Iberoamérica

Documentación:
Los acuerdos de integración de Argentina y Brasil

Integrantes del “club de presidentes” de Iberoamérica (de izq. a der.: el presidente venezolano Hugo Chávez, el presidente argentino Néstor Kirchner y el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, reunidos en Brasil el 19 de enero. (Foto: Richardo Stuckert/PR).


Declaración conjunta de Brasil y Argentina

El 18 de enero el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y el presidente argentino Néstor Kirchner se reunieron en Brasilia, Brasil y emitieron una declaración conjunta, de la que reproducimos los siguientes extractos:

Los Presidentes. . . reiteraron la vigencia, la solidez y el carácter imprescindible de la Alianza Estratégica entre Brasil y Argentina, piedra de toque de la integración sudamericana y factor de progreso, desarrollo y estabilidad regional, y reafirmaron la disposición de continuar reforzando las bases para la construcción de un futuro común.

En ese sentido, decidieron establecer un nuevo sistema de consulta y coordinación bilateral, con encuentros presidenciales cada seis meses, precedidos de reuniones de cancilleres, y determinaron que los vicecancilleres se reúnan cada tres meses.

Pasaron revista a la situación regional, marcada por una amplia convergencia de valores que abre perspectivas excepcionales para profundizar la integración. En ese sentido, destacaron el valor esencial que tiene el Mercosur en este proceso y la necesidad de continuar trabajando para su consolidación y ampliación, garantizando un beneficio adecuado para todos sus miembros. Reiteraron, del mismo modo, la plena coincidencia en el objetivo de avanzar en la dirección de la consolidación de la Comunidad Sudamericana de Naciones. . .

Los dos Presidentes vieron con satisfacción los avances logrados por los Ministerios de Salud de Brasil y de Argentina desde la firma del Protocolo de Intención relativo al trabajo conjunto de investigación, desarrollo y producción de medicinas y vacunas, en especial de retrovirus y reactivos para el vih-sida, así como la decisión de instalar una fábrica binacional para su producción. La producción conjunta de medicinas y de tecnología avanzada ratifica el espíritu de mayor autonomía de las dos naciones en materia de salud.

Se comprometieron a mantener siempre abiertos los canales de consulta y concertación sobre esos temas, y renovaron su disposición permanente de contribuir de manera activa y solidaria a solucionar situaciones que puedan afectar la paz y la estabilidad regional.


Discurso de Kirchner ante el Congreso brasileño

El 18 de enero el presidente Kirchner de Argentina habló ante una sesión especial del Congreso brasileño. Los siguientes son extractos de su discurso.

Estamos transitando un cambio de época que implica un fuerte cambio de paradigmas, tanto en la región como en el mundo. Ambos gobiernos hemos comprendido cabalmente esta realidad; en la relación bilateral somos absolutamente concientes de lo mucho que hemos hecho pero también de lo mucho que queda por hacer.

Del mismo modo, nuestros países han decidido romper un pasado que los aprisionaba. No sólo terminamos con la deuda del FMI sino que —y esto es lo más importante— recuperamos nuestra total autonomía para decidir qué hacer con nuestros recursos y nuestra autonomía.

Transmitimos este mismo mensaje de soberanía y defensa de nuestros intereses durante la Cumbre de las Américas en Mar del Plata, donde planteamos con firmeza que el único libre comercio que aceptamos es aquel que conlleve beneficios para todos sus participantes y no uno que encubra acuerdos leoninos.

También fuimos una voz sólida, seria y contundente en la reunión de Hong Kong de la ronda de Doha de la OMC, donde expusimos sin reservas la hipocrecía de un comercio mundial que proclama la liberación de aquellos productos en que los países desarrollados son competitivos y el proteccionismo en aquellos en que no lo son. Argentina y Brasil fueron protagonistas del grupo de países que ofrecieron razonamientos y propuestas creativas, inteligentes y constructivas.

En octubre de 2003, cuando el presidente Lula realizaba su visita de Estado a mi país, suscribimos el Consenso de Buenos Aires. . . [en el cual] expresábamos que la integración regional constituía una opción estratégica para fortalecer la inserción de nuestros países en el mundo, aumentando su capacidad de negociación. Afirmábamos que una mayor autonomía de decisión nos permitiría hacer frente más eficazmente a los movimientos desestabilizadores del capital financiero especulativo y a los interees contrapuestos de los bloques más desarrollados, amplificando nuestra voz en los diversos foros y organismos multilaterales. Expresamos que la administración de la deuda pública debía tener como horizonte la creación de riqueza y de puestos de trabajo, la protección al ahorro, la reducción de la pobreza, el fomento de la educación y la salud, y la posibilidad de mantener políticas sostenibles de desarrollo económico social.

En el plano multilateral, como señalábamos antes, es clara la nueva manera de relacionarnos con el mundo financiero internacional y la encarnizada defensa de un comercio justo, beneficiosos para nuestros pueblos, tal como lo demostramos al coordinar nuestras acciones en Mar del Plata y Hong Kong.

Los hombres y las mujeres que representan a nuestros pueblos en el marco de la institucionalidad de ambos, debemos tener absolutamente en claro que estamos en etapas de serias definiciones. . . que debemos consolidar la unión de los países de América del Sur, pero que también tenemos que levantar la voz, un proyecto y un sentido de identidad que nos dé la potencialidad necesaria para discutir con los otros bloques del mundo. Se terminó la idea de una América del Sur Cenicienta del mundo, no queremos ser más el patio trasero y queremos ser parte activa de la construcción de los nuevos tiempos que nos esperan.

