15 de marzo de 2024 (EIRNS) — Después de la diatriba y desvarío de "MacBibi" Netanyahu en el foro del Comité de Asuntos Públicos Estadounidenses-Israelíes (AIPAC, por sus siglas en inglés) el 12 de marzo, estaba claro, incluso para los simpatizantes, que tenía que marcharse. Enfurecido por el informe de la Evaluación Anual de Amenazas 2024 de la Comunidad de Inteligencia de Estados Unidos, que decía que "la desconfianza en la capacidad de Netanyahu para gobernar se ha profundizado y ampliado entre el público desde sus ya altos niveles antes de la guerra, y esperamos grandes protestas exigiendo su renuncia y nuevas elecciones", el rey Bibi dijo a los reunidos: "La verdad de las cosas es que el pueblo de Israel apoya abrumadoramente las políticas establecidas por mí y mi gobierno. Apoyan abrumadoramente la necesidad de una victoria total. Abrumadoramente. Se oponen abrumadoramente a la idea de que nos metan un Estado palestino por el cuello". 

El senador Chuck Schumer, líder de la mayoría demócrata en el Senado, que representa a Wall Street, la City de Londres y su sección anglófila de la "comunidad de inteligencia", así como, por cierto, a un partido que se enfrenta a la derrota en las elecciones de noviembre, no se sintió abrumado. Habló durante 40 minutos en el pleno del Senado de Estados Unidos y pidió a Netanyahu que cediera: "También creo que el Primer ministro Netanyahu ha perdido el rumbo al permitir que su supervivencia política prevalezca sobre los mejores intereses de Israel... Ha estado demasiado dispuesto a tolerar el número de víctimas civiles en Gaza, que está llevando el apoyo a Israel en todo el mundo a mínimos históricos. Israel no puede sobrevivir si se convierte en un paria... En esta coyuntura crítica, creo que unas nuevas elecciones son la única forma de permitir un proceso de toma de decisiones sano y abierto sobre el futuro de Israel, en un momento en que tantos israelíes han perdido la confianza en la visión y la dirección de su gobierno". 

Victoria Nuland recibió esa noticia la semana pasada; Netanyahu la recibe esta semana. "El poder del tirano tiene un límite", especialmente si el tirano es tan limitado como estos dos. Más allá de ese límite existe un poder superior, el poder de las ideas, como las ideas promulgadas en la Declaración de Independencia estadounidense y en la Constitución de Estados Unidos. 

En la parte superior de la tarjeta volante sobre el Plan Oasis de LaRouche, se plantea la pregunta: "¿Es la humanidad moralmente apta para sobrevivir?". Mientras que el insensato Macron de Francia, que en parte culpa a Putin de que Francia haya sido expulsada sin ceremonias de sus antiguas colonias africanas, propone desplegar tropas francesas y de otros países para unirse a la guerra en Ucrania oficialmente, en lugar de ilegal y clandestinamente, pero diciendo en todo momento que "no están realmente allí para combatir", el cardenal secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, advirtió de una escalada nuclear: "El riesgo de una fatal 'deriva hacia la guerra nuclear es real... Creo que se trata más bien de que los diversos actores de esta trágica situación se atrincheran aún más en sus propios intereses, sin hacer lo posible por alcanzar una paz justa y duradera'.". 

Lo que se necesita son visionarios, gente como el estadista alemán Walter Rathenau, el Ministro de Asuntos Exteriores que, en 1922, repudió cualquier reclamación financiera o territorial del gobierno alemán sobre la nación de Rusia, entonces la recién formada Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Rusia correspondió y firmaron el Tratado de Rapallo el 16 de abril de 1922. El punto de vista de Rathenau sobre la política económica era que "no estamos aquí por el bien de las posesiones, ni por el bien del poder, ni por el bien de la felicidad: Estamos aquí para dilucidar los elementos divinos del espíritu humano". 

Rathenau fue asesinado dos meses más tarde, mientras Hjalmar Schacht, el futuro Ministro de Finanzas del Tercer Reich, era patrocinado por los hermanos John Foster y Allen Dulles para hacer exactamente lo contrario: saquear Alemania a través de una serie de monopolios de materias primas que se convirtieron en cárteles como IG Farben, los arquitectos del campo de exterminio de Auschwitz. Sus ideas de economía fluían de una concepción de la humanidad de "hombre bestia", como se ve en la actual limpieza étnica de Gaza, yuxtapuesta a las reuniones simultáneas en Estados Unidos para vender propiedades inmobiliarias en Israel, incluidos los asentamientos ilegales de Cisjordania. 

Sin embargo, se está produciendo una respuesta "moralmente apta para sobrevivir". Las manifestaciones han conseguido paralizar algunas de estas reuniones para apoderarse de más territorio en Cisjordania. El lunes por la noche, el ganador de un Oscar Jonathan Glazer, guionista y director del drama sobre el Holocausto "La zona de interés", junto a los productores James Wilson y Len Blavatnik, dijo: "Ahora mismo estamos aquí como hombres que refutan su judaísmo y que el Holocausto haya sido secuestrado por una ocupación que ha llevado al conflicto a tanta gente inocente, ya sean las víctimas del 7 de octubre en Israel o el actual ataque a Gaza". Eso crea un momento potencial como el de las Audiencias del Ejército vs. McCarthy ( en lo que fue el principio del derrumbe del macartismo) para la llamada Liga Antidifamación Judía y su uso indebido y durante décadas de la calumnia de "antisemitismo" como arma. 

Hasta ahora, todavía no se ha apreciado suficientemente, cuántas vidas no se han salvado, cuánta riqueza no se ha desarrollado, y cuántos descubrimientos no se han hecho, debido a la calumnia de Lyndon LaRouche como "antisemita". Había que impedir que LaRouche expusiera, como hizo en su famoso debate de 1971 con el economista Abba Lerner, las políticas fascistas de desindustrialización económica y despoblación de Wall Street y del sujeto creado por la City de Londres, Hjalmar Schacht. Estas políticas y su visión de la humanidad son el sustrato de las guerras actuales. El Plan Oasis de LaRouche, especialmente su versión en vídeo, y el manifiesto de los "Diez Principios" Zepp-LaRouche para la humanidad, son el camino para cambiar el gobierno, para hacerlo humano de nuevo. Para empezar, regístrate para la conferencia del Instituto Schiller el próximo 13 de abril, “Plan Oasis: la solución LaRouche para la paz mediante el desarrollo entre Israel y Palestina y para todo el Sudoeste de Asia”.