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Si el escenario está en llamas, ¿debe continuar el espectáculo? La necesidad de un servicio internacional de inteligencia independiente

25 de mayo de 2024 (EIRNS) — ¿Se inclina el arco del universo moral, con una curvatura cada vez mayor, hacia la justicia? El 23 de mayo, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de las Naciones Unidas, en La Haya, ordenó al Estado de Israel que pusiera fin a las violaciones del derecho internacional perpetradas con su ataque militar en Gaza, que es sabido que es responsable de la muerte de más de 35.000 personas, y posiblemente de miles más entre las 10.000 que siguen declaradas desaparecidas. (En Cisjordania también ha habido unos 1.000 muertos más desde el 7 de octubre). 

El abogado Francis Boyle, profesor de Derecho Internacional en la Facultad de Derecho de la Universidad de Illinois y ex representante de la nación de Bosnia-Herzegovina ante la Corte Internacional de Justicia, en su caso contra Yugoslavia en virtud de la Convención sobre el Genocidio, declaró: "¡Felicidades a la República de Sudáfrica y a la Corte Internacional de Justicia! Esto es exactamente lo que necesitamos en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y en la Asamblea General de las Naciones Unidas, para detener la catástrofe humanitaria genocida que se está produciendo en Rafah, en virtud de la Resolución Unión Pro Paz". Boyle se refiere aquí a la Resolución 377 (V) de la Asamblea General de las Naciones Unidas, adoptada el 3 de noviembre de 1950. 

Esta resolución faculta a la Asamblea General para anular el veto del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (en este caso concreto, el veto de Estados Unidos) si el mundo considera esencial una acción inmediata para preservar la paz y la seguridad internacionales del mundo. El sitio electrónico de la Organización de Naciones Unidas (ONU), en relación con las Sesiones Especiales de Emergencia, dice que la Resolución 377 "Resuelve que si el Consejo de Seguridad, por falta de unanimidad entre sus miembros permanentes, deja de cumplir con su responsabilidad primordial de mantener la paz y la seguridad internacionales en todo caso en que resulte haber una amenaza a la paz, un quebrantamiento de la paz o un acto de agresión, la Asamblea General examinará inmediatamente el asunto con miras a dirigir a los miembros recomendaciones apropiadas para la adopción de medidas colectivas, inclusive, en caso de quebrantamiento de la paz o acto de agresión, el uso de fuerzas armadas cuando fuere necesario, a fin de mantener o restaurar la paz y la seguridad internacionales...". 

Así que, contrariamente a lo que muchos, si no la mayoría, decían, o predecían, sobre la ineficacia de las protestas estudiantiles, las intervenciones contra personas como Hillary Clinton y Victoria Nuland, y los campamentos y otros actos de resistencia no violenta, incluyendo declaraciones, resoluciones, etc., algo está cambiando y se está moviendo. Sí, el crimen aún no ha cesado, ni siquiera ha disminuido; pero el universo moral, encarnado en el espíritu de Nelson Mandela y en la acusación de Sudáfrica contra Israel, ha hablado, y el mundo está empezando a responder. 

Francis Boyle ya se ha dirigido en ocasiones anteriores a la Coalición Internacional por la Paz (CIP), una agrupación independiente convocada por la fundadora y dirigente del Instituto Schiller, Helga Zepp-LaRouche. No pudo hacerlo el viernes 24 de mayo precisamente a causa de los últimos acontecimientos en la CIJ. En la reunión de la CIP de este viernes, titulada " Estados Unidos está peligrosamente a la deriva. ¿Puede salvarse de la autodestrucción?", hablaron como ponentes, Larry Johnson, Graham Fuller y Ray McGovern, todos ellos veteranos ex analistas de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos, así como miembros de Veteranos Profesionales de la Inteligencia por la Cordura (VIPS, por sus siglas en ingles). VIPS es una organización que, desde la ilegal "guerra preventiva" anglo-estadounidense en contra de Iraq, ha tratado de revertir la aparentemente imposible de detener, pero no por ello inevitable, espiral descendente autoinfligida de Estados Unidos. 

