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Que un gran momento de la historia no encuentre gente pequeña

1º de julio de 2024 (EIRNS) — El Presidente de Francia, Emmanuel Macron, sufrió ayer una aplastante derrota en la primera vuelta de las elecciones parlamentarias francesas. Su coalición centrista terminó en un distante tercer lugar frente al partido Encuentro Nacional (en francés, Rassemblement national) de Marine Le Pen, por delante en al menos 297 de los 577 distritos, y el izquierdista Nuevo Frente Popular, a la cabeza en al menos 153 distritos. La agrupación "Ensemble" de Macron lleva delantera en 65 de los distritos. Para cuando la segunda vuelta del 7 de julio determine los escaños de la Asamblea Nacional (parlamento francés), se espera que los tories (conservadores) en Gran Bretaña reciban una patada similar en el costado de la cabeza, desde los sondeos del 4 de julio. Ambos resultados deberían hacerse eco del rechazo generalizado a los candidatos atlanticistas que se produjo en las elecciones europeas del 9 de junio. 

No hay héroes en estos procesos, sino una simple y ruidosa expresión de rechazo a la miseria económica, a la amenaza de guerra perpetua, al odio por el temerario desprecio de los llamados líderes europeos por los valores y las vidas de la población. Sin embargo, hoy 1º de julio, Hungría asume la presidencia del Consejo de la Unión Europea (UE); y ayer el Primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, anunció una nueva alianza en el Parlamento de la UE, los "Patriotas por Europa", aparentemente diseñada para acabar con el malestar. Está formada por su partido Fidesz, por el partido ANO de la República Checa (su mayor bloque de oposición, dirigido por el ex Primer Ministro Andrej Babis) y por el Partido de la Libertad de Austria (FPÖ), dirigido por Herbert Kickl. Aunque los tres partidos alimentan la rabia contra los inmigrantes, tenían más que decir en la rueda de prensa conjunta de ayer. 

Orbán declaró que los resultados de las elecciones del 9 de junio fueron reconocidos por algunos países de la UE, pero "la élite de Bruselas se resiste porque Bruselas no es una formación democrática. En esta situación, es nuestro deber hacer cumplir la voluntad de los votantes. Tres partidos políticos están sentados aquí ante ustedes. El partido austriaco más fuerte, el partido checo más fuerte y el partido húngaro más fuerte, y asumimos la responsabilidad de lanzar esta nueva plataforma y esta nueva facción... Hoy estamos creando una formación política que creo que se convertirá muy pronto en la mayor facción de la derecha europea". Añadió que las políticas de la UE deben ceder ante los resultados de las elecciones al Parlamento Europeo del 9 de junio, en las que las coaliciones gobernantes en Alemania, Francia e Italia fueron efectivamente aplastadas. Orbán dijo que los tres partidos eran sólo el principio, y que muchos otros partidos europeos se unirían, haciendo de la suya "la mayor facción de la derecha europea. Ocurrirá en unos días". 

Los "Patriotas por Europa" declararon que "las naciones de Europa han llegado a un punto de inflexión histórico. La Unión Europea, que una vez fue un proyecto de ensueño enraizado en el deseo de reconciliación tras la devastación causada por dos guerras mundiales y décadas de división, se ha vuelto contra los europeos... Por ello, las recientes elecciones al Parlamento Europeo de junio han tenido un significado tanto generacional como existencial. La línea de fractura política ya no es entre conservadores y liberales o derecha e izquierda, sino entre centristas, que son los precursores de un nuevo 'súper Estado' europeo, y los patriotas y soberanistas... Sólo mediante la victoria y la cooperación de los partidos patriotas y soberanistas del continente podremos garantizar la herencia de nuestros hijos". 

Creen "en una Europa formada por naciones fuertes, orgullosas e independientes; por naciones que puedan decidir libremente coexistir y cooperar de mutuo acuerdo; creen en una Europa que trabaje unida a través de instituciones arraigadas en las naciones; a través de instituciones que actúen en nombre de los pueblos de Europa y rindan cuentas ante ellos... Comprometida con la paz y el diálogo, pero al mismo tiempo dispuesta a defenderse de cualquier peligro; protege y celebra su identidad, tradiciones y costumbres europeas, fruto de la herencia grecorromana y judeocristiana. Valora la diversidad inherente a sus naciones, su historia y su modo de vida...". 

El día anterior, Orbán había acusado a los burócratas de Bruselas de haber "disparado a los pies de las empresas europeas con sanciones", de hacer subir la inflación y de "imponer sus propias ideologías" a la población de la UE, en lugar de "velar por los intereses del pueblo". Pero realmente no hay forma de que Orbán y sus colaboradores luchen por volver a la normalidad con Rusia y China. Lo que está en juego es más grande. 

Los proyectos de la Franja y la Ruta están sobre el tapete. La calidad del liderazgo político para evitar las "ideologías impuestas" y satisfacer al "punto de inflexión histórico" (lo que Federico Schiller identificaba como el "punctum saliens") también está sobre el tapete, con las intervenciones audaces y claras de los Diez Principios de Helga Zepp-LaRouche y del mensaje del 4 de julio de la candidata independiente al Senado de Estados Unidos por Nueva York, Diane Sare. 

Aquel estudioso de la Revolución Americana, Federico Schiller, reveló una importante y oportuna lección sobre el Cuatro de Julio y el adecuado nacimiento de un nuevo mundo, y la horrenda tragedia que supone no estar a la altura de las circunstancias. Que un gran momento de la historia no encuentre gente pequeña. 

 

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