Economía






Resumen electrónico de EIR, Vol.XXIII, núm. 11

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Internacional

 

Videoconferencia de LaRouche por internet:

Si no acabamos con Rohatyn, se acabará la economía

Lyndon LaRouche (izq.) presentó la verdad indiscutible sobre el nazi Félix Rohatyn (al centro en la pantalla) durante su presentación por internet el 9 de junio. (Foto: Stuart Lewis/EIRNS).

Lyndon H. LaRouche, el estadista estadounidense, advirtió que en su estimación, “si no hay un cambio, el sistema financiero internacional en su totalidad podría venirse abajo más o menos para septiembre de este año, si no antes. Esto es un hecho. Yo no me equivoco en cuanto a estos asuntos”. LaRouche dijo esto en un discurso que pronunció el 9 de junio en Washington, y que se difundió por internet al mundo entero, incluso a un grupo que se reunió para verlo en el anexo del Congreso de Argentina en Buenos Aires; es la sexta vez consecutiva que esto sucede, según se anunció en la reunión en Washington. En la misma, también hizo uso de la palabra Amelia Boyton Robinson, heroína del movimiento de derechos civiles encabezado por Martin Luther King y actual vicepresidenta del Instituto Schiller fundado por la esposa de LaRouche, la señora Helga Zepp–LaRouche.

El discurso de LaRouche culminó una semana de movilización intensa por parte de su Movimiento de Juventudes LaRouchistas (LYM, por sus siglas en inglés), que en la víspera inundó la capital de Estados Unidos con un volante que revela que el causante directo del desmantelamiento de la capacidad industrial de EU es el banquero sinarquista Félix Rohatyn, quien ayudó a imponer a Augusto Pinochet en el poder en Chile, y firmó de su puño y letra el plan para desaparecer a la fabricante de autopartes Delphi, la más grande del mundo.

Además, varios sindicalistas de todo el país se sumaron al LYM para ir al Congreso a presionar para que apruebe el plan de recuperación económica de LaRouche.

El LYM cabildea en el Congreso

La labor de cabildeo también incluyó la publicación en los diarios The Hill y Roll Call, que circulan entre los representantes y senadores, de una carta abierta el 7 y 8 de junio, respectivamente, que insta al Congreso a adoptar la propuesta de LaRouche. El llamado, firmado por un centenar de legisladores y otros funcionarios estatales y municipales, y por igual número de dirigentes sindicales, pide que el Congreso “intervenga ya para salvar nuestra capacidad automotriz, mediante la reconversión de 50% o más de la capacidad ociosa de la industria de automóviles para la producción de infraestructura nacional nueva, en particular corredores ferroviarios de alta velocidad y redes eléctricas nuevas con centro en la energía nuclear”.

El proyecto de LaRouche, dice el desplegado, “nos ofrece la oportunidad de salvarnos a nosotros mismos, de llevar a nuestra nación y al mundo por el camino de la prosperidad, y de apartarnos del presente descenso en una nueva Era de Tinieblas. Ya las legislaturas estatales de Alabama, Vermont y Rhode Island han elevado memoriales al Congreso exigiendo que apruebe esta ley para la reconversión. A ellas se han sumado ayuntamientos de todo el corazón industrial de la nación”.

Aunque LaRouche hizo público su proyecto de ley en mayo de 2005, y a pesar de que varios legisladores federales indicaron que simpatizaban en principio con la propuesta, el Congreso no ha dado ningún paso concreto para salvar la industria automotriz debido a la influencia de Rohatyn, cuyo plan para desmantelar a Delphi, como ahora se ha revelado, también salió en mayo de 2005. Rohatyn usó el poder que deriva de financiar al Partido Demócrata y su control de altos dirigentes, hasta de algunos sindicatos, para cerrarle el paso al plan de LaRouche, cosa que la movilización del LYM está por terminar ahora.

Sin la capacidad de máquinas–herramienta concentrada en el sector automotriz, no puede haber industria ni recuperación económica. Pero un estudio llevado a cabo por este servicio noticioso y el LYM, con la ayuda de dirigentes sindicales medios y locales, indica que las plantas ociosas y sus máquinas–herramienta están vendiéndose en subasta al mejor postor (casi siempre extranjero) a todo galope.

Todo el equipo y maquinaria de tres plantas que cerraron en los últimos seis meses, fue rematado a mediados de mayo de este año. El de la planta de transmisiones de General Motors en Muncie, Indiana, se vendió en subasta del 16 al 18 de mayo; la planta de troquelado y máquinas–herramienta conocida como “la máquina de Chrysler”, en Toledo, Ohio, se remató el 24 y 25 de mayo; y la planta de sistemas eléctricos de Delphi en Irvine, California, se remató el 23 de mayo. Previamente, en abril, se remató la maquinaria de producción de sistemas eléctricos de cuatro plantas diferentes de Delphi: en Rochester, Nueva York; Athens, Alabama; y Dayton y Moraine, Ohio.