Los tres, junto con el candidato independiente de LaRouche al Congreso por el distrito 15 de la ciudad de Nueva York, José Vega, entablaron un diálogo esencial con Helga Zepp-LaRouche, quien ha promovido incansablemente sus Diez Principios para una Nueva Arquitectura Internacional de Seguridad y Desarrollo, diseñados para sustituir la perspectiva geoestratégica y geopolítica que constituye el procedimiento operativo estándar y fracasado de la anglosfera. La geopolítica "kissingeriana" es una reliquia mental enferma de una era colonialista e imperial pasada, el principal sistema axiomático y catalizador que provoca una "confederación de zopencos" por lo demás desventurada, reunida en gran medida en torno al Departamento de Estado de Estados Unidos, en un inevitable intercambio termonuclear que aún puede borrar a la humanidad de la faz de la Tierra. 

Volviendo a la Corte Internacional de Justicia: La semana comenzó el pasado lunes 20 de mayo con el anuncio del fiscal del Tribunal Penal Internacional (TPI), Karim Khan: "Hoy presento solicitudes de órdenes de detención ante la Sala de Cuestiones Preliminares I del Tribunal Penal Internacional por la situación en el Estado de Palestina". Nombró a tres dirigentes de Hamás, así como al Primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y al secretario de Defensa de Israel, Yoav Gallant, como objetivos de sus órdenes de detención y por delitos contra la humanidad, representados por su abierta masacre de la población de Gaza. 

Esto no fue del agrado del senador por Carolina del Sur, Lindsey Graham, el típico prototipo cabeza de chorlito sureño estadounidense, a quien no le hizo ninguna gracia la visión imparcial de la justicia del fiscal del TPI. Tampoco lo estaban varios de sus colegas del Congreso, 12 de los cuales habían enviado antes, el 24 de abril, una carta en la que amenazaban con repercusiones contra el TPI, si éste se atrevía a dar los pasos "inclinados hacia la justicia", que Khan solicitaba. "Ataca a Israel y te atacaremos a ti", escribieron. Decían además que le prohibirían a Khan y a su familia viajar a Estados Unidos. "Estás advertido", concluía la carta. 

Cuando el senador Graham comentó esta semana que él y sus colegas del Congreso "encontrarán la forma de hacer constar nuestro descontento con el TPI porque si le hacen esto a Israel, nosotros somos los siguientes", sus palabras fueron recibidas con un inmediato, espontáneo y entusiasta aplauso por parte de los manifestantes presentes, que apreciaban profundamente la perspectiva de Graham en el banquillo de los acusados. No contento con esto, Graham sólo pudo replicar: "Sí, pueden aplaudir todo lo que quieran". 

Pero aquí está la pregunta: ¿Sabe Graham algo que no está diciendo? ¿Cuántas veces en las últimas cinco décadas se han enterado los estadounidenses, o no, después de los hechos, de que un "gobierno secreto" está llevando a cabo algún crimen enorme en algún lugar del mundo, así como en el propio Estados Unidos, a nombre de la "justicia"? ¿Y si esta vez, sin embargo, es diferente: que el crimen que se está cometiendo en Gaza, si se interrumpe como está previsto, revela crímenes que aún no se han admitido? ¿Qué pasa si se revela quién, ya que sin duda no es Biden, y qué fuerza no elegida y "no democrática" está dirigiendo actualmente a Estados Unidos? 

Quizás hay algo más que subyace a la frenética defensa que hacen los neoconservadores demócratas y republicanos estadounidenses de Netanyahu, incluida su reciente propuesta insensible de ¡llevarle a hablar ante una sesión conjunta del Congreso de Estados Unidos! Quizá deberían consultar primero a las figuras de la oposición israelí en el parlamento israelí, la Knéset. Esta semana, el político israelí Yair Lapid dijo sobre Netanyahu: "Hubo judíos que fueron muertos y asesinados ante la supervisión de (Netanyahu), quien no está dispuesto a decir que: 'Soy culpable, soy responsable, me marcho a casa'. Su castigo, señor Netanyahu, es que así es como será recordado en la historia. Es por esto que será recordado. Por no haber asumido la responsabilidad, por no admitir su culpa. Que usted ni siquiera sabe cómo pedir perdón y marcharse en el momento” apropiado. 

