14 de julio de 2024 (EIRNS) — Nunca ha estado el mundo en un estado de emergencia y peligro como el actual. Hay un jefe de Estado disfuncional en Washington, cuando estamos en la era de las armas nucleares. El Presidente Joe Biden tiene el maletín con el botón rojo siempre cerca de él. El peligro es hora a hora. 

La Cumbre de la OTAN que se llevó a cabo del 9 al 11 de julio en Washington, DC, fue una cumbre de guerra. Desde su declaración, pasando por el "Pacto por Ucrania", hasta las declaraciones de algunos de los asistentes, las sesiones de la OTAN se centraron en lo siguiente: Se tiene que derrotar a Rusia; China es el facilitador de Rusia; la máquina de guerra multinacional y los centros de mando han de ser supremos. 

En segundo lugar, el Presidente Joe Biden de la nación anfitriona, en efecto, "no estuvo allí". Hace tiempo que "no está allí". El mundo entero se estremece al verlo. Pero el Presidente Biden mantiene hasta ahora la apariencia de estar en el cargo por medio de las narrativas repetidas: "Tengo que terminar lo que empecé", Estados Unidos "es indispensable", alega. Esto es más que aterrador. 

Lo más aterrador de todo es que el pueblo estadounidense, en particular, aunque no solo, está permitiendo que esto continúe. Puede haber muchas causas para su peligrosa inacción: la realidad ausente en los medios informativos, la contracultura, la obsesión por los deportes y el entretenimiento, junto con la penuria, la degradación y la desesperación. Pero en las filas de los médicos, del clero, de los militares retirados, los sectores productivos, hay quienes podrían y deberían responder al llamado. 

A lo que nos enfrentamos puede denominarse el "gobierno invisible", cuya lista completa de controladores, manipuladores y matones puede que no todos sean conocidos y fácilmente publicables. Pero no es ningún secreto que funciona un gobierno secreto, y que su pedigrí tiene una alta vena anglosférica. 

Que quede claro: en Estados Unidos no existe una crisis "constitucional" como tal. La Constitución de Estados Unidos sabiamente tiene una sucesión de quién debe actuar como Comandante en Jefe de EU, cuando el actual no puede. Existe la Enmienda 25, que aborda las condiciones de su aplicación. 

Estados Unidos está aquejado de un "síndrome de electoralismo". Todo gira en torno a si Biden debe estar o no en el cargo, según la métrica de si el Partido Demócrata puede vencer a Donald Trump en noviembre. Por su parte, Trump ve con buenos ojos que Biden siga en el cargo, porque Trump puede ganarle fácilmente. Por lo demás, hay algunas variaciones de estos escenarios, pero todas son estúpidas además de peligrosas. 

La respuesta es forzar un cambio drástico e inmediato de política que se aleje de la locura militar, económica y tiránica de la OTAN Global. Los estadounidenses deben volver a tener un Comandante en Jefe, que llegue al cargo en un cambio hacia un gobierno que sea de, por y para el pueblo, y que incluya las relaciones exteriores con todos los pueblos y naciones, basado en ese principio universal de respeto. 

Hay voces internacionales y nacionales en Estados Unidos que están alzando su voz y marcando una diferencia decisiva. El Primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, al marcharse de Estados Unidos esta semana, envió un mensaje diciendo que continuará su "misión por la paz". El ex diplomático estadounidense de alto rango Chas Freeman, en una entrevista publicada ayer señaló que la Cumbre de la OTAN en realidad se trató de una maniobra de unas cuantas naciones e intereses autoseleccionados hacia una "ciudadela como retiro del mundo". 

Helga Zepp-LaRouche, dirigente del Instituto Schiller, en la reunión semanal de la Coalición Internacional por la Paz (CIP) el viernes 12, calificó a la Cumbre de la OTAN como "increíblemente belicosa", e instó a la máxima movilización contra la maquinaria bélica. El papel de la CIP es vital no sólo para interconectar iniciativas dispares, sino también para elevar los esfuerzos para tener éxito en la formulación de políticas para la arquitectura económica y de seguridad mundial que sustituya al mortífero sistema occidental actual en proceso de derrumbarse. 

Hay un calendario de manifestaciones de protesta próximamente, que incluye, entre otras: Del 6 al 9 de agosto, concentraciones en todo el mundo con motivo del aniversario de los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki por Estados Unidos; el 1º de septiembre, Día Internacional de la Paz; el 28 de septiembre, jornada de protesta promovida especialmente por el dirigente estadounidense Scott Ritter, experto militar; y el 3 de octubre en Alemania, donde están previstas grandes concentraciones pacifistas contra la militarización. 

No hay tiempo que perder. La facción británica de la guerra mundial dejó claras sus intenciones en un artículo del Real Instituto de Servicios Unidos (RUSI, por sus siglas en inglés), directamente asociado con la monarquía del imperio británico y la casta financiera dominante de la City de Londres. El 18 de julio Gran Bretaña recibirá a más de 40 naciones y entidades europeas en el Palacio de Blenheim (la sede familiar de los duques de Marlborough, uno de cuyos nietos fue Winston Churchill), en la cuarta reunión de la Comunidad Política Europea. (La Comunidad Política Europea fue iniciada por el presidente francés Emmanuel Macron en 2022). 

El investigador principal de RUSI, Ed Arnold, escribió que el Reino Unido debe salir al frente con la OTAN y la preparación nuclear. En primer lugar, el Reino Unido presionará para que se confirme el calendario de la guerra esperada en Europa, para que el Reino Unido pueda prepararse. "La diferencia entre prepararse para 2027 frente a 2033 es abismal". 

En segundo lugar, el Reino Unido se esforzará por coordinar su gasto militar con el Proceso de Planificación de la Defensa de la OTAN (NDPP, por sus siglas en inglés). Arnold dice que esto debe incorporarse a la Revisión Estratégica de la Defensa británica, que según él anunciará el Primer Ministro la próxima semana. 

En tercer lugar, el artículo de RUSI afirma: "Debe hacerse hincapié en el papel de las armas nucleares del Reino Unido. El Reino Unido, a diferencia de Francia, asigna sus fuerzas nucleares a la OTAN, y en un mundo más peligroso, y con el riesgo de que Estados Unidos se desentienda, los europeos están poniendo más énfasis en la disuasión nuclear. La capacidad nuclear del Reino Unido también debería utilizarse mejor como una herramienta de negociación dentro de la NDPP, en lugar de un extra añadido". 

Es hora de salir a la calle, tanto literal como metafóricamente. Incorpórate a la movilización de la Coalición Internacional por la Paz.