Go to home page

La verdad desafía al silencio

29 de febrero de 2024 (EIRNS) — El inesperado y sorprendente mensaje que recibieron el martes, tanto el Partido Demócrata como el Republicano, en forma de los 101.000 votos "no comprometidos" emitidos en las primarias demócratas de Michigan contra la inmoral política de Estados Unidos de apoyar el asesinato masivo que el Primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, está perpetrando en Gaza, superó en un orden de magnitud los objetivos declarados por quienes lo organizaron, el grupo Listen to Michigan (Escuchen a Michigan). ¡Fueron capaces de generar diez veces el cambio que deseaban de un margen de 10.000 votantes hacia la columna de los no comprometidos! Diez mil votantes fue la diferencia que se registró en las elecciones presidenciales del 2020 a favor de Joe Biden frente a Donald Trump. El objetivo de Listen to Michigan, aunque se basaba en gran medida en una movilización electoral cuya base es árabe-estadounidense, buscaba hacer visible y palpable el descontento generalizado y el rechazo de la mayoría del pueblo estadounidense a la implicación criminal y, de hecho, ilegal del gobierno de Biden en el fomento y el apoyo de guerras imperiales perpetuas de despoblación, concretamente en Gaza. Abdullah Hammond, alcalde de la ciudad de Dearborn, estado de Michigan, ciudad que registró un 56% de votos "no comprometidos" (lo que significa que el Presidente Biden perdió las elecciones primarias frente a los "no comprometidos" en esa ciudad), advirtió: "Si la Casa Blanca está escuchando, si nuestros líderes del Congreso están escuchando, si nuestros dirigentes estatales están escuchando, es necesario un cambio de rumbo o nos arriesgamos a que en noviembre la democracia estadounidense se desintegre por completo". 

Él tiene razón; pero hay algo mucho más grande que eso que constituye una mayor amenaza y preocupación para el mundo y, por lo tanto, para Estados Unidos. En una entrevista con la emisora de radio pública alemana, Deutschlandfunk, el general (ret.) Harald Kujat, quien fuera funcionario de la OTAN, respondió a la pregunta: "¿Tiene información de que haya soldados occidentales en territorio ucraniano en estos momentos?". Dijo: "Sí hay... Hay soldados estadounidenses allí. Sin embargo, no, por así decirlo, en la versión oficial, como una tropa de combate de Estados Unidos, pero en forma de asesores y demás”. El general Kujat dijo que esto es cierto también para militares de Francia y de Gran Bretaña. "Uno de los argumentos esenciales que vengo introduciendo en el debate desde hace meses es... que no se trata, como dicen los partidarios de [desplegar el misil crucero alemán] Taurus, de bloquear el envío de suministros rusos a sus fuerzas de combate desde la madre patria... Se trata de atacar blancos estratégicos en Rusia. 

"Por ejemplo, el 26 de diciembre del 2022, los ucranianos atacaron con drones un aeródromo estratégico intercontinental en Engels, cerca de Saratov [Rusia], donde está estacionada la flota rusa de bombarderos estratégicos nucleares. Eso es un objetivo sumamente estratégico. Imagina que hubieran alcanzado el campo de armas nucleares con estos drones. Entonces no nos estaríamos hablando hoy". Como el desquiciado coronel Jack Ripper, en la película de 1964 "Dr. Strangelove", la guerra termonuclear por error de cálculo, o por un designio demente, "no se verá por televisión". No habrá una advertencia; simple y sencillamente comenzará. 

Ese es el clima de locura, al que solo contribuiría el compromiso de más fondos por parte del Congreso de Estados Unidos para la "utópica" aventura condenada al fracaso de la OTAN en Ucrania. La visión del mundo de fantasía hostil que es compartida entre angloamericanos de la calaña de Victoria Nuland (que dijo "cerraremos el cerco y obligaremos a Putin a sentarse a la mesa de negociaciones de forma seria", en una entrevista con Christiane Amanpour) puede, si se le añaden dólares, logística y mano de obra, conducir mucho más rápidamente de lo que se sospecha a una Tercera Guerra Mundial termonuclear. 

Para evitar eso, la verdad debe desafiar al silencio. El Presidente de Brasil, Lula da Silva, no sólo defendió su caracterización del crimen que se está perpetrando en Gaza, sino que incluso la fortaleció: "lo que quiero decir alto y claro es lo siguiente: el Primer ministro de Israel está cometiendo genocidio contra mujeres y niños. Eso es un hecho histórico... yo no voy a permanecer en silencio ante un genocidio". 

No son solo los dirigentes del mundo que deben hacer esto mismo; los patriotas, y los ciudadanos del mundo también deben hacerlo. Los candidatos independientes para cualquier cargo, como Diane Sare, candidata para el Senado de Estados Unidos por el estado de Nueva York, y José Vega, candidato al Congreso de EU por el Distrito 15 de Nueva York, se alzan ahora en defensa de la verdad en Estados Unidos. Si las poblaciones cautivas del mundo transatlántico pierden la esperanza en la verdad, o están ciegas a la verdad, entonces es muy posible que el mundo pronto esté condenado, no por necesidad, sino porque así lo han elegido. 

En todo el mundo continúan las reacciones a la inmolación voluntaria que llevó a cabo el soldado estadounidense, Aaron Bushnell, el 25 de febrero. No cabe duda de que la acción de Bushnell denuncia un sistema político estadounidense cuyos dirigentes han dejado a sus jóvenes sin la esperanza de que sus voces sean escuchadas, salvo, posiblemente, ofreciéndose ellos mismos como un sacrificio humano. Dicha juventud ha perdido toda conexión eficiente con el poder del principio de Bienestar General incluido en el Preámbulo de la Constitución de Estados Unidos. Para ellos, ni los dirigentes de la nación, ni su pueblo, en sus acciones u objetivos, encarnan ya ese principio del Bienestar General. Sin embargo, ¿es eso forzosamente así? 

La horrible, aunque heróica, acción tomada por Bushnell, muestra que todos los discursos vacuos y posturas sobre la "democracia" y "Estados Unidos, el país más grandioso del mundo" no son aceptados por muchos de los soldados estadounidenses, acusados de matar y morir por lo que saben o sospechan que son causas injustas.También saben que decenas de miles de inocentes en Gaza han sido masacrados, sacrificados cruelmente, y no golpeados en una guerra. El patriotismo y la conciencia de Bushnell lo llevaron a tomar esta decisión, y a dar su vida, pero si valoramos su vida, debemos asegurarnos de que la suya sea la última acción de este tipo. Poner en práctica el Plan Oasis propuesto por Lyndon LaRouche; difundir el optimismo cultural mediante el estudio de los "Diez Principios para una Nueva Arquitectura Internacional de Seguridad y Desarrollo" de Helga Zepp-LaRouche; esto, y su aplicación debe ser el homenaje en vida a Bushnell, y a las decenas de miles de personas sacrificadas en Gaza, para "que estos muertos no hayan fallecido en vano".

 

Para mayor información escriba a preguntas@larouchepub.com

 

Volver    Volver al inicio

clearclearclear