4 de julio de 2024 (EIRNS) — Este año la festividad estadounidense del 4 de julio, la conmemoración de la Declaración de Independencia en 1776, es la ocasión para llamar a una lucha renovada contra el imperio. La OTAN global sigue empujando la guerra y el conflicto sin tregua, y rechaza todas las propuestas de conversaciones de paz sobre Ucrania, Gaza y otras esferas. El punto final de este mal será la aniquilación nuclear, a menos de que le pongamos fin a esa locura. 

El imperativo para los estadounidenses, en particular, para tomar medidas para restaurar la cordura y la diplomacia en la política pública, quedó claro en el debate del 27 de junio entre el ex Presidente Donald Trump y el Presidente Joe Biden, cuando fue innegable para todo el mundo, lo que no debería haber sido ninguna sorpresa: Que Biden no dirige a Estados Unidos. Los poderes ocultos tras bambalinas llevan años determinando la política y tomando las decisiones; llámese como quieran:, “Estado profundo”, burocracia permanente, máquina de guerra, complejo financiero, etc., o todo eso. La narrativa de que Estados Unidos simboliza la democracia está ahora hecha trizas. 

Por otra parte, la cuestión de la incapacidad de Biden no se trata de que él o un sustituto puedan ganar las elecciones de noviembre. Essos son juegos de excenarios para evadir la realidad. La verdadera cuestión en estos momentos es detener la guerra y apoyar el advenimiento de una nueva arquitectura mundial de desarrollo y seguridad en beneficio de todos. 

La Coalición Internacional por la Paz (CIP) ha lanzado ahora una iniciativa de importancia mundial, con motivo del Día de la Independencia de Estados Unidos, titulada "¡Iniciar ya las negociaciones de paz para evitar una guerra nuclear!". La CIP, una reunión internacional semanal de individuos y grupos iniciada hace más de un año, a instancias de la fundadora del Instituto Schiller Helga Zepp-LaRouche y colaboradores, emitió esta Declaración para su aprobación, circulación y acción inmediata. 

La declaración de la CIP comienza así: "Nosotros, los abajo firmantes, recibimos con beneplácito la renovada iniciativa de paz del Presidente de la Federación Rusa Vladimir Putin, tal y como fue presentada en su discurso en el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia el 14 de junio de 2024. Instamos a que se inicie de inmediato un proceso diplomático, a pesar del actual estado de hostilidades entre la OTAN y Rusia en Ucrania". La declaración detalla la situación de crisis y plantea tres recomendaciones: 

"Primero, que comiencen las conversaciones iniciales, basadas en la propuesta de paz que presentó Rusia del 14 de junio de 2024. 

"Segundo; sobre la base de los avances realizados en esas conversaciones iniciales, procurar que se acuerde lo antes posible declarar un cese al fuego en el conflicto. 

"Tercero; una vez que se hayan establecido por escrito los términos de un cese al fuego acordado, reforzar y fortalecer la confianza mediante una nueva arquitectura económica, que incluya a las fuerzas ajenas al conflicto que han presentado diversas propuestas para avanzar hacia la paz. 

"Con relación a estas negociaciones, no sólo debemos recordar, sino volver a comprometernos con las lecciones de la Paz de Westfalia que puso fin a la Guerra de los Treinta Años: una paz duradera exige que se tenga en cuenta "el interés del otro", y de todos los demás, para el caso…”. 

Esta iniciativa llega en un momento de aumento del militarismo en la cuenta regresiva para la Cumbre de la OTAN en Washington, DC, del 9 al 11 de julio. El martes 2 de julio en el Pentágono, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Austin Lloyd, recibió al ministro de Defensa de Ucrania, Rustem Umerov, y prometió que muy pronto Estados Unidos proporcionará, en virtud de la llamada "Autoridad Presidencial de Retirar fondos" de Biden (piensen lo que eso significa realmente) otros $2.300 millones de dólares en ayuda militar estadounidense a Ucrania. 

Al mismo tiempo, el secretario de Estado Antony Blinken y el secretario general saliente de la OTAN Jens Stoltenberg fustigaron ayer a China, diciendo que el Presidente Xi Jinping estaba suministrando tecnología a las fuerzas armadas del Presidente de Rusia Vladimir Putin. 

Da la casualidad de que estos dos líderes euroasiáticos se encuentran ahora mismo en Astana, Kazajstán, junto con otras 15 delegaciones de jefes de Estado, inmersos en un torbellino de reuniones relacionadas con el 24º Consejo de Jefes de Estado de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS). El 4 de julio se lleva a cabo una reunión extraordinaria de la OCS ampliada, en la que participan 26 delegaciones, entre naciones observadoras e invitadas, que participarán junto a los 10 mandatarios de los países miembros de la OCS, además de las instituciones multinacionales representadas y otras. Toda la actividad contará con la presencia de 10.000 visitantes en Astana. 

La función de estas sesiones es fomentar todos los aspectos de la estabilidad, la seguridad y el desarrollo en toda Eurasia, lo que contribuirá a una nueva arquitectura económica y de paz mundial. El Presidente Putin planteó este objetivo en su presentación del 14 de junio ante la plana mayor en el Ministerio de Asuntos Exteriores de la Federación Rusa. 

En la reunión de hoy 4 de julio, se emitirá una Declaración de Astana, junto con otras 24 declaraciones conjuntas. El país anfitrión que ostenta la presidencia de la OCS, Kazajstán, ha patrocinado una de ellas, titulada "Sobre la unidad mundial para una paz y armonía justas", a partir de la iniciativa del Presidente Kassym-Jomart Tokayev al respecto en 2023. 

Hay varias otras acciones dignas de mención. China anunció ayer su apoyo a la adhesión de Kazajstán al BRICS. Kazajstán acogerá la próxima reunión de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) en noviembre, y el Presidente Putin aceptó su invitación para asistir. El Presidente Xi Jinping y el Presidente de Kazajstán, Kassym-Jomart Tokayev, participaron ayer en directo en la ceremonia oficial de inauguración del nuevo corredor de comercio y desarrollo transcontinental este-oeste, que va desde China a Europa, conocido como la Ruta Transcaspiana de Transporte Internacional. 

Estos suceso son indicativos del proceso y del contenido por la paz que está en marcha, si atendemos al llamado expresado en las tres declaraciones: la Declaración de Independencia de Estados Unidos; el llamado de la CIP a iniciar ya las negociaciones depaz para evitar una guerra nuclear; y la Declaración de Astana que se dará a conocer hoy. 

Helga Zepp-LaRouche, en su Diálogo semanal del Instituto Schiller por internet, dio un saludo y un mensaje especial a los estadounidenses. "Creo que este es un período increíble, y la cuestión de qué será de Estados Unidos, y mañana tenemos el 4 de julio, es un muy buen momento para repensar: ¿No es mejor pensar en los principios de la Revolución Americana, los ideales de los Padres Fundadores, en especialmente también más después, la política exterior de John Quincy Adams, porque es la cuestión de cómo se relacionará el resto del mundo con Estados Unidos, y cómo se relaciona Estados Unidos con el resto del mundo?... 

"La cuestión es si Estados Unidos puede volver a encontrar su tradición republicana, y eso probablemente decidirá sobre la guerra y la paz a escala mundial".