Economía






Resumen electrónico de EIR, Vol.XXIII, núm. 21

Versión para imprimir

Regrese al inicio

Editorial


Enjuiciar a Bush es la única salida para salvar al mundo

El 8 de noviembre de 2006 Lyndon LaRouche dio a conocer su evaluación sobre la situación política que enfrentamos, luego de escuchar la conferencia de prensa que dio el presidente estadounidense George W. Bush en la Casa Blanca tras darse a conocer los resultados de las elecciones intermedias al Congreso del 7 de noviembre. El Comité de Acción Política Lyndon LaRouche (o LaRouche PAC) fue el encargado de difundir dicha evaluación a través de un comunicado de prensa el 9 de noviembre.

LaRouche describió al presidente Bush como “más loco que nunca” y en un estado de “negación total de la realidad”, tanto respecto a la guerra en Iraq como al desplome de la economía real del mundo. Durante su conferencia de prensa, Bush se refirió en repetidas ocasiones a la perspectiva de una “victoria en Iraq” —un verdadero delirio—, y se mostró aun más desquiciado al hablar de la economía de Estados Unidos. La economía estadounidense está perdida, pero, no obstante, Bush —sin darse siquiera por aludido ante el sufrimiento del 80 por ciento de la población de menores ingresos, el desplome del sector manufacturero automotriz de Estados Unidos ni el estallido en marcha de la burbuja hipotecaria que creó el ex presidente de la Reserva Federal estadounidense Alan Greenspan— una y otra vez alegó que la economía marcha bien. De “completa locura” tachó esta actitud LaRouche.

LaRouche también advirtió que cualquier intento por parte de la nueva mayoría demócrata en el Congreso por conciliar con Bush, está condenado al fracaso. Cualquier dirigente demócrata que pretenda conciliar con el desquiciado del Presidente, no durará. Los comentarios de Bush durante la conferencia de prensa que dio en la Casa Blanca fueron simplemente “solapados”.

LaRouche añadió que las crisis estratégica y monetaria golpearán con mucha más fuerza al mundo ahora que concluyeron las elecciones intermedias, y que el Presidente sufrirá un quebranto, visiblemente, por el peso de tales crisis. Por consiguiente, la única salida que tienen el Congreso y el pueblo estadounidense, al igual que el resto del mundo, es el enjuiciamiento político. “Tanto a Bush como a Cheney tiene que enjuiciárseles lo más pronto posible. De lo contrario, la nación está perdida”, ya no digamos la civilización.

LaRouche observó que el descalabro electoral que sufrieron los republicanos el 7 de noviembre fue, en particular, una gran derrota para el presidente Dick Cheney y su esposa Lynne. En cierta medida, con la salida de Donald Rumsfeld como secretario de Defensa y su remplazo por Bob Gates, es Bush padre quien ha tomado las riendas. Uno podría llamarlo “la venganza del padre”. Pero, el presidente Bush todavía está por sufrir otro quebranto mayor, y nadie puede hacer nada por impedir que suceda, y pronto, concluyó LaRouche. De manera que un juicio político contra Bush y Cheney es ahora el orden del día.

Es así que nadie que precie su vida y la supervivencia de su nación puede perderse la videoconferencia “A organizar la recuperación del gran crac del 2007” que dio Lyndon LaRouche el 16 de noviembre. Ahí, LaRouche seguió desarrollando el enfoque que ha mantenido en las dos últimas conferencias que ha dado desde Berlín, Alemania, los pasados 6 de septiembre y 31 de octubre, donde abordó el asunto de cuáles son las condiciones para emprender la recuperación en Eurasia, como la locomotora que remolque al resto del mundo.

La conferencia del jueves 16 de noviembre estuvo más estructurada, a fin de presentar una serie de cuestiones decisivas de la política internacional, mismas que le corresponderá atender al nuevo Congreso estadounidense.

Como ya es costumbre, la conferencia continuó el diálogo internacional que LaRouche ha sostenido con interlocutores en reuniones satélite en Berlín y otras capitales del mundo, así como en diversos centros universitarios de Iberoamérica.

La conferencia del 16 de noviembre, que dio inicio a la 1:00 p.m. (hora del este de Estados Unidos) y se transmitió por los portales de internet www.larouchepac.com/spanish y www.larouchepub.com/spanish, contó con interpretación simultánea del inglés al español, al alemán, al francés y al italiano.