El maestro Briano le exige al MJL una dedicación al bel canto

por Hans Wendlandt y Gabriela Arroyo–Reyes, miembros del Movimiento de Juventudes Larouchistas

Desde los himnos de la Revolución Estadounidense que cantaban los Hijos de la Libertad, a los espirituales negros que se escuchaban en los interminables días en las plantaciones, hasta las canciones del continuo movimiento por los derechos civiles hoy, en especial entre los miembros del Movimiento de Juventudes Larouchistas (MJL), la comunicación de ideas a través de la música ha formado parte esencial del proceso por el cual la gente se inspira a sí misma y a quienes la rodean para pelear políticamente.

Parece que las grandes mentes se han concentrado en la comunicación de ideas profundas y apasionadas, a fin de definir un verdadero futuro para su posteridad. Como el concepto de cambiar la historia requiere un cambio en la mente del espectador, se necesita formular ideas más poderosas que las anteriores. En el campo de batalla de la política, la lucha por un concepto superior del hombre es inseparable de las leyes creativas que guían a la mente humana.

Tras la intervención de Lyndon LaRouche por internet el 11 de enero de este año, la pelea entonces era por lograr la derrota necesaria del candidato del presidente George W. Bush a la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos, Samuel “lo que estudio es Schmitt” Alito. En ese momento, cuando había toda una movilización nacional para desenmascarar la sofistería de la fascista Sociedad Federalista, cincuenta miembros del MJL de todas partes del mundo se reunieron en Boston, decididos a empezar a captar las implicaciones de la comunicación clásica por medio de la música.

La semana del 15 al 21 de enero, el maestro José Briano llegó desde la Ciudad de México a la Atenas de América (pintorescamente conocida como Boston, Massachusetts), para enseñarle el método clásico del bel canto a una pujante brigada de jóvenes larouchistas, de modo que puedan surgir más maestros de canto entre sus propias filas.

La comunicación de belleza

La noche del domingo 15 de enero empezó con una introducción a los principios científicos del bel canto florentino. El maestro Briano afirmó que en lo que estábamos a punto de embarcarnos no era la forma artística como tal, sino en un mero vehículo con el cual uno puede comunicar belleza. De ahí nació un diálogo con el MJL en torno a preguntas sobre lo que ocurre fisiológicamente a través de los registros de la voz, lo que determina la coloración y las especies de voz, y qué escuchar cuando se educa una voz nueva.

Ver ampliación El maestro José Briano explica la fisiología de la voz humana, en una serie de clases de bel canto que ofreció a los miembros del MJL la semana del 15 al 21 de enero de 2006 en Boston, EU. (Foto: Dan Sturman/EIRNS).

En los días siguientes el maestro Briano se enfocó en la cuestión de qué ocurre de forma única en la mente una vez que tienes una idea unificada y, luego, en que los músculos que necesitan fortalecerse seguirán la idea de dicha mente.

Explicó que una voz demasiado nasal, demasiado gutural o demasiado en el pecho se considera defectuosa, pero, irónicamente, el estudiante que puede aprender a dominar todas las “deficiencias” de forma simultánea, será el mejor alumno.

A menudo describía la imagen de un arco que va de la laringe hasta las cavidades de resonancia de la cabeza, para elevar el sonido hasta los “amplificadores de la cabeza” que “rodean las cavidades nasales”. El maestro dijo que, como cualquier italiano que se respete a sí mismo te diría, la idea es la de “aperto, ma coperto” (abierto, pero cubierto), la cual, aunque parece un principio contradictorio, representa un ingrediente clave: el reto de tener una boca abierta y redondeada, pero manteniendo un sonido cubierto.

‘Sacrificarlo todo por la belleza’

Los ejercicios de vocalización o de “gimnasia” para la voz, tienen su raíz en investigaciones científicas sobre los cambios en la forma geométrica del tracto vocal al hablar. Por ejemplo, en el uso de las vocales italianas para vocalizar, la “u” es la “vocal insignia” del bel canto; la “i” ayuda a colocar la “u”, por su cualidad de ofrecer un sonido brillante y cerrado.

Según el maestro Briano, la filosofía del método del bel canto es “sacrificarlo todo por la belleza”. Esto significa “adoptar un enfoque científico para el desarrollo del aparato vocal, al llegar a conocer nuestro instrumento”. Es un método que se basa en las paradojas de la voz cantante humana que formularon los pitagóricos, y que desarrolló aun más Leonardo da Vinci, quien estaba trabajando en los cambios naturales de registro y en el lugar en el que éstos ocurren en las diferentes especies de las voz humana, tales como la de la soprano, la mezzosoprano, la contralto, el tenor y el bajo.

Desde su introducción en el primer período del Renacimiento, hasta la primera mitad del siglo 19, el modo de comunicación del bel canto se consideró como una norma para el desarrollo de los ciudadanos de una nación. Por esta razón, el MJL tiene la misión de estudiar estos principios de comunicación y de crear una generación de genios potenciales.

—Traducción de José Alejandro Vizcarra del MJL.