Economía






Resumen electrónico de EIR, Vol.XXIII, núm. 19

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Reportaje especial

Fuera el trumanismo; volvamos a Roosevelt para defender al de abajo

El 31 de octubre a las 10:00 de la mañana, hora del este de Estados Unidos, Lyndon LaRouche ofrecerá otra de una serie de videoconferencias de difusión internacional por internet desde Berlín, Alemania, que se transmitirá por www. larouchepub.com/spanish, con interpretación simultánea al español.

Dicha conferencia, auspiciada por el Comité de Acción Política de Lyndon LaRouche (LaRouche PAC), está pensada para que incida en las elecciones intermedias de EU que tendrán lugar en noviembre. Éstas representan un punto de inflexión en la historia universal, dado el peligro de que el Gobierno de Dick Cheney y George Bush bombardee a Irán ante el estallido de la crisis financiera internacional en marcha.

LaRouche causó un gran revuelo entre las filas de la dirigencia del Partido Demócrata de EU con la primera de sus videoconferencias desde Berlín, realizada el 6 de septiembre, porque dijo que ya era hora de romper con el legado de Harry Truman —el verdadero causante de lo que se conoce como el macartismo—, y de regresar a la tradición de Franklin Delano Roosevelt, de defender al “hombre olvidado”: el 80% de la población de ingresos más bajos.

LaRouche empezó su intervención del 6 de septiembre recordando que también fue en Berlín, en octubre de 1988, que él pronosticó la pronta reunificación de la entonces dividida Alemania. Su pronóstico se cumplió en diciembre de 1989, cuando cayó el Muro de Berlín. Irónicamente, para entonces LaRouche estaba preso, encarcelado durante el Gobierno de George Bush padre, porque banqueros sinarquistas como John Train temían su evidente influencia, la que se puso de manifiesto cuando LaRouche logró que el presidente Ronald Reagan adoptara su propuesta de lo que vino a conocerse como la Iniciativa de Defensa Estratégica.

Calderón, el nuevo Maximiliano

La cúpula demócrata también pegó el grito al cielo porque LaRouche, al responder a una pregunta sobre las elecciones presidenciales de México, dijo que el pretendiente Felipe Calderón representa la tradición del emperador habsburgo Maximiliano, en tanto que Manuel López Obrador representa la de Benito Juárez.

Lo que está pasando ahora mismo con Calderón, dijo, “es una repetición de la ocupación de México por parte del emperador Maximiliano. O sea, es la misma clase de fuerzas, las mismas fuerzas que la flota franco–británico–hispano–holandesa combinada le impuso a México, y con el cerdo austríaco atascado en el trono. Eso es lo que está pasando ahora con el caso de Calderón”, dijo.

“Ésta es una situación explosiva para todo el hemisfero de las Américas. Y quienquiera que pretenda forzar la dictadura de Calderón, que es lo que se supone que es, sea o no la intención de Calderón. . . ¡van a hacer que reviente el Hemisferio! ¡Y el Hemisferio está listo para estallar!”

Hay que sacar a Cheney y Bush

“¿Qué podemos hacer al respecto? Bueno, yo digo que tenemos que botar tanto a Cheney como a Bush, pero ya. Miren, Bush está clínicamente demente.”. Por otra parte, “Cheney es un sociópata que ha cometido crímenes. ¿Por qué no nada más enjuiciar a ese par y deshacerse de ellos?”

LaRouche les dijo a los reunidos en diferentes partes del mundo para escuchar la videoconferencia que dio desde Berlín el 6 de septiembre, que “todo el sistema se vendrá abajo” pronto. (Foto: Hellen Möller/EIRNS).

Los ex primeros ministros de Rusia y Malasia, Yevgueni Primakov (izq.) y el doctor Mahathir Mohamed (der.), respectivamente, enviaron sendos mensajes a la conferencia. (Fotos: R.D. Ward/Departamento de Defensa de EU y Muriel Mirak–Weissbach/EIRNS).

Estos dos representan la sima del proceso de deterioro que empezó con el ascenso de Truman a la Presidencia de Estados Unidos a la muerte de Roosevelt en 1945. Fue con Truman que EU abandonó la política de Roosevelt de apoyar la liberación y el desarrollo económico con “métodos americanos” de las colonias de Europa en lo que hoy llamamos el Tercer Mundo, y adoptó una postura a favor del imperialismo, dijo LaRouche. Los británicos, con apoyo de EU, dejaron en libertad a los prisioneros de guerra japoneses al terminar la Segunda Guerra Mundial, para que subyugaran a Indochina hasta que los franceses pudieran recolonizarla, mientras que con Roosevelt EU se había aliado con Ho Chi Minh para liberar a Indochina de la ocupación japonesa.