Tenemos que estar al frente, como corresponde, a la vanguardia de las luchas y dando la idea al mundo entero de que América del Sur quiere ser parte del mundo, no quiere ser más la parte trasera, y que definitivamente deseamos que nuestras dirigencias, nosotros mismos, a los que nos toca ser presidentes y legisladores, alcancemos a estar a la altura de la historia, para que esa historia empiece a ser la historia que nuestros hermanos y hermanas, nuestros ciudadanos y nuestras ciudadanas merecen. Muchas gracias.


Discurso de Kirchner tras su reunión con Lula

El 18 de enero el presidente de Argentina, Néstor Kirchner, dio un discurso luego de reunirse con el presidente de Brasil, Lula da Silva. Los siguientes son extractos del mismo.

Argentina y Brasil son socios en el Mercosur, en la Comunidad Sudamericana de Naciones, en las Américas y en el mundo. Somos socios para la democracia, somos socios para la paz y debemos ser socios para obtener nuestro desarrollo. Los tiempos son propicios. Depende de nosotros aprovecharlos y comprender que individualmente resultará mucho más difícil poder hacerlo. Las circunstancias económicas internacionales son favorables; el mundo marcha hacia una nueva multilateralidad signada por el mayor consumo de gigantes como China y la India, los que transitan por la senda de su desarrollo. Inmensos sectores de su población mejoran aceleradamente su calidad de vida y demandan la clase de productos y servicios que nosotros podemos brindarles, algunos de los cuales como la soja y el acero ya los estamos proveyendo.

El Mercosur debe transformarse en política fundamental para la creación de empleo y para resolver exitosamente los enormes desafíos que nos presenta un mundo que prioriza producir y exportar bienes con alto valor agregado y proveerse de materias primas. La estrategia debe ser complementarnos en el Mercosur para negociar y competir con más fortaleza frente al resto del mundo, produciendo bienes con contenido tecnológico y salarios crecientes que evidencien el desarrollo de la región.

En Paraguay y en Uruguay se fortalecen posturas críticas al Mercosur en función de lo que se considera una desatención respecto de esas asimetrías. Es necesario que nos aboquemos en un ejercicio conjunto a atender esos reclamos, manteniendo una actitud solidaria.

No puedo dejar de enfatizar la satisfacción que todos sentimos al comprobar cómo nuestra querida Bolivia ha podido resolver una difícil situación, apegándose a las instituciones democráticas y a su Constitución. Es sin duda mérito del pueblo boliviano.

También desde aquí queremos hacer llegar nuestras felicitaciones, y profundizar la integración, a la hermana República de Chile por el resultado, por su calidad institucional y por el triunfo de la amiga, la que traerá el perfume de mujer al Mercosur, nuestra querida Michelle Bachelet, que es la nueva presidenta de la república hermana de Chile. Y nuestro permanente recuerdo para el presidente Ricardo Lagos.

El Mercosur fue testigo orgulloso y esperanzado de un proceso electoral limpio y pacífico y ahora aguarda la incorporación plena de Bolivia, en un bloque cada vez más potente y promisorio.

Les quiero decir a los hermanos brasileros y todos los integrantes del Mercosur, pero en este caso especial a todos los hermanos y hermanas de Brasil, que se pueden sentir orgullosos del Presidente que tienen. Los argentinos lo hemos valorado como un hermano latinoamericano que nos acompañó en nombre de los brasileros en una situación tremendamente difícil. Ustedes saben lo que nos tocó vivir. . . es algo que los argentinos nunca hemos de olvidar y que los hermanos y hermanas brasileros se pueden sentir orgullosos, porque si tienen un Presidente que reacciona como reacciona, frente a un pueblo hermano como la Argentina frente a determinada situación, no tengo ninguna duda de la calidad y la sensibilidad que el presidente Lula tiene para con su pueblo.


Discurso de Lula tras su reunión con Kirchner

El 18 de enero el presidente brasileño Lula da Silva hizo varios comentarios luego de su reunión con el presidente argentino Kirchner. Siguen aquí extractos de sus palabras.

Argentina y Brasil tienen el compromiso de consolidar un área de paz y prosperidad en América del Sur.

En la serie de visitas que el Presidente electo de Bolivia, Evo Morales, acaba de hacer a Brasilia y Buenos Aires, Argentina y Brasil estamos examinando formas de ayudar a este país hermano contribuyendo a su integración plena a la región, y sobre todo al bienestar del pueblo boliviano.

La decisión de nuestros gobiernos de liquidar sus deudas con el FMI, en particular, refuerza la determinación de Argentina y Brasil de redefinir, de forma coordinada, su lugar en el mundo.

Estamos perfeccionando nuestra colaboración nuclear en el ámbito de la Agencia Brasileño–Argentina de Contabilidad y Control [de Material Nuclear]. Queremos ampliar nuestra cooperación en los dominios nuclear y espacial.

Mis amigos y amigas, quiero hacer un homenaje especial al liderato del presidente Kirchner. Bajo su dirección, Argentina dejó atrás años de escepticismo y sumisión para encontrar definitivamente su destino.

Su Gobierno superó la más grave crisis económica de la historia argentina, recuperando el nivel de ingreso y de empleo. Restructuró una deuda externa asfixiante y quitó las obligaciones financieras del país, restaurando la presencia de Argentina en su tradicional lugar destacado en la comunidad internacional. Más que eso, le devolvió el orgullo y la esperanza a una nación rica en historia y potencialidades.

Los dos ganamos las elecciones y existimos, políticamente, precisamente para resolver los desafíos que otros no osarían resolver.