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Ahora estamos más cerca de una guerra nuclear

25 de junio de 2023 (EIRNS) — Al anochecer del sábado 24 de junio en Moscú, Yevgueni Prigozhin, jefe del ejército mercenario “Grupo Wagner”, le ordenó dar “marcha atrás” a la columna de sus fuerzas armadas y equipo que se dirigía hacia el norte desde la ciudad de Rostov del Don a Moscú, en un operativo que llamó su “marcha por la justicia”. Se trataba, de hecho, de una insurrección armada; y desde el viernes 23 a Prigozhin se le acusa de traición.

El anuncio que hizo de que las fuerzas Wagner deben dar “marcha atrás” se produce luego de las negociaciones en las que medió el Presidente de Bielorrusia, Aleksandr Lukashenko, quien habló directamente con el Presidente Vladimir Putin, y acordaron sobre una acción conjunta. Están empezando a conocerse más detalles sobre las condiciones pactadas.

El giro de los acontecimientos de anoche puede marcar una pausa en el mismo episodio, pero no una pausa en el peligro que supone la continua escalada imbécil de provocaciones contra una potencia nuclear, lo cual puede desencadenar una conflagración nuclear. El ex inspector especialista de armas de la ONU, Scott Ritter, hizo una fuerte advertencia al respecto y calificó el incidente de la rebelión de Prigozhin como un intento de repetir el “Momento de Maidán en Moscú”, que fue urdido por fuerzas especiales colectivas occidentales, en especial de Gran Bretaña, y de círculos ucranianos. El artículo de Ritter en su sitio electrónico se titula, “Prigozhin’s Gambit—Treason by Any Other Name” (La jugada de Prigozhin: traición con cualquier otro nombre), y repasa con más detalle la preparación del grupo mercenario para la insurrección. Hasta la retórica de Prigozhin está sacada del manual de las técnicas de las revoluciones de colores. En una emisión de audio, Prigozhin despotricó con una letanía común a las revoluciones de color: “No queremos que el país siga viviendo en la corrupción, el engaño y la burocracia”.

El nombre de Prigozhin ha aparecido de diversas formas en pasados dominios turbios de conocidas operaciones especiales de la inteligencia angloamericana; por ejemplo, la falsa afirmación de la injerencia del Estado ruso durante la campaña electoral de los candidatos Trump (republicano), y Hillary Clinton (demócrata), en el 2016. En fechas recientes salieron a relucir informes sobre las conexiones entre Prigozhin y Ucrania en los documentos clasificados de la inteligencia estadounidense que se filtraron a través del aviador de la Guardia Nacional, Jack Teixeira, conocidos como los documentos “Discord” en referencia a la plataforma social utilizada para compartirlos.

El diario estadounidense Washington Post (siempre sospechoso de posibles mentiras, por supuesto) publicó el 15 de mayo un artículo en el que se hace referencia a supuestos acontecimientos ocurridos en enero del 2023 y se informaba sobre lo que aparentemente figuraba en los documentos Discord: “Prigozhin dijo que si los comandantes ucranianos retiraban a sus soldados de la zona en torno a Bajmut, él daría a Kiev información sobre las posiciones de las tropas rusas, información que Ucrania podría utilizar para atacarlas. Prigozhin transmitió la propuesta a sus contactos en el directorio de inteligencia militar de Ucrania, con los que ha mantenido comunicaciones secretas en el transcurso de la guerra, según documentos de inteligencia estadounidenses filtrados en el grupo de chat de la plataforma de Discord, de los que no se había informado anteriormente”.

En estas mismas páginas publicamos otras notas que aportan más evidencia sobre la relación entre el Grupo Wagner y las operaciones occidentales. Un equipo de investigación de la EIR está preparando una evaluación estratégica general para su pronta divulgación, y como parte de la movilización para desenmascarar esto y poner fin a esta locura.

El Presidente Vladimir Putin dejó en claro lo que está en juego en su mensaje televisado a la nación en tempranas horas del sábado:

“Rusia está librando hoy una dura batalla por su futuro, repeliendo la agresión de los neonazis y sus patrocinadores. Toda la maquinaria militar, económica e informativa de Occidente está dirigida contra nosotros. Estamos luchando por las vidas y la seguridad de nuestro pueblo, por nuestra soberanía e independencia, por el derecho a ser y seguir siendo Rusia, un Estado que tiene mil años de historia”.

El motín del Grupo Wagner fue “un cuchillo clavado en la espalda de nuestro país y de nuestro pueblo”, dijo el Presidente Putin, y lo puso en un contexto histórico:

“Un golpe como éste fue asestado contra Rusia en 1917, cuando el país luchaba en la Primera Guerra Mundial. Pero la victoria le fue arrebatada: intrigas, rencillas y la politiquería a espaldas del ejército y de la nación se convirtieron en la mayor de las turbulencias, en la destrucción del ejército y el colapso del Estado, y en la pérdida de vastos territorios, desembocando finalmente en la tragedia de la guerra civil... No vamos a permitir que esto suceda de nuevo”.

Aún, cuando apenas se están conociendo los detalles de esta insurrección que contó con la ayuda de Occidente, lo que está dramáticamente claro es la necesidad de que ciudadanos, grupos y naciones actúen sin demora para detener la dinámica que avanza hacia el holocausto nuclear, y emprendan acciones conjuntas en favor de la soberanía nacional, el desarrollo y la dignidad para todos. La recién creada Coalición Internacional por la Paz estableció, entre otras iniciativas, como fecha para coordinar esfuerzos conjuntos por la paz a escala internacional, el 6 de agosto, aniversario del bombardeo atómico a Hiroshima, primera vez que se utilizó la guerra nuclear.

 

Para mayor información escriba a preguntas@larouchepub.com

 

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