En el caso de Muncie Manual Transmissions LLC, “una de las fabricantes más grandes de Norteamérica”, como la describe el folleto de promoción de la subasta, las ilustraciones dejan claro que la mayor parte de su maquinaria era relativamente nueva, comprada a partir de 1995. “El edificio quedará ahora vacío”, dijo una persona que estuvo presente, y el plan de General Motors es demolerlo.

La planta tiene unos 600.000 pies cuadrados de espacio de producción, y quedaban unos 300 operarios antes de cerrar. Hasta hace poco la fuerza de trabajo usaba unas 500 máquinas–herramienta de envergadura en la planta, muchas de las cuales tenían un valor de reposición de entre 500 mil y un millón de dólares, cada una. Al parecer todas se vendieron por un total de 30 millones de dólares, como a 15 centavos por dólar de su valor de reposición. Muchos de los compradores fueron empresas extranjeras que producen para exportar a EU.

Gustar de Rohatyn es amar la traición

LaRouche inició su videoconferencia mostrando una copia del documento que Rohatyn firmó en mayo de 2005, con el que empezó a desmantelarse a Delphi (ver pág. 31): “Félix Rohatyn es el arquitecto principal de la destrucción de Delphi. Delphi no estaba en quiebra. Félix Rohatyn la quebró.

“Ahora bien, ¿quién es Félix Rohatyn? Félix Rohatyn es esencialmente un nazi. Ésa no es una exageración, no es un error, no es una caricatura. Eso es lo que es. Félix Rohatyn es un protegido de un tipo llamado André Meyer. André Meyer era el cabecilla de una organización llamada Lazard Frères en París. Lazard Frères fue parte integral de la toma de Europa por los nazis. Y Meyer personalmente adiestró a Félix Rohatyn, quien no es una lumbrera. Al contrario, es muy inculto, muy estúpido en muchas formas. No es un intelectual; es un matón”, dijo.

Meyer, al igual que Lazard Frères entonces y ahora, formaba parte del meollo de la banca de Europa continental que llevó a Hitler al poder y lanzó la guerra mundial. Entre estos banqueros que impusieron a Hitler en el poder, añadió, estuvo Prescott Bush, abuelo del actual Presidente de Estados Unidos, George W. Bush. Rohatyn representa la continuación de eso, dijo.

“Y ahora tenemos a este pobre pedazo de bazofia, a este degenerado”, George W. Bush, como Presidente de EU, quien no es más que un títere de gente como George Shultz, dijo LaRouche. La crisis que armó el vicepresidente Dick Cheney contra Irán, en verdad no es contra Irán como tal, sino para avanzar el plan de dictadura mundial que representa Rohatyn.

El problema es que la gente quiere negar la realidad. Personas como Rohatyn, George Shultz y demás están empecinadas en destruir a EU porque se fundó en el principio antiimperial de tomar lo mejor de la cultura de Europa, pero libre de la oligarquía, lo que también fue el caso para los países de América Central y del Sur. Y muchos miembros del Congreso quieren hacerse de la vista gorda, pretender que no saben lo que pasa. “Si gustas de Rohatyn, debes amar la traición”, dijo.

Los pronósticos de LaRouche

“Yo soy un pronosticador, entre otras cosas, y probablemente el mejor economista del mundo”, dijo LaRouche en su discurso. “No lo digo para jactarme; simplemente es un hecho”. LaRouche dijo que aplicó algunos descubrimientos que hizo a fines de los 1940 y principios de los 1950 para pronosticar que EU experimentaría una profunda recesión para principios de 1957, la que en efecto empezó en febrero de ese año. El éxito de ese primer pronóstico lo alentó a pronosticar que para mediados de los 1960 empezaría una serie de crisis monetarias internacionales, y que, de no tomarse medidas para corregir sus causas, llevaría a la desintegración del sistema financiero internacional para los 1970.

La primera parte de ese pronóstico se cumplió cuando cayó la libra esterlina en 1967, y el dólar entró en crisis en 1968, mientras que la segunda vino a ser realidad cuando el dólar se desacopló del oro y el sistema monetario imperante dejó de existir en 1971–1972, dijo.

“Advertí antes este año de esta crisis que está dándose. Está en marcha. En los últimos tres meses el ritmo de aceleración del derrumbe de los mercados internacionales y de EU ha aumentado; hay una combinación de hiperinflación, como la que hubo en Alemania en 1923, y desplomes de secciones enteras de los mercados financieros, y ese proceso continuará”, afirmó LaRouche.