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Resumen electrónico de EIR, Vol.XXII, núm. 13
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LaRouche exige el retiro inmediato de los Estados Unidos de Iraq

por Jeffrey Steinberg

El estadista y economista estadounidense Lyndon LaRouche instó al Gobierno de Bush a retirar de Iraq todas las tropas de los Estados Unidos de inmediato. Dicho retiro probablemente requeriría la creación provisoria de una zona en la cual las fuerzas de los EU pudieran reagruparse a la espera de los planes logísticos para salir de Iraq.

LaRouche ya había propuesto una misión estadounidense de varios años, redefinida en forma radical, con el fin de incluir capacitación acelerada de las fuerzas militares y de seguridad iraquíes, haciendo hincapié en los proyectos del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los EU, para reconstruir la infraestructura destruida de Iraq, pero con un acento en proporcionarle a la población de Iraq empleos dignos.

Sin embargo, el continuo fiasco militar de los EU en Iraq ha llevado a LaRouche a revisar sus propuestas. Ya no existe una base viable que sustente una presencia continua estadounidense en Iraq, le dijo LaRouche a sus colegas recientemente. La presencia continua de los militares estadounidenses y de otras fuerzas internacionales de ocupación internacionales sólo empeora la situación, y elimina toda posibilidad de un acuerdo viable de gobierno entre los mismos iraquíes.

La ‘Operación Matador’ es un fracaso

Fuentes militares estadounidenses, que acaban de regresar de misiones de reconocimiento en Iraq, le han informado a funcionarios del Pentágono que la situación sobre el terreno para las tropas estadounidenses es desesperada. Los insurgentes operan en un 70% del país; las tropas estadounidenses están forzadas en gran medida a permanecer en los cuarteles para evitar números de bajas políticamente inaceptables. Cuando salen a patrullar, deben viajar en grupos numerosos para hacerle frente a ataques enemigos, por lo que no tienen la capacidad para cubrir partes considerables del país.

Como un oficial de inteligencia estadounidense de alto rango le dijo a EIR: “Tenemos 150.000 tropas sobre el terreno en Iraq, y el contingente más grande de espías en todo el mundo, y aún no sabemos quiénes son los insurgentes”.

La “Operación Matador”, el operativo de contrainsurgencia que recién concluyó en Iraq occidental, cerca de la frontera siria, ha sido aclamada por el Pentágono como un éxito total. Sin embargo, oficiales militares de alto rango y bien informados afirman que, aunque sacaron a los insurgentes de varios poblados luego de combates intensos, los EU no tiene tropas suficientes para apostar en esos lugares y asegurar el área, por lo que, en pocos días o semanas, los insurgentes regresarán.

Un oficial le comentó a EIR que en un tiroteo particularmente intenso en un poblado de la provincia de al-Anbar, las tropas estadounidenses fueron atacadas desde el interior de una vivienda que supuestamente era un cuartel rebelde. Dos soldados estadounidenses murieron y otros resultaron heridos; los soldados no pudieron determinar de dónde provenían los disparos. Posteriormente se supo que los insurgentes estaban escondidos debajo de la casa y que contaban con municiones especiales que penetran hasta cemento.

La fuente también afirmó que el incidente mostraba el tipo de dificultades con las cuales se están topando las fuerzas estadounidenses, en una campaña bélica asimétrica, conducida por una insurgencia dominada por ex militares iraquíes que cuentan con experiencia de combate y están bien entrenados; a diferencia de los soldados de la Guardia Nacional y Reserva de los Estados Unidos, que conforman más de la mitad del contingente estadounidense en Iraq.

El general retirado Barry McCaffrey, ha advertido que el Ejército de los EU se encuentra en un punto de máxima tensión tolerable, como consecuencia de la guerra de Iraq. McCaffrey ha criticado duramente al secretario de Defensa Donald Rumsfeld por no proveer las tropas necesarias para llevar a cabo la misión de ocupación en Iraq, y ahora prepara un artículo sobre las consecuencias más amplias del agotamiento del Ejército y el desplome del reclutamiento.

