6 de julio de 2024 (EIRNS) — Hoy comenzaremos con una especie de ejercicio espiritual, en vez de una mera crónica, sobre la historia actual del mundo al borde de la guerra termonuclear. Comenzamos con los cambios inesperados, perturbadores y de gran alcance que se están produciendo en el mundo e, implícitamente, en las circunstancias de la vida de todos los que lo habitan. Sin embargo, estos cambios no son comprensibles desde el punto de vista de los "acontecimientos políticos" o las "tendencias", aunque puedan parecerlo. Son comprensibles como un "Uno" a través de una idea superior de lo que los está generando. Ese ámbito superior es el de los principios, un dominio que para el "hombre práctico" no existe, y al que la mayoría es hostil. Desde este nivel superior, insistimos, no se puede partir, si se pretende analizar correctamente cualquiera de las "partes constituyentes" del panorama estratégico actual. 

Helga Zepp-LaRouche intervino el viernes 5 de junio en la 57ª reunión consecutiva de la Coalición Internacional por la Paz. He aquí un extracto de esa presentación: 

"Hola a todos. Están sucediendo muchas cosas muy rápido, porque estamos en un cambio tectónico del orden mundial, por lo que es bastante normal que la velocidad de los acontecimientos se acelere en comparación con los tiempos habituales. El acontecimiento más interesante, y en realidad positivo, es el hecho de que el Primer ministro Orbán de Hungría se encuentre en Moscú en estos momentos. Ya tuvo una reunión con el Presidente Putin. Esto es extremadamente importante. Hungría asumió la presidencia de la Unión Europea durante seis meses el 1º de julio. El 2 de julio, Orbán ya estaba en Kiev, hablando con el Presidente Zelenski. Como dije, ahora está el día 5 en Moscú y se ha reunido con Putin. Los primeros informes de la respuesta son bastante alentadores. Putin dijo que lo considera un comienzo muy importante; que está agradecido de que Orbán haya ido. Orbán le informó sobre el punto de vista occidental de la situación, y estuvieron discutiendo formas de resolver la crisis ucraniana. Obviamente, en Bruselas, todo tipo de gente ha empezado a ponerse nerviosa. [La presidente de la Comisión Europea, Úrsula]  Von der Leyen dijo que Orbán no tiene el mandato de la UE. Charles Michel también dijo lo mismo. Von der Leyen incluso dijo que esto es apaciguamiento; y Stoltenberg también dijo que Orbán no tiene mandato [de la OTAN], y que no hay señales de que Putin esté dispuesto a la paz. 

"Obviamente, la discusión está demostrando lo contrario, es decir, que hay un movimiento importante. Creo que es una primera señal esperanzadora, porque lo que hemos estado diciendo todo el tiempo es que es absolutamente necesario volver a la diplomacia y a un acuerdo negociado. Eso no significa que se diga inmediatamente quién tiene razón y quién no, pero no hay alternativa a la diplomacia en tiempos de armas termonucleares. 

"El otro acontecimiento dramático, al que sólo quiero referirme, es obviamente el resultado de las elecciones en Gran Bretaña, donde los conservadores han sufrido una derrota aplastante. Los conservadores tienen ahora sólo 131 escaños, frente a los 410 de los laboristas. Esto se considera generalmente como un terremoto después de 40 años de gobierno tory [conservador]. Lo que será este nuevo gobierno laborista está por verse. Hay algunos indicios preocupantes de que la política exterior puede no cambiar mucho, pero eso está por verse. Luego, el próximo domingo, tendremos la segunda vuelta de las elecciones en Francia, donde por ahora, las encuestas no indican que una victoria de Macron esté en las cartas. En general, se espera que si hubiera un gobierno dominado por la derecha de Le Pen, que habría un período muy difícil de co-participación entre la Presidencia y el gobierno. Obviamente, estas derrotas electorales que hemos visto, empezando por las elecciones al Parlamento Europeo, es un voto alto y claro de la población en contra de las políticas actuales de la casta polític dominante, tanto en términos de la política de guerra, sino también en términos de la política de austeridad. Porque toda esta militarización de Europa va acompañada de los recortes más drásticos en la economía, austeridad, economía schachtiana de la peor clase, y la población lo está rechazando muy, muy enérgicamente". 

