRouche PAC.

Respecto a "la confirmación de jueces con inclinaciones fascistas, la cuestión no es religión sino economía. La pregunta es, ¿qué partido tomarán esos jueces cuando los tiburones financieros vengan a comerte con un embargo de tus bienes?

"Hay un paralelo ominoso entre las actividades incendiarias del radical derechista ministro de propaganda de la Casa Blanca Karl Rove y el complot del vicepresidente Dick 'Hermann' Cheney, y las actividades incendiarias que usó Hermann Göring para que el 'reichschancellor' Adolfo Hitler asumiera poderes dictatoriales el 28 de febrero de 1933. Hitler jamás cedió esos poderes hasta el día en que se suicidó en Berlín el 30 de abril de 1945. Decenas de millones de personas murieron a consecuencia de lo que sucedió en Berlín el 27 y 28 de febrero de 1933. Ahora que el Gobierno de Bush presiona para 'usar preventivamente' las armas nucleares existentes, mucho más que decenas de millones morirán por todo el mundo si dejamos que los EU sigan ese mismo camino ahora.

"En este momento la economía de los EU está al borde de un derrumbe financiero y físico–económico generalizado más grande que el de 1929–1933, y las fuerzas que controlan a la patética figura que ocupa el despacho presidencial —tales como el supuesto 'Hjalmar Schacht' de la situación, el ex compinche de Pinochet, George Pratt Shultz, quien es el arquitecto de la presidencia de Bush II y un promotor clave del intento del Presidente por robarte la protección del Seguro Social a lo Pinochet—, están empeñados en que el pueblo no tenga pensiones, ni atención médica, ni protección contra el enorme desplome del presente sistema financiero mundial que se nos viene encima.

"No hay ninguna excusa para que nadie apoye este intento del Gobierno de Bush de hacerse de poderes dictatoriales".