11 de mayo de 2023 (EIRNS) — El Alto Comisionado de la Organización de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), Volker Turk, la jefa de la Oficina Integrada de la ONU en Haití (BINUH), María Isabel Salvador, y Christo Dupuoy representante especial del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), hicieron esta semana llamados urgentes para que se despliegue en Haití una fuerza de seguridad internacional que ayude a la Policía Nacional Haitiana (PNH) a hacer frente al recrudecimiento incontrolado de la violencia de bandas, asesinatos, secuestros y violaciones que se ha producido durante el primer trimestre del 2023, lo que ha intensificado la grave crisis humanitaria. 

Las pandillas son a su vez una creación de redes controladas por el narcotráfico internacional, parte del aparato de “Narcotráfico S.A.” dirigido por la City de Londres, un hecho al que ninguno de los informes mencionados anteriormente hace referencia. 

Los informes de ACNUDH y de BINUH del primer trimestre del 2023 son bastante horribles, ya que documentan acciones de “crueldad extrema” que cometen las pandillas en contra de la población, con 1.634 víctimas asesinadas, secuestradas o heridas, en comparación a 674 en este mismo período el año pasado. Ahora las pandillas están desplegando a francotiradores, se adentran en áreas pobladas y comienzan a disparar a diestra y siniestra para asesinar al mayor número de personas posible; también son frecuentes las decapitaciones, linchamientos, y la quema de personas vivas. Nadie está a salvo. Se estima que el 80% de la ciudad de Puerto Príncipe está controlada por las pandillas, y ahora la violencia de estos grupos se está extendiendo a otras regiones, como al Valle de Artibonito. 

La ONU, la OEA y muchos gobiernos vienen discutiendo sobre la situación en Haití por casi un año, mirando como esta se sale de control pero estancados en un estado de parálisis, sin ninguna idea programática coherente. 

El surgimiento reciente de grupos vigilantes, ciudadanos que se han organizado y se han armado con hachas, piedras, cuchillos o cualquier cosa que puedan encontrar que les ayude a pelear contra las pandillas, utilizando los mismos métodos brutales usados por estas, ha creado otro nivel de terror. A veces la policía trata de detener a estos grupos vigilantes y otras veces se unen a ellos, para dar captura a miembros de las pandillas, apedrearlos hasta la muerte, lincharlos o quemar sus cuerpos en las calles. En las semanas pasadas, se estima que 75 miembros de las pandillas fueron asesinados de esta manera. Algunos residentes de la isla están pidiendo a la diáspora haitiana que financie la compra de mayor número de hachas y machetes. 

Daniel Foote, ex enviado de Estados Unidos a Haití, le dijo al periódico The Guardian que a él no le sorprendía la violencia, dado el fracaso de la policía para lidiar con las bandas. “En cierto momento, pensé que iban a comenzar a tomar la justicia por su mano, porque no les queda otro remedio. No tienen nada más. Los haitianos, como cualquiera, solo pueden soportar hasta cierto punto. Las pandillas les han robado sus vidas”. Y sobre una intervención extranjera, Foote dijo que está “ideológicamente opuesto en un 100%” a otra intervención extranjera, dado el rotundo fracaso de las anteriores, incluyendo la que llevó a cabo la ONU. Sin embargo dijo, “creo que van a necesitar una intervención. Así de mal están las cosas... Ya no es Haití; es una prisión”. (theguardian. com/ world/2023/apr/30/haiti-port-au-prince-violence-gangs-police) 

(Este es “El plan del Instituto Schiller para desarrollar Haití”, redactado por un equipo de la Executive Intelligence Review (EIR): larouchepub. com/ spanish/other_articles/ 2021/4839-plan_si_desarrollar_haiti.html).