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¿Estamos en el umbral de la guerra o de un nuevo paradigma?

9 de marzo de 2024 (EIRNS) — Como lo ha venido señalando esta publicación en repetidas ocasiones, el mundo se encuentra ahora más cerca que nunca del estallido de una guerra entre las superpotencias mundiales que acabaría con la civilización.  Este peligro no ha hecho más que aumentar a medida que la ceguera geopolítica y la creencia en la supremacía del "orden basado en reglas" empujan a los gobernantes de Occidente cada vez más hacia un conflicto directo con Rusia. Naciones como Finlandia y Suecia se han incorporado ahora a la OTAN, lo que acerca esa alianza militar a la frontera rusa, mientras se realizan las mayores maniobras militares desde el final de la Segunda Guerra Mundial, configurando por primera vez una respuesta a un teórico ataque de Rusia a un país de la OTAN. 

En una situación así, incluso un pequeño malentendido o incidente puede desencadenar algo que se salga rápidamente de control. La seguridad se pierde y se empuja a la humanidad a un territorio desconocido. 

En este contexto, la embajada de Estados Unidos en Moscú, el jueves 7 de marzo emitió un espeluznante comunicado en el que advierte de "informes" según los cuales en las próximas horas y días podrían producirse grandes atentados terroristas en Moscú. No aporta ninguna evidencia de hecho, pero, no obstante, esto aumenta aún más los niveles de tensión en todo el mundo. Luego de la declaración del gobierno de Estados Unidos, otra media docena de naciones con gobiernos supeditados emitieron declaraciones similares. 

El discurso anual del Presidente Biden sobre el Estado de la Unión, del 7 de marzo, puso aún más de manifiesto la absoluta bancarrota moral e intelectual de los dirigentes de Estados Unidos. Biden no sólo hizo de Putin y Rusia un punto central de su discurso, prometiendo "no doblegarse ante Putin", sino que su principal oponente en la campaña electoral, Donald Trump, le reprochó duramente que Biden "no se enfrentó a Putin, entregó Ucrania a Putin" y ha sido un "títere de Putin y Xi". 

En la reunión de la Coalición Internacional por la Paz (CIP) del viernes 8 de marzo, Helga Zepp-LaRouche hizo referencia a la declaración del general (ret.) Harald Kujat, ex funcionario de la OTAN, quien dijo el pasado agosto que con el fracaso cada vez mayor de la situación militar y logística de Ucrania, la OTAN llegará a un punto en el que deberá aceptar una solución diplomática o escalar militarmente aún más contra Rusia. Desafortunadamente parece que los halcones de la guerra en el transatlántico eligieron lo último, y están completamente ciegos a lo que acarrearía esta locura de su parte. Por lo tanto, es necesario que todos los ciudadanos del mundo hagan un esfuerzo audaz y valiente para cambiar el rumbo que llevamos. 

Esta misma locura geopolítica está causando estragos en Gaza, donde la población está siendo sometida intencionadamente a una hambruna e inanición por parte de Israel, y está llegando a un punto de no retorno. Según los informes, con el bloqueo de casi medio millón de personas en el norte de Gaza, la gente está comiendo ahora grama con la esperanza de sobrevivir, y lo peor está por llegar si esta política no se revierte de inmediato. 

En respuesta a algunos de los temas tratados en la reunión de la CIP el viernes, Zepp-LaRouche resumió su evaluación de la siguiente manera: 

"Considero que, como humanidad, la única forma que tenemos de salir de esta crisis es que dejemos de pensar en términos geopolíticos. Hay que echar a la basura la doctrina Wolfowitz. Y luego tenemos que empezar a relacionarnos con estas otras naciones como Brasil, Indonesia, India, Sudáfrica, Nigeria, Egipto, y todos estos otros países como socios normales en pie de igualdad. Creo que tenemos que educar a los estadounidenses y a los europeos, que han mostrado una arrogancia terrible, pensando que son mucho mejores; que ellos son los buenos y todos los demás son los malos. Esto es un completo disparate... Creo que la verdadera tarea para detener esta guerra es convencer al llamado Occidente Colectivo de que tenemos que ser amigos de la Mayoría Global. Y entonces, sería muy fácil resolver todos los problemas. Creo que tenemos que construir un movimiento basado en esa idea, porque no creo que nada menos que eso resuelva el problema". 

Helga destacó la forma de hacerlo: en primer lugar, organizar en torno al Plan Oasis para el Sudoeste de Asia; y en segundo lugar, organizar para una nueva arquitectura de seguridad y desarrollo que sustituya a la obsoleta OTAN y a la idea del "equilibrio de poder" por completo. 

"Tenemos que llevar a cabo este debate, tenemos que darnos un orden que permita el bienestar, la supervivencia y la felicidad de todos los países del planeta. Puede parecer complicado, pero no creo que ningún concepto inferior resuelva los problemas actuales", concluyó.

 

Para mayor información escriba a preguntas@larouchepub.com

 

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