La fantasía sobre Irán

Un oficial del Ejército retirado de alto rango, dijo que dentro de las fuerzas armadas se habla de una retirada de Iraq, que comenzaría a fines de este año. Sin embargo, esta misma fuente advirtió que el Gobierno de Bush está divulgando que la razón clave que haría posible una retirada, sería el desplome que esperan del régimen iraní y su remplazo por un gobierno reformista pro occidental. Ésta, advirtió la fuente, es la forma de fantasía más peligrosa, la que circulan los neoconservadores del American Enterprise Institute.

‘Vietnamización’ y ‘libanización’

Dos especialistas en la región, el coronel retirado del Ejército W. Patrick Lang y Phebe Marr, disertaron hace poco en una conferencia en Washington, auspiciada por la Fundación Jamestown. Ofrecieron su opinión objetiva sobre la situación en Iraq. Lang, el ex jefe de inteligencia militar para el Cercano Oriente, equiparó el desastre actual con el plan de “vietnamización”, que fue la cubierta que emplearon los EU para retirarse de Vietnam. Luego, el Gobierno de los EU aseveró que las fuerzas sudvietnamitas estaban llegando al grado en que podían vencer a la insurgencia por sus propios medios. Todo el mundo sabía a la sazón que se trataba de un engaño para no admitir que los EU se habían metido en la guerra equivocada, en el momento equivocado, en el lugar equivocado, y que no podían ganar.

Phebe Marr, una ex analista de la CIA y especialista de la Universidad Nacional de Defensa, equiparó el desastre actual en Iraq con la guerra civil en Líbano de 1975–91. En alguna época, Iraq y Líbano tuvieron una clase media próspera, un gobierno laico, y un sentido de identidad nacional que era generalizado. En Líbano, como la clase media fue destruida por la guerra civil y otros conflictos sectarios, se perdió el sentido de identidad nacional y el país se derrumbó. La doctora Marr advirtió que esto es precisamente lo que está sucediendo ahora en Iraq, con los intereses chiitas, suníes y curdos destruyendo lo que antes había sido un fuerte sentido de nacionalismo iraquí.

Coloquen a estos dos fenómenos juntos —‘vietnamización’ y ‘libanización’— y obtienen una receta para un Estado fracasado, cortesía de la obsesión insana del Gobierno de Bush con el derrocamiento de Saddam Hussein.

Retorno a la Doctrina LaRouche

Hace un año LaRouche publicó “La Doctrina LaRouche para el Sudoeste de Asia” (ver Resumen ejecutivo de la 1a quincena de junio de 2004), que planteaba un plan detallado para la salvación de Iraq como un Estado soberano luego de Saddam Hussein, mediante la cooperación económica regional y otras operaciones de estabilidad de emergencia.

De forma profética, LaRouche comenzó ese documento, “El interés de los EU en el Sudoeste de Asia”, con la advertencia: “Ni las causas ni el remedio para el actual atolladero de guerra asimétrica en ebullición en Iraq pueden encontrarse dentro de los confines de la presente configuración de fuerzas en conflicto dentro del propio Iraq. No puede haber razón moral o militar alguna para continuar una política de mantener a nuestras fuerzas en territorio iraquí. Por tanto, tenemos que sacar a nuestras tropas de una forma segura y rápida de Iraq. No obstante, esto no puede hacerse sin crear un marco estratégico más amplio en el que pueda dársele vida a una solución viable”.

Exactamente 13 meses después de que LaRouche dio a conocer esa guía política el 17 de abril de 2004, los Estados Unidos se han metido más adentro del atolladero del que LaRouche había advertido. Dado que la locura rampante está a la orden del día en la Casa Blanca y entre la burocracia civil del Pentágono, cualquier demora adicional en retirar a todas las tropas estadounidenses de Iraq sólo aseguraría un resultado aun más horrendo.