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Un “Concilio de la razón” contra la adversidad

22 de julio de 2024 (EIRNS) — "La sabiduría nacida de la experiencia nos debería enseñar que la guerra es obsoleta. Puede que haya habido un tiempo en que la guerra sirviera como un bien negativo al impedir la propagación y el crecimiento de una fuerza maligna, pero el propio poder destructivo de las armas de guerra modernas elimina incluso la posibilidad de que la guerra pueda seguir sirviendo como un bien negativo. Y por lo tanto, si asumimos que vale la pena vivir, si asumimos que la humanidad tiene derecho a sobrevivir, entonces debemos encontrar una alternativa a la guerra": -Martin Luther King, Sermón de Navidad, 24 de diciembre de 1967. 

El Partido de la Guerra no ha tenido la semana que había planeado. Desde el punto de vista de los olímpicos "amos del universo", las cosas no van como "deberían", el 2024 va camino de igualar y luego eclipsar al año 1968 en la política mundial, tanto en su perturbadora turbulencia como en su carácter potencialmente revolucionario. ¿Conseguiremos revertir la tragedia mundial de 1968, medio siglo después, finalmente, ahora? Al igual que aquel año, lo que ocurra en las semanas y meses restantes es "impredecible" para la mayoría. Sin embargo, lo que sí se puede afirmar con certeza es que el impacto de las acciones -y omisiones- de este año va a resonar a lo largo de las décadas siguientes, al igual que en el año 1968, incluso hasta ahora, cuando el hijo de uno de los asesinados de aquel año se postula, ahora mismo, para el propio cargo al que aspiraba su padre. 

Desde el cercano, pero fallido intento de asesinato contra el ex Presidente Donald Trump, hasta la renuente y enojada abdicación de Joe Biden a su carrera presidencial, todos los acuerdos que los miembros de la OTAN pensaron que habían elaborado cuidadosamente para la guerra perpetua la semana pasada con los trogloditas en Washington, ahora han quedado en entredicho. Inmediatamente después del anuncio del domingo de que Biden no se presentaría, circuló un meme que capta el "Zeitgeist" (espíritu del tiempo). Mostraba mensajes de texto apócrifos enviados al teléfono de Biden de parte de Zelenski, de Ucrania. El primer mensaje decía: "Por favor, responda!!!". El segundo mensaje: "Tengo miedo". El tercero: "Mi dinero sigue llegando, ¿verdad?". Y el cuarto mensaje sólo muestra 52 llamadas perdidas, de Zelenski a Biden en un espacio de 45 minutos. 

Pero, ¿qué debemos hacer quienes creemos que el ser humano "para algo mejor ha nacido"? Helga Zepp-LaRouche propuso que en el mundo transatlántico se conforme un “Concilio de la razón”, que actúe como interlocutor no oficial, pero eficiente, con las naciones de la Mayoría Global. "¡El colonialismo llegó a su fin!", es la perspectiva optimista que informa el pensamiento de miles de millones de personas en el planeta. Poner fin a una emergente Tercera Guerra Mundial (que ahora se libra en dos frentes, el sudoeste de Asia y en Ucrania, y que pronto se extenderá a Irán, y luego a Taiwán, si los locos y asesinos de la OTAN se salen con la suya) es el “tema inmediato en el orden del día” para la humanidad, incluidas las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Esa debe ser nuestra orientación exclusiva. 

Esto no significa que ignoremos las realidades físico-económicas de lo que hay que hacer en todo el mundo. Al contrario, reconocemos que el derrumbe en que se hallan las economías del sector transatlántico, y el endeudamiento impagable y sin esperanza del "casino mundial" que es el sistema monetarista mundial del "dólar zombi", es la fuerza motriz de la guerra. De hecho, el desarrollo tecnológico y económico avanzado no puede separarse de la "solución política" en ningún escenario bélico. El Plan Oasis, propuesto originalmente por Lyndon LaRouche para Israel, Palestina y todo el Sudoeste de Asia, es ahora, en las condiciones actuales, una auténtica guía para el proceso de casi todas las formas de negociación que deberían llevarse a cabo entre Estados Unidos y la Mayoría Global. 

Ésta la cuestión estratégica central. Los Presidentes Xi Jinping y Vladimir Putin lo dejaron claro en su Declaración Conjunta del 4 de febrero del 2022: "Las partes se oponen a una nueva ampliación de la OTAN y hacen un llamado a la Alianza del Atlántico Norte para que abandone sus enfoques ideologizados de guerra fría, respete la soberanía, la seguridad y los intereses de otros países, la diversidad de sus antecedentes de civilización, culturales e históricos, y ejerza una actitud justa y objetiva hacia el desarrollo pacífico de otros Estados". 

En otro segmento crucial de dicha declaración, manifestaron que "las partes hacen un llamado a la comunidad internacional para crear condiciones abiertas, equitativas, justas y no discriminatorias para el desarrollo científico y tecnológico, para intensificar la aplicación práctica de los avances científicos y tecnológicos con el fin de identificar nuevos motores de crecimiento económico". En un momento anterior, en la presidencia de John F. Kennedy, o en la de las Cuatro Libertades de Franklin Delano Roosevelt, estos habrían sido sentimientos, seguidos de acciones concretas, que la Presidencia de Estados Unidos se habría sentido orgullosa de proclamar y de exportar. Éstas habrían sido las acciones que las naciones del mundo habrían acogido con satisfacción, y a las que ahora darían la bienvenida, si procedieran de Estados Unidos, en lugar de las propuestas malintencionadas. Pero no podemos esperar a que ninguno de los actuales candidatos presidenciales decida que va a caminar en esos zapatos. En lugar de eso, nosotros debemos actuar. 

Este lunes 22 de julio por la noche, Diane Sare, candidata independiente al Senado por el estado de Nueva York, y José Vega, candidato independiente a diputado por el Bronx (ciudad de Nueva York), en nombre, no sólo de esa concepción casi perdida de la Presidencia de Estados Unidos, sino también del “'Concilio de la razón” internacional propuesto por Helga Zepp-LaRouche, reunirán a estadounidenses librepensadores que creen que ellos, y no un político, ni un multimillonario, ni un juez, son la autoridad final, y la primera causa, del autogobierno. Ese proceso hará que el Partido de la Guerra, y lo que se deriva de este, el Buró Internacional de Asesinatos, sean tan infelices en el futuro como lo son en este momento.

 

Para mayor información escriba a preguntas@larouchepub.com

 

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