Economía






Resumen electrónico de EIR, Vol.XXIII, núm. 10

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La política migratoria necesita un nuevo horizonte

El economista y ex candidato presidencial estadounidense Lyndon LaRouche le comentó lo siguiente el 27 de abril a varios dirigentes políticos, sobre la política migratoria de Estados Unidos. La reunión tuvo lugar justo después de una videoconferencia internacional por internet que LaRouche dio ese mismo día.

Tomemos un caso concreto, que es lo que no están enfrentando. Tomemos el caso del proyecto de ley sobre inmigración, que es una verdadera abominación. Porque el asunto es que Estados Unidos clausuró la economía de México en 1982, y empeoró la cosa desde entonces. Por consiguiente, no hay empleo en México. La población de México no tiene oportunidad de vivir. Por la otra parte, al norte de la frontera mexicana hay mucha gente sedienta de mano de obra chicana u otra mano de obra barata. No hubiéramos tenido un auge inmobiliario de no haber tenido trabajando en la construcción a gente que no sabía cómo clavar un clavo en algo. Porque trabajan por poco. Puede que no claven los clavos, pero son trabajadores baratos.

Esto es parte integral del proceso.

Así, lo que sucede ahora es que ciertos jugadores hacen jugarretas, incluso “narcojugadas” a través de las fronteras, y nosotros tenemos un problema mayúsculo que involucra a la población mexicana y a la estadounidense. Las personas de ascendencia hispanoamericana son el grupo más grande designado como minoritario de Estados Unidos. Esto es sólo contando a los legales. Si contamos a los ilegales, son quizás 15 o 20 millones más. Por tanto, ¿qué vamos a hacer? ¿Vamos a cerrar la frontera y dejarlos chillar? ¿Es ésa una solución?

No es una solución. Pero los políticos que tratan de recurrir a algo, todos le entran a este juego.

Hay dos cosas. Primero que nada, como abordé esto con el presidente [José] López Portillo de México allá en el 81–82, sobre esta cuestión específica, lo que haces es documentar a todos. Es una documentación abierta. Y la persona documentada, en virtud de esa documentación, tiene acceso a un funcionario consular mexicano, de modo que cualquiera que sea su problema, con quienquiera que desee hablar, puede hacerlo con un funcionario consular mexicano.

El Gobierno de Estados Unidos, por medio del Departamento de Estado y las funciones internas, brega con este problema de gobierno a gobierno.

La raíz del problema es económica

Ahora bien, ¿cuál debiera ser nuestro objetivo? Nuestro objetivo debe ser atacar el problema de raíz. La raíz es que el norte de México no está desarrollándose. Si el empleo estuviera en el norte de México, ¡mucha de esta gente no se arriesgaría a cruzar la frontera con narcotraficantes! Los narcotraficantes les ayudarán a través de la frontera. Y entre los narcotraficantes está gente corrupta, funcionarios en agencias del gobierno. Y ésta es una operación muy peligrosa —yo sé algo de eso—; es extremadamente peligrosa.

Tienen a gente que fue adiestrada por Fuerzas Especiales de Estados Unidos, que controla una sección de Nuevo León, cerca de la frontera, una zona que solían disfrutar las texanas que iban a comprar ciertas chucherías. Y esta zona ha sido tomada por estos mexicanos adiestrados por Fuerzas Especiales; fueron adiestrados en el Fuerte Bragg. Abandonaron el Ejército y dirigen un pequeño imperio, un imperio estilo colombiano, en el que rigen una organización narcotráficante; están comprando políticos, asesinando jefes de policía que no les gustan, etc., toda esa clase de cosas, y es una base para esta operación transfronteriza. ¡Es una operación de inteligencia!

