Economía






Resumen electrónico de EIR, Vol.XXII, núm.12

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¡Urge un Nuevo Bretton Woods, ya!

Como seguimiento al llamado que hizo en julio de 2000 para reorganizar el sistema monetario–financiero mundial, mismo que contó con el respaldo de ex jefes de gobierno y de Estado, legisladores y dirigentes cívicos, sindicales, empresariales y del clero, la presidenta del Instituto Schiller Helga Zepp–LaRouche acaba de renovar su llamado a favor de un Nuevo Bretton Woods. El texto de la iniciativa, que publicamos a continuación, aparecerá, junto con los nombres de los signatarios, en periódicos, revistas y sitios de internet. En vista de la crisis inmediata que enfrentamos, instamos a nuestros lectores a apoyar esta iniciativa.

El cambio de paradigma de las últimas cuatro décadas, un período en el que la economía mundial fue abandonando cada vez más las manufacturas y se entregó a la especulación desmandada, ahora llega a su fin. El sistema financiero mundial está por implosiónar. La producción mundial bruta apenas anda por los 40 billones de dólares, y tras de ella se asoma una gigantesca burbuja de deuda 50 veces más grande, es decir, de 2 mil billones de dólares en obligaciones financieras. La quiebra inminente de la General Motors y potencialmente de toda la industria automotriz de los Estados Unidos, no es sino uno de los muchos factores que bien pueden llevar al desplome del dólar estadounidense y, con ello, al de todo el sistema financiero.

Para evitar que la población mundial sufra el daño indecible que desencadenaría la desintegración del sistema, los abajo firmantes exigimos que se convoque a una conferencia urgente para establecer una nueva arquitectura financiera similar a la del sistema de Bretton Woods, creado en 1944 por iniciativa de Franklin D. Roosevelt. Subrayamos que Lyndon LaRouche es el economista que mejor entiende las causas de la crisis sistémica, y quien, además, ha elaborado un paquete completo de medidas para enfrentarla de forma adecuada: el acuerdo de un Nuevo Bretton Woods.

Los abajo firmantes también recalcamos que el Parlamento italiano adoptó la propuesta de LaRouche, y el 6 de abril de 2005 aprobó una resolución instando a la convocatoria de “una conferencia internacional al nivel de jefes de Estado y de Gobierno, para definir un nuevo y más justo sistema monetario y financiero mundial”.

Las siguientes medidas deben de ponerse en práctica, si es que hemos de apartarnos del camino errado que hemos seguido desde que el presidente [Richard] Nixon dio al traste con los tipos de cambio fijos en 1971, un camino que ha llevado al actual ascenso rápido de una forma grotesca y predadora de capitalismo, gracias a la “globalización” desbocada que vino tras la caída de la URSS. La Conferencia del Nuevo Bretton Woods decidirá lo siguiente:

1.quedarán restablecidos de inmediato los tipos de cambio fijos;

2. los gobiernos acordarán un tratado que prohíba la especulación con derivados financieros;

3. la deuda será eliminada o reorganizada;

4. el Estado establecerá nuevas líneas de crédito para generar el pleno empleo mediante la inversión en innovaciones decisivas de infraestructura y tecnología;

5. la construcción del Puente Terrestre Eurasiático, como la piedra angular para la reconstrucción de la economía mundial, será la perspectiva que no sólo traerá un nuevo Wirtschaftswunder (milagro económico), sino la paz al siglo 21; y

6. una nueva Paz de Westfalia asegurará que, al menos por los próximos 50 años, las materias primas habrán de extraerse y procesarse en beneficio de todas las naciones de este planeta.

Los abajo firmantes creemos que la llamada “globalización”, esta forma depredadora de capitalismo, ha demostrado más allá de toda duda estar en quiebra en todos sus aspectos, sea el económico, el financiero o el moral. Es el hombre quien tiene que ser el centro de la economía y, de conformidad, la economía tiene que servir al bienestar común. El propósito de fundar un nuevo orden económico mundial es el de garantizar los derechos inalienables del hombre.