¿Hay estadounidenses, que estén o hayan estado al servicio del gobierno, en cuyo juicio puede el mundo darse el lujo de confiar? Es necesario que lo haya, si queremos encontrar alguna solución a la crisis actual. El miembro de la Coalición Internacional por la Paz, Ray McGovern, que en la década de 1980 informaba regularmente al Presidente Reagan y a otros funcionarios del gobierno, describió ayer en la 51ª reunión de la Coalición cómo se había visto "sorprendido" por tres acontecimientos inesperados en sus evaluaciones de inteligencia de los dos últimos años. Primero la operación militar especial (OME) rusa del 24 de febrero del 2022, que él no esperaba. "Yo presumo de tener una buena dosis de experiencia, sobre todo en política exterior rusa y soviética. Pero, de cuando en vez, me toman por sorpresa". La segunda ocasión, fue el cambio sísmico en la relación entre Rusia y China, expresado en su memorando del 4 de febrero del 2022, y lo que McGovern calificó de una consulta a fondo entre los Presidentes Vladimir Putin y Xi Jinping antes del inicio de la OME. Esto también me sorprendió, dijo McGovern. Su tercer ejemplo: "Más recientemente, me sorprendió mucho que los rusos dejaran claro que iban a realizar ejercicios con armas nucleares no estratégicas. ¡Vaya!, armas nucleares tácticas. Esto se mencionó antes, incluso por Helga. ¡Dios mío! Nunca me lo hubiera esperado. 

"¿Cuál es la lección que saco de todo esto? Una lección es que los rusos van muy en serio con Ucrania. No se van a rendir. Y lo que están intentando hacer es decirle a Estados Unidos, a esa gente con orejas de lata, mira, vamos tan en serio que estamos dispuestos a dar un paso sin precedentes, y es un paso sin precedentes". 

Irónicamente, pero muy coherente, es precisamente la capacidad de Ray McGovern, la capacidad de cualquier oficial de inteligencia competente, de reconocer los cambios en la realidad, contrarios a sus suposiciones, lo que le califica como el mejor tipo de oficial de inteligencia en tiempos de crisis. De hecho, esa cualidad le convierte en un dirigente potencial para un servicio de inteligencia estadounidense patriota, o cualquier otro,  liberado de los letales defectos de pensamiento neocolonial y neoimperial, contrarios a los verdaderos intereses de la propia nación y de todas las naciones con visión de futuro. McGovern y sus colegas, los Veteranos Profesionales de la Inteligencia por la Cordura, son necesarios. Serían bienvenidos en cualquier diálogo con Rusia, China, o cualquier otra nación del mundo, que desee ver un pronto fin a la "hora amateur anglo-estadounidense", antes de que la hora amateur ponga fin al mundo. 

Lyndon LaRouche siempre creyó que el gobierno estadounidense necesitaba exactamente esa liberación del legado de Henry Kissinger, Zbigniew Brzezinski, Samuel P. Huntington y su "Gran Madre" intelectual, el anglófilo y confederado de Harvard, William Yandell Elliott. El Plan Oasis de LaRouche, y los Diez Principios de Helga Zepp-LaRouche, requieren que se establezca un “Alert Service” (Servicio de Alerta) internacional diario e independiente, que publique el diálogo en expansión que pueda corregir rápidamente los axiomas letales que ahora han sido cuestionados por la CIJ y la CPI hasta cierto punto, pero que deben ser derrotados para que el mundo sobreviva incluso el resto de este año. "A quien los dioses quisieran destruir, la Verdad debe desunir".

 

Para mayor información escriba a preguntas@larouchepub.com

 

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