“Pasó lo mismo en África y otras partes: la represión de las aspiraciones de los pueblos, en tanto [lo] que Roosevelt había significado, la liberación de los pueblos oprimidos y la asistencia de la maquinaria de guerra de EU, que ahora produciría el material necesario para ayudar a esos países a desarrollar su infraestructura y su economía para lograr su plena libertad, cambió” con Truman.

Truman adoptó “la política del hombre más perverso del siglo pasado: Bertrand Roosevelt”, y arrojó dos bombas atómicas contra un Japón que estaba a punto de rendirse. La idea de Russell era desatar luego una guerra atómica contra la Unión Soviética, con la intención de establecer un “imperialismo nuclear para eliminar el Estado nacional soberano de la faz de este planeta” e imponer un gobierno mundial.

Ésta, dijo LaRouche, “es una política imperialista, que hoy se conoce como ‘globalización’. Maastricht es un instrumento, por ejemplo, de la globalización. Maastrich es un instrumento del imperialismo”.

El partido de Roosevelt, el Partido Demócrata de EU, también es presa de esa corrupción. Truman, “presionado por los liberales angloholandeses, introdujo medidas contra las políticas de Roosevelt, con lo que inició un cambio en la historia universal que ha venido evolucionando desde abril de 1945”, cuando Roosevelt murió.

“Ahora encaramos en todo el mundo una crisis de desintegración general de ese sistema”, y los grandes banqueros lo saben, y están dando pasos para cambiar los gobiernos de un modo fundamental. “Porque el viejo sistema se acabó. Puede ser cuestión de días o semanas hasta que todo el presente sistema financiero mundial se venga abajo, y no habrá ninguna parte del mundo que se salve de ese derrumbe, del derrumbe de EU y Europa”.

Quizás el detonador será el colapso de la burbuja de los bienes raíces en EU y Gran Bretaña. “Cuando caiga, todo el sistema se vendrá abajo. Estamos en una situación en la que podemos decir que el mes de septiembre es un momento probable para que ocurra un desplome general de reacción en cadena de todo el sistema. Esto significa el sistema trasatlántico en lo inmediato, pero también Asia. Significa India, significa China, porque estos países de Asia ahora dependen del dinero fácil de los depósitos de Japón de un día para otro en operaciones especulativas en Europa y las Américas.

“Por tanto, si el sistema se desploma, igual caen las exportaciones de China; igual caen las exportaciones de India”. Pueda que haya millonarios y multimillonarios en Asia, pero hay una gran cantidad de gente pobre, “y los pobres son más importantes que los ricos, porque ellos son la población. Si hay una reacción en cadena, habrá una crisis social en esos países, que se irán al foso junto con Europa y EU”.

“La situación que encaramos es que, a menos que tomemos medidas que sean viables, racionalmente viables, para evitar este derrumbe conun cambio inmediato y fundamental en el sistema económico y monetario–financiero mundial, no habrá mucha esperanza para la vida en este planeta por largo tiempo”.

La conferencia del 6 de septiembre marcó el inicio de una nueva etapa del diálogo internacional entre el economista y estadista LaRouche, y prestantes dirigentes políticos y científicos, y otros activistas de Eurasia y América, sobre la cuestión decisiva del desarrollo económico mundial en los próximos 50 años. Varios grupos se reunieron para escuchar la ponencia de LaRouche y dialogar con él, en universidades de Bolivia, Colombia, Honduras y Perú. En México la gente se congregó en el campamento que el Movimiento de Juventudes Larouchistas instaló frente al monumento a Juárez como parte de la campaña contra el fraude electoral; en Filipinas el discurso de LaRouche fue transmitido por una radioemisora de Manila. En Washington hubo una conferencia paralela conectada con la de Berlín; en Rusia también tuvo amplia difusión.

Muchos de los participantes estudiaron de antemano un ensayo preparatorio que LaRouche emitió tres semanas antes, titulado “Dinámica y economía” (ver Resumen ejecutivo de la 1a quincena de septiembre de 2006), y varios enviaron ponencias.

Entre los aportes que se recibieron en Berlín, los hubo del Reino Unido, la República Checa, Croacia, Macedonia, Bosnia–Herzegovina, Bielorrusia y China, entre ellos de Serguéi G. Luzyanin, del Instituto sobre el Lejano Oriente, y R.G. Tomberg, del Centro de Investigaciones Económicas Externas, ambos parte de la Academia de Ciencias de Rusia. Vladimir B. Isakov, vicepresidente de la Cámara de Comercio e Industria de Rusia, mandó sus saludos junto con una ponencia del presidente de dicha organización, el ex primer ministro ruso Yevgueni Primakov.

También hubo mensajes de Ma Jiali, del Instituto de Relaciones Internacionales Contemporáneas de China; del doctor Phillip Jenninger, ex presidente del Parlamento de Alemania; y del doctor Mahathir Mohamed, ex primer ministro de Malasia.