Por ende, el interés obvio de Estados Unidos es neutralizar el problema ayudando a México a desarrollar el norte del país. Si desarrollamos el norte de México, una población atemorizada no va a andar cruzando fronteras con narcotraficantes para que al cruzarlas la maten y la ahoguen. Permanecerá con sus familias. Si viene a Estados Unidos, estará feliz de hacerlo de forma legal. Pero la cuestión básica es que, lo que ocurre, es que villas enteras, regiones enteras del norte de México dependen de las remesas de los mexicanos que viven en Estados Unidos, a menudo como ilegales. Y trabajan por salarios de hambre, en condiciones de hambre aquí.

De modo que, si no abordas la realidad de la relación transfronteriza, ¡no estás haciendo nada! Estás masturbándote con la legislación. Uno pretende demostrar: “Tengo una propuesta de ley dura, pero es justa. Yo mato a la gente de manera justa, ¡no injusta! Los mato a tiros con justicia, no de forma injusta. Los dejo entregarse de forma voluntaria, ¡y luego los arrojo de regreso al otro lado de la frontera!”[FIG

Lyndon LaRouche habla de la crisis económica más grande de la historia moderna a los participantes en Washington, EU, en una videoconferencia internacional por internet que dio el 27 de abril. Al término de esta presentación, LaRouche sostuvo una reunión especial con un nutrido grupo de dirigentes políticos. (Foto: Stuart Lewis/EIRNS).

 

Miren, nosotros creamos este sistema. Y yo lo sé, porque en 1982 fui parte de una pelea en torno a esto. . . En el Gobierno de Reagan, Kissinger y compañía estaban a cargo de una operación para cancelar la economía de México y apoderarse de su petróleo. Y esto resultó en la destrucción de lo que era una economía mexicana viable, que entonces crecía. Desde que López Portillo terminó su mandato, México ha ido cuesta abajo, paso a paso, centrímetro a centímetro. Por tanto, tenemos una población creciente que está muriéndose de hambre, viviendo en condiciones miserables, y que huye cruzando la frontera para robarse un empleo en Estados Unidos, donde alguien está dispuesto a contratarla. Es una fuga. Y espera tener suficiente dinero para mandar algo de remesas a casa para su familia hambrienta allá en México.

Un programa para el futuro

Nuestro interés es tener un programa internacional, de Estados Unidos y México, para desarrollar ambos lados de la frontera, porque el desarrollo económico es la base primaria de la seguridad en esta región.

Y vean, México tiene petróleo. Se necesitarían unos seis o siete años para que la industria petrolera de México regresara al nivel de 1982. El petróleo mexicano no tiene un gran futuro como combustible, porque necesitamos energía nuclear. Pero, si desarrollas la industria nuclear en México, para generar electricidad y agua y energía y demás. . . ahora puedes usar el petróleo en parte como combustible. También puedes usarlo como una base petroquímica para varias clases de producción, lo cual significa que ahora puedes tener una economía más saludable.

Y necesitamos agua a ambos lados de la frontera. Tenemos el acuífero de Ogallala, que está agotándose; es uno de los grandes problemas de Estados Unidos. Estamos perdiendo partes enteras de Estados Unidos debido a la pérdida de agua subterránea. Y, ¿por qué no desarrollar ambos lados de la frontera en una cooperación entre los dos gobiernos? Eso es lo mejor que tienen. Si no hay razón para andar corriendo de un lado al otro de la frontera, sino simplemente regresar de paseo a visitar a los parientes y amigos, de ida y de vuelta, ¿cuál es el problema? Y ésa es la única forma de hacerlo.

Hagan don cosas. Regularicen el asunto. Si hacemos lo que ellos nunca han hecho, darle al indocumentado mexicano un documento que le dé acceso a un funcionario consular mexicano para tratar cualquier cosa pertinente; negociar su estado, de gobierno a gobierno, mediante instituciones apropiadas; orientar para una solución de largo plazo, que es desarrollar en lo económico ambos lados de la frontera. Y necesitamos eso. También sabemos cómo lograrlo.

¡Pero no lo harán! Quieren seguir con algunas de estas locuras. Y algunas personas que lo hacen son gente bastante inteligente, pero eso muestra que la enfermedad está propagándose, que ellos se meten en ese jolgorio.