Está claro que, lo queramos o no, ahora nos encontramos, financiera, económica, militar, cultural y físicamente saliendo de un conjunto de condiciones mundiales "bien conocidas" y entrando en otro, casi totalmente desconocido, y para el que nuestras ideas, en su mayoría equivocadas, nos han preparado para el fracaso. No obstante, el mundo en el que nos adentramos se está formando en gran medida por nuestras acciones, o por nuestra inacción. El Presidente de China, Xi Jinping, lo expresó así en su discurso inaugural de la reunión ampliada de la Organización de Cooperación de Shanghái: "El panorama internacional está experimentando una rápida transformación. Una nueva ronda de revolución científica y tecnológica y de transformación industrial avanza rápidamente. A medida que la civilización humana avanza a pasos agigantados, los factores de inseguridad, inestabilidad e incertidumbre van evidentemente en aumento. Para hacer frente a esta gran transformación, es esencial tener la sabiduría para ver los cambios, la capacidad para afrontarlos y el valor para hacer cambios. Debemos tener en mente que vivimos en una comunidad con un futuro compartido, y defender siempre el espíritu de Shanghái". Principios, no pragmatismo. 

Hablando de principios, el Principio número ocho de los Diez Principios para una Nueva Arquitectura Internacional de Seguridad y Desarrollo de Zepp-LaRouche nos recuerda que "antiguamente, una civilización en un rincón del mundo podía sucumbir y el resto del mundo sólo se enteraba años después, debido a la longitud de las distancias y al tiempo necesario para viajar. Ahora, por primera vez, debido a las armas nucleares, las pandemias, Internet y otros efectos globales, la humanidad está montada en un mismo barco. Por lo tanto, no se puede encontrar una solución a la amenaza existencial para la humanidad con la ayuda de arreglos secundarios o parciales, sino que la solución debe encontrarse en el nivel de ese Uno más elevado, que es superior a los Muchos. Requiere pensar en el nivel de Coincidentia Oppositorum, la Coincidencia de los Opuestos, de Nicolás de Cusa". 

El cardenal Nicolás de Cusa, que aquí invoca Zepp-LaRouche, fue el responsable de la exitosa organización del Concilio de Florencia de 1439, uno de los mayores y más exitosos ejemplos de diplomacia mundial, y que volvió a unir temporalmente a las iglesias occidental y oriental del cristianismo. Su éxito exigió que Cusa también sentara las bases, a través de una serie de escritos, así como de su labor diplomática, para la revolución de las ideas que pronto estallaría, en Florencia, en la forma plenamente realizada del Renacimiento italiano. Cusa fue el verdadero fundador de la ciencia moderna, expresada en su obra "Sobre la docta ignorancia" y otros escritos. El éxito de nuestra reconciliación con Rusia, China y otros países puede depender de nuestra capacidad para restablecer la confianza, no como imaginan los pragmáticos, sino a través del trabajo conjunto en las fronteras del método científico, como la ciencia espacial, la investigación sobre la fusión termonuclear y la cultura clásica. Todas estas son áreas en las que el economista y estadista Lyndon LaRouche desempeñó un papel destacado y positivo, y fue suprimido por el mismo aparato que prosigue las guerras en el extranjero y la injusticia en casa. Si Rusia, China, India, las naciones del Sur Global, ven que los escritos y la organización de Lyndon LaRouche adquieren una prominencia insurgente en Estados Unidos —por ejemplo, en las campañas independientes de Diane Sare y José Vega—- entonces, y sólo entonces, se podrá confiar realmente en que Estados Unidos represente un intermediario honesto en una nueva arquitectura de seguridad y desarrollo. Y sin eso, el peligro de una guerra termonuclear seguirá permanentemente a sólo unos minutos de distancia.